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---title: "Historia de las misiones de los Llanos de Casanare y los r’os Orinoco y Meta Parte 3"authors: "Padre Juan Rivero" date: 1776-01-01---LIBRO TERCERO. DE LAS MISIONES | QUE HAN PASADO DE LAS PROVINCIAS DE ESPA„A, LUGARES QUE HAN. FUNDADO, Y ALMAS QUE HAN. REDUCIDO A nuestra Santa FŽ Catholica en las Apostolicas Misiones de, P’rica, 0 CAPITULO PRIMERO, OCURRE DIOS A LA GRAVE: NECESIDAD DE LOS INDIOS, cd dispone los SHAVES medios de. su espiriimal Conquista. > ÁQuella oculta. y Sobe À4 rana Providencia; CotÈ Çque l‡ Divina Sabi; | dura. Çdispone fuerro Ty Suavemente la proporcion . de os medios a la mas efic‡z consecucion Çde.sus fines y sŽ, hac’a (‡ nuestro modo de enten der) como olvidadiza .y "retardar? da en el socorro espirityal que ne=. cesitaban aquellos miserables Indios. Esperaba , como Paciente sufrido Labrador , la mejor dispa: sicion del terreno , para coger de$z; e. la reduccion de. tantas almas, ÀCu ya Conversion Çmaravillosa se dei bxese Çmas 3 la inexcinguible: liz de las verdades Evangelicas , queal orgullosor.estruendo. de las 'marciales Conquistas. Lleg— pues aquel, feliz, yÈ Çdighoso tiempo, que. l‡.Sun prema Magestad tenia decretado, : para que, gn Žl se diese principio ieision de estos Gentiles, no' con af’nas materiales, que son nstru ento de la venganza , sino on: las Žspiricuales de la Divina pa 5, libra, que, segun San Pablo , son Ad Cor, pues los mas sazonados frucos ch Òis"las mas poderosas para el feliz Ó Žxi O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 0 . Libro IL Cap. L' Žxico de ran Apostolica empresa. Vali—se para este fin, como acostumbra , de un instrumento flaco, que fue uno de los Vecinos de San Christoval de los Cumanag—tos , Soldado de Don Juan de Urpin , y testigo ocular de todos los proycŽtos de su Conquista. Este pues hombre 4 todas luces honrado: ,. y charirarivamente piadoso , viendo los malos efeŽtos que se siguieron de las pasadas Conquistas , y ‡ los Indios descarriados por los montes huyendo de los Soldados, deseando el remedio de este mal, y la salvacion de tantas almas , que sin el bene: ficio del Santo Bautismo morian por los montes , entr— en cuentas consigo Ày despues deencomenÈ dar 2 Dios negocio de tanta importancia Ámanifest— los deseos de su buen zelo al Hlustr’simo Se–or Don Fray Dami‡n Lopez de Aro, Obispo querera de esta Diocesis Çde San Juan Bautista de PuertoRico, fiado en que su propuesta ser’a bieri recibida y nivelada por el redto julcio:de un' tan zeloso Prelado. Form— para este fin un Memorial , cuŽ yo traslado: $e guarda en el Archi" vo de estas. Santas Misiones , en que con ingenua sinceridad propone ‡ su Tlustr’sima el mejor modo de reducir los Indios 4 nuestra Santa FŽ ,:ofreciendose Žl 4 tan heroyca: .embpresa , si informado nuestro Catholico Rey , condescendia ‡ su proposicion; y fue en esra forma: +. Lo . È mo. y Rmo. Se–or Don Ès Er. Dami‡n Lopez de Aro, Fran 213 È Cisco Rodriguez LŽlte , uno de È los Vecinos mas antiguos de la È Ciudad de San Chrisroval de los 3 Cumanag—tos , dice :: aqui hace una larga descripcion de los pro= yeŽtos de las Conquistas, y al fin propone Çlos medios de la Conver= sion de los Indios por estas pala= bras: ,, Lo primero , que vengan È A esta tierra seis ocho Frayles de È San Francisco, ‡ los quales yo È ense–arŽ la lengua de estos Na= È turales.de muy buena gana, y È los darŽ:suficientes para que pues ÁÈdan ser doŽtrineros , y los re= 5 duzcan;a‡ nuescra Santa FŽ Cas È tholica 5 y los ense–arŽ por un À5 Abecedario que para ello harŽ, y 3, les asistirŽ de noche y dia has3 ta: ponerlos capaces con el favor yde Dios; y aunque es verdad; 3, que Ála lengua de estos Natura= 5 les c‡rece de. cinco letras , que sy en :n’ngina manera hablan en 5, bocabla: ninguno de ellos , no 3È POresoues ƒloa para que se deÈ, Xe .de Òescribir ; y:son las siguienÈ tes: B, D.F. LR, Y asi como fal. È tan estas cinco letras , falta en È Ûllos. verdad y verguenza, co5) hocimiento de Dios nuestro Se y –or5 'faltales FŽs falcales Ley ; y È faltales Rey 5 y para que tengan ,, Conocimiento de todo lo dicho, È Porque no conocen mas que.al È demonio, ‡ quien atribuyen lo È malo .y lo bueno, y llaman 3, Ivorokiamo , es necesario que ha3 Ya Religiosos que los ense–en, 3 Y dŽn'a entender quan malo es È el Jvorokjamo, Ò Hasta aqui lo perteneciente. 4 este punto , con otros me O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 1 214 medios que despues propone conducentes al buen govierno , y conservacion de los Indios. Recibido este Memorial, y viendo el Ilustr’simo Obispo, que la pretension de aquel buen hombre iba tan Òdesnuda de: todo humano interŽs, como fundada en reglas de la mayor charidad de sus proximos , por cuyo espiritual remedio oftecia los esfuerzos de su vida , inform— de t—do su con= texto a: nuestro Catholico Rey de Espa–a , esforzando sus" razones con los fervorosos caraŽteres de su zelo , y confirmando la eficacia de los medios que en Žl se expresan como el mas oportuno remedio para la conversion de tantas almas. No logr— este Venerable: Prel‡do el vŽr cumplidos los anhelos desu deseo, ni la pretemsion de aquel buen Christiano que los propuso; porque habiendole Çllamado nuestro Cruador con la. ultima enfeimedad, hizo su tr‡nsito: ‡.la eternidad, dexando toda esta Provincia en el estado que estaba.: Ó > Succedi—le en la Dignidad Episcopal el Timo. Se–or Don Fernando Lobo , Prelado igualmente zeloso , y digno de tan honroso premio 5 inform—se de los intentos de: su antecesor; y calificando los motivos de su pretensi—n y, se inclin— 4 seguir su rumbo, Çembebido. en e generoso intento de no omitir cosa alguna conducente 4 la conclusion de aquella. sarita cmpresa > que s sœ antecesor dexaba reÈ Çpresentada, Corria entonces el a–o de sil seiscientos cinquenta y dos; Historia de la nueva Andaluc’a. y cerciorado el Supremo Consejo del ningun fruto , que ‡ favor de los Infieles habia producido el rigor de las Conquistas , determin— mudar de medios, y expedir los mas oportunos a la conversion de tantas almas. A este. fin despach— nuestro Catholico Rey Don Felipe IV. el grande su Real Consulta al referido Se–or Obispo Don Fernando Lobo , encargandole , le informase del estado en que estaba esta Provincia , y disposicion en que quedaban los Indios , que por ciertos Religiosos informes sab’a daban muestras de abrazar gustosos la FŽ Catholica. . : El Se–or Obispo , que tan deseoso se hallaba de poner en execucion esta Santa Obra , correspondi— tan 4 medida de la Real voluntad , que sin dilacion infor m— aÀS.M, que para Òpacificar y poblar toda esta tierra no eran menester mas armas nt Soldados; que los hijos del Patri‡rca de los Pobres San Francisco3.en quienes esperaba , que con las:armas de:la Cruz venciesen la reveldia de aqueÈ llos Infreles, que se: hallaban oprts midos con: el rigor de la. Çguerra, en que solo se experiment— efusion de sangre ,.con innumerables muertes de Indios , y no: pocas delos Espa–oles; cuya pretensi—n no asÈ piraba 4 ‡ otra cosa que al propio interŽs del servicio Çde: los Indios; y de ningun modo a! 'hacer. la cano sa de Dios: , Mel cumplimiento de la Real voluntad. + > 5 "Visto este tan zeloso y christiano Informe por nuestro Cath’os l O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 2 Libro TIL Cap. L lico Rey , y sœ Consejo 5 y considerando los medios tan 'oportunos que en Žl se proponen , expidi— su Magestad una Real Cedula ,en que mand— suspender del todo las armas * y Conquista de * Soldados, agregando al Govierno de Cuman‡ la Ciudad de San Christoval de los Cumanag—tos , mientras se tomaba otra resolucion , consrievas providencias , que en el prudente y' reto juicio de su' Magestad se. tœblesen Òpor: mas convenientes y acertadas. Estas fueron consultar al Rmo. P.Fr.:Alonso de Prado,:Comisario General: que .ent—nces Òera en la Corte de Madrid .de todas las Provincias. de! las Indias OŽcidentales y Espa–a: , rogandole, aprontase ocho Religiosos. de: la Santa Recoleccion del Abrojo , y Aguilera , lustre de la Religion Serafica , y honra de la Religios’sima Provincia de la Concepcion en Castilla la Vieja , de cuyas virtudes y. notorios exemplos ::esperaba la deseada Conversion de los Indios Cumanag—tos , y Otras muchas Naciones , que habitaban en la Infidelidad por aquellos montes, CAPITULO IL SALEN DE ESPA–A LOS ocho primeros Misioneros , y d‡n principio en esta Provincia ‡ la reduccion de los Indios. E quanto regocijo ser’a pa ra aquel Prelado el encar go de la Real Consulta , en que tanto se: interesaba el honor : de 215 Dios , y extension de nuestra Santa FŽ Carholica:, se dexa ‡ la dis. etecion y prudencia de los que saben , que a ' medida del fervoroso zelo, del Serafin' humano y Patri‡rca San Francisco , arde en la Genealog’a espiritual de su SagradaÒ Familia eldŽsco de emplear el caudal de los talentos , que el gran Padre de familias entreg— A sus hijos; para urilidad: y comun: aprovechamientoÒde los. pr—ximos, Sin embargo Òde esto , conociendo el Rmo. Prado , que en negocios atdios , que: taht— conducen al Servicio de: Dios , debe proceder la humana prudencia con' gran madurŽz en la proporcion de los medios, para lamayor'seguridad de los aciertos recurri— al pr—piciatorio de la Oracion , donde se decide la causa de Dios Çpor inspiracion Divina ; porque decia (y bien ) que la: eleccion. de sugeros, ‡ quienes se encarga empe–o de tanta conseqœencia , no se debia exponer al riesgo de las infelicidades, que suelen traer consigo las elecciones , que solo se fian 2 la disposicion de humanas diligencias, Desconfiado de Žstas, y nivelado el juicio por aquellas tan seguras reglas , puso el Rmo. Prado los ojos de su consideracion en la persona del V. P. Fr. Juan de Mendoza , hijo de la Santa Provincia de la Concepcion , Varon verdaderamente Apostolico , cuyas virtudes y relevantes prendas premi— la Santa Provincia de Santa Elena. de la Florida con los honores y cargos de Difinidor , y otros, que O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 3 216 Historia de lx nueva ÇAndaluc’a. que concluy— loablemente en ella, adonde pas— llevado: del zelo: de la Conversion de las almas , y aumento de Ánuestra Santa FŽ Carho: lica , como dirŽ en sœ lugar, quan: do escriba. de proposito: > las VIrtU= des de su exemplar vida, Moraba entonces este V. P.:.en el exemplar’simo Convento de Domus Dei de la Aguilera y. donde; retifado de los humanos. comercios .,: pasaba una vida toda Angelica: Çdado a la contemplaci—n. de las cosas Divinas, Alli pues le 4 invi— su Rima: sus Letras Patentes , alentando:su humildad, a a.que emprendiese gustoso una obra tan del agrado de. .ambas Magestades , Y bien: esplsicual de las almas 5 ask por la. gran sarisfaccion, que .tenla. de su mucha prudencia , Como. porque conocia en Žl un ardiente 'zelo del mayor bien y: lustre de, la Religion , segun se deduce del contexto de sus Letras , que se guardan en el Archivo de estas Apostolicas Mislones 3 y s—n del tenor r siguiente: PA TENTE. È Fray Alonso de Prado, de la ,È Orden de N. P. S, Francisco , CoÈ Misario General de dicha Orden s En las Indias Occidentales por È merced de nuestro Catholico Rey, ÈÈ [que Dios guarde ) y de las Pro3 Vinclas de Espa–a por Comision È del Rmo. P. General de toda la È Orden de N. P. S. Francisco , y È Siervo, 8c. AIR, P. Fr. Juan de È Mendoza , Predicador , hijo de la È Santa Provincia de la Concep È cion ,en Castilla la Vieja ; Di È finidor habitual de la Santa ProÈ Vincia:de la Florida , y al preÈÈ SŽnte morador en el Convento È de: Domus Dei de. la Aguilera, È Salud, y paz en nuestro Se–or >È Tesu Christo. Porquanto el Real È Consejo. de lasIridias nos ha orÈ denado, que, a la Provincia de 2È Caracas , y Conversiones de: Cuy Manag—tos vayan seis' Religiosos È de la: Santa Recoleccion del AbreÈ jo en Castilla la Vieja , por la saÈ tisfaccion que tiene de la vida È Santa y Religiosa que. profesan, È y Çser da; Obra: tan heroyca , y È del servicio de ambas MagestaÈ des;:conociendo.el zelo, prudenÈ cli y creligion de V. P, y que È ha.estado en aquellas partes con È grande aprobacion de su persoÈ Ma , y muchos progresos que ha È hecho.en las: Conversiones de È aquellos Indios’ de nuestra Pro3 Vincia de la Florida, y sersnoÈ Uicioso en aquellas Tenguas, que È, Tanto importa para el efeto que È el Rey nuestro Se–or ( que Dios È guarde) como tan Cacholico MoÈ harca pretendes por tanto , eleÈ gimos , y nombramos ‡ V, P. È Por nuestro Comisario 3 para que È de esa Santa Recolecci—n de È Muestra Provincia. de la ConcepÈ cion saque hasta seis Religiosos È Sacerdotes , personas de espiriÈ tu, que libremente se. quieran 3) CONSAgrar a tan alto Ministerio, È por el qual nuestro Redentor JeÈ suChiristo derram— su Sangre de È Infinito valor , arendiendo , ‡ que È han. pasado de esa Santa Provinc’a O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 4 Libro UL. Cap. IL. , cia a la Florida y Caracas Varo, hes Sant’simos , que hoy tamÈ bien se exercitan en el bien de È aquellas almas, que tan enga, fiadas las trae el demonio co, mo V.P. sabe; y para que V. È P. y los que llevare consigo liÈ, bremente se exerciren en dichas È Conversiones , mandamos por È Santa Obediencia pena de Ex, Comunion mayor late senentie , al P. Provincial de nuestra Pro3È Vincia de Caracas , que es O fueÈ Te, que no impida ‡ V. P. y È Religiosos que consigo llevare, , Ûl tr‡nsito d los Cumanag—ros; , que por la authoridad que re> hemos los hacemos doŽtrineros È de aquellos Indios; para que asisÈ iendoles aprendan la lengua, È dandoles el P. Provincial quien , se la vaya ense–ando. Y en reÈ Cibiendo V. P. esta nuestra Pa, tente , vaya por las Casas de la , Recoleccion de dicha Provincia, , y estando ‡ lista dichos seis ReÈÈ giosos , NOS dŽ V, P. aviso paÈ Ta que dispongamos del viage; , Y exortamos a nuestros amados È hijos, que puestos los ojos en el È premio eterno que les aguarda, È y quan leves son los trabajos con 3, QUE se compra, se animen, y emÈ prendan tan Santa Obra con el È Ûspiricu que ella pide, que Dios È huestro Se–or se le dara al que È Para ella se dispusiere. Dadas en , Catorce de Agosto de mil seisÈ Cientos cinquenta y quatro a–os. È Fr. Alonso de Prado Comisario È General, P. M. D. S, Rma, Fray È BartholomŽ Callejo , Secretario 217 È General de Indias. * Luego que el V. Mendoza recibi— esta Parente y . paternal exortacion , haciendose cargo de la grandeza de la Obra y dificultad de la empresa , alent— el conocimiento propio; y resignado en las aras de la Obediencia , que es la que canta viŽtorias , la abraz— gustoso; y puesta la Ley en medio de su corazon , sali— (como otro zeloso Marathias) por los Conventos de la Recoleccion de aquella Santa Provincia , convocando con virtudes y exemplos a los Operarios deseosos de trabajar en la Vi–a del Se–or , y asegurandoles el premio eterno , que ofrece a los zelosos de su honra, y pro* pagadores de su Ley Santa. Muchos fueron los Religiosos , que, ansiosos de emplearse en la Con= version de las almas, se ofrecies ron gustosos , pidiendole encarecidamente que los admitiese en su amable compa–ia , sacrificandose a ser participantes de los trabajos que ofrecia lo heroyco de su, empresa5 mas como la orden del Superior solo se ce–ia al numero de seis , solo estos admiti— , y otro, que ‡ esfuerzos de sus instancias consigui— la licencia y pasage 5 cuÇ yos nombres son los siguientes., MISION PRIMERA. 1 ElR.P.Fr. Juan de Mendoza, Comisario, sali— del Convento de Domus Dei de la Aguilera, Obispado de Osma, en la Provincia de la Concepcion de Castilla la Vieja. Ec El O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 5 218 Il. El P. Fr. Francisco Gomez La ruŽl, Recoleto de la misma Provincia, III. El P. Fr. Diego de los Rios, Recoleto de la misma Provincia, Iv. El P. Fr. Domingo Bustamante, Recoleto de la misma Provincia , sali— del Convento de Valdescopezo , Obispado de Palencia, V. El P. Fr, Christoval de la Concepcion , Recolero de la misma Provincia , sali— del mismo Convento. VI. El P. Fr. Pedro del Rio, Recoleto de la misma Provincia, sali— del Convento de Villalvin en el Obispado de Palencia. VIL El P. Fr. Antonio Matheo, Recolero de la misma Provincia, sali— del Convento de la Villa de Calahorra , Obispado de Palencia. VIIL El P. Fr. Felipe Perez , Recoleto de la misma Provincia. Todos Sacerdotes. Juntos pues estos VV. Misioneros , dispuso el Rmo. P. Comisario General su transporte ‡ la Ciudad de Sevilla, donde se embarcaron para este nuevo Orbe Americano ‡ principio del mes de Marzo del a–o de mil selscientos cinquenta y seis, y llegaron ‡ la Ciudad de Cumana el dia ocho de Mayo del mismo a–o, dia de la Aparicion del Arcangel San MiguŽl, govermando esta Provincia Don Pedro de Brizuela , Cavallero muy Christiano , y zeloso de la honra de ambas Magestades. Junto con los mismos Misioneros , y Historia de la nueva Andaluc’a. baxo de su obediencia , trajo el referido P. Mendoza otros catorce Religiosos, los once Sacerdotes, dos Coristas , y un Lego, de las ProÈ vincias de Burgos y Cant‡bria, destinados para la Santa Provincia de Santa Cruz de la Espa–ola y Caracas , todos ‡ expensas de la Real Hacienda , y con Cedula de S. M. y Patente de dicho nuestro Rimo. P. Fr. Alonso de Prado. Llegaron al Convento de Caracas mediado Mayo del dicho a–o de seiscientos cinquenta y seis , siendo Ministro Provincial el M.R. P. Fr. Francisco de la Torre, como se evidencia del libro de registro , quese halla en el Archivo de dicho Convento al folio treinta y ocho, donde constan los nombres de dichos Religiosos , que son los mismos que corresponden al que se halla en Madrid perteneciente al tiempo del Rmo. Prado. De la Ciudad de Cumana se transportaron los ocho referidos Maisioneros al Pueblo de P’ricu, acompa–ados de gente armada que el Governador les previno para su custodia , hasta dexarlos entre los Indios, como lo hicieron dandoles ‡ entender por un interprete , que aquellos Padres iban inviados de nuestro Catholico Rey como Ministros de Dios, ‡ predicarles su Ley Sant’sima , y cathequizarlos en los Mysterios de nuestra Santa FŽ; para que asi entrasen por las aguas del Santo Bantismo al Gremio de nuestra Santa Madre Iglesia, Recibieronlos los Indios aunque escabrosos , pero y‡ al O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 6 .. Eibro TH. Cap. IL... algo desenga–ados con el buen trato y afablŽ*coimunicacion' de los cinco VV. Capuchinos, que quabro ‡–os.:ar’tŽes habian estado dos a–os entre elos. Puestos alli los Misioneros; se Òretiraron los Soldados para Cuman‡ , dexandolos como Corderos entre Lobos , sin mas providencia. que la de su Padre Celestial, ni mas provision que un Ornamento viej—.que habian ' dexado los referidos PP. Capuchinos , cuyo acceso 4 esta cierra fue de este modo: Venian destinados con Cedula de S; M.. para la Isla de la Granada; y habiendola hallado poblada de Franceses , se retiraron ‡ la Ciudad de Cuman‡ , donde los recibi— el Governador conafe‡tuosas demonstraciones de cari–o; y lastimado de ver frustrado el fin de sus primeros intentos , les concedi— el Pase al Puerto de Piritu, donde estuvieron dos a–os, que fueron los de cinquenta y uno y cinquenta y dos; y en este tiemo fundaron dos peque–os Pueblos , el de la Concepcion de P’ritu en el sitio viejo, y el de San Salvador de Chacop‡tas en el de Cocheima 5 y sin duda hubieran permanecido aquellos zelosos Operarios de la Vi–a del Se–or, a no haberles intimado el Governador un Decreto del Supremo Consejo de las Indias , producido de las calumnias que contra ellos fomentaron algunos hombres iniquos, ‡ quienes Corregian sus tiramias y escandalos; mediante el qual se restiruyeron a Espa–a , donde dic 219 ron al ÒSupremo * Consejo . entera satisfaccion de sus Personas y .reœ ligiosos procederes:5 y enterado de ello les concedi— S.:M. el regrea so a las Indias, y se. les di— por termino de'jurisdiccion el que ocupan hoy las Misiones de Santa Ma= ria, que' administran los RR.PP, Capuchinos Aragoneses. Referir los trabajos y fariz gas que nuestros primeros MisloÇw neros padecieron , y padecen hoy. los que con verdadero espiricu se exercitan en la conversion de In dios Infieles y nuevas fundaciones , pedia mas dilatada Historia; baste decir , que no tenian mas emolumento de humano socorro, que algunos pedazos deCaz‡be , O pan de Maiz mal hecho, algunas ralces: 0 carne de monte , que de natural conmiseracion les daban los Indios, y muchas veces les pe dian la paga. Negabanse totalmente 4 qualquiera cosa que por Dios les rogaban , aunque fuese la conduccion de un poco de agua; por lo que vivian con la pension de traerla 4 cuestas una legua de distancia, Tanta fue la necesidad que en este punto padecieron los Religiosos , especialmente en el Verano que no les permitia coger la lluvia , que hubo: Religioso que perdi— por algun tiempo la vista por la flaqueza en que los puso el rugor de la sed y de la hambre. Mas el Se–or , por quien padecian t1les trabajos, les confortaba con mejor alimento de espirituales consuelos , conformidad , y valor para tolerar aquellos, y otros muchos Ec 2 por O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 7 220 Çpor su amor , y: la salvacion de lasalmas. 