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El buscamemes resumido
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El buscamemes resumido
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layout: post
title: "El buscamemes"
author: "Evgeny Morozov"
cover: "images/cover_endefensadelsl_nr4.png"
license: http://endefensadelsl.org/ppl_deed_es.html
---
El buscamemes
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> Publicado como "[The Meme
> Hustler](http://thebaffler.com/salvos/the-meme-hustler)" en _[The
> Baffler #22](http://thebaffler.com/issues/no-22)_, 2013. Traducción
> liberada bajo la [Licencia de Producción de
> Pares](http://endefensadelsl.org/ppl_deed_es.html) con permiso del
> autor.
[...]En la última decada Silicon Valley ha disparado su propia ola
de innovación lingüística, una ola tan masiva que al romper ha hecho
emerger una nueva forma de analizar y describir el mundo --una suerte de
mentalidad de silicona. El viejo lenguaje se ha vuelto inútil; nuestro
vocabulario pre-Internet, nos dicen, necesita una actualización.
_Silicon Valley_ siempre ha tenido algo por los curas. Steve Jobs fue
el irritable Papa que se merecía. Hoy en día, habiendo dominado el arte
de la semana laboral de cuatro horas y los almuerzos sin gluten en
cafeterías al aire libre, nuestros ministros digitales están empezando a
predicar sobre asuntos que sobrepasan el mundo de los drones, las
impresoras 3D y los cepillos de dientes inteligentes. Que eventualmente
fuéramos robadas de un lenguaje con significado para discutir sobre
tecnología era predecible, que el imperialismo conceptual de _Silicon
Valley_ terminaría contaminando el resto de nuestro vocabulario, no lo
era.
La duradera vacuidad de nuestros debates sobre la tecnología tiene una
causa principal y su nombre es Tim O'Reilly. Fundador y CEO de
_O'Reilly Media_, editor aparentemente omnipotente de libros de
tecnología y organizador incansable de conferencias de moda, O'Reilly es
uno de los pensadores más influyentes de _Silicon Valley_. Áreas
enteras del pensamiento --desde la informática a la teoría de
administración y la administración pública-- ya se han rendido a su
pasión por las palabras pegadizas, pero O'Reilly sigue avanzando.
Durante los ultimos quince años nos ha entregado gemas de la precisión
analítica como "open source" \[código abierto\], "web 2.0", "Estado como
plataforma" y "arquitectura de participación". O'Reilly no solo acuña
sus expresiones favoritas, las promueve con celo religioso y envidiable
perseverancia. Mientras Washington se vanagloria de tener a Frank
Luntz, el estratega republicano que cambió "calentamiento global" por
"cambio climático" y convirtió "impuesto a la propiedad" por "impuesto
de muerte", _Silicon Valley_ ha encontrado su propio Frank Luntz en Tim
O'Reilly.
Trazar las huellas intelectuales de O'Reilly no es una tarea fácil, en
parte porque es muy vasta.[^autor] A través de sus libros, blogs y
conferencias ha amamantado a una generación entera de pensadores sobre
tecnología, desde Clay Shirky a Cory Doctorow. Bloguero prolífico y
[usuario compulsivo de Twitter](https://twitter.com/timoreilly) con más
de 1,6 millones de seguidores, tiene gusto por escribir ensayos sobre el
cambio tecnológico. Su [ensayo sobre la "web
2.0"](http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=1008839)
elucidó una filosofía básica sobre Internet de forma accesible tanto a
académicas como a capitalistas de riesgo y cuenta más de [seis mil
referencias en _Google Scholar_](http://ur1.ca/q6xnx)... Nada mal para un
autor no académico. También [invierte en
_startups_](http://oatv.com/portfolio.html) --las mismas que celebra en
su actividad pública-- a través de un [fondo de
riesgo](http://oatv.com/) que, como todas las cosas O'Reilly, lleva
su propio nombre.
[^autor]: Al hacer investigación para este ensayo, intenté leer todas
las publicaciones de O'Reilly: artículos en su blog, ensayos, _tweets_.
He leído muchas de sus entrevistas y comentarios que ha dejado en blogs
y sitios de noticias. Miré todas sus charlas en _YouTube_, pero decidí
no entrevistarlo. En primer lugar, no creo en entrevistar a _spin
doctors_: la entrevistadora no aprende nada nuevo mientras la
entrevistada obtiene una oportunidad extraordinaria para darle un giro
\[spin\] a la historia incluso antes de ser publicada. En segundo
lugar, mi objetivo al escribir este ensayo no era hacer un perfil de
O'Reilly. Por supuesto, podría contar sobre las maravillosas mermeladas
que hace en su tiempo libre --ciruela, frutos rojos, durazno. Dejé
fuera estas cosas a propósito porque mi interés principal es O'Reilly
como pensador, no como ser humano. Las pensadoras serias pueden ser
juzgadas solo por sus publicaciones. En tercero, los únicos dos correos
electrónicos que alguna vez recibí de su parte me dieron una pista sobre
su fuerte predilección por manipular los medios. El primero llegó mucho
antes de haber empezado a trabajar en este ensayo. Era una queja sobre
algo que escribí sobre él en el pasado, una mera oración dentro de un
ensayo --queja que para mí no tenía ningún mérito. El segundo llegó
justo al terminar el primer borrador de este ensayo, que casualmente
sucedió en el mismo día en que tuvimos un intercambio corto pero
acalorado en _Twitter_ (iniciado por él). En ese correo, se ofreció a
explicar todas sus posiciones cara a cara --oportunidad que rechacé, ya
que había pasado los últimos tres meses de mi vida leyendo sus _tweets_,
artículos y ensayos. Habiendo dicho esto, no tengo dudas que todo lo
que diga este ensayo va a ser vuelto contra mí.
Estilizado y suave auto-promotor con una visión filosófica sobre todo,
O'Reilly es el Bernard-Henri Levy de la Ruta 101 y el filósofo favorito de la
corte de las elites _TED_. Su impresionante estatura
intelectual en el valle probablemente pueda ser atribuida al simple
hecho de que está mejor leído que el tecno-emprendedor promedio. Sus
constantes referencias a los educados hombres del pasado --desde
[Arquiloco, el fabulista
griego](http://radar.oreilly.com/2010/04/handicapping-internet-platform-wars.html)
a [Ezra
Pound](http://radar.oreilly.com/2009/05/google-wave-what-might-email-l.html)--
lo hacen resaltar sobre todos esos desertores universitarios de _Silicon
Valley_ que no distinguen a Plotino de Plinio. Una vez recibió una
[beca del _National Endowment for the
Arts_](http://www.wired.com/wired/archive/13.10/oreilly_pr.html) para
traducir fábulas griegas --["Sócrates es \[una de\] mis compañías
constantes"](http://radar.oreilly.com/2009/06/benefits-classical-education.html)--
y tiene el aire de un hombre listo para pelearse con las Grandes
Preguntas del Universo (su título en _Harvard_ sobre los clásicos le
viene muy bien). Aunque haya [dicho a
_Wired_](http://www.wired.com/business/2012/12/mf-tim-oreilly-qa/all/)
que "no me importa una mierda que las novelas literarias desaparezcan"
porque "son un interés elitista", O'Reilly rápidamente reconoce que las
novelas le han formado profundamente en su vida. En 1981, el joven
O'Reilly [escribía una respetable
biografía](http://oreilly.com/tim/herbert/) del escritor de ciencia
ficción Frank Herbert, autor de la serie _Dune_, en la que se da el lujo
de hablar de Martin Heidegger y Karl Jaspers.
