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- Un diseñador es ante todo un ser humano.
- Un diseñador es responsable por el trabajo que trae al mundo.
- Un diseñador valora el impacto sobre la forma.
- Un diseñador debe a las personas que lo contratan no sólo su trabajo, también su consejo.
- Un diseñador agradece la crítica.
- Un diseñador se esfuerza por conocer a su audiencia.
- Un diseñador no cree en casos extremos.
- Un diseñador es parte de una comunidad profesional.
- Un diseñador agradece un entorno diverso y competitivo.
- Un diseñador toma tiempo para la autorreflexión.
Antes que diseñador, eres un ser humano. Como cualquier otro ser humano en el planeta, eres parte del contrato social. Compartimos un planeta. Al elegir ser diseñador estás escogiendo impactar a las personas que entran en contacto con tu trabajo, puedes ayudarlas o lastimarlas con tus acciones. El efecto de lo que pongas en el tejido social siempre debe ser considerado en tu trabajo.
Cada ser humano en este planeta está obligado a hacer lo mejor posible por dejar este planeta en mejor forma de la que lo encontramos. Los diseñadores no pueden dejar de participar.
Cuando haces trabajo que depende de una disparidad de ingresos o distinción de clases para tener éxito estás fallando en tu trabajo como ciudadano, y por lo tanto como diseñador.
El diseño es una disciplina de acción. Eres responsable de lo que pones en el mundo. Lleva tu nombre en él. Y aunque es ciertamente imposible predecir cómo podría usarse cualquiera de tus trabajos, no debería ser una sorpresa cuando el trabajo que está destinado a dañar a alguien cumple con su misión. No podemos sorprendernos cuando un arma que diseñamos mata a alguien. No podemos sorprendernos cuando una base de datos diseñada para catalogar inmigrantes consigue que esos inmigrantes sean deportados. Cuando producimos a sabiendas un trabajo que intenta dañar, estamos renunciando a nuestra responsabilidad. Cuando ignoradamente producimos trabajo que perjudica a otros por que no consideramos las ramificaciones completas de ése trabajo, somos doblemente culpables.
El trabajo que traes al mundo es tu legado. Te sobrevivirá. Y hablará por ti.
Tenemos que temer las consecuencias de nuestro trabajo más de lo que amamos la astucia de nuestras ideas.
El diseño no existe en el vacío. La sociedad es el sistema más grande que podemos impactar y todo lo que hacemos es una parte de ese sistema, bueno y malo. En última instancia, debemos juzgar el valor de nuestro trabajo en función de ese impacto, más que cualquier consideración estética. No se puede decir que un objeto diseñado para dañar a las personas esté bien diseñado, sin importar lo estéticamente agradable que pueda ser, porque diseñarlo bien es diseñarlo para dañar a los demás. Nada de lo que un régimen totalitario diseña está bien diseñado porque ha sido diseñado por un régimen totalitario.
Cuando te contratan para diseñar algo, eres contratado por tu experiencia. Tu trabajo no es solo producir ese trabajo sino evaluar el impacto de ese trabajo. Tu trabajo es transmitir el impacto de ese trabajo a tu cliente o empleador. Y si ese impacto es negativo, es tu responsabilidad transmitirlo a tu cliente junto con una manera, si es posible, de eliminar el impacto negativo del trabajo. Si es imposible eliminar el impacto negativo del trabajo, es tu trabajo evitar que vea la luz del día. En otras palabras, no te contratan para cavar una zanja, sino para evaluar el impacto económico, sociológico y ecológico de esa zanja. Si la zanja falla esas pruebas, es tu trabajo destruir las palas.
Un diseñador utiliza su experiencia en el servicio de los demás sin ser un sirviente. Decir que no es una habilidad de diseño. Preguntar por qué es una habilidad de diseño. Rodar tus ojos no lo es. Preguntarnos por qué estamos haciendo algo es una pregunta infinitamente mejor que preguntarnos si podemos hacerlo.
Ningún código de ética debe proteger tu trabajo de las críticas, ya sea de los clientes, el público u otros diseñadores. En cambio, debes fomentar las críticas para crear un mejor trabajo en el futuro. Si tu trabajo es tan frágil que no puede resistir las críticas, no debería existir. El momento de patear las ruedas en tu trabajo se produce antes de que esas ruedas salgan a la carretera. Ábrete a la crítica que viene de cualquier parte.
El papel de la crítica, cuando se realiza adecuadamente, es evaluar y mejorar el trabajo. La crítica es un regalo. Hace que el buen trabajo sea mejor. Evita que el mal trabajo vea la luz del día.