00. 0 y. +: Tentaronlos los: Indios pot warios caminos , haciendo" muchas experiencias de su castidad y paciencia, y les maquinaton la muerte diversas veces, incitados de algunos fingidos Hechiceros ,:que y‡ recelaban la ruina de sus embusj tŽs y falsas doŽtrinas con la eficaz virtud de las verdades Evangelicas. Aestos trabajos acompa–aban otros muchos 3 como son, estar en una Region todo el a–o caliente , tierra montuosa' y: humeda, llena de plagas , fieras , y sabandijas ponzo–osas, en unas pobres Chozas de paja , entre gente Infiel y Barbara cuyo idioma no entendian , y precisados 4 darse ’ entender con ellos por se–as y adem‡nes. Este es el mayor desconsuclo que padecen los Misioneros , que con verdadero espiritu vienen a la Conversion de los Indios , y el que trae infelices consequencias y no pocos cargos de conciencia en los que teniendolo de tales almas, no procuran vencer esta dificultad tan necesaria con la aplicacion .debida para el cumplimiento de su obligacion y descargo de su mimisterio. No obstante , aunque ‡ costa de tantos trabajos , lograron aquellos primeros Religiosos coger el fruto de sus tareas en la fundacion de algunos Pucblos, que despues continuaron sus Succesores en el orden que constar‡ por los Capitulos siguientes. : st Historia de la:nueva Andaluc’a. CAPITULO NL +: ud o A A . A +. . es PUEBLO DE L:A : Concepcion de Piritu , sus incre=: mentos , y mombres de. sus. EundadoresŽs. > Unque el principal insticus to de la Serafica Religi—n de los Menores lo destin— el Al tisimo para la Conversion de los Infieles , .reduccion:de los Heres ges, y predicacion del Santo Evan gelio en todo el Universo Mundo , subsutuyendola por los Sa: grados Apostoles en el ministerio de su Predicacion y Exaltacion de nuestra Santa FŽ Catholica, que desde N: Serafico Patriarca plant— y predic— en Europa, çsla, y Africa con mucha gloria del nombre de Dios , aplauso de la Iglesia , y utilidad del Pueblo Christiano ; con: todo eso , la America parece que la tenia Dios destinada para que en ella la Religion Serafica emplease los fervores de su Apostolico zelo, y campeasen con singularidad los ardores de su Sera= fico Espiritu. Asi fue ella la primera que en las partes Occidentales enarbol‡ los Estandartes de la FŽ; la primera que abri— el camino 4 tan incultas Û incognitas Selvas, cooperando a su descubrimiento, y acompa–ando a sus primeros Conquistadores5 y finalmente , la que entre las dem‡s Religiones es nombrada con singular expresion para esta empresa por la Silla Apostol> O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 8 L’bto HI:: Cap. lica, a peticion de nuestros Cacho. licos Monarcas , cœyo infatigable. y sarito zelo: de la propagacion de la FŽ, continuado por natural he: rencia de unos en .otros;'hra. imi: tado siempre con emulacion santa: al inexcinguible. fuego de: aquella: eterna llama que nunca dice basta. Correspondi— tan 4 satisfacci—n a: la confianza que en ella pusieron, y al presente tienen sus Reales: y Cacholicas Magestades , Que. sus: espirituales Conquistas mas bien: se. pueden numerar por: Provincias y Reynos, que por sitios Òy Pue. blos ; y las almas. convertidas .mejor se pueden referir por inillones: O quentos , que contar por determinados guarismos , premiando: Dios sus laboriosas tareas.con. mies tan copiosa, que 2 no:ser todo efecto de su pederoso brazoÓ, se hi= ciera increible a la FŽ huinana. Y asi a imitacion de aquellos primeros Obreros. y Varones Apostolicos , ha continuado la Religion Serafica su Santo: Ministerio con tanta vigilancia, que cada dia anhela 4 nuevas Conquistas y descubrimientos, como al presente lo practica a las fronteras del gran Rio Otin—co , donde esperamos en la Divina Misericordia se logre una cosecha de muy sazonados frutos, como, prometen las acertad’simas providencias que ‡ estas Santas Misiones de P’ricu expide y Quando conviene , el zeloso ardimiento de nuestros referidos Monarcas Carholicos , con que . previene su pradosa solicitud los ant’dotos conÒra los mortiferos venenos, que tie TT.. 221: ne:Çdifundidos el poderde las tinieblas entre estos Neofitos, y bur. la las rastuicias: del Infierno para, que triunfeglori—sa la ÇIglesia de: su sobervia:y vanas Conf’anzas , y goze la F—wtimerosos irrofeos con, ta–l Apostolicas empresas;Ó Sea prueba: de Žsta verdad. la: que al principio de :su .reduc=; clon sucedi— en estas iculras mon; ta–as de Piritœ y despues" ide mux chas marciales y no. bie finalizar das: Conquistas. Hallabanse gus Na= tuirales Indios combaridos con el rig—r de las.arm‡s:, que. cada dia, los tenian en sangrientas 'pele‡s, sin, lograr en alguna de ellas el alimento de la Divina palabra. Resistianse A las hostilidades con: valetoso animo y natural esfuerzo À mas no hacian ' derestable repugnancia al suave yugo y. ligera carga. deb Santo Evangelio, Esto se verifica en que diversas veces salieron 4; ofrecer la paz , y con ella pedian como necestrados parvulos el mis= terioso pan de la Divina Palabra, sin haber entre tantos Conquistan dores quien les conduxese tan espiritual y provechosa semilla. Cetciorado de esta verdad el Catholico zelo del Se–or Don Felipe IV. (que de Dios goza) en el modo que y‡ dixe en los antecedentes Capiculos , i— a los Misios, neros de la Serafica Familia la Espiritual Conquista de las Naciones dŽ Indios , que pueblan hoy las Apostolicas Misiones de Piritu, sienda los primeros ‡ quienes encarg— su Magestad Catholica lo arduo de aquella Evangelica Expedici—n , cn cu O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 9 222. cuya Çeficaz. conduŽta 'correspon=: di— tan pronta y.copiosa la: coses: ch’a, que ya casi nos :faltan:cŽr=. minos p—r Çdonde:egrerider y pro; pagar la: FŽCathotica Áen los* que: comprehende esta: Provincia 5. de: modo , queÒ para exercitar los Mis sioneros Observanteside Piritu el zelo de Çnuestro Apostolico: Em pleo , ha: sido preciso Çestablecerse a.todo riesgo ala Vanda del Sur del referido. Orin—co: , dexando Òa la del Norte' poblada toda la tier= ga que corre desde Çla'Costa del Mar hastalas orillas:del:dicho Rio, con dos Villas de gente Espa–ola; y treinta y un PueblosÇde Indios reducidos a Vida CivilÓ y Polic’a: Christizna. +... Po Ç+ El primero que entre estos logr— los resplandores de la FŽ en estas Santas Misiones fue el de la Concepcion: de Piritu Cabeza de todas ellas :; fund—se el a–o del Se–or de mil seiscientos cinquenta y seis, governando la Nave de la lelesia el Bear’simo Padre Alexandio VII; la Monarqu’a de Espa–a el Se–or Don Felipe IV. el Grande; La Comisar’a General de Indias el Ramo. P. Er. Alonso de Prado ; y el VicePatronato y Capitania General de esta Provincia Don Pedro de Brizuela. Componese este Pueblo de Indios Chacop‡tas y P’ricus , asl llamados por la denominacion de los sicios en que habitaban en el tiempo de su Infidelidad , que eran Chacopata y P’ricu. : Este tom— la ethimolog’a de una especie de Palma peque–a , Cuyos frutos son unos racimitos co Historia de la nueva Andaluc’a. mo de Ubas en agraz, y su tronco como una Ca–a , cubierto de espinas, muy negro , y tan fuerte y.terso' , que de Žl se vale la mayor :parte de estas: gentes para hacer Pipas , 9 Cachinvos en que fumar :el Tabaco, por lo mucho que. resisten ‡ la a—tividad del fuego.: Deesta planta que habia en el dicho: sitio 9 quebrada , derjbaron los Indios el nombre de P’ricu , que. hoy tiene en nuestro idioma: Castellano , y en el de sus Naturales , Pirichuchar , que quiere decir quebrada donde se d‡ la Ca–a — Palma de P’ricu 5 Pirichu, En el referido sitio fue don. de estuvieron algunos a–os los ocho Religiosos de la Serafica Orden, que: dexe. expresados en el Capitulo antecedente , procurando por todos .los medios posibles concikar la benevolencia de los Indios; porque como Žstos estaban sobres saltados con las antecedentes hostilidades, dieron mucho en que merecer y exercitar la paciencia de aquellos Apostolicos Varones, que tanto deseaban por todas vias la reduccion de sus almas y ex tirpacion de sus Idolacrias. Asi permanecieron con inw viŽta paciencia hasta que , expert= mentados los muchos y grandes trabajos que y‡ dixe , determinaron mudarle del dicho sitio de P’ricu el viejo al que hoy poseen, mas cercano al Mar , donde ticnen una fuentecita milagrosa , que con serde tan corto caudal, que en dos horas de tiempo ‡ penas se podr‡ llenar una cantara de arro O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 10 Libro UI. Cap. TIL arroba , se ha mantenido inagoÈ table mas de un siglo abasteciendo ‡ todos los Moradores del Pueblo, que es en estas DoŽtrinas el de mayor numero, Este corto principio es el que di— origen al Pueblo de P’ricu, y en Žl al todo de estas Apostolicas Misiones , que hoy permanecen con lucidos progresos y muy luscrosos adelantamientos. Est‡ dicho Pueblo situado en una Quebrada de tierra no muy llana ni grande , cercado de una Serran’a media legua distante del Mar, y diez de la Ciudad de Barcelona corriendo la Costa de Leste a Oeste. Su jurisdicci—n es un terreno muy esteril por la falta de lluvias , que en el tiempo de Invierno las remontan a otros parages los vientos Norte y Briza, que son muy comunes en toda esta Costa. Por esta razon, y por ser su terreno muy pedregoso , viven sus Naturales con alguna escasŽz y penuria , Precisados ‡ retirarse una — mas leguas para hacer sus labranzas ; pero gozan del beneficio del Pescado y mucho MaÈ risco , de que se sustentan la mayor parte del a–o, Asimismo se han aplicado con mucho anhelo ‡ la crianza de ganado bacuno , que tienen muchos de sus Vecinos en los llanos de Palma Sola y otros parages de esta Provincia, Por esto, y su mas antigua comunicacion con los Espa–oles es este Pueblo el mas lucido , y en muchas cosas ‡ los dem‡s ventajoso , y sus Naturales los mas ver 223 sados en nuestro idioma Castella no, afeŽtos ‡ las cosas de la Religion Christina y culto Divino, y desde sus principios han sido fidel’simos Vasallos de nuestro Rey y Monarca Catholico , como lo comprueba el caso de haber desalojado ‡ fuerza de armas, y con evidente riesgo de sus vidas 4 los Olandeses enemigos , que en aquellos tiempos se fortificaron en la boca del Rio Un‡re, y apoderaron de una Salina , que abastece de Sal muy buena 2 mucha parte de esta Provincia. En otras muchas ocasiones han defendido leal y valerosamente estas Costas, sin permitir que las pisen los enemigos de nuestra invita Corona. Del mismo modo celan perenemente su Pueblo con guardias continuas , que succesivamen= te velan a las fronteras de sus Playas , puestos de dia y de noche en atalaya para defenderse de las invasiones y asaltos de las Naciones estrangeras, Tienen fabricada una primorosa Iglesia, que es 2 la verdad la mas sumptuosa que hay en este Obispado y Provincia. Debi—se la magnificencia de su f‡brica al M.R. P, Fr. Salvador Romero , digno y benemerito Prelido que fue dos veces de estas Apostolicas Misiones ; y mas de veinte a–os Cura Doctrinero de dicha Iglesia ; cuyo beneficio obriene hoy el R. P. Fr. Christoval Mart’nez , hijo de la Santa Provincia de Granada, quien con igual zelo la conserva y tiene adornada con un magnifico Retablo y alguÈ nas O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 11 224 nas Imagenes peregrinas , que en dicha Iglesia ha colocado, y otras muchas piezas con que la alhaja, y en que respira el mismo zelo de la Casa de Dios y honra de su Santo Templo. Desde los primeros a–os de su reduccion 4 nuestra Santa FŽ Catholica han dado muestras los Naturales de este Pueblo de su buena indole , y Christiana constancia; han sido muy amantes de los PP. Misioneros , fieles socios en sus Expediciones Evangelicas , compa–eros en los trabajos y Apostoltcas Misiones , y vivos dechados para la ense–anza de los recien conversos y rebeldes ; efeŽtos de la primac’a y mayor antiguedad en la dicha de haber sido los primeros que abrazaron sin violencia la EŽ Catholica , y recibieron gustosos los fervorosos influxos de aquellos Apostolicos Varones sus primeros Fundadores. Y4 dixe poco antes, * que fueron ocho los valerosos Soldados de la Milicia de Christo , que plantaron los Estandartes de la FŽ en este Pueblo de Piritu, cuyo dignismo Pastor y Prelado fue el V, P, Fr. Juan de Mendoza , de cuyas lreroycas virtudes y religiosas prendas hago especial memoria en el quarto libro de esta Historia, Este pues Apostolico Varon fue en la realidad el primer Fundador del referido Pueblo de Pirttu, y con Žl de todas las Misiones, por haber sido la Cabeza de todos los primeros Fundadores , que como rayos despedidos de la luz de su DoŽtrina , direccion , y en Historia de la nueva Andaluc’a. se–anza , consiguieron ‡ satisfaccion y medida de sus deseos la reduccion de tantas almas infieles , que antes tubo ran invencibles dificultades; y alumbrados de los resplandores de su virtud y buen exemplo, mostraron el camino del Se–or ‡ aquellos miserables , que se hallaban muy de asiento en la obs .curidad de las tinieblas y sombra de la muerte. Mas , como las muchas ocupaciones y graves cuidados de la Prelac’a , que desde Espa–a trala sobre sus hombros, no le daban lugar a la asistencia personal y continua en la fundacion de este Pueblo, y le era preciso el atender juntamente ‡ la de otros, sobre que y‡ tenia explorada la voluntad de los Indios , hizo eleccion para su primer Ministro y Coadjutor en su fundacion del V, P, Fr, Francisco Gomez LaruŽl, su muy amado compa–ero , Varon a todas luces de tan singulares virtudes y raro exemplo, como dirŽ en su lugar, quando de ello trate de proposito. Con el riego de la Divina palabra y buenos exemplos de tan Apostolicos Operarios fueron creciendo aquellas nuevas plantas en la FŽ, cathequizandose unos, bautizandose otros , y todos experimentando cada dia nuevos incrementos de la gracia , mediante la Divina Misericordia, con grande consuelo de aquellos Evangelicos Obreros , que viendo logrado el fruto de sus trabajos, cada d’a aspiraban 4 mayores progresos, De alli salian ‡ varias Expedicio nes, O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 12 Libro UI. Cap. IL nes , implorando la voluntad de los Indios > y ‡ este fin llevaban algunos de los y‡ conversos de este Pueblo de P’ricu, para madrina de los que de nuevo se iban fundando ; economia que se ha observado en la mayor parte de las Poblaciones nuevas, que a esta y 2 las dem‡s fueron succediendo, hasta los presentes tiempos , en que la notable falta de las familas antiguas reduplican los trabajos a los Religiosos fundadores de los Pueblos nuevos , donde son al principio tan necesarias , quanto la Nacion Car’ve tiene de sumamente floxa y demasladamente libertosa, El principio de este dicho Pueblo de P’ritu en el numero de su Grey fue de unas trescientas almas , que en los referidos sitios de Chacop‡ta y Piritu el viejo se hallaban rancheados y dispersos. Y es induvitable , fuera hoy de dos o tres mil almas, si no padeciera la grande escasŽz de las aguas y esterilidad de sus tierras 5 sin embargo se han aumentado en el tiempo de una centuria que tiene de fundacion , unas seis mil y mas almas, que han logrado solamente las aguas del Santo Bautismo, sin otras muchas que se han bautizado en los llanos , y asentado en otros libros. Han pasado en dicho tiempo de la presente vida ‡ la eterna hasta quatro mil y setecientas; y tiene existentes mil y seiscientas de todas edades, dexando de referir las much’simas que se hallan fugicivas en | 225 los llanos y Costa de la Provincial de Caracas, donde viven y falle. cen sin que haya despues noticia de ellas, : CAPITULO I1v. INVIA NUESTRO Catbolico Rey la segunda Mision de Religiosos del Serafico Orden , y pueblan algunos Lugares en estas nuevas Con . versiones. , ! "Res a–os permanecieron aque llos VV. Misioneros exerci= tados , unos en la fundacion y mudanza del Pueblo de P’ritu , otros en la incesante doŽtrina de los Indios , y los dem‡s en atraer las voluntades de los Infieles que se hallaban dispersos por los cerca= nos montes , en cuyos trabajos exercitaban las actividades fogosas de aquel amor , que tiene vincuW lado el alivio