No obstante O'Reilly y los alemanes muertos han seguido caminos
separados hace mucho tiempo. En estos días está ocupado cambiando el
mundo. Cualquier lista de tecnócratas inelectos que estén dándole forma
al futuro de la política norteamericana debería tener su nombre en el
primer lugar. Con una presencia a la Zelig en ambos lados del
Atlántico, O'Reilly se codea con oficiales gubernamentales de Washington
y Londres, dándoles consejo sobre la Próxima Gran Cosa. [El pensamiento
de O'Reilly sobre el "Gobierno 2.0"](http://oreilly.com/tim/gov2/) ha
influenciado a muchos burócratas de la administración Obama,
particularmente aquellos cuya tarea es la promoción del ideal amorfo del
"gobierno abierto", algo no tan fácil de hacer dentro de un gobierno
inclinado a judicializar a soplonas y enviar _drones_ hacia
"no-te-podemos-decir-exactamente-dónde". O'Reilly también está activo
en discusiones sobre el [futuro de la
salud](http://oreilly.com/tim/healthcare/), con fuertes visiones sobre
cómo debería ser la "Salud 2.0".
Nada de esto es necesariamente malo. A primera vista, O'Reilly parece
ser una muy necesaria voz de la razón --incluso de espíritu cívico-- en
el paraíso-gueto superficial e implacable que es _Silicon Valley_.
Comparado con expertos de la tecnología ultra-_libertarian_ como Peter
Thiel y Kevin Kelly, O'Reilly podría pasar por un progresista de
corazón. Incluso [ha apoyado públicamente a
Obama](http://radar.oreilly.com/2008/10/why-i-support-barack-obama.html)
y apoyado muchas de sus reformas clave. Ha llamado a las programadoras
jóvenes --las remeras esclavas de la galera _Silicon Valley_-- a
trabajar en "[cosas que
importen](http://radar.oreilly.com/2009/01/work-on-stuff-that-matters-fir.html)",
aunque preferentemente en el sector privado. Ha escrito favorablemente
sobre el trabajo de oficiales locales poco conocidos que están
transformando las ciudades estadounidenses. [O'Reilly alguna vez
dijo](http://www.forbes.com/sites/jonbruner/2011/03/25/tim-oreilly-on-piracy-tinkering-and-the-future-of-the-book/)
que la visión de su compañía es "cambiar el mundo mediante la difusión
del conocimiento de los innovadores" mientras que en su [credo
personal](http://ecorner.stanford.edu/authorMaterialInfo.html?mid=3103)
se trata de "crear más valor del que capturas". (Y ciertamente ha
capturado un montón: su imperio editorial, otrora dedicado al humilde
negocio de los manuales técnicos, ahora [vale unos $ 100 millones de
dólares](https://plus.google.com/+TimOReilly/posts/Sy8Z2uWy655?hl=en).)
Ayudar a personas con ideas similares encontrarse entre sí, afilar su
mensaje, formar un movimiento social y cambiar el mundo: esto es de lo
que se trata el imperio de O'Reilly. Su [sitio web incluso
alardea](http://oreilly.com/) de su "larga historia de militancia,
creación de memes y evangelismo". ¿Quién dice que los gurúes
espirituales no pueden tener su propio capital de riesgo?
La trayectoria personal de O'Reilly no fue atípica para _Silicon
Valley_. En un ensayo del 2004 sobre sus libros favoritos (publicado en
[_Tim O'Reilly para
principiantes_](http://shop.oreilly.com/product/0636920020080.do)),
confesaba que de joven tenía "[esperanzas de escribir libros
profundos](http://oreilly.com/tim/articles/favebooks_0705.html) que
cambiarían el mundo". O'Reilly agrega que gracias a un libro de ciencia
ficción documentando las luchas de una joven contra una plutocracia
corporativa ([Rissa
Kerguelen](http://www.amazon.com/Rissa-Kerguelen-Book-one-saga/dp/0399117911)
de F. M. Busby) abandonó esos sueños tempranos de escritura
revolucionaria para entrar en el "negocio fundamentalmente trivial de la
escritura técnica". El libro mostraba el emprendedorismo como una
"fuerza subversiva", que convenció a O'Reilly que "en un mundo dominado
por las grandes compañías, son las pequeñas las que mantienen viva la
libertad, donde la economía es al menos uno de los campos de batalla".
Esta tendencia a ver los problemas de la libertad a través de la lente
de la competencia económica, poniendo el foco en el productor y el
emprendedor a expensas de todo lo demás, configura el pensamiento de
O'Reilly sobre la tecnología.
Sin embargo, no es la política lo que vuelve a O'Reilly el hombre más
peligroso de todo _Silicon Valley_ --pujante enclave del pensamiento
randiano, rebosa de casos más locos. La maestría de O'Reilly para las
relaciones públicas, por otro lado, no tiene rival y avergonzaría a
muchos de los _spin doctors_ más importantes de Washington. Nadie ha
hecho más por volver los debates más importantes sobre la tecnología
--debates que solían ser sobre derechos, ética y política-- en
celebraciones inocentonas del espíritu emprendedorista, mientras que el
lenguaje economicista se convertía en la única forma razonable de hablar
sobre el tema. Como descubrió O'Reilly hace mucho tiempo, los memes son
para perdedores, el dinero está en las epistemes. Los tonos randianos
del pensamiento de O'Reilly son difíciles de evitar, aun cuando ostente
credenciales progresistas. "Existe una forma en que la esencia de la
marca O'Reilly es en última instancia una historia sobre el hacker como
héroe, el chico que está jugando con tecnología porque le encanta, pero
que un día cae en una situación donde es llamado a salir y cambiar el
mundo", [escribía en
2012](https://plus.google.com/+TimOReilly/posts/CLJmemTBMgf). Pero no
solo se trata de la hacker como una heroína que O'Reilly no se cansa de
celebrar. Su verdadera heroína es la hacker-devenida-emprendedora,
alguien que supera los innumerables obstáculos erigidos por
corporaciones gigantes y burócratas perezosos, para cumplir con el Sueño
Americano 2.0: empezar una compañía, disrumpir una industria, acuñar
una _buzzword_. Escondido detrás de toda esta disrupción de brillantina
está el mismo viejo pregón individualista del gobierno mínimo y el
fundamentalismo de mercado que asociamos con los personajes randianos.
Para _Silicon Valley_ y sus ídolos, la innovación es el nuevo egoísmo.
O'Reilly se inició en el negocio en el '78 al lanzar una consultora que
se especializaba en escritura técnica. Seis años después, empezó a
retener los derechos de algunos de los manuales que estaba produciendo
para sus clientes individuales y gradualmente se abrió camino hacia la
edición _mainstream_. Para mediados de los '90, O'Reilly había
alcanzado un éxito moderado en _Silicon Valley_. Le iba bien, habiendo
encontrado un _best-seller_ en _The Whole Internet User's Guide and
Catalog_ \[La guía completa del usuario de Internet y catálogo\] y
vendido el _Global Network Navigator_ --posiblemente el primer portal de
Internet con publicidad paga ("[el primer sitio web
comercial](http://oreilly.com/gnn/)" como lo describe O'Reilly)-- a AOL.
Fue la popularidad creciente del "software _open source_" lo que lo
convirtió en una figura nacional (y al menos en los círculos _geek_,
también internacional). El "software _open source_" fue también el
primer gran ejercicio de cambio de marca llevado a cabo por el Equipo
O'Reilly. Es donde puso a prueba todas sus intervenciones discursivas
que ya son su marca: alojando un encuentro para definir el concepto,
escribiendo ensayos provocativos para refinarlo, produciendo libros y
eventos para popularizarlo y cultivando una red de pensadores para
hacerle proselitismo.