La crítica debe ser solicitada y bienvenida en cada paso del proceso de diseño. No puedes arreglar un pastel una vez que ha sido horneado. Pero puede aumentar las posibilidades de que tu proyecto sea exitoso al obtener retroalimentación temprana y frecuentemente. Es tu responsabilidad solicitar críticas.
El diseño es la solución intencional a un problema dentro de un conjunto de restricciones. Para saber si estás resolviendo adecuadamente esos problemas, debes conocer a las personas que los están teniendo. Y si eres parte de un equipo, tu equipo debe esforzarse por reflejar a esas personas. Cuanto más pueda un equipo reflejar al público para el q2ue está trabajando, más completamente podrá resolver esos problemas. Ese equipo puede enfrentarse a un problema desde diferentes puntos de vista, de diferentes orígenes, de diferentes conjuntos de necesidades y experiencias. Un equipo con un sólo punto de vista nunca entenderá las limitaciones que necesitan conocer para diseñar tan bien como un equipo con puntos de vista múltiples.
¿Qué hay de la empatía? La empatía es una palabra bonita para exclusión. Si quieres saber cómo usarían las mujeres algo que estás diseñando, consigue una mujer para el equipo que está realizando el diseño.
Cuando decides para quién estás diseñando, estás haciendo una declaración implícita sobre para quién no estás diseñando. Durante años nos referíamos a gente que no era crucial para nuestros productos como "casos extremos". Estábamos marginando gente. Y estábamos tomando la decisión de que había personas en el mundo cuyos problemas no valía la pena resolver.
Facebook ahora afirma tener dos mil millones de usuarios. El 1% de dos mil millones de personas, que la mayoría de los productos consideraría un caso extremo, son veinte millones de personas. Esas son las personas en los márgenes.
"Cuando llamas a algo un caso extremo, en realidad estás definiendo los límites de lo que te importa."-Eric Meyer Estas son las personas trans que quedan atrapadas en los bordes de los proyectos de "nombres reales". Estas son las madres solteras que quedan atrapadas en los bordes de las hojas de permiso de "ambos padres deben firmar". Estos son los inmigrantes ancianos que se presentan a votar y no pueden obtener boletas en sus lenguas nativas.
No son casos extremos. Son seres humanos, y les debemos nuestro mejor trabajo.
Eres parte de una comunidad profesional y la forma en que haces tu trabajo y te manejas profesionalmente afecta a todos en esa comunidad. Así como una marea creciente afecta a todos los barcos, cagarse en la piscina afecta a todos los nadadores. Si eres deshonesto con un cliente o empleador, el diseñador detrás de ti pagará el precio. Si trabajas gratis, se espera que el diseñador que sigue haga lo mismo. Si no te mantienes firme para evitar hacer un mal trabajo, el diseñador detrás de ti tendrá que trabajar dos veces más para compensarlo.
Si bien un diseñador tiene una obligación ética de ganarse la vida con lo mejor de sus capacidades y oportunidades, hacerlo a expensas de otros que comparten el oficio es un perjuicio para todos nosotros. Nunca arrojes a otro diseñador debajo del autobús para avanzar en tu propia agenda. Esto incluye rediseños públicos del trabajo de otra persona, trabajo especulativo, trabajo no solicitado y plagio.
Un diseñador busca construir la comunidad, no dividirla.
A lo largo de toda su carrera, un diseñador busca aprender. Eso significa confrontar lo que no sabe. Eso significa escuchar las experiencias de otras personas. Eso significa dar la bienvenida y alentar a las personas que provienen de orígenes diversos, culturas diversas. Eso significa hacer espacio en la mesa para las personas que la sociedad ha mantenido abajo. Debemos hacer espacio para que las voces tradicionalmente marginadas sean escuchadas en la profesión. La diversidad conduce a mejores resultados y soluciones. La diversidad conduce a un mejor diseño.
Un diseñador mantiene su ego bajo control, sabe cuándo callarse y escuchar, es consciente de sus propios sesgos y le da la bienvenida a que se revisen, y lucha para hacer espacio a quienes que han sido silenciados.
Nadie se despierta un día diseñando tirando su ética por la ventana. Sucede lentamente, una pendiente resbaladiza a la vez. Se trata de una serie de pequeñas decisiones que incluso pueden parecer bien en ese momento, y antes de que te des cuenta estás diseñando UI de filtrado para la tienda de armas en línea de Walmart.
Tómate el tiempo para autorreflexión cada pocos meses. Evalúa las decisiones que has tomado recientemente. ¿Te mantienes fiel a quien eres? ¿O estás moviendo lentamente tus objetivos éticos unos metros a la vez con cada de aumento de sueldo u opción de compra de acciones?
¿Te has desviado del rumbo? Corrígelo. ¿Es tu lugar de trabajo un infierno sin ética? Consigue otro.
Tu trabajo es una elección. Por favor hazlo bien.