en la continuacion de sus tareas. Lleg— el a–o de mil selscientos cinquenta y nueve , en que y‡ tenian mudado el Pueblo al sitio en que hoy subsiste , 4 todos sus Naturales gustosos en el Cathecismo de la Doctrina Chris tiana , y a otros muchos inclinados ‡ recibir Ministros que les predicasen la Ley Evangelica. Cono< ciendo pues el P. Mendoza , que una obra tan grande como la que tenia entre manos no podia llegar, ‡ los cabales de perfe—ta sin mucha. costa de trabajos , teniendo ‡ la vista los muchos que padecian sus obedientes subditos , los con Ff sul O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 13 226 sulr— , para arbitrar los medios que conduxesen ‡ sus mejores y mayores adelantamiŽntos. La consulta se reduxo a proponer ‡ sus Religiosos , sl ser’a conveniente separarse d vivir en las rancherias de los Indios , en cuya predicacion , 2UNque esperaba copiosos frutos , se rezclaba fuese con dispendio del recogimiento propio ; porque decia , que distraida el alma con las precisas exterioridades , tal vez se macularia con el comercio de los hombres, precisados a vivir solos entre ellos sin dexar de serlo, y que asi le parecia temeridad exponer ‡ sus subditos ‡ la comun utilidad de los Indios ‡ costa de sus propios peligros; porque en la balanza de la prudencia pesa mas la seguridad propia que la utilidad agena: maxima Evangelica , que con humilde y zeloso espiricu propuso ‡ sus primeros discipulos nuestro Se= rafico Patriarca. O si les parecia mejor continuar aquella vida comun y regular que praŽticaban, en cuyos espirituales exercicios y apacible sosiego de la contemplacion se purifica el corazon, libre de terrenos afeŽtos para volar 2 a Dios desembarazado 2 athesorar el espiricu para s’ propio , y cobra con la virtud vigoroso aliento para poder con mas seguridad y sin tanto detrimento del alma lograr a satisfaccion las de sus proximos, Asi tindi— aquel zeloso Padre el parecer de su juicio al dictamen de sus amados subditos ; que enterados de la sinceridad de su Historia de la nueva Andaluc’a. propuesta , respondieron unos llevados de la fogosidad de su espirica, que el fin que los trajo a estos parages , no fue el vivir para s’ solos, sino para la comun utilidad de los Indios; y que sin vivir entre ellos se hac’a imposible su reduccion y espiritual aprovechamiento. Otros, y fue la mayor parte, sin apartarse del di—tamen de aquellos , afianzados en las Constituciones Pontificias , y Generales de Çnuestra Religion Serafica , y desconfiados de su propia miseria, decian: que todo era compatible, viviendo dos O tres juntos en cada Pueblo que se fuese fundando 5 porque ast en las dudas que a cada paso se ofrecen, se halla con la sociedad de sus hermanos Maestro que destierre una ignorancia , Medico espiricual que cure una dolencia , y Fiscal y Juez que corrija un desorden , Amigo para levantar de una caida, Hermano charitativo que disimula una flaqueza , y exemplo en todos para encender el animo con estimulo de sus virtudes. De todo lo qual padece el solo grave penuria con mucho desconsuelo de su alma, y no poca ventaja del comun enemigo, para aspirar ‡ la vitoria en la fatal batalla que previno el espiricu del Sabio , quando dixo: Áay del solo: que si cae no tiene quien le levante. Con estas razones se desvane: cieron las dudas 5 y mancomunados todos en este tan arreglado como seguro di—tamen , determinaron despacimr ‡ Madrid uno de los O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 14 Libro TT. los Religiosos , que informando al Rumo. P. Comisario General de los progrŽsos de la nueva Conversion Çy estado de los Infieles , solicirase de nuestro Catholico Rey otra Mision , y la caridad de alguna limosma con que subvenir ‡ las conrinuas necesidades que padecian, sin cuya providencia se hallaban extenuados de fuerzas para soportar lo laborioso de sus Apostolicas rarŽas, Eligieron para este fin al V.P. Fr. Francisco Gomez LaruŽl , satisfechos que con su virtud y buen zelo conseguir’a el consuelo que esperaban con la llegada de sus amados compa–eros, para dar entero cum plimiento al empe–o de su Reliioso Empleo. Sali— pues el P.LaruŽl del Pueblo de P’ticu en alas de su zelo 4 fines del a–o de mil seiscientos cinquenta y nueve, y lleg— a la Corte de Madrid el dia veinte y siete Çde Enero de selsciena tos y sesenta. Hall— de Comisario General de las Provincias de Indias al V. y Rmo. P. Fr. AndrŽs de GuaÈ dalupe , hijo de la Santa Provincia de los Angeles , Varon exemplar’simo, que por muerte del Rmo, Prado le habia succedido en el Oficio. Hecho cargo su Rma. de la justa pretension. del P. LaruŽl, 1o> form— A nuestro Catholico Rey de los felices principios que ya tenian las nuevas Conversiones; y que para la instruccion de sus Pueblos y sa+ zon de tan copiosa mies, se necesitaba otra Mision de Religiosos, y el caritativo socorro de sus limos= nas , para el alivio y manutencion de tales Operarios. : Cap. IV. 227 " Condescendi— S. M. con la piedad que acostumbra ‡ peticion tan justa , concediendo el transpotte de Çdoce Religiosos Sacerdotes, y dos Legos para su asistencia 4 expensas de su Real Etario, y juntamente la limosna de doce mil quinientos quarenta y quatro reales por tiempo de diez a–os, para vino , cera y vestuario de dichos Religiosos, con los Ornamentos, Campanas , y dem‡s cosas necesarias al Culto Divino 5 y por ultimo ochocientos reales para comprar quatro Caballos con que conducir el agua, que con sumo trabajo llevaban los Mistoneros acuestas. Mientras el P, LaruŽl efeCtuaba las diligencias de su Legac’a, y aprontaba los Ornamentos y demas utensilios para: el aviamento de los Religiosos , despach— el Rmo. Guadalupe dos Comisiones, una al R. P. Fr. ManuŽl de Yangues, y otra alR. P. Fr, Lucas Ganso, para que discurriendo por las Provincias de Castilla, Andaluc’a , y Granada , sacasen de los Conventos de Recoleccion hasta doce Religiosos de probada vida, que libre y espont‡neamente qtie stesen dedicarse al exercicio Santo de aquellas nuevas y Apostolicas Misiones; : a Los Conventos que para este fin. se les asignaron , fueron los de la Salceda , San Antonio:de la Cabrera , y el Casta–ar de la: de Castilla. Llos de San: Francisco: del Monte:, y la Arriza‡fa de la de Granada; y: los de Santa Eulalia , San Pablo dela Bre–a, nuestra Se–ora de Loreto , y San Francisco: de Hf a Je O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 15 228 Jerena de la de Andaluc’a. Salteron los dos referidos Misioneros por los sobredichos Conventos , y no habiendo encontrado en ellos todo el numero de Religiosos , admirieron los restantes de las Provincias que les fueron se–aladas , y son los que parecen en la siguiente lista, cuyo Prelado fue clR. P. Fr. Francisco Gomez Laruel, insticuido por suRma. asl de los que de nuevo venian , como de los que y‡ estaban en dichas Conversiones, delegandole al mismo tiempo muchas y amplias facultades para el buen govierno de sus subditos, conservacion y aumento de las Conyersiones , por sus Letras Patentes dadas en San Francisco de Madrid en veinte y quatro de Julio de mil seiscientos y sesenta a–os, ÒMISION SEGUNDA. L El R. P. Fr. Francisco Gomez .. LaruŽl, Comisario Apostolico. IL. El P. Fr. Manuel de Yangues, . :Recoleto de la Provincia de Casvilla. II. El P. Fr. Lucas Ganso , Reco lero de la Provincia de Burgos. IV.El P. Fr. Domingo de Palermo, LeŽtor de Theolog’a de la Provincia de Mazara en Sicilia. V. El P. Fr. Diego Moreno , Recoleto de la Provincia de Casella. o VI. El P. Fr. Francisco de Segura, Recoleto de la misma Provincia. VIL El P. Fr: Francisco de Aparicio, Recoleto de la misma Pro vincia. Historia de la nueva Andaluc’a. VII. El P. Fr. Christoval AndrŽs, Recoleto de la misma Provincia, IX. El P. Fr. Juan Gordoi, Recoleto de la Provincia de Andaluc’a. X. El P. Fr. Diego de Ribas , Recoleto de la misma Provincia, XI. El P. Fr. Francisco de Acu–a, Recoleto de la misma Provincia, XIL El P. Fr. Lorenzo Fanlo Ximenez , de la Proyincia de Aragon. XIII. El Hermano Fr.. Nicolas de Leon , Corista Recoleto de la Provincia de Granada, XIV. El Hermano Fr. Juan de San Joseph, Religioso Lego Recoleto de la Provincia de Andaluc’a, : XV. El Hermano Fr. Juan Zancatron , Religioso Lego de la Pro vincia de Andaluc’a, De los Religiosos de esta segunda Mision enfermaron grave= mente algunos , 9 y‡ fuese con la novedad del temperamento , O ya or operacion del demonio, para impedir el fruto que se esperaba de la predicaci—n y exemplo de su DodŽtrina.. Por tanto se les conce di— licencia para que se restivuye sen 4 sus Santas Provincias ‡ los siguientes : Fr. Diego Moreno , Fr; Francisco de Segura , Fr. Domin go de Palermo, Fr. Diego de Ri: bas, Fr, Francisco de Acu–a, Fr; Nicol‡s de Leon , Fr. Juan de San Joseph, y junto con ellos ‡ Er, PeÈ dro del Rio , de la primera Mision, Desde la qual fueron perpetuos los Comisarios d Prefe—tos de estas Santas Conversiones hasta el a–o de mil O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 16 ÒLibro III. Cap. IV. + mil seiscientos sesenta y quatro, en . que el Rmo. P. Guadalupe , atendiendo y‡ que el peso de los cuidados y govierno se repartiese , para que unos descansasen , y Otros trabajasen en el Se–or; orden— , que junta esta V. Comunidad propuslese 4 su Rima. de tres en tres a–os tres sugetos los mas idoneos, graduados por su orden, para elegir en Superior al que segun Dios viese convenir, como consta de sus Letras Patentes dadasen San Francisco de Madrid en treinta y uno de Marzo de mil seiscientos sesenta y quatro. Luego que los dichos Religiosos hubieron tomado algunos alientos , y descansado de la dilatada navegacion que habian tenido;5 y puesto y‡ el Rmo. LaruŽl en la posesion de la Prelac’a; trat— de dar libertad a la corriente del Òzzelo de sus subditos , que deseosos de la Conversion de los Indios, estaban como violentos en aquella amable sociedad y quietud. de animo, en que vivian para s’ solos. Instruidos pues en el modo que habian de observar para la reduccion de los Indios , los invi— de dos en dos, agregando ‡ uno de los antiguos otro de los recien llegados. Los primeros al sitio de Mayc‡na , donde fundaron el Pueblo de la Gloriosa Santa Clara de Zapata. Los segundos al de ManarŽyma , nombre de un Caz’que asi llamado , que comandaba toda aquella Nacion , en cuyo dicho siuo tiene su morada , y con ellos fundaron un Pueblo con la advo 229 cacion de San Antonio de ManarŽyma, Y los terceros al de Chiguaracu‡r , donde fundaron otro con la advocacion de San Joseph. Los dem‡s quedaron en la doŽtrina de los ya reducidos , ayudando a los nuevos Pobladores con la conduccion de bastimentos , y otras cosas necesarias para el mejor Žxito de su Apostolico empleo; y sobre todos el Prelado , que sin perder de vista el trabajo de sus subditos , se disponia al mismo tiempo para salir ‡ la fundacion del Pueblo de San MiguŽl, como dirŽ con individualidad en el Capitulo. siguiente. El Pueblo de Santa Clara se fund—, como dixe , ‡ orillas de una gran Laguna llamada Mayc‡na quatro leguas al Sur de P’ricu , y tom— el apelativo de Zap‡ta , nombreÓ de un Indio Infiel Caz’que,, que dominaba mucha parte de aquella tierra, Sus Naturales fueron Indios de Nacion P’ritus, cuyo Poblador fue el Y. P. Fr. Christoval de la Concepcion, de cuyas virtudes harŽ especial tratado en el quarto libro. Fund—se este Pueblo el a–o de mil seiscientos sesenta y uno, siendo Comisario Apostolico el referido P. LaruŽl , como queda dicho , y Governador de esta Provincia Don Juan de Vielma. Subsisti— este Pueblo diez y siete a–os, y fue hasta el de setenta y ocho , en que se extrageron sus Naturales , y se agregaron al de San Antonio de Clarines; lo uno, por las hostilidades de los Palenques y Car’ives; y lo otro , por la O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 17 230 la total escasŽz de agua, que con la injuria del riempo se iba en un todo agotando en los Veranos en la sobredicha Laguna. En los diez y siere a–os de su poblacion recibieron las aguas del Santo Bautismo mil quatrocientas noventa y quatro almas, y fallecieron en este tiempo ochocientas cinquenta y. seis personas. ÑÑConcluyo lo perteneciente ‡ este Pueblo con un caso maravilloso , que sucedi— en Žl al principio de su fundacion; y fue en este modo: Apareci—se cierto dia un Indio Infiel, que muchas veces habia resistido subjugarse al Gremœo de nuestra Santa Madre Iglesia haciendose sordo a los consejos de la Divina palabra; y en esta ocasion venia d oir gustoso y d abrazar nuestra Santa FŽ , cathequizandose antes en: sus Soberanos Mysterios, Averigu—se la novedad de esta mutacion maravilosa , y hall—se ser toda de la Poderosa diestra del Excelso, que oblig— ‡ aquel Indio ‡ que viniese2 ser Christiano por el instrumento de un demonio , que apareciendose en figura horrenda y espantosa , compeli—le (4 pesar de su sobervia) a que solicitase la salvacion de su alma , pegandole un sello de hierro ardiendo , que tubo por muchos dias estampado en las espaldas , con que di— testimonio de esta maravilla , que vetdaderamente fue obra del gran Dios de las Misericordias para desenga–o de los rebeldes y aprovechamiento de todos, Historia de la nueva A ndaluc’a. El de San Antonio de Max narŽyma se fund— este mismo a–o en un sirio que distaba una lex gua al Sur del Pueblo de Clarines , y tom— su apelativo de un Indio principal y Caz’que de su Nacion , llamado ManarŽyma, que despues se bautiz— y le pusieron el nombre de Don Diego, con quien hizo el Altisimo un exemplar formidable , que se puede vŽr en la yida del V, P. Fr. Christoval de la Concepcion , que escribo en el libro quarto. Poco tiempo permaneci— este Pueblo en su primera fundacion ; porque las hostilidades de los Palenques y la inconstancia de sus Naturales obligaron ‡ los Religiosos 4 mudarle , incorporandolo al Pueblo de Santa Clara en la Laguna de Mayc‡na, Lo mismo sucedi— en el de San Joseph de Chiguaracu‡r por la escasŽz del agua, agregando sus Vecinos ‡ los que de nuevo se poblaron en el sirio de Araveneycuar el siguiente a–o de sesenta y uno, como dirŽ con especificacion en el siguiente Capitulo, Con estas mudanzas padecieron aquellos Venerables Misioneros duplicados trabajos, que sin duda rendrian en la presencia del Se–or duplicados premios, O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 18 Libro IL Cap. V. CAPITULO v. 'EUNDACION DEL PUEBLO de San Miguel de Araveneycuar, y nombre de su çpostolico Fundador, A cortedad de noticias , que sobre la fundacion de los Pueblos y otras cosas Importantes dexaron nuestros antecesores, no da lugar ‡ que se refieran con la extension e individualidad que: pide una Historia por quien la ha de escribir para el pœblico , pasado un siglo. Mucho disculpa esta omision la abundancia de plagas de ComegŽn , y otras, en que orÓ su mucha humedad abunda este Pa’s , donde al menor descutdo perecen los Libros y Escrituras ‡ manos de tan voraces insectos y nocivas sabandijas; por esto y* otras razones no serŽ en las noticias muy difuso , contentandome con escribir lo preciso y substancial como en compendio, YA dixc en los Capitulos an tecedentes , que aquellos ocho primeros Fundadores estubleron en los sitios de CochŽyma y P’ricu el viejo , hasta que despues se trasladaron al en que hoy subsisten, que se fund— con los P’ricus y Chacop‡tas , sin hacer mencion de los que asistian en el referido sitio de CochŽyma. Restame averiguar la razon de no haber sido Žstos asignados por Fundadores , O primeros Vecinos del referido Pueblo de P’ricu , habiendo sido los 231 primeros que recibieron las aguas del Santo Bautismo de mano de los RR. PP. Capuchinos 5 y aunque esta razon no se halla en los monumentos antiguos de estas Misiones , hay muchas de congruencla, que nos demuestran las experiencias de gente tan rural y velerdosa, Es lo comun entre los Indios vivir en su Infidelidad en rancher’as dispersos , donde , como y‡ dixe , tienen sus Capitanes O Caudillos 4 quienes est‡n sujetos. Es tambien lo ordinario de Žstos estar en continua enemistad y guerra declarada , persiguiendose mutuamente con repetidas hosrilidades; y todo nace , adem‡s del interŽs de las hembritas que les cautivan. para Òsus mugeres , de una oculta sobervia y narural inclinacion 4 predominar a los dem‡s, y en nada sujetarse ‡ otra cabe= za , teniendola por inferior y mas baxa 5 y como asi gozan las muchas libertades , de que precisamente habian de carecer cediendo 4 otro su dominio, de af es el vivir siempre dispersos , y rara vez, aunque se reduzcan , permanecen en los Pueblos pacificos, Por esta razon muchas ve= ces experimentada han acostumbras do los Misioneros Apostolicos poblar los de una Nacion, aunque sean pocos , y segregar los de otras para otro Pueblo , teniendo por mejor conservar pocos en paz y Religion Christiana , que congregar muchos, en quienes se experimenta CONTINUA guerra , muertes vio= O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 19 232 violentas ,.y de atlas repetidas fugas a la infidelidad antigua. Algo de esto habia sin duda entre los Indios P’ricus y CochŽymos 5 y por esto es verosimil, que el discreto zelo de aquellos Apostolicos Fundadoresaguard—al tiempo opottuno , para lograr con seguridad y permanencia la poblacion de los CochŽymos , grangeandoles la voluntad, y conciliando ‡ unos con Otros, para conseguir con suaves medios la reduccion de todos. Asi sucedi— el a–o del Se–or de mil seiscientos sesenta y uno, siendo Comisario Apostolico de las referidas Conversiones el R. P. Er. Francisco Gomez LaruŽl , y Governador de esta Provincia Don Pedro de Viezmas Tenia y‡ este R. P. implorada la voluntad de los CochŽymos, y de otros que se hallaban rancheados en el sitio de Chiguatacu‡r , que en nuestro idioma suena : sitio O quebrada de Caracoles; y de unos y otros se hizo umion y planta del Pueblo, que hoy permanece muy lucido con la advocacion de San MiguŽl de Araveneycu‡r , nombre de un sitio asi llamado, que en nuestro Castellano dice: sirio de AravenŽis , arboles en que abunda este parage 5 pero este en la realidad es nombre trobado con el curso del tiempo del que antiguamente le daban los Indios Infieles, que fue Araviricudr, que dice : la quebrada del Mochuelo, ave bien conocida en la Europa. Dista el referido Pueblo quatro leguas al Sur de la Capital de P’ricu , y nueve al Sudoeste de Historia de la nueva Andaluc’a. la Ciudad de Barcelona, De lo dicho se infiere , y consta por los instrumentos fidedignos del Archivo , haber sido su primer Fundador el Y, P. Fr. Francisco Gomez LaruŽl ; quien por hallarse en el Ministerio de Prelado de estas Santas Misiones, asign— por pri= mer Ministro y prosecutor de su fundacion al R.P. Er. Diego