El software que aseguraba los cuatro derechos luego mencionados se
llamaba "software libre". Era "libre" por su asociación a la "libertad"
antes que a la "cerveza libre". No había una oposición teórica a cobrar
dinero por construir o mantener ese software. Para proveer cobertura
legal, Stallman inventó una licencia muy ingeniosa que usaba las leyes
de _copyright_ para suspender sus provisiones más draconianas --un truco
legal que es conocido como _copyleft_. La GPL (acrónimo de "General
Public License" \[Licencia Pública General\]) se ha convertido en la más
famosa y utilizada de estas licencias _copyleft_. Es fácil olvidarse
esto hoy en día, pero no había algo conocido como software _open source_
antes de 1998. La coherencia contemporánea aparente del concepto es
producto de la manipulación astuta y el _marketing_. El software _open
source_ nació de la escisión ideológica entre dos grupos que, al menos
antes de 1998, habían estado tradicionalmente juntos. En una esquina
estaba el grupo de _geeks_ apasionadas y con principios lideradas por
Richard Stallman de la _Free Software Foundation_, preocupadas por
asegurar que las usuarias tengan derechos con respecto a sus programas
de computadoras. Esos derechos no eran muchos --las usuarias deben ser
capaces de usar el programa con cualquier propósito, estudiarlo,
re-distribuir copias y publicar sus propias versiones modificadas si las
hubiese-- pero aun esto parecía revolucionario en comparación a lo que
se podía hacer con el software privativo de ese momento.
Desde sus mismos comienzos en los '80, el movimiento iniciado por
Stallman apuntaba a producir alternativas de software libre a sistemas
operativos privativos como _Unix_ y _Microsoft Windows_ así como
software privativo como _Microsoft Office_. El software de Stallman
podría no haber sido el mejor, pero algún sacrificio en la eficiencia
técnica era un precio digno de pagar por la emancipación. Alguna
incomodidad era incluso deseable, porque el [objetivo de
Stallman](http://www.gnu.org/philosophy/free-software-for-freedom.html),
como decía en su ensayo de 1998 "Por qué el software libre es mejor que
el _open source_", era pedir que "la gente piense sobre cosas que de
otra forma ignoraría".
Lo que apuntalaba al proyecto de Stallman era una crítica profunda al
rol de las regulaciones de patentes que se habían convertido en retenes
para la innovación y la creatividad. Tal vez sin darse cuenta, Stallman
argumentaba precisamente sobre por qué el código y más ampliamente,
la infraestructura tecnológica, debía estar sometido al escrutinio
público. Buscaba abrir las cajas negras tecnológicas que las
corporaciones conspiraban por mantener cerradas. Si sus esfuerzos
hubieran sido exitosos, podríamos estar viviendo en un mundo donde las
complejidades del software utilizado en la bolsa o la identificación
biométrica no presentaran misterios.
Stallman es bastante idiosincrático, para decirlo levemente, y muchas
geeks no comparten su agenda. Muchas desarrolladoras contribuyen a
proyectos de software libre por razones que no tienen nada que ver con
la política. Algunas, como Linus Torvalds, el creador finlandés del
celebrado sistema operativo _Linux_, lo hacían por diversión. Otras
porque querían construir software más conveniente. Y otras porque
querían aprender habilidades nuevas y en demanda.
Una vez que el mundo corporativo empezó a expresar interés por el
software libre, muchas geeks apolíticas presintieron una oportunidad de
negocios lucrativa. Como decía el emprendedor tecnológico [Michael
Tiemann en
1999](http://oreilly.com/openbook/opensources/book/tiemans.html),
mientras que el manifiesto de Stallman "se leía como una polémica
socialista [...] percibí algo diferente. Vi un plan de negocios
disfrazado." La militancia por los derechos que hacía Stallman sin
embargo, ponía en riesgo el interés corporativo. A Stallman no le
importaba ofender a la gente de traje, porque su objetivo era convencer
a las usuarias ordinarias para que elijan el software libre por motivos
éticos y no venderlo a los negociantes como una alternativa más barata o
eficiente al software privativo. Después de todo, estaba intentando
lanzar un movimiento social radical, no una complaciente asociación de
negocios.
Para principios de 1998 varios miembros de la comunidad del software
libre con mente de negocios estaban listos para separarse de Stallman,
por lo que planearon un golpe formando su propio espacio de activismo
--la _Open Source Iniciative_ \[Iniciativa por el Código Abierto\]--,
trayendo a O'Reilly para ayudarles en el cambio de marca. El tiempo era
el correcto. _Netscape_ acababa de rendirse ante _Microsoft_ en las
guerras entre navegadores y había prometido que las próximas versiones
de _Netscape Navigator_ serían gratuitas, a la vez que su código estaría
disponible públicamente. Algunos meses después, O'Reilly organizaba un
[muy publicitado
encuentro](http://oreilly.com/oreilly/press/freeware.html), donde
algunos de los lealistas escogidos --¡democracia de silicona en
acción!-- votaron por _open source_ \[código abierto\] como la marca
preferida. Stallman no fue invitado.
Aun antes del golpe, O'Reilly ocupaba un lugar ambiguo y comercialmente
esencial en la comunidad del software libre. Por un lado, publicaba
manuales que ayudaban a entrenar a las nuevas conversas a la causa. Por
otro, esos manuales eran caros. También eran de excelente calidad lo
que, como se quejaba Stallman, desalentaba a la comunidad de producir
alternativas más baratas. En última instancia sin embargo, el
desacuerdo entre Stallman y O'Reilly --siendo que éste último se
convertiría muy pronto en el animador más visible del paradigma del
_open source_-- probablemente haya tenido que ver con sus muy diferentes
roles y aspiraciones. Stallman como reformista social podía esperar
décadas hasta que sus argumentos éticos en favor del software libre
prevalecieran en el debate público. O'Reilly, el hombre de negocios
inteligente, tenía un tiempo más corto: la adopción rápida del software
_open source_ por la comunidad empresarial garantizaba una demanda
estable por los libros y eventos de O'Reilly, especialmente en un
momento donde algunos analistas empezaban a preocuparse --y con buenas
razones, como resultaría más tarde-- porque la industria tecnológica
estaba al borde del colapso. En aquellos días, la difusión del _open
source_ bordeaba ocasionalmente con la propaganda. Como [decía Raymond
en 1999](http://oreilly.com/openbook/opensources/book/raymond2.html) "lo
que necesitábamos montar era efectivamente una _campaña de marketing_"
que "requeriría poner en juego técnicas de marketing (_spin_,
construcción de imagen y cambio de marca) para funcionar". Este
movimiento en ciernes se enorgullecía en no querer hablar sobre los
objetivos que perseguía. A excepción de la mejora en la eficiencia y la
reducción de costos, todo lo demás estaba bastante indefinido. En
cambio, todo el énfasis estuvo puesto en cómo se estaban persiguiendo
esos fines, es decir de forma totalmente decentralizada, utilizando
plataformas de Internet, con poca coordinación central. En contraste
con el software libre, el _open source_ no tenía un componente moral
obvio. Según Raymond "el _open source_ no es un problema
particularmente moral o legal, porque [...] conduce a mejores resultados
en cuestión de ingeniería y términos económicos". O'Reilly concurría.
"No creo que sea un problema religioso. Se trata más bien de cómo
estimular y encender la innovación", anunció una década más tarde.
Mientras que el software libre estaba orientado a que las
desarrolladoras pierdan el sueño con problemas éticos, el software _open
source_ vino a terminar con su insomnio.
El golpe tuvo éxito. El proyecto de Stallman fue marginalizado. Pero
O'Reilly y sus acólitos no ganaron por tener mejores argumentos.
Ganaron porque tenían mejores relaciones públicas. Para lograr que su
narrativa sobre el software _open source_ sea creíble para un público
con una creciente fascinación con Internet, O'Reilly produjo una
historia de esta altamente particularizada, que luego tomó vida por sí
misma. En pocos años, esa narrativa se volvió la forma estándar de
hablar sobre la historia de Internet, dándole el tipo de coherencia
intelectual que nunca tuvo realmente. Una década después de producir
esta singular visión sobre la Internet para justificar sus ideas sobre
la supremacía del paradigma del _open source_, O'Reilly está cerca de
lograr un truco similar sobre cómo hablamos de la reforma estatal.
Para comprender cómo la idea de Internet que O'Reilly usó para legitimar
el paradigma del _open source_, es importante recordar que muchos de los
esfuerzos de Stallman se dirigieron a las licencias de software. La
apuesta de O'Reilly fue que mientras el software migraba de los
escritorios a los servidores --lo que luego llamaríamos "la nube" en
otra muestra de amor por las palabras pegadizas-- las licencias dejarían
de importar. Ya que no hay un intercambio de código cuando usamos
_Google_ o _Amazon_, resulta contraproductivo obsesionarse por las
licencias. "Dejemos de pensar en las licencias por un rato. Dejemos de
pensar que eso es lo principal en la importancia del _open source_",
[urgía O'Reilly en una entrevista para
_InfoWorld_](http://www.infoworld.com/d/developer-world/tim-oreilly-software-licenses-dont-work-261)
del 2003.
¿Pero entonces qué era lo que importaba del _open source_? No la
"libertad" --al menos no en el sentido que le daba Stallman. A O'Reilly
solo le importaba un tipo de libertad: la libertad de las
desarrolladoras de distribuir software en los términos que quisieran.
Esta era la libertad del productor, el emprendedor randiano que debe
ser dejado tranquilo para innovar sin las perturbaciones de las leyes ni
la ética. La libertad más importante, como dijo O'Reilly en un
intercambio con Stallman, es aquella que protege "mi libertad en tanto
creador para darte o no darte, los frutos de mi trabajo a vos, la
'usuaria' de ese trabajo, y de vos como usuaria, de aceptar o rechazar
los términos en los que cedo mi regalo".
Esto era un hondo contraste con el plan de Stallman para recortar --a
través de la ética y algún día por las leyes-- la libertad de las
desarrolladoras para en cambio, promover la libertad de las usuarias.
O'Reilly se opuso a este programa: "Apoyo completamente el derecho de
Richard \[Stallman\] o de cualquier autora individual de disponibilizar
su trabajo bajo los términos de la GPL; pongo el freno cuando dicen que
otras que no lo hacen están equivocadas". Lo correcto para él es
dejar en paz a las desarrolladoras. "Estoy dispuesto a aceptar
cualquier argumento que diga que hay ventajas y desventajas sobre
cualquier método de licenciamiento. [...] Mi posición moral es que la
gente debe ser libre de encontrar la que más le convenga", escribió en
2001. Ese "lo que más le convenga" para las desarrolladoras podría
eventualmente lastimar a todas las demás --lo esencial en el argumento
de Stallman-- no molestaba a O'Reilly. En su postura economicista, no
tenían interés las externalidades.
Que tal debate pueda ser montado revela cuánto del bagaje político se ha
infiltrado en los debates sobre políticas públicas una vez que el
"software _open source_" reemplazó al "software libre" como el término
elegido. Los estados son empujados constantemente a hacer cosas que a
alguien en el sector privado no le gustaría, ¿por qué la industria del
software debería ser especial? La promoción de la responsabilidad
pública o la mejora de la seguridad de la red podrían disrumpir el
modelo de negocios de alguien, pero ¿qué importa? Una vez que el
término _open source_ entró en nuestro vocabulario, pudimos
re-interpretar el cálculo completo de las políticas públicas en términos
muy diferentes. De esta forma, en lugar de discutir sobre el interés
público, estamos discutiendo sobre los intereses individuales de
desarrolladoras de software, mientras proclamamos que esta es una
discusión sobre "innovación" y "progreso" y no sobre "responsabilidad" o
"seguridad". Según esta interpretación randiana del _open source_, el
objetivo de las regulaciones y el activismo público deberían tender a
que absolutamente nada --ni la ley ni las consideraciones morales--
detengan la marcha de la revolución del _open source_. Cualquier
intento de mover el asunto desde los frutos del trabajo de las
desarrolladoras a la regulación pública debe ser rechazado, aun si su
objetivo es promover una mayor adopción del software _open source_, ya
que mancillaría la reputación del _open source_ como tecnológica y
económicamente superior al software privativo. Ocasionalmente esto
lleva a paradojas, por ejemplo durante un [acalorado debate en el
2002](http://news.slashdot.org/story/02/08/16/1621244/tim-oreilly-bashes-open-source-efforts-in-govt)
sobre si los gobiernos deberian estar obligados a abandonar _Microsoft_
y migrar a software _open source_. O'Reilly manifestó su vehemente
oposición a tal propuesta. "Nadie debería ser forzado a elegir software
_open source_, como nadie debería estar forzado a elegir software
privativo. Cualquier victoria para el movimiento _open source_ lograda
privando a los usuarios de su derecho de elegir, sería una traición a
los principios donde se plantan el software libre y el _open source_",
escribió en un [artículo ampliamente
discutido](http://www.oreillynet.com/pub/wlg/1840).
Para debilitar la posición de Stallman, O'Reilly tuvo que mostrar que el
movimiento del software libre estaba luchando una guerra inútil y
estúpida: el advenimiento de Internet volvió obsoleta su obsesión por
las licencias. Hubo una buena cantidad de manipulación semántica en
juego. Para Stallman, las licencias nunca fueron un fin por sí mismas;
importaban solo en tanto codificaban un número de prácticas que
derivaban de su visión de una buena vida mediada por la tecnología. En
otras palabras, las licencias solo eran el medio para permitir el único
fin que les importaba a las defensoras del software libre: la libertad.
Una colección diferente de prácticas tecnológicas (por ejemplo,
remplazar el software que corre en computadoras por software que corre en
la nube) podrían haber construido fácilmente unos medios diferentes de
garantizar esa libertad.
De hecho, la filosofía de Stallman, aunque rudimentaria, tenía todas las
herramientas conceptuales adecuadas para permitirnos pensar sobre la
conveniencia de mover todo a la nube. El consiguiente asalto a la
privacidad, la centralización de los datos en las manos de un par de
compañías, la creciente accesibilidad de datos sobre las usuarias para
las agencias de orden público (que no se preocupan si quiera de
conseguir una orden de allanamiento): todas esas consecuencias de la
computación en la nube podrían haber sido predichas y analizadas,
incluso si pelear contra esas consecuencia hubiera requerido de
herramientas diferentes a las licencias.[^nube] El ingenio de O'Reilly
sobre las relaciones públicas descansó en lograr que casi todo el mundo
confundiese los medios con los fines del movimiento del software libre.
Ya que las licencias eran obsoletas, argumentó, las desarrolladoras de
software pueden descartar los fines del proyecto de Stallman --es decir,
su foco en los derechos y libertades de las usuarias. Muchas
desarrolladoras efectivamente dejaron de pensar en las licencias y por
ende dejaron de pensar en los problemas morales más amplios que hubieran
sido centrales si el _open source_ no hubiera desplazado al software
libre como el paradigma actual. Seguramente hubo excepciones --como la
comunidad altamente política y legalista que trabaja en _Debian_, otro
sistema operativo-- pero fueron las que probaron la regla.
[^nube]: De hecho lo fueron, ver por ejemplo "Libertad en la nube,
Libertad del Software, Privacidad y Seguridad para la Web 2.0 y
Computación en la Nube" de Eben Moglen
<https://endefensadelsl.org/libertad_en_la_nube.html> (nota de las
editoras).
Para maximizar el atractivo y la legitimidad de este nuevo paradigma,
O'Reilly tuvo que establecer el _open source_ como antecesor del
software libre y que a su vez estaba en camino de dominar el mundo --que
tenía tanto una historia como un futuro ricos. Logró el primer
objetivo, en parte, explotando las ambigüedades del termino "open"
(abierto); la segunda encuadrando el debate sobre Internet alrededor de
su conexión compleja y causal con el software _open source_.
"Open" le permitió construir el paraguas más grande posible para el
movimiento. El lenguaje economicista fue menos alienador que el
lenguaje ético de Stallman. Esta "apertura" fue el tipo de término
multipropósito que le permite parecer político mientras se avanza en una
agenda que nada tiene que ver con política. [Como O'Reilly mostró en el
2010](http://radar.oreilly.com/2010/04/handicapping-internet-platform-wars.html),
"el arte de promover "apertura" es evitar volverlo una cruzada moral,
sino resaltar las ventajas competitivas de esta apertura". Reemplacemos
"apertura" con cualquier otro término político --por ejemplo "derechos
humanos"-- en esta oración y se vuelve claro que esta misión por una
"apertura" fue políticamente ineficaz desde el comienzo. ¿Y qué pasa si
a tu interlocutora no le importan para nada las ventajas competitivas?