de los Rios , Predicador Apostolico , hijo de la Santa Provincia de la Concepcion , quien trabaj— con singu= lar desvelo , y perfeccion— la fabrica de este Pueblo, como dirŽ ca adelante quando trate de sus singulares virtudes. De los instramentos y partidas de libros Parroquiales consta , haberse bautizado hasta cinco mil almas; en cuyo numero entran las que al tiempo de su fundacion iban ya Christianas del sitio antiguo. Por las partidas de asiento de difuntos se vŽ ha= ber fallecido unas tres mil; y ties ne, actuales hasta novecientas, Desde su primera fundacion han faltado mas de dos mil almas, que en los llanos de San Sebastian de los Reyes y Costa de Caracas han perecido dispersas , segun parece de las diligencias que por los a–os de seiscientos noventa y nueve se hallaban praŽticadas por los Religiosos Misioneros , que para el recogimiento de dichas familias impetraron el favor y auxilio de las Justicias, aunque todas fueron infruŽtuosas y esta es la causa de no estar mas adelantada esta y las dem‡s DoŽtrinas, como se ver‡ notado en todas ellas. A O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 20 Libro II. Cap. V. A lo dicho se agrega el haber pe recido uno de los libros antiguos,. en que se hallaban escritos los que en tiempo de.cinquenta y dos a–os se habian bautizado , y otro de veinte y ocho a–os en que esta. ban los que habian fallecido 5 de lo que se deduce, fuera este el Lugar mas populoso y abundante en gente , ‡ no haber padecido los me noscabos y atrasos que dexo refe ridos, Sus Naturales se han man= tenido siempre con mucha constancia sujetos ‡ muestra Santa Ma dre Iglesia , muy obedientes a sus Ministros , y ‡ nuestro Rey Ca tholico muy fieles vasallos ; son muy trabajadores y asistentes ‡ sus labranzas de Maiz , y algunas ftutas que siempre tienen en sus can sas para mantener sin necesidad sus familias. Son del mismo modo muy ‡plicados ‡ las cosas del culto Divino3 mantienen su Iglesia con mucho aseo; coadyuban al buen zelo de su Parroco con quanto pueden para el adorno de sus Altares; solemnizan con lucimiento las funciones Eclesiasticas; y a la verdad es. una de las Iglesias en que con especial esmero se inantiene Christo Sacr‡mentado colocado peremnemente en el Sagrario. En ella hay una Custodia de una vara de alto, toda d—rada , y primorosamenre esculpida y esmaltada , en que se muestra parenteel Sant’simo Sacramento los dias que para la adoracion de los Fieles se expone al pœblico. Es donacion que hizo 4 estas Apostolicas Misiones la Serez 233 n’sima Infanta de Espa–a Do–a Maz ria Teresa , antes de ascender al Regio y Magestuoso Solio de. la Corona de Francia. Con la misma benignidad han continuado riuestros Catholicos Reyes las limosnas de ricos Ornamentos y Vasos Sagrados , como quienes tan immediatamente encierran en sus Reglas venas la heredada sangre de aquella ran piadosa Reyna, CAPITULO Vl PADECEN AQUELLOS Venerables Misioneros algunas eribulaciones , y exortalos el V, P. Guadalupe ‡ la perseverancia : en los trabajos, NO de los: mas.disimulados ardides , con que la.astu cia del demonio procura invadir a las almas , que , olvidadas de las commodidades del cuerpo, seen tregan al exercicio Santo de las virtudes , es inflamar en ellas por una parte el amor a la excelencia Àde alguna virtud y santo empleo; y, por otra :inducirlas con vehemencia a l—s adtos opuestos ; unas ve= ces cori capa de mejores propositos , y Gtras representando 1mposible la consecucion: de los fines; para que viendo la suma distancia que hay desde sus tentaciones hasta la altura de la virtud a que anhe= lan , desmaye el animo , y desesperen' de conseguirla , quedando despechadas en el abismo de la relaxacion , y con el amargo 'desaliento para emprender O con= Gg Da O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 21 234. tinuar aquellas santas obras ‡ que aspiran , estimuladas del fervor de su espiritu. Y‡ dixe en los Capitulos antecedentes , que repartidos aquellos VV. Misioneros , consiguieron la: fundacion de algunos Pueblos, con cuyas mudanzas se. les duplicaron los trabajos y aumentaron las: fatigas 3 tanto mas intolerables, quanto tienen falta de consuelo y alivio entre Indios tan barbaros, * que solo saben corresponder con la ingratitud al beneficio ; por cuya razon se veian precisados los Religiosos a hacerlo todo , para conseguit algo de aquella heroyca empresa Àque ‡ la fidelidad de .tales Operarios habia fiado la Religion Serafica. Mal contento el demonio co. la: reduccion de tantas almas, que.:aquellos Apostolicos Vatones rescaraban de su tirana :opresion: con el precio de sus trabajos , lleno el corazon: de envidia , los roÈ de— por todas partes , poniendoles por varios caminos los lazos de mil infernales. sugestiones , con que intentaba apartarlos de su ÀApostolico: Ministerio , y prenderles la voluntad Çcon el dorado disfr‡z de mejorar de emplŽo. en el retiro de sus Clauscros y exercicios del Monasterio , y la viva. representa cion del imposible ‡ que aspiraban en la Conversion de aquellas almas Infieles, o Avivabales el fuego de estas barer’as con el exemplar de sus hermanos y compa–eros , que dando de mano ‡ las exteriores farigas de aquel trabajo , que les re Historia de la nueva Andaluc’a. presentaba infruŽtuoso , gozaban. de: tranquila paz y serenidad de espiricu en la quietud de sus Conventos y contemplacion de las cosas del Cielo, Algunos Religiosos poco praŽticos en el govierno: de Indios Infieles se desconsolaron sobre manera , viendo en ellos el poco fruto de su doŽtrina y buenos exemplos , que no bastaban: a desarraigarles aquellas torpes y: viciosas costumbres, que como agenos del conocimiento de Dios y su Ley Santa tratan de los montes. Sentian en su corazon el poco afeŽto que les mostraban , negandose al corto servicio de al. guna precisa diligencia, al paso ue sus Ministros se atareaban tanto por el bien de sus almas , que apenas les daba tiempo lo labo= rioso de sus: tarŽas para el cumplimiento: de Çlos Divinos Oficios; cuyos defectos se les proponian culÈ pas graves, teniendo por detrimen+ to de sus. almas las ÇdistraccionŽs que causaba el sol’cito cuidado de Ls agenas; y finalmente les parŽcia menos acertado , segun el cons sejo del Evangelio, commutar los deliciosos Çrecreos de Maria por los solicitos afanes de Martha. En este caos de confusiones y repetidos desconsuclos fluŽtuaban los entendimientos de algunos de aquellos VV. Misioneros, sla atreverse ‡ romar resolucion en el caso 5 porque si por una parte les compel’a ‡ la execucion de sus intentos el especioso disfr‡z. de la virtud con que se disimulaban, por otra los detenia aquella poderosa luz O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 22 Libro IL Cap. VI. luz del Se–or , m—vil de su primera vocacion , y el exemplo de aquellos VV. Ancianos y Prelados, que guarnecidos con las armas de la Milicia de Christa se mantenian como invencibles rocas , fortale cidas* con mil Žscudos de virtudes,. siendo Òlos primeros en los: traba jos Òy afanes que ofrecia la funda. cion de aquellos Pueblos y Conversion de los Gentiles, Repetian unos y otros sus continuas oraciones ‡ Dios, pidiendole: sin intermision dispusiese de ellos lo que cediese en mayor honra y gloria suya y bien de aquellas almas , por cuya salvacion habian dexado gustosos el amable descanso y recogimiento de las CelÈ das 5 y por fin, que en todo se hiciese su Sant’sima voluntad , ‡ cuyas inspiraciones se rendian humildes. Viendolos el Se–or tan resignados , les embi— el consuela que necesitaban por el inscrumento de una amorosa exortacion que en este mismo tiempo les lleg— del Rmo. y V. P. Comisario General Fr. AndrŽs de Guadalupe, cuyo contexto se cree pladosamente fue efe—to del gran Padre de las Misericordias y Dios de toda consolacion , atendidas las circunstancias de ella y tiempo en que vino , sin ser por algun indivi: duo dŽ estas Misiones impetrada, EXORTACION DEL RMO. y V. P. Fr, AndrŽs de Guadalupe. Fr. AndrŽs de Guadalupe iy LeŽtor Jubilado, Confesor de 235 È la Magestad Cesarea de la Se–ora È, Emperatriz de Alemania InfanÈ, ta de Espa–a , y Comisario GeÈ Meral de Indias: a los PP. Ž hijos È Muy amados en Christo Jesus È Fr, Francisco Gomez LaruŽl y È dem‡s Religiosos que est‡n su= ÈÈjetos ‡ su obediencia y en su È Compa–ia , que hemos despaÈ Chado y destinado ‡ la nueva È Conversion de Indios Cumana È B—tos y P’ricus ; y a los dem‡s È que en adelante se les llegaren È Salud y paz en nuestro Se–or È JesuChristo. En medio de los y Cuidados continuos de nuestro y Oficio , y otros que ocurren, no jp puedo olvidar esa Santa Cony version 5 porque est‡ llamando ; Continuamiente a mi animo el È Ardiente zel— de que los Indios 5 de esas partes , que yacen en las 5 tinieblas de la Idolatr’a y somÈ bra de la muerte, pasen a la Áluz de nuestra Santa FŽ , sin la È Qual no se puede encrar en la yÈ Gloria. No he merecido asistir y 2 Ministerio tan alto personalÈ Mente , aunque lo ansia micoÈ tazon 5 ( hablo en presencia del È Se–or ) empero espero consey) guir este fin por vosotros mis , Amant’simos hermanos , fiado de , Vuestra Religion y buen espiritu. È Considero lo grave del empe,, –o , las arduas dificultades ocurÈ , Tentes 5 empero no desmaya mi È FŽ, pues con la Gracia Divina È todo se puede, y su Magestad È Suprema es poderoso a hacer de È duras piedras Idolarras hijos de , Abraham. Su Divina ProvidenGg 2 È cla O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 23 236 y cla os ha destinado por Ministros , en su Vi–a; y y pues ha sido elecÈ cion suya, dar‡ suficiencia para , Su Obra: tiempo es de dexar los È Abrazos dulces de Raquel ,. la È contemplacion Divina , por lo È laborioso de Lia y vida a—tiva. È En la Casa de Jacob fue mas È fecunda Lia , aun que no tan È hermosa como Raquel lo era. È Estando en la Religion de N.P.S. , Francisco , estais en la Casa de ÈÈ Jacob (asi le llama la Iglesia en ,su Oficio) y en la Predicacion È, Y Conversion de estos Infieles seÈ gu’s la parte de Lia. Exercitals È hijos mios la vida aŽtiva mas È fecunda y de mayores premios , Eternos, Imitais a. Christo nuesÀ tro Maestro , que llam— con su È Predicacion y vida a la Gentli È dad, fundando en ella su Igle , sla por la FŽ, En fin, sois Coadr > È, Jutores de su Magestad ; 5 ÁquŽ È dignidad tan alta Á ÁquŽ theso,, Toran Celestial : nolo reus‡ran los , Serafines , sl se lo mand‡ra el SeÈ, hor, Acordaos, amant’simos, her È, Manos, que nuestro Padre y Pa, triarca San Francisco desc— lo È, mismo , y lo mand— ‡ sus FrayÈ les; por lo qualÓ Yo indigno PaÈ, dre vuestro con intimo afeŽto de , MI corazon y voces encendiÈ das os exorto en el nombre de È la Sant’sima Trinidad , Padre HiÈ]o y Espirica Santo , y de N.P.S, È Francisco , que os exercltels en È, tan alto Ministerio , y seais feÈ les Obreros suyos con amor de È Dios y de los proximos, en 3, que consiste el cumplimiento de Historia de la nueva Andaluc’a. È la Ley y de los Profetas , y que È segun nuestra Profesion celeis su È honra y bien de todos. No os È acobarde el pareceros que no È corresponde el fruto al trabaÈ jos que aunque solamente gaÈ neis una alma para el Cielo, no y ser‡ poco empleo, pues por ella È haci— Christo y muri— , y si fueÈ, Ta necesario volver 4 nacer y moÈ tir por una alma sola , lo hiciera È:'su infinita Bondad y MisericorÈ d’a. Los principios que en todas È materias son dificiles, y mucho È ÀMas quando son tan arduos, con È la perseverancia se. vencen y con È la oracion humilde, que es la È lave de oro de los thesoros de 5 Dios; y asi debeis aplicaros muÈÈ Cho a este soberano exercicio.ToÈ do os suceda amant’simos hijos È Como pido y espero de su cle> Mencla. Rogad por m’ ,que yo È hago lo mismo , suplicando 4 a su È piedad os asista con sus coploÈ Sas luces , os llene de su Santo È Espiritu , y os guarde en su SanÈ TO amor con aumentos contl3 nuos de su Divina Gracia, Amen, È Dada en San Francisco de MaÈ drid ‡ veinte de Julio de mil È Selscientos sesenta y dos a–os, È firmada de nuestra mano , sellaÈ da con el Sello mayor de nuesÈÈ tro Oficio, y refrendada de nuesÈ tro Secretario. Fray çndrŽs de È Guadalupe, Comisario General de È Indias. P. M. de S. Rma, Fray ÈÈ Alonso Gutierrez, Secretario GeÈ) neral de Indias, Tan a medida de la necesidad les lleg— ‡ aquellos afligidos Mi O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 24 ÒLibro IL Cap. VL Misio–eros este espiricual consuelo de su amoroso Padre y zelostsimo Prelado, que alentados con sus saludables y paternales consejos, no solo depusteron los temores que les acobardaban el espiritu , seo que ilustrados con la luz de aquella tan s—lida como Celestial DoŽtrina , hallaron la preciosa mina del desenga–o , con que compraron la libertad que les tenia robada el orgulloso impetu de su amor propio. Conocieron ser aquellas tribulaciones efeŽto de la astucia del infernal enemigo , que como sangriento Leon disfrazado con piel de Oveja procuraba con pretextos de virtud apartarlos de aquel Apostolico exercicio , en cuyo trabajo rescataban tanto numero de almas de la miserable esclavitud del principe de las tinieblas, Afianzados en el conocimiento de esta verdad , que arribuye. ron 4 la virtud de la poderosa diestra del Alt’simo, doblaron las fuerÑ zas de su zelo; y dando de mano al influxo de aquella sugestion diabolica , se esforzaron de nuevo.‡ la continuacion de sus çpostolicas tarŽas , trazando cada d’a. nuevos medios con que adelantar. su espiritual reba–o en la Con. version de los Indios. Remuner—les el Se–or esta obediente resignacion con la reduccion de un sin nu: mero de Infieles, y muchos Pueblos que fundaron 4 costa de tribulaciones y desconsuelos, con que su Divina Magestad queria acrisolarlos , para que en el conocimiento de su miseria resplandeciese la 237 eficacia de la virtud y Soberan’a Divina , que sabe hacer de los males bienes , venciendo al demonio con sus mismas armas. CAPITULO VII... ENCIENDE EL DEMONIO d los Indios en sangrienta guerra, y > iriunfan los Misioneros desa diabolica astucia... AL paso que el fervoroso zes lo de aquellos Apostolicos Varones 1ba aumentando cada dia con nuevos progresos la 'Convet= sion de aquellos Neofitos , y mostrandose Òcon sus virtudes. muy amable en los ojos de Dios y de los hombres , se hacia en los Ádel dex monio y el Infierno muy aborre= cible 3 porque como el enemigo del gener— humano no podia su= frir el rabioso corage de la: invk d’a *, que le mordia las entra–as con la Conversion de tantas almas, procuraba con su infernal odio sobresembrar la ciza–a de la enes mistad en la preciosa Era de aques lla recien: plantada Vi–a , para soÈ focar la acendrada semilla que sem> braban sus fidel’simos Operarios. en los corazones humildes de aquellos pobres Indios , y derrotar en; todos (si pudiese ) con las maquinas de su astucia aquellos primeÈ. ros fundamentos de su reduccion: Evangelica, Mas como la suma Bondad por esencia siempre se mostr— pro= picia para defender ‡ su escogida Pueblo de los enemigos de la San ta O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 25 238 ta Cruz , en breve tiempo los redimi— de tan infame titania , embiandoles desde el alto monte de su Misericordia los eficaces auxllios de su poderosa diestra , para que eririquecidos antes con los frutos de la tribulacion y paciencia, cogiesen despues con plenitud de gozo la superabundante cosecha de Çuna Conversion maravillosa, Con los afanes y trabajos, que y‡ dexo referidos en los Capitulos an tecedentes , lograron aquellos VV. Misioneros coger el fruto de su Predicacion en aquellos lucidos Pueblos que renian fundados , y ‡ sus Naturales Indios gustosamente reducidos 4 abrazar la FŽ Catholica, y vivir civilmente baxo de las Vanderas de JesuChristo , detestando la Idolatria y falsa adoracion del: demonio. Habiales y‡ este maldito insidiado muchas veces los pasos para destruirlos , valiendose de aquellos recien poblados Indios, a fin que con desprecios y ultrages, O les dexasen el campo por suyo, o desamparasen 4 manos de la necesidad lo comenzado , donde antes tenia. tan de asiento su diabolico trono; mas viendo que los Religiosos permanecian como rocas invencibles en el amargo mar de tantas tribulaciones, sin que las repetidas olas de sus sugestiones diabolicas fuesen bastantes ‡ apagar el espiritu de charidad que ard’a en sus encendidos corazones , antes bien salian viŽtoriosos con los y‡ prevenidos frutos de la tribulacion , quedando Žl confuso , y Historia de la nueva Andaluc’a. mas enredado en sus ocultos lazos, arroj— la m‡scara , y apoderandose de la Nacion de Indios Palenques , los encendi— contra los Religiosos y recien conversos en san grienta guerra y cruŽl baralla. Vali—se para su execucion de uno de sus Caz’ques ,‡ quien suger’a con diabolicas astucias , que tomasen las armas para vengar las pasadas Injurias que habian recibi do de algunos Conquistadores , de quienes aun tenian las heridas muy recientes , y deseaban tomar venganza ensus empedernidos corazones. Con este motivo convoc— el Caz’que: 4 todos sus Capitanes y a muchos de sus sequaces5 y haciendoles presentes sus recibidos agravios , los incitaba ‡ la guerra con estas palabras: , ÀQuŽ hacemos hermanos? y (asl se hablan en tales casos unos È A otros) y‡ sabeis los da–os que È tenemos recibidos de aquellos ÈÈ blancos (asi llaman ‡ los Espa–oÈ les) que con pretexto de poblarÈ Nos solo vinteron ‡ buscar inteÈ Teses, Mirad esas Sabanas 9 CamÈ pi–as de Matarœco y paso de È Unare regadas com huesos de 3, Ruestros parientes, que dieron las È, Vidas por no sujetarse ‡ su domiÈ io, çcordaos de las ignominioÈ, Sas muertes que en el Rio Uch’È Te dieron 4 nuestros amigos los È Tomœzas , quitando a muchos È las vidas en afrentosas horcas por È Quedar ellos se–ores de nuestras È tierras, Estos Padres que ahora È han venido , ser‡n sus parientes ÈÈ Y paisanos 3 con sus palabras ÈÈ Man O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 26 Libro HI. Cap. È) mansas han. enga–ado ‡ los P’ri3) tus y. CochŽymoss. y har‡n lo ,, mismo cori nosotros si ahora no 3È los matamos para vengar en ellos 5, MUEStros. pasados: agravios. CoÈ Mmenzemos Çpor los Indios que y Sigœen su DoŽtrina , Çantes que 3, con ellos vayan reduciendo to5 da la tierra ,y los que ahora so5, mos Se–ores de vasallos despues 3È quedemos privados de nuestra 5 libertad y despotico dominio suÈÈjeros a su do—trina y leyes hu5, manas; y asi hermanos mios, guer3 Ta contra ellos, que ahora. son 3) Pocos , y podremos con facilisu dad: destruirlos. Prevenid los ar5 cos, y: hervolad. las flechas con 5 los :mas adtivos venenos , para 3, n— dexar en muestras tjerTas'TasÈ tro de ellosÀ** l Con estas y