[...] Sacando provecho de la ambigüedad del
término, O'Reilly y sus colaboradores equipararon la "apertura" del
_open source_ con la "apertura" de los mercados, la libertad de
expresión y los proyectos académicos. De este modo "open" podría
significar cualquier cosa, desde "apertura a intercambio intelectual"
([O’Reilly en
1999](http://web.archive.org/web/20000119094723/http://sunworld.com/sunworldonline/swol-01-1999/swol-01-regex-2.html):
"Una vez que empezás a pensar en el código fuente de las computadoras
como si fuera lenguaje humano, vas a ver al _open source_ como una
variedad de la libertad de expresión") a "abierto a la competencia"
([O'Reilly en 2000](http://www.oreillynet.com/pub/wlg/4179): "Para mí,
'open source' en el sentido más amplio significa cualquier sistema donde
el acceso abierto a escribir código disminuye las barreras para entrar
en el mercado").
Como era de esperar, la disponibilidad de código fuente para la
examinación universal muy pronto se volvió el único estándar para medir
la apertura. Lo que el código hacía tenía muy poca importancia --¡el
mercado sabe más!-- siempre y cuando cualquiera pudiera verificar
"bugs". El nuevo paradigma fue presentado como algo que escapaba a la
ideología y que podía atraer a ejecutivos de corporaciones sin perder
encanto ante la comunidad hacker. "Las implicaciones de la etiqueta
_open source_ es que intentamos convencer al mundo corporativo de
adoptar nuestras formas por razones económicas, desinteresadas y no
ideológicas" [decía Eric Raymond en
1998](http://www.linuxjournal.com/article/2918). Lo que Raymond y
O'Reilly no pudieron comprender, o decidieron omitir, es que su esfuerzo
para presentar el _open source_ como algo no ideológico fue apoyado por
una ideología poderosa --una ideología que venera la innovación y la
eficiencia a costa de todo lo demás.
Tomó un montón de trabajo creativo lograr que este paradigma persevere.
Una táctica común fue presentar al software como si tuviera una historia
mucho más larga, incluso anterior a 1998. Por tanto, poco después de la
histórica reunión cumbre sobre el _open source_ organizada por O'Reilly,
Raymond dijo que "la reunión cumbre fue organizada por _O'Reilly \&
Associates_, una compañía que fue simbiótica con el movimiento _open
source_ por muchos años". Que el término _open source_ haya tenido solo
unos pocos meses en el momento en que Raymond escribió esto no importó
demasiado. La historia es algo que brillantes agentes de relaciones
públicas pueden arreglar facilmente [...]
Al conectar este nuevo movimiento con la historia de Internet y su
futuro, O'Reilly evitó la mayoría de estas preocupaciones. No tenía que
elegir _open source_, la decisión ya había sido tomada. Mientras todas
creyeran que _open source_ implicaba Internet y que Internet implicaba
_open source_, sería muy difícil resistirse al nuevo paradigma. Como
O'Reilly --siempre haciendo relaciones públicas-- [escribió en un ensayo
en el
2004](http://oreilly.com/pub/a/oreilly/tim/articles/architecture_of_participation.html),
"siempre me ha desilusionado y desconcertado que la comunidad del _open
source_ no haya reclamado a la web como uno de sus más grandes exitos
[...] ¡es un fracaso de las relaciones públicas!" Para compensar ese
fracaso, O'Reilly tuvo que establecer alguna relación causal entre los
dos --los detalles se podían afinar después.
"Creo que estamos atravesando un cambio de paradigma involucrando tanto
al _open source_ como a Internet y no está totalmente claro cual es el
conductor y cual el pasajero, pero al menos son compañeros de viaje"
anunció en una [entrevista en
_InfoWorld_](http://www.infoworld.com/d/developer-world/tim-oreilly-software-licenses-dont-work-261).
Contar una historia coherente sobre el _open source_ requirió encontrar
una lógica interna a la historia de Internet. O'Reilly estaba listo
para esta tarea. "Si me creen cuando digo que _open source_ se trata
sobre la colaboración permitida por Internet, en lugar de un estilo
particular de licenciamiento de software" [decía en el
2000](http://oreilly.com/tim/articles/paradigmshift_0504.html), "van a
ver los hilos que atan no solo proyectos _open source_ tradicionales,
sino tambien projectos colaborativos de redes computacionales como
_SETI@Home_, las críticas de usuarios en _Amazon.com_, las tecnologías
como el filtrado colaborativo, nuevas ideas sobre marketing como esas
expuestas en _The Cluetrain Manifesto_, weblogs y la forma en que los
foros de Internet pueden mover el mercado de valores". En otras
palabras, todo en Internet estaba conectado con todo lo demás, vía el
_open source_.
Como lo veía O'Reilly, muchos de los principales desarrollos de la
cultura de Internet estaban motivados por lo que llamó "comportamiento
_open source_", aun si esos comportamientos no estaban codificados en
licencias. Por ejemplo, el hecho de poder ver el código fuente de una
página web en el navegador, que poco tiene que ver con el software _open
source_, era para él parte del mismo espíritu de "apertura" que veía en
acción en Internet. Ninguna moralización (ni hablar de legislación) era
necesaria; Internet ya vivía y respiraba _open source_. Lo que no dijo
es que, por supuesto, no tenía que ser así por siempre. Ahora que las
aplicaciones están desplazando a los navegadores, la "apertura" que
dábamos por sentada no existe más --contingencia que las licencias y la
ética podrían haber prevenido fácilmente. La "apertura" como un
accidente de las condiciones de mercado es un animal muy diferente que
la apertura como producto de una garantía legal.
Una de las consecuencias principales de vincular Internet con el mundo
del _open source_ fue establecer la primacía de Internet como el nuevo y
reinventado escritorio --como la más grande, incluso la máxima,
plataforma para alojar servicios y aplicaciones de terceros. Acá es
donde el ahora olvidado lenguaje de "libertad" re-aparece, dado que era
importante garantizar que los randianos y heroicos hackers-emprendedores
de O'Reilly pudieran transitar libremente. Pronto esta "libertad para
innovar" se transformó en "libertad de Internet" donde lo que estamos
tratando de preservar es el potencial innovativo de la plataforma, sin
importar el efecto en las usuarias individuales.
Stallman tenía una oferta mucho más precisa y revolucionaria: una forma
de pensar acerca de las libertades de las usuarias individuales en
contextos específicos, como si el bienestar de la mega-plataforma fuera
secundario. Pero esa visión nunca ocurrió. En su lugar, la militancia
pública fue canalizada hacia preservar una configuración abstracta y
reificada de las tecnologías digitales --"la Internet"-- de manera que
_Silicon Valley_ pudiera continuar haciendo dinero aspirando nuestra
información privada.
Amontonar todo en la etiqueta "libertad de Internet" tuvo sus ventajas
para aquellas genuinamente interesadas en promover derechos como la
libertad de expresión --el fervor religioso que muchas usuarias tienen
acerca de Internet ayudó a catalizar muchas campañas activistas-- pero
el concepto también despuntó nuestra habilidad analítica para lograr un
balance de derechos. Forzadas a decidir entre preservar la libertad de
Internet o la de sus usuarias, se esperaba que eligiéramos la última
--porque "la Internet" significa progreso e iluminación.
[...]Pronto O'Reilly [expandía la idea de la _web
2.0_](http://gossgrove.com/sites/default/files/web2009_websquared-whitepaper.pdf)
en un ensayo en coautoría con John Battelle, otro escritor y
emprendedor. O'Reilly no pudo mejorar un concepto tan sensual como
"inteligencia colectiva" así que lo mantuvo como la característica que
define este nuevo fenómeno. Lo que diferencia a la _Web 2.0_ de la _Web
1.0_ según O'Reilly, fue el simple hecho que aquellas firmas que no
abrazaron la primera terminaron quebrando. Todas las compañias de
_Silicon Valley_ deberían aprender la lección que dan las pocas que
sobrevivieron: tienen que encontrar la manera de aprovechar la
inteligencia colectiva y hacerla parte de su modelo de negocios. Deben
convertirse en verdaderos portadores del espíritu de la _Web 2.0_.
Luego, en el 2004, O'Reilly y Dale Dougherty, su compañero de negocios,
se dieron con la idea de "Web 2.0". ¿Qué es lo que significa "2.0",
exactamente? Esta etiqueta tenía una ambición teórica --más sobre esto
después-- pero el principal objetivo era mostrar que el colapso del
mercado en el 2001 no significó el fin de la Web y que era el tiempo de
dejar el colapso atrás y comenzar a aprender de los que lo
sobrevivieron. Debido a la gran cantidad de capital retórico que se
había puesto en vincular la idea de la web con la del _open source_, el
fin de la web significaría también el fin de muchos otros conceptos.
Tácticamente, la _Web 2.0_ podría ser mucho más grande que el _open
source_; fue el tipo de término abarcativo y sexy que podría permitirle
a O'Reilly diversificarse de temas extremadamente técnicos y aburridos
hacia la futurología acelerapulsos. "Normalmente tenemos muchísimas
charlas técnicas enfocadas en cómo usar software nuevo, construyendo
nuestras conferencias para los hackers que están inventando el futuro y
los _early adopters_[^early] que están llevando su trabajo al siguiente
nivel" escribía O'Reilly en su
[blog](http://www.oreillynet.com/pub/wlg/5466) anunciando su primer
conferencia _Web 2.0_. "En contraste, _Web 2.0_ es nuestra primera
'conferencia ejecutiva' --una conferencia orientada a gente de negocios,
con el foco puesto en el panorama general."
[^early]: Algo así como "adoptante temprana", es un término que se usa
para nombrar a las personasa las que les gusta probar nuevas tecnologías y
que por lo tanto son las primeras en recomendarlas (nota de la
traducción).
La explicación que da O'Reilly del colapso es curiosa. Antes que nada,
algunas de las compañías tecnológicas que se fueron en picada (se me
ocurre _Global Crossing_) no podían emplear la inteligencia colectiva,
porque estaban en el negocio de las telecomunicaciones. La mayoría de
los fracasos memorables de las _puntocom_ --casos como _Pets.com_-- se
fueron en picada porque estaban manejados por modelos de mercado
estúpidos e inversores excesivamente exhorbitantes. (_Pets.com_ hubiera
tenido una propuesta aun peor si hubiera seguido el manual de O'Reilly y
se hubiera convertido en una compañía de la _Web 2.0_.) Además,
compañías que no siguieron el mantra de la _Web 2.0_ --como _Barnes \&
Noble_, que O'Reilly ejemplificó como una compañía que a diferencia de
_Amazon_, no estaba aprendiendo de la inteligencia colectiva –,no
quebraron.
Para el 2007 O'Reilly [admitía sin
problemas](http://radar.oreilly.com/2007/10/todays-web-30-nonsense-blogsto.html)
que "_Web 2.0_ fue un nombre bastante berreta para lo que está pasando."
En el 2004, sin embargo, parecía tomárselo muy en serio, promoviendo
este concepto a diestra y siniestra. La etiqueta prendió; como el _open
source_ era ambigua y lo suficientemente amplia como para permitir
muchísimos usos alternativos e interpretaciones. Los socios de O'Reilly
con quienes organizó la conferencia registraron la marca _Web 2.0_, pero
esta noticia no fue bien recibida por sus compañeros de viaje (un
esfuerzo similar por registrar "open source" como marca de la _Open
Source Initiative_ no prosperó). Una vez que _Web 2.0_ se estableció
como una referencia cultural, O'Reilly podía aventurarse fuera de
_Silicon Valley_ y establecer su relevancia en otras industrias. Como
el software _open source_ dio nacimiento a las "políticas _open source_"
y la "ciencia _open source_" también la _Web 2.0_ expandió su imperio
terminológico. O'Reilly eventualmente puso la etiqueta "2.0" atrás de
todo lo que se acomodara a su plan de negocios, organizando eventos como
_Gov 2.0_ y _Where 2.0_. Hoy, cuando todos compraron el paradigma 2.0,
O'Reilly esta abandonándolo silenciosamente. El año pasado su
conferencia _Where 2.0_ sobre geolocalizacion fue renombrada como
_Where_. Lo excepcional se convirtió en lo normal.
Clasificar las alrededor de seis mil publicaciones académicas que citan
el ensayo de O'Reilly sobre la _Web 2.0_ no es tarea fácil. Pareciera
que cualquiera que quisiese declarar que una revolución estaba en marcha
dentro de su propia disciplina lo hacía simplemente invocando la idea de
la _Web 2.0_ en su propio trabajo:
* [Desarrollo 2.0](https://scholar.sun.ac.za/handle/10019.1/4226);
* [Enfermería 2.0](http://nlnjournals.org/doi/pdf/10.1043/1536-5026-030.001.0048);
* [Humanidades 2.0](http://inderscience.metapress.com/index/R765271R63403430.pdf);
* [Protestas 2.0](http://mcs.sagepub.com/content/33/6/923.short);
* [Música 2.0](http://www.ingentaconnect.com/content/intellect/jmte/2008/00000001/F0020002/art00004);
* [Investigación 2.0](http://usir.salford.ac.uk/id/eprint/14628);
* [Biblioteca 2.0](http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1300/J115v26S01_02);
* [Desastres 2.0](http://www.iscramlive.org/ISCRAM2009/papers/Contributions/130_Disasters2.0-Application%20of%20Web2.0%20technologies_Camarero2009.pdf);
* [Seguridad vial 2.0](https://domino.fov.uni-mb.si/proceedings.nsf/0/76115a8601158a71c1257757003bd6d6/$FILE/20_Fink.pdf);
* [Identidad 2.0](http://operi.us/pdftribute/pdfs/helmond_identity20_dmiconference.pdf);
* [Manejo del estrés 2.0](http://su.diva-portal.org/smash/record.jsf?pid=diva2:386481);
* [Arqueología 2.0](http://dl.acm.org/citation.cfm?id=2161947);
* [Crimen 2.0](http://champpenal.revues.org/7782);
* [Pornografía 2.0](http://igitur-archive.library.uu.nl/student-theses/2010-0111-200145/UUindex.html);
* [Amor 2.0](http://www.palgrave-journals.com/dddmp/journal/v9/n3/full/4350103a.html);
* [Wittgenstein 2.0](http://books.google.com/books?hl=en&lr=&id=Y_mCcY7b_uUC&oi=fnd&pg=PA153&dq=Wittgenstein+2.0+&ots=FjMzz_ZuKT&sig=AQ0diiYu3gaweQw6lyej5TglyDM#v=onepage&q=Wittgenstein%202.0&f=false);
Lo que une a la mayoría de estas publicaciones es la suposición de fondo
que gracias a la llegada de la _Web 2.0_, estamos viviendo
circunstancias históricas únicas. Excepto que no hubo ninguna llegada
de la _Web 2.0_ --era solo una forma de vender conferencias sobre
tecnología a un público seriamente quemado por el colapso de las
_puntocom_[...]