otras diabolicas sugestiones setencendieron.en sangriento odio los: Palenques contra los PP. Misioneros y recien conver= sos; y lleg— a ser tan barbaro. el encono de su. Òvenganza, que tenia Žsta los caminos regados con sangre de los miserables Neofios, cuyos cuerpos arrojados a ‡ lo interior. delas monta–as fueron pasto de las aves y fieras. Acobardaronise Žstos ,al : paso que iba creciendo en aquellos la osadia; y viendose cercados de los Palenques, se acogieron al sagrado de los MisionetosÓ, pidiendoles los favoreciesen como padres. Oyeron Žstos los. clamores de aquellos miserables; 5 y deseosos de ocurrir 4 tan graves da–os con el mas oportuno remedio, acudieron por el auxilio nc vVIL 239 cesario al Governador de Cuman‡ y Barcelona Don Juan Brabo de Acu–a, orando al mismo tiempo sin intermision al gran Dios y Se–or de los Exercitos > Para que contublese el orgulloso tumulto del Exerciro Palenque con las invencibles fuerzas de su Poderoso brazo. Hallabase entonces de Comisario Apostolico el V..P. Fr. Mamuel de Yangues , que fue el ter cer Prelado de estas Santas MisioÈ nes. eleto por el Rmo. P..Fr. AndrŽs. de Guadalupe ; 5 y despues de repetidas oraciones 4 Dios , sali— confiado en su altisima provideneia como Angel de paz ‡ introducirla en los empedernidos corazones de aquellos rebeldes Caz pitanes, Convoc— para este fin al. gunos de ellos; y despues de agasajarlos cor caritativa modestia , les predic— con fervoroso zelo contra el abominable vicio del odio y la venganza , aunque sin frutoÓ por entonces; porque el rencoroso encono. Áles tenia convertidos los.corazones. en pledra; y asi no prend’a en ellos por falta de humor el escogido grano dela: palabra Evan elica... El Governador Acu–a , ‡ cuyos oidos habian y‡ llegado los clamorosos ecos dŽ tanta sangre vertida , ansioso de favorecer 4 los PP, Misioneros y establecer la paz entre los Indios , se puso em camino para las Misiones , llevando consigo una grande Escolta de Soldados armados con todas prevenciones Militares. Lleg— al Pueblo de P’ritu, donde le recibieron los Re O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 27 240 Religiosos con afeŽtuosos obsequios y singulares demostraciones de caTo. Propusoles > que el fin de su Çvenida era castigar ‡ los agresores homicidas, dexar a los Religiosos consolados , y establecer la paz entre las Naciones rebeldes y obsti,nadas. Inform—se primero de la verÒdad; ÀY enterado de ella , sali— en compa–ia de los Religiosos ‡ reÇgistrar las emboscadas y rancher’as de los Palenques amotinados. Reparti— a este fin su Escolta en varias Esquadras , hasta incorporarse pecho ‡ pecho con el tumultuoso Exercito de los Palenques. Comparecieron .en su presencia los Caudillos Y Capitanes 5 y despues de haberles increpado con entereza y severidad.sus inhumanas crueldades , trat— con. ellos de ajuste , ofreciendoles en nombre del Rey el perdon de sus delitos; si depuestos los rencores del odio, abrazaban gustosos los medios conducentes 4 su Conversion. Propu+ soles Žstos con mucha prudencia, atrayendolos mas bien con los halagos de la benignidad,, que esparitandolos con el estrepito de su merecido castigo. Algunos cedieron a la eficaz mansedumbre de sus razones; pero otros despreciando sus consejos, se mantubieron contumaces , haciendoles presente la, mucha sangre vertida de sus parientes y compa–eros , de cuyas justas venganzas aun no se daban por satisfechos. Viendo pues el Governador, ue la dureza de los protervos , ni cedia ‡ las luces de la verdad , ni Historia de la nueva Andaluc’a. la obligaban las suavidades del ruego, ni temia el rigor de las ameNazas, desembayn— k espada de la Justicia, y aprision— ‡ algunos de estos principales Capitanes , par ra executar en ellos con equidad el castigo , dexar entablada la paz en. las Naciones reducidas , y hecha la justa venganza en los rebel des, El V. Yangues , que observa= ba el poco efcŽto que habian sur= tudo en aquellos obstinados cora zones los afanes de su zelo y las suaves exortaciones de aquel zelo+ so Governador , tocado de este dos lor en lo interior de su alma, hizo ferviente oracion ‡ Dios, pidien= dole como otro MoysŽs , que per= donase los pecados de aquella miserable gente , y a: todos l—s confirmase en el espiriru principal de la Caridad. . Oy— el Se–or.propicio L fer4 vorosa oracion de aquel devoto PreÇ lado , y di—le ‡ entender en Žlla, que. la rebeldia de los Palenques era sugesti—n del demonio, que con sus astutas maquinaciones sobresembraba la ciza–a , para sofocar la semilla de la verdadera paz, que el Divino Labrador habia sembrado por medio de sus Ministros en aquellos miserables Neofitos.Acas b— su oracion; y armado de una vivisima FŽ y firme Esperanza , se fue donde estaban los principales Palenques , y amonestandoles antes con suavidades de padre , les reconvino despues con el ultimo aviso , y persuadi— con las amenazas, para que ni ‡ su piedad quedase el menor escrupulo , ni a la obs O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 28 Libro UL Cap: VIL. obstinacion de sus corazones la mas leve disculpa. Tanta fue la eficacia de su Apostolica persuasion , que hubieron los Palenques de ablandarse ‡ sus amorosas Fazones 5 y puestos ante el Governador protestaronno levantar mas las armas contra las Naciones reducidas, y admicir la FŽ en adelante; pero que. les permitiese la libertad y.retiro ‡ sus do= micilios , donde prometian vivir lgados con el nudo de la amistad, en que los habia puesto la afibilidad de su trato y la fervorosa predicacion de aquel zeloso Prelado. Hicieron muchas demostraciones de alegr’a y amistosa correspondencia en prueba de la paz que astuta y fingidamente juraban , reservando para mejor ocasion la venganza , que executaron despues , dando cruel muerte a los VV. Misioneros , como dirŽ en su lugar; y p‡so ahora ‡ escribir los maravillosos efeŽtos de esta jornada y espiritual Conquista. CAPITULO VIIL PERSUADE EL V. TçNGUES al Governador Acuna a la Conmversion de los Indios; fundan el Pueblo de Caygua , y d‡se razon de su incremento y permanencia, Erirados ya los Palenques con demostraciones de paz, y conociendo el V. Yangues , que aquellos ofrecimientos daban mas indicios de su astura malicia , que 241 testimonio de una amistad verda dera , poco: satistecho del fruto que por entonces consigui— el fervor de su zelo en la pacificaci—n de las opuestas Naciones , dexando este negocio para tempo mas oportuno., comenz— 4 trabajar de nuevo, empe–ado en la reduccion de otras, y confiado en los esfuerzos de la Divina gracia, mediante la qual esperaba resarcir con la tarŽa de la tarde el fruto :de los malogrados afanes, que (en el sentir de su humildad ) habia perdido por la ma–ana en la desesperada Conversion de los Palenques. Llevado de este Christiano y religioso pensamiento, se lleg— al Governador Acu–a, y.le habl— con humilde y religiosa modestia en esta forma: . * y Se–or, y‡ que nuestra ti. È bieza ha logrado los exemplos y È Aplicaciones de V.S, h‡cia la ConÈ Version de las almas, ser‡ muy È del agrado de Dios , que antes yÈ de su regreso echemos la red ‡ todos vientos. Ocho leguas de È aqui habita un Caz’que llamado È Caygua, con grande copia de È gente Pagana que le sigue y obeÈ Jece, O por lo valiente y es. È forzado de su persona , o por la È habilidad de hechizero, de que ticy he canta fama encre los Indios, È que es de los mas respetados de È todas estas Naciones. EncamineÈ mos all‡ nuestros pasos en soli, citud de su Conversion y de los È suyos , sacrificando nuestro espi, ficu a la comun edificacion de È los hombres, y espiritual aptoy) vechamiento de nuestros proxiHh È, MOS, O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 29 242 ,, mos. Inutiles siervos somos; peÈ, To este conocimiento propio obli3) gar‡ mas a Dios para el l—gro 4, de los deseos de nuestro buen zes È lo; Potque es estilo antiguo de , Su altisima providencia valerse È de instrumentos dŽbiles y flacos È Para emprender obras arduas. y ÈÈ dificultosas. V. S. concurrir‡ con s los favotes y gracias de su Òau= È thorizada. persona., y yo (aun+ y, Que con tibio espiritu) pondrŽ los È, Medios eficaces de la Divina. pas È habras que haciendolo asi, Dios È que puede hacer de las piedras È hijos de Abrahan , nos dar‡ en È Caygua un buen Christian—.reÈ ducido, y con Žl muchas almas È Conquistadas. De esta suerte , Sey Bor, acrecemratŽmos el numero È de nuestro espiritualÓ reba–o , y p‡ su imitacion conseguiremos È Otros muchos , que por su rebel. È d’a est‡n como desesperados de È remedio, Ò Palabras fueron estas, que dichas con el fervoroso espiricu de aquel Prelado y Apostolico Misionero , encendieron tanto el corazon del Governador y de los principales de su Comiriva., gue todos ‡ una voz se ofrecieron espontaneamente ‡ la execucion de tan gloriosa empresa, Dispuso el Governador sus pertrechos Militares; y prefiriendo ‡ esta otras importantes diligencias que tubo por convenientes para precaver las hostilidades dealgunos enemigos , como dirŽ en el siguiente Capitulo, concluidas Žstas , se encamin— con los PP. Misioneros al sitio donde Historia dela nueva Andaluc’a. vivia:el famoso Caygua con todos sus sequaces. Salieron Žstos al recibimiento de aquel Exercit— Christiano3 y aunque azorados por lo inopi–iado de la venida , con todo eso, rindieron sus armas al Superior con obsequiosa aunque brutal cortesan’a., y mucho consuelo del Governador. y Religiosos, que al. vŽr esta accion , confirmaron su: esperanza de una abundante cosecha en. la Conversion de aquellas. almas. <' . o Concluidas las acostumbra das diligencias de aquel obsequioso recibimiento , se apareci— el Caz’que Caygua acompa–ado de sus puncipales y amigos ante el Governador y Religiosos; y despues de dar la bienvenida con la cortesan’a que acostumbran , y toscas palabras de su indisciplinado idioma.,. les present— algunas pobres viandas de carne de monte, Cazabe, y algunas frutas , que apreciaron sobre manera el Governador y los PP,.no tanto por el valor de su fineza, quanto por el presagio que indicaba de su Conversion Christiana. Correspondi—les el Governador con otros regalos de mas importancia , haciendoles afables caricias , y ofrecien * doles sus favores, si con espontanea voluntad condescendian A sus caritauivas sœplicas, Y bien, pregunt— Caygua , + quŽ es lo que pides Se–or > Respondi— el Governador Àon semblante benigno diciendo : È El fervoroso zelo de estos ÈÈ VV. Misioneros me trae en soÈ licitud de tu reduccion y la de È TUS O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 30 Libro IM. Cap. VIIL , tus Indios , deseoso de favorc, cer ‡ los que gustosos los reci, biesen abrazando la FŽ de nues, tro Se–or JesuChristo , y de casÈ tgar severo ‡ los que rebeldes , 2 Dios y al Rey, les persiguic, sen con hostilidades y vejaciones. À Y asi, si voluntariamente Os sus jerais tœ y los tuyos A recibirlos 5) como Padres y ÒMaestros gue os , doŽtrinen y ense–en los MysÀ, terios de nuestra Santa FŽ (Ca5, tholica , os ofrezco todos los es, meros de mi proteccion y gra, cia de mis regal’as ; y en prue;,ba de ello te darŽ en nombre È del Rey (le dixo À2 Caygua) es, te baston de Capitan , y prome;, to arenderos en adelante con es5) pecial cuidado ;' pero si , desaten5, diendo mis sœplicas y mercedes, ,, os mantubiereis rebeldes ‡ las lu, ces del Evangelio, entrarŽ con È la espada de la Justicia ‡ suje, taros ‡ los Dominios de nuestro È Rey Carholico , de quien debeis , ser fieles vasallos, Ò Oy— Caygua con seriedad y reflexion la propuesta 5. y aunque del todo no condescendi— por entonces , tampoco desesper— de remedio. Propuso algunos inconvenientes que se le ofrec’an, haciendo presentes las vejaciones que antes habian recibido de los Espa–oles sus Conquistadores, Na absÈ tante , Se–or , ( resolvi— Caygua) , confiado en vuestra palabra , haÈ blarŽ ‡ los mios, y les harŽ preÈ sente vuestra legac’a , que en m’ È ho habr‡ resistencia, como todos È gustosos condesciendan ‡. vuestra 24.3 È Sœplica. Ò Con esto se despidi— para volver despues con la respuesta. ç todo esto estaba el V. Yangues con religioso silencio ; y luego que el Governador acab— su propuesta , ya que el Caz’que Caygua estaba en conferencia con los dem‡s Capitanes 9 Cabos sus sequaces , fiado en la virtud de la Divina palabra , que como fuego abrasador enardece los mas frios y empedernidos corazones , se lleg— a ellos con afabilidad de Padre, y saladandolos con religiosa modesÈ tia À"les predic— en su natural idioma (en que estaba bien versado) el Reyno de Dios en esta subs= tancia, ÈÈ Hijos de mi corazon , el È imor de Dios y desco de la salÁ, vacion de vuestras almas nos trae 5.por estas montuosas Selvas , paÈ,sando mil necesidades, trabajos, y ÈÈ miserias, Por vuestro espiritual reÈ medio dexamos el descanso de È Muestras Provincias, para venir ‡ , Ense–aros el camino de la salva, clon , e inscruiros en la luz de 2 las verdades Cacholicas. Sabed È pues , que hay un Dios OmniÈ Potente Criador del Universo, È cuyo Hijo Santisimoes JesuChnis, to nuestro Redentor y Maestra È Soberano , baxo de cuyas VanÈ deras deseo que vivais , derestanÈ do las Idolarr’as y falsedades diaÈ È bolicas , con que rriburais adoÈ Faciones al seduŽtor y padre de È la mentira el demonio. ç este È fin vengo como Delegado de Dios È y Ministro suyo , resignado ‡ È Quedarme entre vosotros , sl gusHh 2 yÈ TO= O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 31 244 , , tosos abrazais su Ley Sant’sima, È Que es yugo suave , y a ense–aÈ ros los Divinos Mysterios y el , camino del Cielo, donde deseo È Que vayais ‡ gozar una eterniÈ dad de gloria. Y asl , hijos mios, È Mo os hagais sordos ‡ nuestras 5) VOCES, que aqu’ nos teneis co, Mo amorosos Padres para socor, rer vuestras necesidades y libra, tos de las asechanzas del demo, nio , que ansioso de vuestra per= È dicion os lleva por la errada senÈ da del precipicio. * Con t‡nta eficacia y suavidad habl— el V. Yangues al corazon de aquellos Infieles , que descubri— en ellos la verdad el privilegio de parecer hermosa ‡ quien la oye, aun quando la teme y la aborrece, çsi se experiment— en breve rato; porque el Caz’que Caygua se hall— ran mudado con la persuasiva de aquellas Divinas palabras , que siendo en comun sentir un famoso Piache O Hechicero , se resent— contodos los suyos y abraz— la FŽ de JesuChristo , diciendo que renunciaba del demonio > y prorestaba desde luego el ser Christiano. En prueba de su Conversion maravillosa (que verdaderamente fue efe—to de la poderosa diestra del Alt’simo ) recibi— en su misma casa al V. Padre Yangues y dem‡s Compa–eros Religiosos , ofreciendola para que como ÒTemplo del Verdadero Dios se celebrasen los Oficios Divinos donde estaba el teatro de los titos diabolicos. Hizose esta Conversion el dia veinte y quatro de Marzo del a–o Historia de la nueva Andaluc’a. de mil seiscientos sesenta y siete en los dias de Semana Santa , cuyos Oficios se celebraron en la misma Casa de Caygua con admiracion de los Indios , y extraordinario regocijo del Governador y dem‡s Soldados que le acompa–aban. Predic— en aquellos dias el Y, Yangues con mucha edificacion de los Espa–oles , y no menos de los Infeles, que viendo la mansedumbre de losR eligiosos , y‡.los amaban como a Padres, y veneraban como Oraculos. Concluidos los Oficios Divinos, se despidi— el Governador con los suyos , dexando ‡ los Indios agasa jados , y alos PP. Misioneros con el consuelo de haber conseguido en L. Conversion de tantas almas Infieles lo que al principio de la jornada habian malogrado en los Palen= ques. . Ñ ÑProsiguieron la tarŽa de sus DoŽtrinas , con especialidad en el Caz’que Caygua , que en breves d’as se cathequiz— e instruy— en los Mysterios de nuestra Santa FŽ. Catholica, pidi— las aguas del Santo Bautismo , renunciando voluntariamente de Satan‡s , y quem— publicamente todos los instrumentos de su hechicer’a , con que di— un rar’simo exemplo a los Indios, y verdadero testimonio de su maravillosa Conversion. A pocos dias lo llam— el Se–or con la ultima enfermedad , y se cree pladosamente est‡ gozando de la vision Beatifica, Para memoria de este prodigio pusleron ‡ este Pueblo el nombre de CayguaPat‡r , que en nuestro Espa–ol suena la Casa de Caygua, cu yos O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 32 Libro IT. Cap. VII. yos Patronos son Jesus Maria y Joseph. Est‡ situado en una llanura muy alegre y espaciosa, a quien los Indios llaman Acuripacudr , que dice, lugar de Acœris, animales silvestres como Conexos , adonde fue trasladado por el V. Fr. Juan So l—rzano el a–o de mil. seiscientos: ochenta y uno del sitio.