O'Reilly mismo fue el pionero de esta 2.0-ficación del discurso público,
reinterpretando agresivamente tendencias que estuvieron sucediendo
durante décadas a través del prisma de la historia de Internet --una
movida que presentó todas esas tendencias como consecuencia lógica de la
revolucion de la _Web 2.0_. Por ejemplo, [las reflexiones de
O'Reilly](http://radar.oreilly.com/2008/09/why-dell-dot-com-is-more-enterprise.html)
sobre las "Empresas 2.0". ¿Qué son, exactamente? Bueno, es la misma
empresa --por lo poco que sabemos, podrían estar fabricando
chirimbolos-- pero que aprendió algo de _Google_ y _Amazon_, para
encontrar una forma de aprovechar la "inteligencia colectiva". Para
O'Reilly, _Walmart_ es la _Empresa 2.0_ por excelencia simplemente
porque monitorea en tiempo real todo lo que compran sus clientes.
Que esto sea una práctica bastante estándar --conocida bajo el aburrido
nombre de "delivery justo a tiempo"-- anterior a _Google_ y _Amazon_ no
fue registrado por O'Reilly. En el mundo de la _Web 2.0_, todos esos
conceptos antiguos no importan o ni siquiera existen; todo fue impulsado
por las fuerzas del _open source_ y la Internet. ¡Una revolución estaba
en ciernes!
Esta fue una consecuencia típica de descansar en la _Web 2.0_ como la
metáfora que guiaba la época: en el caso de las _Empresas 2.0_, una
tendencia que tiene poca conexión con Internet fue reinscrita en su
marco, como si pegándole la etiqueta 2.0 fuera lo único necesario para
establecer el paralelismo lógico entre los mundos de la venta minorista
y la búsqueda. Esta tendencia a re-describir la realidad en términos de
la cultura de Internet sin importar cuan espurio y poco convincente sea
el vínculo, es un buen ejemplo de lo que llamo "Internet-centrismo".
La _Web 2.0_ pronto se volvió en la manera preferida de explicar
cualquier cambio que estuviera sucediendo tanto en _Silicon Valley_ como
más allá de este. La mayoría de los analistas de tecnología simplemente
tomaron prestada la etiqueta _Web 2.0_ para explicar cualquier cosa que
necesitara explicación, tomando su utilidad y objetividad por sentado.
_Open source_ nos dio la Internet, que nos dio la _Web 2.0_ y esta a su
vez nos dió la _empresa 2.0_: en esta versión de la historia, Tim
O'Reilly es más importante que la Unión Europea. Todo lo que necesitaba
re-pensarse y re-hacerse: empresas, gobiernos, el sistema de salud
pública, las finanzas, la producción fabril. Para O'Reilly, había pocos
problemas que no pudieran [resolverse con la _Web
2.0_](http://www.web2summit.com/web2008): "Nuestro mundo está plagado de
problemas \[...\] desde turbios mercados financieros hasta el
calentamiento global, desde sistemas de salud deteriorados hasta
intratables guerras religiosas \[...\] muchos de nuestros sistemas más
complejos están alcanzando sus límites. Nos sacude que la Web nos
enseñe nuevas maneras de abordar estos límites." La _Web 2.0_ fue una
fuente de sabiduría didáctica y O'Reilly tenía las herramientas
necesarias para interpretar qué nos quería decir en todos los contextos,
sean mercados financieros o calentamiento global. Todos estos contextos
pertenecen a Internet ahora. El Internet-centrismo ganó.
En un fascinante ensayo publicado en el 2000, O'Reilly nos ilumina sobre
su _modus operandi_. El pensador que emerge de este texto es muy
distinto del espíritu de objetividad que busca cultivar en público.
Este ensayo es de hecho una oda reveladora a lo que llama "[ingeniería
memética](http://www.openp2p.com/lpt/a/495)": "Así como la ingeniería
genética nos permite modificar genes, la ingeniería memética nos permite
organizar y dar forma a ideas para que puedan transmitirse más
efectivamente y tener el efecto deseado cuando lo son." En una movida
digna de Frank Luntz, O'Reilly crea mediante ingeniería memética un buen
eufemismo --"ingeniería memética"-- que describe lo que antes se conocía
como "propaganda".[^meme]
[^meme]: En su libro El gen egoísta, Richard Dawkins define al _meme_ como una unidad de información cultural que se transfiere de un individuo al otro de forma análoga al gen.
El objetivo putativo del ensayo es mostrar cómo se puede hacer
ingeniería memética de un nuevo significado para las tecnologías P2P
--tradicionalmente asociadas a la piratería-- y volverlas amigables y no
amenazantes a la industria del entretenimiento. Liderando con el
ejemplo, O'Reilly invoca su éxito en renombrar software libre como _open
source_. La llave del éxito, dice, está en "darle un giro completamente
diferente a lo que anteriormente se consideraba el 'mismo espacio'".
Para lograrlo, O'Reilly y sus acólitos cambiaron “la lista canónica de
proyectos que queríamos sostener como ejemplos del movimiento", al mismo
tiempo que articularon los objetivos más amplios a los que servían esos
proyectos. De esta forma se continúa refritando una narrativa familiar: O'Reilly pone la
Internet en el centro de todo, vinculando algunos proyectos de software
libre como Apache o Perl con _startups_ y servicios exitosos. Como
resultado, el objetivo del movimiento ya no era la producción de un
sistema operativo completamente libre, independiente y funcional, sino la
adoración de los dioses de Internet.
Otro ejemplo de ingeniería memética es su intento de establecer un
vínculo intelectual fuerte entre el desarrollo de _Unix_ --un sistema
operativo privativo al que Stallman intentaba reemplazar con software
libre-- y el desarrollo del _open source_ y la Internet. Entonces, por
ejemplo,
[proclamó](http://www.slideshare.net/timoreilly/the-past-and-future-of-open-computing)
que _Unix_ fue construido y mejorado bajo el espíritu del _open source_
porque sus animadoras académicas ya intercambiaban código entre ellas en
los '70. Que aquellos intercambios hayan sido parte normal de la
despreocupada cultura académica y hayan tenido poco que ver con actitudes filosóficas respecto al código, no debilita el argumento; de hecho, es
recuperado como una ventaja, ya que el modelo del _open source_ puede
presentarse como una extensión del método científico. (Ya que O'Reilly
jugó un papel importante en la producción de manuales de _Unix_, su
propia contribución al desarrollo de Internet y el _open source_
adquiere un significado aun mayor.)
Pero la ingeniería memética sobre _Unix_ no se detiene en el nivel
puramente discursivo. En sus [charlas y
escritos](http://www.oreillynet.com/network/2000/06/09/java_keynote.html),
a menudo apunta a un libro altamente técnico editado en 1984 --_El
ambiente de desarrollo Unix_-- como prueba de que, al menos en cuanto a
la colaboración, _Unix_ fue una especie de proto-Internet. En efecto,
[el artículo de Wikipedia sobre el
libro](http://en.wikipedia.org/wiki/The_Unix_Programming_Environment)
dice que "este libro es tal vez más valioso por su exposición de la
filosofía _Unix_ donde herramientas pequeñas colaboran entre sí con
entradas y salidas estandarizadas. Esta filosofía y la arquitectura en
la que se basaba fue la que permitió a los proyectos _open source_
ensamblarse en sistemas más grandes como _Linux_, sin una coordinación
explícita entre desarrolladores".
[...]O'Reilly se encuentra perfectamente posicionado para controlar
nuestro discurso sobre la tecnología: como editor, puede sacar todos los
libros necesarios para promover sus memes favoritos --y una vez que se
encuentran codificados en forma de libro, pueden ser fácilmente
admitidos en _Wikipedia_, donde rápidamente se convierten en hechos.
¿Qué podría no gustarnos de la "inteligencia colectiva"?
Tomemos los esfuerzos de ingeniería memética sobre la ciberguerra. En
un
[artículo](http://radar.oreilly.com/2012/07/some-sideways-thinking-about-cyberwarfare.html)
sobre el tema, discurre sobre cuán estrecha es la definición de la
"ciberguerra" y sugiere expandirla para que incluya conflictos entre
estados e individuos. Ahora bien, ¿quién se beneficia de esta
definición más amplia de la "ciberguerra"? ¿Podrían ser aquellos que,
como O'Reilly, no son capaces aún de captar una porción de la torta del
presupuesto para ciberseguridad? Si la ingeniería memética triunfa
podríamos terminar clasificando hechos que deberían tratarse como
crímenes, espionaje o terrorismo bajo la etiqueta ambigua de la
"guerra". Tal reformulación sería desastrosa para las libertades
civiles y la privacidad y solo exacerbarían la ya horrible persecución
legal a hacktivistas. Probablemente no falte mucho para que el imperio
mediático de O'Reilly incorpore una "corresponsal de ciberguerra".