‡ntiguo en. que fue fundado. Sin que por esta mudanza ( que ser’a de un quarto de legua) perdiese el nombre de Caygua Par‡r en memoria de tan: gran Cazique, Com pones de Indios Cumanag—tos y Topocu‡res. Dista su planta siete leguas al Sur de la Ciudad de Barcelona, y nueve al Sueste del Pueblo de P’ricu. Este lugar es el mas populoso de todas estas Doc= trinas y Misiones, muy sano y libre de plagas; pero tan escaso de aguas, que solo tienen las que recogen de las Lagunas y algunas Pozas 0 Jagueyes, donde se engendra gran copia de Ranaquajos , Mosquitos, Sapos y otras sabandijas que le hacen en este punto muy penoso, como otros que dirŽ en adelante. Con esta mortificacion y trabajo viven sus Naturales , y con la pension de conducir algunos Veranos el agua desde el Pucblo del Pilar, Cabeza del Curato , que dista dos leguas; y pudiera remediarse esta escasŽz con la providencia de algun Algive O Cisterna, Hecha la primera Planta, y formadas algunas casas , ‡ que 2 asisn— el V. Yangues con zelosa aplicacion , quando y‡ tenia 2 los Indios bien confirmados en sus pri 245 meros propositos , y todos en el Cathecismo muy gustosos , prectsado ‡ retirarse por las ocupaciones de su emplŽo y exercicio delas Apostolicas tarŽas , en que trab‡jaba incansable , puso en su lugar al P. Fr. Lorenzo. Fanlo Ximenez , hijo de laSanta Provincia de Aragon, y natural de Canfr‡n , quien prosigui— con igual esmer— en la fundacion de dicho Pueblo, y trabaj— en Žl algunos a–os , aunque con la pena de una hernia O monstruosa quebradura que :le molestaba demasiado , hasta que despues se traslad—, como dexo dicho, por la fal ta de agua y mejorar de terreno, Desde su primera fundacion hasta el presente se han bautizado en Žl mas de ocho mul y quinientas ‡l. mas , en. cuyo numero excede con superabundancia ‡ todas las dem‡s DoŽtrinas. Y en este mismo tlempo han fallecido hasta cinco mil y quatrocientas personas , excluyendose de este numero las que correspondian al tiempo de veinte y seis a–os , de que falta libro de Partidas de Entierro. Tiene actuales mil y quinientas Personas de todas edades , sin las muchas que se halan fugitivas O avecindadas en la Provincia de Venezuela 0 Caracas. CA O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 33 246 CAPITULO 1X. VIENE LA TERCERA Mision de Religiosos de Espa–a, Y fundan el Pueblode S, çnto nio de Clarines. Quellos Venerables Varones, MA que en todas sus operaciones no lleban otro norte que el servicio de Dios , buscando en todas las ocasiones. su mayor: hont‡: y gloria, y bien espiritual de las almas , aunque var’en de rumbo, nunca mudan de intento 5 porque llevados del ’mpetu del Espiriru de Dios que los guia , arreglados 4 las ordenes de su Santisima Voluntad, por. qualquiera parte que tomen la' derrota se conducen con. seguridad al Puerto de la salvacion por el camino re’to de la perfeŽta charidad del proximo , que es (en sentir de los Santos PP. ) la prueba visible del amor de Dios en la alma. Bien instruido' en ' esta maxima espiritual y segura DoŽtrina el Y. P. Yangues, y sintiendose y‡ gravemente fatigado con la pesada carga: de cuidados , asi en el govierno: de sus Subdiros , como en la fundacion de aquellas. nuevas Misiones, con la mucha flaqueza de sus fuerzas , falta de vista y otros motivos de mucho peso , determin— , sin afloxar en los rigores de su austeridad, mudar de rumbo en el trabajo , comenzando con nuevo aliento otras disposiciones , con que dar la ultima mano a la corona de sus meritos, y cerrar con la per Historia de la nueva Andaluc’a. severancia el circulo de su vida, ‡ cuyos extremos se consideraba y‡ muy cercano, Una de las providencias con que di— principio a esta ultima tarŽa de su zelo , fue descargarse de la Prelac’a , haciendo renuncia de, ella ante el Rimo. P.Fr; Antonio de Somoza, Comisario General de Ind’as que era en la Corte de Madrid el a–o de mil seiscientos setenta y uno por muerte del Rmo, P. F. AndrŽs de Guadalupe. Otra fue pedir 4 nuestro Rey Catholico una Mision de Religiosos , que y‡ hacian falta en estas Misiones pata la Predicacion del Santo Evangelio, y aumento de Pueblos, que deseaba con ansia ver fundados con la aplicacion de sus amados hermanos, Pa: ra este fin convoc— los Religiosos, y con el parecer de todos se despach— a la Corte de Madrid al R. P. Fr. Domingo Bustamante , que fue uno de los propuestos para la Prelac’a , junto con los PP. Fr, Francisco de Aparicio, y Fr. Christoval de la Concepcion. A la primera condescendi— su Rma., dando alV.Yangues el consuelo que le pedia , para.que asl descansasen unos , y trabajasen otros en la Vi–a del Se–or como fieles Obreros de ella y Predicadores del Evangelio. . En su lugar instruy— suR ma, en Comisario Apostolico de estas Santas Misiones al referido P. Bustamante por sus Letras Patentes dadas en San Francisco de Madrid en trece de Noviembre de mil seis cientos setenta y uno. En esta Patente concedi— su Rma. facultad pa O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 34 Libro TI. Cap. para que sin recurso a Espa–a se eligiese en estas M‡siones el Prelado de ellas de tres en tres a–os, Çcon authoridad para dar Habitos , y otras Cosas pertenecientes al buen gorvierno y conservacion de dichas Conversiones, : ; Concluidas estas providencias regulares , pas— el R, P: Bustamante ‡ la pretension de su encarga da Mision de Religiosos, hacien= do representacion al Supremo Consejo de las Indias, en tiempo que govemeba la Reyna Madre de Don Carlos Segundo. Obrtenidas las licencias necesarias de parte de su Magestad Catholica y de nuestra Sagrada Religion , sali— pata las Provincias de la Concepcion , çndaluc’a > Y San MiguŽl, de donde sac— el numero de trece Religlosos , que junt— en el Convento de Cadiz, donde se embarcaton para estas Santas Misiones el dia primero de Marzo del siguiente a–o de mil seiscientos setenta y dos , cuyos nombtes son los que parecen en la copia siguiente, .MISION TERCERA El R. P. Fr. Domingo Bustamante, Comisario, hijo de la Santa Ptovincia de la Concepcion. El RP. Fr. Machias Ruiz Blanco, ExLe—tor de Artes , y eleŽto de Theolog’a para estas Santas Misiones , de la Santa Provincia de Andaluc’a. El P. Fr. Francisco de Gaona , Re coleto de la de la Concepcion. El P. Fr. Francisco de la Vega , de IX. la .imisma Provincia. El P..Fr:.Domingo Martinez ; de la de. Andaluc’a, El P. Fr, Alonso de Jesus, e la misma. Provincia. * El P. Fr. Diego: de Ribas.,. de la Òmisma Provincia, Vino segunda vez:en esta Mision , habiendo "venido en la segunda y resticuldose a Espa–a por.enfermo. El P. Fr. Juan de Sol—rzano , de la misma Provincia, . El Hermano: Fr. Juan Ordo–ez, Corista de la misma Provincia, Este Religioso se ahog— en el Rio de Cuman‡, y a los trein= ta. d’as sali— sobre las aguas incorrupto , blanco , los brazos en cruz , y sin se–al de ahogado, de cuyo portento se toÈ m— fŽ authentica , y ‡ su cuer= po se le di— sepultura en el Con= vento de N. P. $, Francisco de dicha Ciudad, El Hermano Fr. Jacinto Perez, Corisca de la misma Provincia. El Hermano Fr, Francisco MarhŽos, Corista de la Santa Provincia de San MiguŽl, El Hermano Fr. Martin Pacheco, Corista de la misma Provincia, El Hermano Fr. Gregorio de San Joseph , Religioso Lego de la de la Concepcion. El Hermano Fr. Juan de Villegas, R Religioso Lego de la de Andaluc’a, Fue martytizado por los Indios Guar’ves y Palenques el a–o de mil seiscientos ochenta y uno , como dirŽ en adelante quando trate de su exemplar vida y dichosa muerte 24.7 Lle O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 35 248 Llegados que fueron los sobredichos Religiosos , y puestas en praŽtica las providencias regulares, di— el. V. Yangues calor 4:la fun dacion del Pueblo de Clarimes, ‡ : cuya planta habia dado principio en compa–ia del Governador Don Juan Brabo de Acu–a el a–o: de mil. seiscientos sesenta y siete antes de parrirse. ‡ la casa de Caygua 5 y fue:en esta forma : deseoso el Governador de conservar indisoluble el vinculo de la .paz, que en su juicioÇdexaba. entablada:, aunque en el corazon de los Palenques'falsamente prometida, no bien satisfecho con las protestas de los Indios, que por naturaleza: son. inconstantes y veleidosos , .determin— con el parecer de los PP: Misloneros ponerles algun resguardo, que , sirviendo de antemural, asegurase los frutos. de sus Apostoltcas tarŽas , y contubiese las host1lidades y tumultos de las Nacio= nes enemigas. Este fue fabricar cn el dicho sitio de Clarines a las Riveras del Rio. Un‡re el Fuerte que muchos a–os antes habia inten tado hacer Don Juan de Urpin, para rebatir a los enemigos Olandeses , que por el dicho Rio pretendian invadir y saquear las nuevas Misiones, y contener las sublebaciones de los Palenques , que por aquella parte hac’an sus entradas para resistir con sangrienta guerra a los Espa–oles sus Conquistadores. l Con esta fervorosa aplicacion sali— del Pueblo de P’ritu acompa–ado de sus Soldados y algunos Historia de la.nueva Andaluc’a. Religiosos para'el expresado 3icio de Clarines, donde se habia.de fabricar elFnerte, habiendo despachado antes un BagŽbala Ciudad de Caman‡ por:algunos Ca–ones y municiones de guerra y; com que hacer mas res petable la Fortaleza, y. resistir el furor de los'senemigos ,:que con sus: tralci—nŽs y tumultos tenian al borotada :toda la Provincia. Lleg— el Governador4 Clarines; y desa pues Çde haber: explorado el cam= po con especial cuidado , hizo desmontar el sitio que: par‡ Òedificar el. Fortin le. pareci— mas 4 propo= sito. Puso por obra la f‡brica; y acabada Žsta en breve:tiempo , la fortific— con algunos Ca–ones y Pedreros; ydexando para su custod’a algunos de:sus Soldados , se parti— para el Pueblo de P’ricu, desde donde hizo su viage al sirio de Caygua para rŽstituirse À4 Cuman‡, llevando por trofŽo de su victoria la estabilidad de la paz que esperaba , y el consuclo de dexar en Caygua un Pueblo iniciado, y 2 muchos de sus Naturales con su principal Caudillo reducidos. " "Despidi—se en fin de los Religiosos con especiales demostraciones de cari–o, ofreciendoles todos sus auxilios y regal’as , que expondria gustoso ‡ la pœblica utilidad de la Provincia, y extension de nuestra Santa FŽ Catholica. Los Religiosos, atentos ‡ sus christianos beneficios , le rindieron las debidas gracias con expresiones de agradecimiento , y se despidieron gustosos , rerirandose ‡ sus Misiones ‡ continuar los exercicios de su Apos to O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 36 Libro IL. Cap. IX. tolico Ministerio. Prosiguieron algunos a–os doŽtrinando los Indios y‡ reducidos, Y acrecentando aquella nueva Grey con orros muchos, que conÓ la virtud de la Divina palabra y buenos exemplos atrafan al: Gremio de la Iglesia , sacandolos: de la Infidelidad e Idolatr’a. Entre Žstos se hallaba un Caz’que llamado Zapata , que dominaba toda la tierra que mŽdia entre los dos Rios EgnŽri y Unare , y se habia y‡ poblado con mucha de su gente en el Pueblo de Santa Clara, que el a–o de mil seiscientos sesenta y uno fund— el V. Fr. Christoval de la Concepcion ‡ las orkllas de la Laguna de Mayc‡na , como queda dicho en el Capitulo segundo de este libro. Hallabanse muchos de sus Vecinos dispersos por las hoscilidades de los Palenques y Car’ves , y la quasi total escasŽz de la agua, que con la injuria de los tiempos se iba del todo extinguiendo en dicha Laguna. Entre ellos se hallaban tambien otros muchos de varias Naciones, que igualmente habian sido poblados en el Pueblo de San Antonio de ManarŽyma , que ( como dixe en su lugar) permaneci— poco tiempo por las muchas hostilidades ƒ inconstancia de los ladios. Deseosos los PP. Misioneros, asi los antiguos como los que habian llegado de nuevo, de resticuir +1 Gremio de la Iglesia aquellas descartiadas Ovejas , y de aumentar el sumero de los Pueblos, en que oder explayar los fervores de su celigioso zelo , hicieron varlas en 249 tradas ‡ las rancher’as de los In= dios , persuadiendolos con amorosas razones ‡ su reduccion , y asegurandoles , que viviendo baxo de las Vanderas de JesuChristo , se verian libres de las invasiones de los enemigos , que antes les perseguian por sugestion del demonio. Con la perseverancia en el trabajo, continua predicacion > Y repetidas oraciones a Dios grangearon las voluntades de los Indios y‡ reducidos ‡ admitir la FŽ, y salieron de los montes en compa–ia de los Religiosos 4 buscar el sitio 5 lugar que para su Poblacion y permanencia hallasen mas al proposito. Llegaron al de Paricat‡r, que en nuestro idioma Castellano suena lugar de arboles de Roble, y es el mismo. en' que el Governa= dor Acu–a habia fabricado el Fuerte con el renombre de Clarines. RegIstraron sus tierras , pastos, aguas, y demas conveniencias necesarias; y hallando de todo con abundancia , pidieron aquel lugar para po= blarse , porque adem‡s de lo expresado , les consolaba vŽrse defendidos de sus enemigos los Palenques y Car’ves con la guarnicion de Soldados Espa–oles , que mantenian el Fuerte bien pertrechado de Ca–ones para resistir las invasiones , de que aun se hallaban los recien conversos justamente recelosos. Pareci— a los Religiosos muy racional este diŽtamen de los Indtos; y convocados todos en el mismo sitio de Paricar‡r , enarbolaron los Misioneros el Estandarte de la Cruz , que adoraron los Indios de rodillas, L mien O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 37 250 mientras los PP. entonaron con voces y. lagrimas el Te Deum laudamss. Comenzaron los Indios a fabricar sus casas , haciendo en primer lugar para su Maestro y Pre dicador Evangelico una pobre Ca ba–a , en que les decia Misa y adminiscraba los Santos Sacramentos. Asi fueron fabricando su Pueblo con la advocacion de San çntonio de Clarines, que hoy persevera muy lucido, y es uno de los mayores que componen estas Santas Convetsiones y DoŽtrinas. No se sabe a punto fixo el dia y a–o de esta fundacion, por un incendio en que perecieron sus primeros libros; pero por los instrumentos del Archivo se convence haber sido antes del a–o de mil selscien tos setenta y quacro, siendo Co: misario Apostolico de dichas Mi. siones el M. R. P. Fr. Domingo Bustamante, quien provey— de Ministro para la fundacion de este Pueblo al V. P. Fr. Christoval de la Concepcion , Fundador, y Mtnistro actual que era del de Santa Clara de Zapata, quien prosigui— su fundacion , que perfeccion— del todo el a–o de mil seiscientos setenta y ocho con la agregacion de los Naturales Indios del dicho Pueblo de Santa Clara y los de San Antonio de ManarŽyma, Est‡ situado en una llanura alta y espaciosa ‡ las Riveras del Rio Unare seis leguas al Sudoeste distante del Pueblo de P’ritu , de cuya DoŽtrina es agregado, y ambos se com ponen de Indios de Nacion P’ritus. Permaneci— el Fort’n Historia de la nueva Andaluc’a. hasta los a–os de noventa y cinco, en que pacificada la tierra, y reducidas las dem‡s Naciones , se destruy— , considerandolo y‡ del todo superfluo, Desde el primer dia de su fundacion hasta este a–o de cinquenta y cinco en que corro la pluma ,se han bautizado en este Pueblo dos mil y ochocientas al. mas, segun consta de las parridas de bautismo 5 y han pasado a la otra vida dos mil y quinientas, escluyendo de estos numeros los que correspond’an al tiempo de catorce a–os , de que constaban los libros que perecieron en el incendio que dexo referido. A las dichas partidas se deben agregar las de mil quatrocientas noventa y quatro de bautismo, y ochocientas cinquenta y seis de entierros hechos en el Pueblo de Santa Clara en el tiempo que subsisti—. en Mayc‡na , hasta que se agreg— a este de Clarines, que juntas con las sobredichas componen el numero de quatro mil doscientas noventa y quatro de bautismos , y tres mil trescientas cinquenta y seis de.entierros , sin los muchos que se han bautizado en los llanos y Costa de Caracas, donde de ordinario habitan bastantes de los Natutales de este Pueblo , unos concertados , y otros fugitivos ; y tiene aŽtuales mas de mil y cien personas de todas edades. Sus Natu rales y los del Pueblo de P’ricu son los mas praŽticos en la marina , de muy buena indole, y no menos devocion ‡ las cosas del Culto Divino , como lo acredita la fer O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 38 Libro TIL fervorosa aplicacion con que al presente ayudan al zelo del Religioso Misionero en la fabrica de una suntuosa Iglesia, que ser‡ estando acabada la mas preciosa alhaja que haya en todo este Obispado. CAPITULO X,. VIENESEGUNDA VEZ de Espa–a el V. Fr. Diego de Rivas, J funda el Pueblo de Nuestra Se–ora del Pilar de Guaymacu‡ra OR mas que la astucia del demonio(como declarado ene migo del genero humano ) se empe–e ‡ impedir 4 los Varones justos la execucion de aquellos Santos propositos , que solo miran a la mayor Gloria de Dios y extension de su Santa FŽ Catholica, nunca sacar‡ de sus diabolicos afanes mas que el castigo de verlos destruidos, y la rabiosa Òconfiisi—n de admirar ‡ los Justos exaltados como preciosos Cedros del Livano , para dar con prosperidad el frato de'sus virtudes a tiempo oportiihio ; 3 porque el Alt’simo, que no se duerme en la guarda de IsraŽl; aun que per’nire muchas veces quie la soberbia de aquella infernal serpiente los ibrume con la maquina de sus ardides, despties "los redime misericordiosamente con las altas providencias de su infinita Sabiduria, para que acrisolados antes coh el fuego de la tr1bulacion y adversidad , Òesplandezcan despues en la presencia del Se–or como hermosos Soles y refœl IX. 251 gentes antorchas de la Iglesia, Esta muerdad muchas veces experimentada y repetida en las Divinas Letras , se vi— praŽticada en uno de aquellos VV. Misioneros , de quienes dixe en el segundo Capitulo de este Libro , que desconsolados por enfermos se restituyeron 4 sus Santas Provincias, dando de mano al Apostolico Ministerio a que los habia traido el fervor de su zelo. Fue este el Y. P. Fr. Diego de Rivas , hijo de la Santa Recolecci—n y Provincia de Andaluc’a, cuya exemplar vida le grange— los votos de sus Prelados , para que le hiciesen Maestro de Novici—s en uno de sus principales Conventos, donde exerci— este emplŽo loablemente por el tiempo de seis a–os. En este V.Mislonero mas que en los dem‡s fue donde carg— la mano el permiso de Dios con una enfermedad Á incognita, que causan Òdole una diucurma 1 inapetencia , le debilit— tanto. las fuerzas , que casi desesperado de remedio , tuvo por ' consuelo de su mal el regreso a su Santa Provincia, Aœn no habia legado a ella, quando restituido 4 su antigua sa nidad se vi— en otra mayor tribula cion; y fue una confusion de apre hensiones melancolicas , con que cansada la 1 imaginacion auyent— de sus ojos el sue–o , y puso su 'cora= zo en un caos de cristeza. El continuo desvelo, con que dia y noche 'mediraba los motivos le su votas cion ‡ la Conversion de los Inficles, le redoblaba la pena de su insub Çsistencia; y considerando, que el que La una O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 39 252 una vez puso la mano al arado y huy— el cuerpo al trabajo , no es apto para el Reyno de Dios; atribuyendose ‡ s’ todo esto por haber retrocedido de su primera vocacion , y‡ le parecia veleidad de espiricu, y se consideraba poco menos que borrado del Libro de la Vida, y excluido del numero de los escogidos , aunque habia sido de los llamados. Premediraba los varios efectos de su enfermedad , y afeŽtos de la pusilanimidad de su animo; y viendo , que al ausentarse del emplŽo Apostolico 4 que fue llamado se hallaba y‡ con vigorosas fuerzas, conoci— al arbol por el fruto, y aprehendi— ser todo obra del demonio , ‡ cuyas sugestiones se habia rendido partiendo de ligero, Crecia su afliccion incomparablemente con el recelo de que el desfallecimiento de sus fuerzas, que le habia compelido'4 mudar de intento , habia sido m‡s antojo y ficcion de su amor propio , que verdadera enfermedad y deliquio del cuerpo, Con que arguyendose de veleidoso y falto de constancia en sus propositos, vino ‡ dar en tan profunda melancolia y escrupulosa conciencia , que ‡ no haberle persuadido ‡ lo contrario el consejo de sus hermanos, hubiera dado sin duda enel lastimoso estado Çde una locura; que no es poco beneficio el que llegando a este estado se sujeta con humildad al remedio de su dolencia. En este conflidto entr— en quentas consigo 5 y como en el Historia de la nueva Andaluc’a. funesto volumen de las calamidades suelen estudiar los cuerdos la verdadera ciencia del desenga–o, asi el V. Rivas en el desvelado af‡n. con que revolvia las especies de sus espirituales desconsuelos, vino ‡ quedar divinamente instruido, buscando el alivio de su mal por este medio. Como era Varon espiricual y muy humilde, consult— a un Religioso grave y DoŽto que lo gover : naba, roda la serie de sus aflicciones, resignado 4 tomar su consejo, y poner por obra quanto le ordenase, Execur— puntualmente sus mandatos; y por este medio lo fortaleci— el Se–or ran maravillosa mente , que consigui— una tranqu’la paz y serenidad interior , con que acrecent— en gran manera el caudal de sus meritos, y se clavaron en el demonio todas las puntas que con la tropel’a de sus sugestiones habia disparado contra aquel humilde y verdadero espiricu. El Confesor , que lo tenia bien tanteado , y. conocia haber sido todo su espiritual atraso efecto de la astucia del demonio , le orden— , que para. quebrantar la cabeza ‡ esta maldira serpiente , volviese, ‡ sus primeros propositos de emplearse en la Conversion de los Infieles, en cuyo Apostolico exetcicio refinase los quilates de su verdadera vocacion , y diese aumento ‡ nuestra Santa Madre Iglesia, resarciendo al mismo tiempo el credito de su persona. Condescendi— gustos’simo 4 este consejo , como que era el blanco ‡ que se dirigian los titos de su zelo ; pero al paso que O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 40 Libro TIL. Cap. que su voluntad se iba encendiendo en las anst‡s de servir 4 Dios por el camino de la Cruz y predica cion del Santo Evangelio, sentia en su corazon un amargu’simo desconsuelo , en considerar serle prohibido por ley general el acceso 4 tierra de Indios al que una vez se apart— de ellos por el retiro de los Claustros. No obstante rendido como humilde ‡ la voluntad del Alt’simo , le repet’a sus ruegos, esperando en su Divina providencla facilitar’a los medios , si convenia para honra suya y bien espiricual de sus proximos. En aquel tiempo habia sido enviado 4 los Reynos de Espa–a el R.P. Fr. Domingo Bustamante ‡ fin de traer una Mision de Religiosos Misioneros , que .y‡ estaba | recogiendo por las: destinadas Provincias que dixe en el Capitulo antecedente de este libro. Lleg— a la Ciudad de. Sevilla donde vivia el V. Rivas; y habiendole Žste comunicado los intentos de su. vocacion., deseoso el P. Bustamanre de traer consigo un Religioso, de cuyas virtudes tenia y mucha experiencia , le ofreci— hacer las mas vivas diligencias , 4_fin de conseguir del Rmo. P. Ministro General su licencia, para que pudiese volver ‡ estas Santas Misiones ‡ emplear los fervores de su zelo en la Conversion de aquellas barbaras Naciones. Escribi— al mismo tiempo‡ su Rma, el V. Rivas, confiado en que la poderosa mano del Se–or, que le llamaba para tan heroyca empresa , allanaria X. 253 los estorbos que le podian retardar la execucion de sus caritativos ' intentos. Bien satisfecho el Rmo, de Žstos , le concedi— su Paternal bendicion , para que se restituyese a las Misiones, alisrandolo entre los dem‡s Misioneros , como se dexa vŽr en la nomina del precedente Capitulo, Vino en fin con los dem‡s ‡ estas Santas Misiones el a–o de mil seiscientos setenta y dos; y antes Çde comenzar las tarŽas del Apostolico Ministerio , procur— instruirse con singular esmero en el idioma de los Indios, sin cuya prevencion ser‡n responsables en el Tribunal Divino los que teniendo a cargo almas de esta clase , solo se contentan con saber aquellos terminos usuales de pan, huevos, agua , le–a, hilo, y otros semejantes, que mas sirven para el comun estilo de pedir, que para descargo: de la precisa obligacion de ense–ar. Instruido por el tiempo de dos a–os en las reglas y voces del idioma , pidi— el V. Rivas licencia al R. P. Comisario Apostolico que era de estas Misiones , para salir 2 exercitar el oficio de la predicacion entre los Indios Infieles, que carecian de la luz de la Fe dispersos por aquellos montes. Obtenida la licencia del Prelado, dirigi— sus pasos a la Serran’a que llaman de Parabol‡ta , en cuyas hondas y montuosas Selvas habitaba, la Nacion de Indios Cumanag—tos , sin mas prevencion que un Crucifixo y algunos Indios ya reducidos, que le sirviesen de guia en los desiertos. Lle O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 41 254 Lleg— al sitio de los Infieles encendido su corazon en vivos deseos de introducir entre ellos con la predicaci—n la luz del Evangelio , y resignado ‡ sacrificar la vida en tan heroyca empresa por la propagaci—n de nuestra Santa FŽ Catholica. Con el fervor de su predicacion , afabilidad de su trato, y la ayuda del Altisimo de quien procede rodo bien, consigui— entre aquella gente Pagana la reduccion de su Capitan y principal Cabeza, que era un lndio Caz’que llamado Char‡co , y la de su muger llamada Charant‡ta, ç su imitacion se redujeron otros muchos Principales y Caudillos , y tr‡s ellos la mayor parte de los Indios Cu manag—ros que se hallaban suje tos ‡ sus Dominios. Ganada la voluntad de los principales Capitanes , les persuadi— , a que para recibir la DoŽtrina de JesuChristo saliesen de aquellas honduras ‡ escoger sicio acomodado en que fundar un Pueblo , donde viviesen arreglados ‡ vida Civil , obligandose ‡ estar dŽ œna vez entre ellos, Hicieronlo asi5 y por ser toda aquella Serran’a escas’sima de agua , escogieron la Quebrada llamada Guaymacu‡r , que en nues_tro Castellano suena sitio O lugar de Lagartijas , atenidos , adem‡s de lo frondoso y fertil de sus tierras, ‡ un manantial de agua algo: sal—bre, por no hallarse otro en aquellas cercan’as. En este dicho sitio se congreg— la mayor parte de los Indios; y puestos en orden , se elev— el estandarte de la Santa Cruz, Historia de la nueva Andaluc’a. y di— principio a la fundacion del Pueblo el dia veinte y dos de Marzo de mil seiscientos setenta y quatro , dandole la advocacion de nuestra Se–ora del PilarÓ de Guayma‡cu‡r, Hechas las primeras casas y una reducida Iglesia , sali— el Cazique Char‡co con su muger, y ofrecieron al V. Rivas un hujo que tenian de mas.de a–o, para que le echase las aguas del. Santo Bautismo 5 que fue el primero que se efectu— en dicho Pueblo , del que al presente es Sargento Mayor y, Caz’que el expresado hijo de Char‡co , disponiendose ellos al mismo tiempo con la instruccion del Carhecismo Christiano para morir con el consuelo del mismo beneÈ: ficio, Al exemplo de estos nobles Caz’ques fueron h‡ciendo los dem‡s Infieles lo mismo con grande consuelo del V. Rivas, que como zeloso Pastor aplicaba todas las fuerzas de su espiritu, para acrecentar en grande numero aquel nuevo reb‡–o de la DoŽtrina de JesuChristo. Asi lo consigui— en breve tiempo instruyendo su nuevo Pœeblo en los Mysterios de nuestra Santa FŽ, en que se ha conservado hasta el presente con tanto lucimiento en su Vecindario, que hoy compite en el numero de almas adtuales con el de la Concepcion de P’ricu y el de Caygua, que son los tres de mas crecido numero de personas, Desde su fundacion hasta el presente a–o de mil setecientos cinquenta y cinco se han bautizado hasta cinco mil y ocho O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 42 £ Libro II. Cap. X. 2 ochocientas almas; y en el mismo tiempo han fallecido hasta quatro nul novecientas y cinquenta personas, y tiene actuales mas. de: mil y quatrocientas de todas edades , sin las muchas que viven: concertadas y fugitivas , que son mas de doscientas , en los llanos y Provincia de Caracas. Su planta est‡ situada ( co mo dixe ) en el sitio 9 Quebrada de Guaymacuar , que dista del Pueblo de Caygua dos leguas al Nordeste, y seis Norte al Sur de la Ciudad de Barcelona , entra–ada en la abertura de dos montes "elevados , que le hacen algo fœnebre y de muy poca vista, Sus Naturales son (como dixe tambien ) Indios de Nacion Cumanag—tos , muy obedientes ‡ sus Miniscros en las cosas pertenecientes al Culto Divino. Tienen una. Iglesia muy hermosa , que compite en la magnitud con la del Pueblo de P’ricu , aunque de diverso material. Hizola el R. P. Fr. Mathias Garcia , siendo aŽtual Comisario el a–o de mil setecientos treinta y nueve en su primera Prelac’a, Est‡ hoy adornada con tres hermosos Retablos de madera de Cedro, que adornan el Altar mayor y los dos Colarerales con las Imagenes y otras preciosas y correspondienÑ tes alhajas. De este Pueblo sacaron el a–o de mil seiscientos y noventa seis familias para madrina de los que de muevo se fundaron en el de Santo Domingo de Aragaita, y despues otros muchos para el mismo efeŽto en algunos Pueblos 255: que se han fundado de Nacion Car’va. o Concluida la fundacion de este Pueblo , deseaba su Apostolico Fundador salic a la de otros, a no .haberselo impedido:el amor que le habian cobrado los êndios como de Padre y Pastor zeloso, de quien recibian tanto bien en sus almas, tanto cuidado y asistencia en sus personas , y tanta vigilancia en solicitarles el mayor alivio para su conservacion: y: au= mento en el socorro de sus: nece: sidades y abrigo de sus casas : pren= das que con las demas que le adornaban , le negociaron los sufragios de aquella Y, Comunidad de Mi. sioneros, para que le pidiesen por Prelado . de estas Apostolicas Misiones , como con efeŽto lo hicie= ron; y a sus sœplicas condescendi— el Rmo. P. Fr. Juan Luengo, insticuyendole en Prefeto y Comisario Apostolico de ellas, cuyo emplŽo entr— 4 exercitar el a–o de mil seiscientos y ochenta con particular esmero , y zelo Santo del amor, honra, y gloria de Dios, y aprovechamiento de las almas. En su tiempo junt— la Santa Comunidad en el Pueblo de Caygua , y de su consejo y direccion se formaron las Constituciones munici pales, que confirm— el Rmo. P. Fr. Christoval del Viso, por las quales se ha governado hasta el presente con mucha paz y fraternal union, CA O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 43 256 CAPITULO XI, FUNDAN AQUELLOS Venerables Misioneros otr—s quatro Lagares , y padecen con sus mudanzas indecibles trabajos. S. L 'L dolor de la perdicion: de tantas almas como perecieron por aquellas incultas monta–as sin el beneficio del Santo Bau tsmo , era tan vehemente y con tinuo en el generoso corazon de' aquellos zelosos Fundadores, que ‡un siendo tantos los frutos que lograban con los afanes de su c‡ridad , no les permitia el menor descanso , ni les dexaba estar un punro ociosos eri solicitar por quan* tos medios les fueron posibles la salvacion eterna de aquellas almas, 4 quienes amaban mas que ‡ sus propias vidas. Impel’ales poderosamente la fœerza de su zŽlo, a que fiados en los esfuerzos de la Divina gracia , repitiesen sus çpostolicas tarŽas , poniendo en practica las nuevas inveƒtivas que cada dia meditaban , para lograr en ellas su reduccion ‡ nuestra Santa FŽ Carholica, Hallabase entonces ( y fue‡ fines del a–o de mil seiscientos setenta y quatro ) de Prelado y Comisario Apostolico el V.P. Fr. Francisco Gomez LaruŽl en su segunda Prelacia 3 y como su zelo fue tan infarigable , Que en la conti Historia de la nueva Andaluc’a. nuacion de las tarŽas y empleo del Apostolico Ministerio consumi— todas sus naturales fuerzas, sin estarse un rato ocioso ni permitir que lo estubiesen sus subditos , cada d’a arbitraba riuevos modos para adelantar el numero de los Pueblos con la Conversion y reduccion de los Indios, A este fin convocaba amenudo los Religiosos mas graves y expertos en el Ministerio , para lograr con sus consejos en macerias tan arduas la seguridad de los aciertos con la propor= cion de los medios. Los que en aquel tiempo ha . bia practicado fueron , convocar 4 algunos de los Caz’ques œ Capitanes , que vivian en la Infidelidad y retiro de los montes , con el motivo de que se festejasen aquellas Pasquas en los Pueblos Christia> nos , para que con.el cari–o y aga= sajo se rindiesen voluntariamente a su Conversion , y ‡ recibir gustosos los Religiosos que 4 este fin les ponia presentes , haciendo todos de su parte quanto alcanzaban las fuerzas de su espiritu y ardides de su zelosa afabilidad , para gran gear la voluntad de aquellos Ca pitanes , como pudieran hacerlo en las reclutas de Soldados los mas diesrros enganchadores. Mas como en la idea de aquellas tan caricativas diligencias mas obraba el impulso de la inspiracion Divina que el impetu de la humana prudencia , en breves dias consigieron la reduccion de algunos Capitanes y otros muchos Indios , que llevados de la afabilidad de su trato y. efi O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 44 Libro TH. Cap. XL. 257 eficacia de su Apostolico zelo, oftecieron poblarse , admitiendo la FŽ Carholica , para cuya ense–anza salieron en aquella ocasion algunos Religiosos , yendose ‡ vivir en su compa–ia , que era el objeto de sus Saritos deseos, . Antes de salir aquellos PP. Misionerosal cumplimiento de ellos, los junt— el V. P. LaruŽl ; y despues de haberlos animado con una ferv—rosa exortacion ad la perseverancia en los trabajos , les concedi— su paternal bendicion , para que se partiesen a llevar el Sant’simo nombre de Dios a las Na* ciones Infieles , que no tenian ciencia de la Suprema Deidad , ni hasta entonces se habian reducido ‡ abrazar la FŽ de JesuChristo , ni 3 recibir Ministros del Evangelio, que les instruyesen sus verdades, y ense–anza del camino del Cielo. Los primeros que recibieron en la presente ocasion este espiritual beneficio fueron los Characudres, 2 cuya reduccion fue destinado el Y, P. Fr. Machias Ruiz Blanco, Lector de Sagrada Theolog’a , y P. ExComisario tres veces de estas Santas Misiones, y en su compa–ia el P. Er. ÁJacinto Perez , ambos hijos de la Santa Provincia de An= d‡luc’a, or Los Çsegundos fueron unos Capitanes de Camanag—ros , que ha= bitaban en la Serran’a d faldas de: Parabol‡ra en el sitio que hoy lla= man de Diego Felipe , À4 cuya Conversion fue destinado el P. Fr. Alon s— de la Pe–a. Los terceros fue' ron un Capitan y otros muchos: Chacop‡tas que habitaban en la Que: brada de Turucu‡r , que hoy llas man de Aozes , orillas del Mar en la median’a del camino que hay desde el Pueblo de P’ricu a la Ciu= dad de Barcelona, que aun petmanecian rebeldes desde el tiempo. en que ayudaron ‡ aquel mortal destrozo con el Governador Zetpa y sus doscientos Soldados; pan ra cuya Conversion fue destinado el P. Fr. Christoval AndrŽs, hijo de la Santa Provincia de Castilla , y, natural de Yebenes. : $. IL FUNDACION DE LOS Pueblos de San Juan Evange, : lista y San Lorenzo de: Aguarisacu‡r. Oncluida aquella Apostolica junta, y puestas en buen orden las cosas, se repartieron aque: llos VV. Misioneros , cada qual 2 su deseado destino , y todos tons rentos:con la bendicion de su Prelado , y conformes con la volunms tad de Dios, en cuya providencia esperaban coger maravillosos ftutos de Conversiones de Infieles. Sax lieron los dos referidos Misioneros Fr, Mathias Ruiz Blanco , y Fr. Ja> cinto Perez para la Quebrada del Tucupio , donde habitaban los Indios Chararu‡res; y habiendoles predicado el Reyno de Dios con fer= voroso zelo, se quedaron ‡ vivit entre ellos sin mas providencia Òde alimento , que el que les administraba la humana piedad de.aques Kk llos O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 45 258 Jos pobres y miserables Indios, Trabajaron mucho en la reduccion de algunos de estos , que bien hallados .en la vida hibertosa de su Infideh dad, resistian el subyugarse ‡ las Òsuaves Leyes del Santo EvangeLo, . Por fin, ‡ costa de trabajos y Òamorosas exortaciones consiguieron Çlos Misioneros , que unidos todos los Characu‡res al di—tamen de sus principales Caz’ques , se reduxesen a fundar un Pueblo , como lo hicieron , en el referido sitio del Tucup’o, Para dar principio a tan pladosa obra, puesta (como es costumbre ) la Santa Cruz , y adorada de los Indios , hicieron una peque–a Iglesia , en que celebr— la primera Misa el referido P. Ruiz Blanco d’a once de Enero de mil selscientos setenta y cinco. Hecha esta diligencia, y los Indios gustosos en su nueva reduccion , se retlr‡ el P. Ruiz Blanco al sitio de Aguariacu‡r y TKeS leguas al Poniente. del de Tucup’o , dexando en este. ‡ su compa–ero el P. Fr. Jacinto Perez. por Ministro Fundadordel de San Juan Evangelista, que y‡ quedaba iniciado. En el sitio de Aguariacuar, que dista un quarto de legua del Rio EguŽri, habitaban unos Capitanes de Indios. Topocu‡res , y Cumanag—tos , cuya Conversion fue en esta ocasion el blanco Çdel Religioso zelo del referido P. Ruiz Blanco. Habl—les en punto de su reduccion 5 y grangeadas las voluntades de los principales Caudillos , se dispuso de comun con Historia de la nueva Andaluc’a. sentimiento la fundacion del Pueblo , ‡ quien' el P. Ruiz Blanco puso el nombre de San Lorenzo de Aguariacu‡r , que en nuestro idioma suena sitio de Cascar—n , arbol asi llamado, que abunda en aquel lugar. Acabada su fundacion (a que asisti— personalmente el R, P. Ruiz Blanco ) en todo el a–o de mil seiscientos setenta y cinco, y experimentado, que en el de San Juan se padecia una total imopia de agua, lo uni— al de San Lorenzo el a–o siguiente de setenta y seis , siendo Comisario el Y. Pa LaruŽl, quedando mucho mas populoso con la union de las tres Naciones Characu‡res, Topocu‡res y Cumanag—tos. . Asi permanece hoy este PueW blo con lucidos aumentos respec= to Òde algunos atrasos que en tiempos pasados ha padecido , y‡ con las muchas familias fugitivas , y y‡ con las varias enfermedades que suelen acaecer en algunos tiem= pos a estos miserables Indios. Sin. embargo de esto , se han bautizado en este Pucblo desde su fundacion hasta el presente hasta quacro mil almas , y en este mismo tiempo ban fallecido tres mil quas trocientas y treinta personas , en= trando en este numero las que se bautizaron y enterraron en el referido Pueblo de San Juan el a–o que subsisci— en el sitio del Tucup’o. Tiene aŽtuales setecientas personas de todas edades , sin las muchas que se hallan dispersas en los llanos de Žsta, y la Provincia de Caracas, 5.1. O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 46 ÇLibro TIT. AN FUNDACION DE LOS Pueblos de San Buenavensura, : 3 San Diego de Chaco;... ao p‡tas a .