Vistas a través del prisma de la ingeniería memética, las actividades de
O'Reilly parecen aún más siniestras. Sus "corresponsales" del _Radar_
no trabajan sobre temas, sino sobre memes y epistemes, reformulando
constantemente los problemas públicos de acuerdo a las plantillas
profetizadas por O'Reilly.
En el _bestseller_ del 2007 _Words That Work_ \[Palabras que funcionan\]
el operador republicano Frank Luntz lista las diez reglas de la
comunicación efectiva: simpleza, brevedad, credibilidad, consistencia,
novedad, sonido, aspiración, visualización, cuestionamiento y contexto.
Aunque O'Reilly utiliza muchas de ellas, también tiene algunas propias.
El uso astuto de la visualización, por ejemplo, le ayuda a crear su
mensaje de forma que sea agudo y abierto. Por lo tanto, la ingeniería
memética que practica a menudo resulta en "mapas de memes", donde el
meme a definirse --ya sea _open source_ o _web 2.0_-- es puesto en el
centro, mientras que otros términos se colocan como conectados a él.
La naturaleza exacta de estas conexiones raramente es explicada, lo que
resulta aún mejor, porque la lectora eventualmente las interpreta con su
propia agenda en mente. Es por esto que el nombre del meme tiene que
ser lo más inclusivo posible, porque nunca se sabe quienes serán tus
aliados. "Una parte importante de la ingeniería memética es encontrar
un nombre que cree un gran paraguas bajo la que mucha gente quiera
estar, un tren que lleve a mucha gente a donde quieren ir",
[escribe](http://www.slideshare.net/timoreilly/language-is-a-map-pdf-with-notes).
Una vez que el meme es concebido, el resto del imperio O'Reilly puede
involucrarse y ayudar a convertirlo en realidad. Sus conferencias, por
ejemplo, juegan un rol crucial: "cuando observas nuestros eventos, en
última instancia se trata de rescribir el mapa memético en cada uno de
ellos. La _web 2.0_ se trataba de distinguir las empresas que
sobrevivieron la crisis de las _puntocom_ de aquellas que no: los
_estratos_ se tratan de definir en el nuevo campo de la ciencia de datos;
la _velocidad_ se trata de dejar en claro que las aplicaciones de la web
dependen de gente manteniéndolas en pie, al contrario de generaciones
pasadas de software que eran meros artefactos."
Existe una considerable continuidad entre estos memes --a medida que
pasa el tiempo, se mezclan unos con otros. De esta forma, [como dice
O'Reilly](http://oreilly.com/pub/wlg/3017), "_open source_ fue una gran
reformulación del meme en su día, superando algunas de las limitaciones
del 'software libre', aunque no fue el fin de la historia". O'Reilly ha
perdido interés en _open source_ y _web 2.0_, migrando hacia nuevos
memes: "Estado como plataforma" y "regulación algorítmica". Solo
podemos adivinar lo que vendrá. Esta destreza no solo le ayuda a
organizar nuevos eventos e invertir en _startups_, también, como
atestiguan los seis mil _papers_ que citan la _web 2.0_, le permiten
dejar una huella gigante en nuestra cultura.
Todas las patologías familiares de su pensamiento están puestas en juego
en su búsqueda por [hacer ingeniería
memética](http://ofps.oreilly.com/titles/9780596804350/defining_government_2_0_lessons_learned_.html)
hacia el "gobierno 2.0". El escenario del software libre se repite: los
esfuerzos para las reformas profundamente políticas ya no se presentan
como "cruzadas morales", sino que se re-inventan como meros intentos de
incrementar la eficiencia y promover la innovación.
Antes de que O'Reilly comenzara la búsqueda de un meme que sea un gran
paraguas, había muy poca cohesión entre los muchos esfuerzos por
utilizar tecnología para transformar el Estado. Algunas esperaban que
la digitalización ayudara a reducir la burocracia y permitiera realizar
los trámites tributarios en línea. Otras esperaban la llegada de los
consejos deliberantes electrónicos que permitieran a las ciudadanas
deliberar sobre las políticas que les afectan. Otro grupo esperaba que
la digitalización volviera más transparentes y responsables a los
gobiernos, al forzarlos a publicar algunos de los documentos obtenidos a
través de la _Freedom of Information Act_[^foia]. Finalmente, hubo
aquellos que pensaban que la disponibilidad y liquidez de la información
estatal llevaría al surgimiento de proyectos emprendedores que
promoverían la economía.
[^foia]: La _Ley de libertad de información_ es una ley federal
estadounidense que desde el '66 permitiría acceso a las ciudadanas a
información clasificada por agencias estatales, con algunas excepciones (nota de las editoras).
No es sorprendente que la mayoría de los estados modernos prefieran los
aspectos económicos de la digitalización antes que los aspectos políticos. Los
esquemas innovadores, como los sistemas de estacionamiento inteligentes,
pueden ayudar en el momento de las elecciones; la publicación de
deliberaciones gubernamentales probablemente cause dolores de cabeza.
Los gobiernos de derecha tienen una razón más para celebrar el
economicismo: la publicación de información agregada
sobre la performance de proveedores de servicios públicos puede ayudar a
convencer al electorado que esos servicios deberían ser provistos por el
sector privado.
Al principio del 2000, mientras O'Reilly y sus camaradas celebraban el
_open source_ como el nuevo y revolucionario abordaje de todo, sus
discusiones empezaron a derivar en debates sobre el futuro del gobierno.
Por eso, un término como "gobierno abierto" --que hasta el momento había
sido utilizado como sinónimo de "gobierno transparente y responsable"--
fue re-inventado como una versión recortada de "gobierno de código
abierto". La implicación de este pequeño y sutil cambio lingüístico fue
que los principales atributos culturales del _open source_ --la
disponibilidad del código fuente para la inspección pública, la inmensa
contribución que puede hacer al crecimiento económico, el nuevo modelo
de producción decentralizada, basado en las contribuciones de numerosas
participantes altamente distribuidas-- desplazaron los viejos criterios
de "transparencia" y "responsabilidad" como los atributos más deseables
del gobierno abierto. La acuñación de términos pegadizos como "gobierno
abierto" tenía como objetivo la producción de una noción muy diferente
de apertura.
Inicialmente O'Reilly tuvo un rol muy pequeño en este proceso. El meme
del _open source_ fue lo suficientemente promiscuo como para redefinir
muchos términos importantes sin su intervención. Pero en el 2007,
O'Reilly [organizó otra cumbre](http://www.opengovdata.org/) a la que
atendieron tecnólogos y hackers cívicos con el fin de idear una lista de
los principios claves del gobierno abierto. El grupo hizo una lista de
[ocho principios](https://public.resource.org/8_principles.html), todos
ellos enfocados al problema puramente técnico de asegurar que, una vez
que los datos fueran publicados por el estado, nada los pudiera detener.
Mientras estos "datos abiertos" fueran líquidos y reutilizables, otros
podrían construir sobre ellos. Ni el proceso político que llevaría a la
publicación de los datos, ni sus contenidos fueron considerados
relevantes para esta apertura. Entonces, los datos acerca de cuántas
mascadoras de chicle envía Singapur a la cárcel serían "abiertos"
siempre que el gobierno singapurense los compartiera en formatos
adecuados. Por qué los compartiría, resulta irrelevante.
Con el triunfo de Obama Washington se convirtió en territorio de caza
para todo lo que sea 2.0. Aquí es donde O'Reilly volcó toda su atención