ÁL exemplo de aquellos: zeFFX: losos Misioneros , que con indecibles.trabajos iban poblando y reduciendo A nuestra: Sarita FG Catholica las Naciones de Indios que. habitaban las. Selvas. del. Rio EguŽri, continizaban Ottos las tarŽas desu espiritu en las Serranias del mar del Norte, donidevivian los : Cumanag—ros y Chaeopatas: 'A la Conversionm:de aquellos: £48 destinado el R. Pz Fr. Alonsode, la. Pe–a , el qual se: parti—::con Lets voroso' zelo A la: Serran’a que: llaman del Pilar en la median’a de, la tierra que corre desde el Çsitio. de Diego Felipe hasta el Cerro de Parabol‡ta. Alli: reduxo 4 una poricion. de: Indios Cumanag—tos, que habian quedado dispersos quando se sacaron los Pobladores del Pueblo del: Pilar de Guaymacu‡r 7 con los quales fund— el Pueblo de San Buenaventura, que fue el primero de estemombre. :. : En este dicho sitio formaron los Indios.el Pueblo , asistiendo el Religioso ‡ todas sus faginas y lavotlosas tartas el :primero. Con Ûste exemplo le cobraron tal cari–o, que en todo. el' a–o de mul seiscientos setenta. y. cinco finalizaron el numero competente Àde casas para el abrigo de sus familias, Hicie Cap. XI. 259 ron la Iglesia3 y hubiera sido un Pueblo muy: lucido, 4 no haber acaecido como en atros la toral escasŽz de agua, que les: proveia uncorto Jaguey — Manantial, Con esta pension Çpermanecieron hasta el a–o.de mil seiscientos ochenta y quatro. en que sedespobl— , y sus familias se. agregar—n ‡slos Pueblos del Pilar , San Bernardino. ; PozueÈ los , y:otras. En estos nueve a–os cubo: setecient—s y ochenta ChrisÈ tanos , fallecieron, trescient—s cinquenta. Çy ' sels., y tenia, existentes amas de quatfocientas almas quando: se hizo el reparumiŽnto Òde sus familias, o :À. A la Conversion de los Chaeop‡ras fue destinado ( como dixe) elR:P. Fr: Chriscoval AndrŽs , hija dela Santa Provincia de C‡stilla, cuyos trabajos fueron indecibles en lareduccion de aquellos Indios, que comp. estaban escabrosos desde el tiempo de Jas muertes del Governador Zerpa, y sus Soldados, die= rom muchoen que merecer ‡ aquel Mœsioneto , recelosos de que sujetos 4 vida civil, se execurase er ellos el merecido castigo de sus hostilidades, de que :se cemian grandemente los principales Caudillos, Repetia. en ellos. el Padre su fervorosa predicacion y oracio= nes '2 Dios por la Conversion Çde aquellas almas ,.que enga–adas del demonio se resist’an al yugo del Santo Evangelio, Entetados por fin del buen trato y zelo del Religioso, hubieron de ceder ‡ la. virtud de la Divina Palabra , y ofrecieron poblarse y vivir baxo de las Var 2 e O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 47 260 deras de 'JesuChristo, Pusieron por condicion , que el Pueblo se habia de formar:en el mismo sitio donde tenian sus asientos y labranzas , que era la Quebrada de ÒTuruen‡r , que los Espa–oles llaman de Hozes. Condescendi—el P. Misionero ‡ su proÈ puesta's y Àquedandose entre ellos, se di— principio al Pueblo en. la forma .acoscumbrada.el dia diez y ocho de Marzo del mismo: a–o de mil: seiscientos sesenta. y cins co , siendo Comisario Apostolico el V. P. Fr. Francisco LaruŽl, y Go+ vernador de esta Provincia Don Francisco Ventura y Rada , con la advocacion de San Diego de Chacop‡tas. Concluido Žste , y los lnÈ dios muy adelantados .en el Chiristianismo , se experiment— tan gran de seca de agua , que fue: preciso para conservar sus Naturales despoblarle , como se hizo, el a–oÓ de mil seiscientos y ochenta por el mes de Enero , agregandolos ‡ las Misiones de Jesus Mar’a y Joseph de Caygua > y San Bernardino de Gua: tecu‡r. En los cinco a–os que subsisti— en Hozes se bautizaron quinientas diez y nueve.almas entre adultos y p‡rbulos., fallecieron en este tiempo doscientas setenta y: nueve personas , y se repartieron al tiempo de su mudanza doscien= tas y quarenra que habia existen= tes, Referir los trabajos y desconsuelos que aquellos pobres Misioneros padecieron en la fundacion conservacion y mudanza de estos Pueblos, fuera cosa prol’xa; Historia de la nueva Andaluc’a. baste decir , que en medio de tan= tos desprecios de los Indios vivian atenidos ‡ la corta provision de un pedazo de Caz‡be , 9 una Tutœma .de' bebida de Maiz ; que ‡ quien "no est‡ criado con .ella mas sirve para provocar al v—mito, que para dar al cuerpo algun sustento. Bebian un poco de agua encharcada en lagunas , donde de ordinatio se suelen ba–ar y labar sus inmundicias 3 ‡ cuyas pensiones se sujeraban gustosos , por quedarse a: vivir entre los Indios donde era de su voluntad. el mantener. los; pero como en tales trabajos les: hacia la costa: la gracia, slempre permanecieron firmes , y con= fiados.en que con el exercicio: de la paciencia afianzarian mas las: mejoras de su espitiru , y el adelantamiento de sus buenos intentos; por= que sabian , Que los fieles Obreros de la: Vi–a del Se–or logran el increme–to de la Divina palabra con el riego: de las lagrimas , que enjuga.despues la abundancia Òde los fruros, 0 : CAPITULO XI. FUNDACION DE LOS Pueblos de San Francisco , y San Bernardino , y nombres de sus Fundadores. $. L Ozoso el V, P. LaruŽl en ver ‡sus amados subdiros ran heroyca como zelosamente empleados en la nueva fundacion de aque llos O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 48 ÒLibro TIT. Cap. llos quatro: Pueblos; que en el: Capitulo antecedente dexo referi dos, tra’a al mismo tiempo elinterior Inquicto con una santa im paciencia Àval considerarse en el re tiro de la Celda , mientras los su" yos se empleaban 4 costa de: fa tigas en reducir almas de la balsa dela Infidelidad al Jardin ameno: de. la Iglesia. En esta consideracion sentia su corazon una grande ama‡r=" gura , que solo podia endulzar con: la: praŽtica de aquellos Santos deseos , que tanto afligian:su Interior! en el recogimiento del Claustro; porque decia > Y bien; que para: el 'subdito: son leyes con alma los: pasos del que govierna;, y que eb Prelado zeloso que. desea seguir en su govierno 4 JesusChristo, pri mero ha de poner mano al aras do, que ense–ar a sus subditos la: maniobra del trabajo. : De estas indefeCtibles maximas es casi precisa conseqœencia aquella Santa emulacion y ardien= te zelo de la. salvacion de las al mas , que le tra’a en continuo mo! vimiento:; unas veces haciendo te petidas entradas a los montes al descubrimiento de tierras y reducz= cion de Naciones barbaras; otras en la: fundacion de los Pueblos que con ellas formaba 3 y no pocas en la mudanza de otros, que con lo nocibo del temperamento , escasŽz de aguas, y continuas invasiones de otras Naciones enemigas, no solo no iban en aumento , sino que se experimentaba en su Vecindario un notable atraso. De esta clase exa el Pueblo de San Fran XIL Z6 1 cisco, que y‡ estaba: fundado en > el sitio de Cuemacuar. dos leguas al Norueste.:del Pueblo de Caygua, y: porÓlas. repetidas interpresas Û invasiones: de otras Naciones dm. mediatas padecia mucha diminœ : cion enel numero: de sus Naturales, y Çsin esperanza de aumento en Òa reduccion: de. las almas3que habitaban en las cercan’as de: aquellas inculcas monta–as: SN Desoso. el V.P. LaruŽl de. ocurrir :‡ tan grave necesidad:;:se dedic— espontancamebre ‡ mejorarlo de sirio:, haciendo eleccion del. . que para Àsœ mayor: Çseguridad: Ye adelantamiento pareciese mas 4 phoposito. ÒFr‡t— para :esce fin la materia Àcon Àlos Capitames' y Principales Çdel: Pueblo ; Çy +: habiendoles: grangeado. las voluntades A fuerza: de gratificaciones y:saludables con. sejos , sali— en compa–ia de ellos en solicirud del deseado si siclo , que por ultimo vino ‡ser en la eminencia de unas monta–as ‡ las Riveras. del Rio. EguŽ–., llamada: de los Indios Guorimmocudr , que en, nuestro idioma Castellano suena lugar de ceniza, dando principio 2 esta fundacion el dia once de Marzo de mil seiscientos setenta y cinco , la qual prosigui— y concluy— el P. Fr, Christoval AndrŽs, Fundador del de San Diego de Chacop‡ta. Con esta mudanza se experiment— el estrav’o de muchas familias , que por su natural ociosidad y pereza se retiraron huyendo del trabajo ‡ otras poblaciones immediatas, y algunos se restituyeron ‡ lo oculto de los montes, don= O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 49 26 2 donde antesÓ te–ian su habitacion y establecimiento. Por Çesca. razon qued— este Pueblo atrasado. de gente. :en que * era numeroso , y en el mismo estado'se ha conservado hasta el pre . sente, sin experimentarse env Žl al gœn Òaumento. Componese. de In' dios. Chacop‡ras , Que se Òsacaron de: la Setran’a de Hozes para poblarlos en Cutnacu‡r su primera fundaci—n, dos'i— tres a–os arites de sumudanza Àal sitio en. que hoy : permanece , distante tres leguas al> Sudoeste del Pueblo de San Mi' guŽl, de cuya Parroquial es agre: mas Çde. seis enla. misma: direcci—n del:Pueblo de Piritu. Sus: Natutales han..sido siempre Èmuyhumildes , Òyv Òaplicados al trabas: gado, y jo de Teja y Ladrillo, en que abunda su f‡brica: mas que en: los de m‡s Pueblos. Desde su primera fun dacion han: recibido el Santo Bautismo dos mil y setecientas almas, han fallecido dos mil y ciento, y tiene: aŽtuales hasta quatro cientas de todas edades. S IL. O menos fervoroso y ca ritarivamente aplicado se exercitaba al mismo tiempo el V. Fr. Diego de Rivas en la fundacion: del Pueblo de nuestra Se–ora del Pilar de Guaymacu‡r , Como y‡ dixe en el Capitulo decimo de este hbro. Aun no estaba del todo fhalizada la obra , quando y‡ anhelaba a la fundacion de otro Pueblo ;'y Conversion de orras almas, Historia de la nueva Andaluc’a. teniendo por segurasÓ y Ògustosas mente reducidas las que en el del Pilar dexaba y4en doctrina, y sujetas a campana. Sab’a pues que: en la Serran’a œ Quebrada que llaÈ. man de Guerrecu‡r habitaba el Ca. pitan AmŽ—co con toda su genre: Pagana y algunas ottas ranche: r’as ,:todos ide Nacion Cumanag—. ra, que como Ovejas descarriadas andaban por varlos sitios de aque llas asperas y elevadas monta–as. La perdicion de: estas almas: hechuras de: la mano de Dios , que. tanto costaron ‡ su Unigenito Hijo, her’a. tan: vivamente el corazon del V. Rivas , que :atravesado : de un vehemente dolor, solo pen= saba en redimirlas de la captivi. dad del demonio , atropellando. riesgos , y abrazando todo gene= ro Çde trabajos , afanes , y peligros;. para que asi fuese nuestro Dios y. Se–or mas glorificado en la Conversion de aquellos Indios. Hacia= les para este fin varias visitas , alen= tandolos ‡ su reduccion con amorosos y Paternales consejos , y atra yendolos al amor de muestra Santa FŽ con repetidos agasajos de herramientas , cuchillos , abalorios , y otros adornos y d‡divas , que sor los medios acostumbrados con que se atrahen aquellos interesados barbaros ‡ la benevolencia , ense–andolos primero ‡ ser hombres , pa ra imprimirles despues la Á imagen de Dios con la predicacion Evangelica, N o Repetia sus instancias espez cialmente en los Capitanes , haciendoles saber , quan. malogra da O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 50 Libto HL Cap. XIL. da consideraba en ellos la Sangre y. el infinito precio de los meritos de JesuChristo, y el abismo de perdicion eterna en que sumergian sus almas, viviendo en la Infidelidad y sombras delGentilismo. Tanta fue la eficacia de su zelo yferyor de su caridad , que.en pocos dias se vieron los felices efectos de su Predicacion en la Conversion del Capiran Am—co, que promeri— poblarse con todos sus agregados 3 y en prueva de su Conversion ofreci— al V. Rivas un hijo de dos a–os , para. que desde luego le echase las aguas del Santo Bautismo. Condescendi— el Y. Rivas ‡ su. propuesta con singular jœbilo; y para solempnizar mejor este acto, y asegurar a los Lr’dios en. sis propuestas , les persuadi— a que hi; ciesen una Capilla , ayudandoles personalmente ‡su fabrica con todos los esfuerzos de su zel— , y actos laboriosos Òde su humildad Religiosa. o + Hecha la Capilla con la brevedad posible , comenzaron los Indios a fabricar algunas casas,en que viviesen desde luego los. que habian de servir de cuscodia ‡ la nueva lglesia , en la que administr—:el V. Rivas con toda solemnidad el sarito Bautismo al, refetido hijo del Capitan Am—co, y.de Guacaguayupo su muger, y puso: por nombre Bernardino , en rŽverencia de este Glorioso Santo, ‡ quien eligi— por Ticular y Parrono de este Pueblo, Con este motivo.convoc— el Capit‡n. ‡ todos los Indios comarcanos para . festejarse: en el 263 dicho Baurismo 5 y en esta ocasion logr— el V, Rivas la voluntad de los Principales , que atrahidos de su afabilidad y amoroso trato, los mas ofrecieron agregarse , como lo hicier—n , ‡ vivir civilmente en el mismo Pueblo, Ç £'Su planta est‡ formada en una abra de dos elevadas Serra+ n’as muy escasas de agua , a quien los. Indios llaman Guertecu‡r, que dice sitio 9 Quebrada de Jab’lla, arbol muy elevado y grueso que abunda en este sitio. Di—se principio ‡ su fundacion por el mes de Abril del. a–o. de mil selscientos setenta y cinco con Indios Cumanag—tos Àque siempre han permanecido muy fieles y Òaplicados al trabajo. La habitacion del Religioso DoŽtrinero es la mas cap‡z de. estas Misiones , por lo que la han escogido los Prelados para celebrar en ella los Capitulos Tricmales , ‡:que concurre todo el aumero de Misioneros para elegit canonicamente al Comisario Apostolico , y sus Conjueces los quatro Discretos, Desde su fotmaÇcion hasta. el presence se han bautizado eri. este Pueblo quacro mil y novecientas almas ; y. en este tiem= po han fallecido hasta quatro mil yy seiscientas 5 tiene actuales mas de seiscientas de todas edades , haÈ biendo sido antes uno de los mayotes Pueblos que han tenido estas Santas Misiones 3 pero la injuria de los tiempos y ortos temÇorales morivos lo han trahido a experimentar como orros muchos norables atrasos, De este Pueblo se sa O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 51 264 sac— porcion de'gente para la fundacion del Pueblo del Roldanillo, fomo dirŽ en su lugar quando de Žl trate de proposito CAPITULO: xi. RESERVA A SI EL RMO. 2. Comisario! General el g—vierno Òde. essas Santas Misiones: expide a ‡ ellas su : Parente Pastoral, y mandala quara ta. Mision: de Religiosos de las Provincias de. Espa–a. Verto a Rmo. p. Fr. Antonio de Somoza Comisario General que fue de las Provincias de las ÀIndias Occidentales. en la Corte de: Madrid , le succedi— en Ûl Oficio: el Rmo. p. Fr, Juan LuŽn:go5. y y deseando el mas acertado govierno de estas Santas.Misiones, y que sus subdicos Çdirigiesen: sus pasos en el servicio de Dios, preÈ venido antes con sanras oraciones para merecer del Se–or el acierto que tanto deseaba , despach— 4 estas Apostolicas Misiones una P‡tente Pastoral dada a veinte de FŽbrero de mil. seiscientos. setenta y ocho , en la:que orden—: su RKma, algunas cosas tocantes 4 su:con'servacion +, de las: quales pondrŽ aqu’ las mas: particulares, para que con la injuria de los tiempos no perezca su memoria en los futuros, Y. sirvan para la posteridad. È Primeramente (dice su È Rma.) conformardonos con los È diŽtamenes tan justificados de 'z) Nuestros antecesores , y porque yy se evite. toda equivocacion con Historia de la nueva Andaluc’a. 5 los Prelados de Òesas nuestras 3, Provincias, hacemos saber a Y y. y RR. que. tenemos reservado ‡ 35 Nos en todo y por todo el goyÈ Vierno inmediato de dichas Cony versiones , inhibiendo ‡ todos , Muestros inferiores del conociÈ miento de qualesquiera causa, È Que tocare î pudiere tocar 4:t—È dos O ‡ algunos de los Religio= , 50s que de orden de su Mages: 3, tad y nuestra han pasado — pas ;, Saren ‡ esas partes, con titulo de 5, Ocuparse y coadyuvar ‡ la Cons y Version de los Id—latras; si y‡ no 5 es que tenga para lo contrario 5) Patente huestra especial, que ha 3 de hacet: notot’a a los Religios 3 Sos, de dichas Conversiones , (0 5, PîrÓ Òlo mŽnos al Prelado y Discres y, tos de ellas ) antes Çde exercirar j, algih acto de jurisdicci—n, de > qualquiera especie. que se‡;'y, 5È acabado el negocio y funcion 5) pata que fue delegada nuestra È Òuchoridad , espirar‡ | luego al 3È PuntoÓ y no podr‡ "proceder ad ss ulteriora sin orden nœevo nuestro; È salvo st en dicha Patente expre3, S‡remos otra cosa À4 cuyo tenor 5, se ha de estar siempre sin a–an 35 Àdir : glow a a la letra... ÀA continuacion: de esto resucit— su Rima. el ' govierno de su antecesor el Rmo. P. Guadalupe, avocando Òa s’ la: elecciori del Comisario Apostolico de estas Misiones ,delegandole toda la aurhoridad' quŽ tiene un Comisario Provincial en suProvincia , y derogando en este punto la. forma que ha= bia dado el Rmo.Somoza; la qual: vol. O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 52 Libro III. Cap. XIIL. volvi— A establecer el a–o de mil seiscientos ochenta y tres el Rmo. P. Fr. Christoval del Viso al confirmar los Estatutos que hoy se observan , excepto en esta parte por contraria disposicion de los Rmos, que se praŽtica ha mas de sesenta a–os , en que se concede , que los PP.Comisarios actuales presidan los Capitulos , y confirmen ‡ sus sucÒcesores (quando por sus Rimas. no fuese dispuesto lo contrario) en vir tud de las Bulas Apostolicas, en que se conceden a los Prefe’tos de Misiones estas y otras muchas facultades y privilegios que tienen los Rmos, por el dificil recurso que hay a sus Tribunales, En esta misma Patente orden— su Rma. y concedi— , que en estas Santas Mislones hubiese Sello que fuese conocido en nuestro San: to Orden , para que el Prelado sellase. todos los Inscrumentos autenticos , y Parentes de Predicadores , Confesores , y Ordenes que diese ‡ sus Religiosos 3 en cuya vir= tud se exculpi— en bronce el que hoy se usa con la Imagen de la Pur’sima Concepcion, y al pie las cinco Llagas entre rayos , clrcun= dada de un titulo que dice Sigillum Comissarii de Pirita, y guarnecida del Cordon de nuestra Serafica Re higion, Con el aumento de los Pue: blos y muertes de algunos Religiosos se hallaban yd: estas Santas Misiones necesitadas de nuevos. Mi= sioneros , para cuya solicitud inviaMx Ó .. ron a Espa–a al R.P.Fr, Domingo Martinez 5 el qual, hechas las diligencias y juntos los Religi—w 265 sos, alcanz— licencia para quedar= se en su Santa Pr—vincia., donde muri— 4 poco tiempo , y en su lugar. nombr—. el Rmo. al.R. P. Fr, Juan Sol—rzano , que ‡ la sazon se hallaba en Espa–a , para que como Comisario delegado llevase. dicha Mision de Religiosos que su Magestad tenia concedidos; los Òquales se dieron a la vela' el dia catorce de Julio de mil seiscientos setenta y ocho ; y sus nombres son los que se presentan en la copla siguiente. $. l, o : , MISION QUARTA: El R.P. Fr. Juan Sol—rzano , Comisario, hijo.de la Santa Proyincia. de Andaluc’a. e El P. Fr, Luis Maldonado de Roxas, * Predicador de la Provincia de Castilla , natural de Salamanca, El P.Fr. Thom‡s Oc—n , de la Provincia de Andaluc’a , narural de XerŽz de la Frontera. Ñ::..: El P:Fr. Thomas Guerrero, de la Provincia de los Angeles, na tural de Mondo–edo. : : >. El P. Fr. Balehasar Lopez, de la Provincia de Andaluc’a , natu. Yal de Alcal‡ de Guadaira. . ElP. Fr. Juan Ramos, de la :Pro. vincia de los Angeles , hatural de Tocina, o El v. P. Fr. Sebastian Delgado , de la Provincia de Andaluc’a À natural de Gibraltar; padeci— Martyrio por Christo 4 manos de los Indios Guar’ves el a–o de Ll mil O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 53 266 mil seiscientos y ochenta. . El P. Fr. Luis Rodriguez de Torres , de la Provincia de Andaluc’a, natural de XerŽz de la Fron tera. Fr. Francisco: Tizon , Chorista de la Provincia de Andaluc’a , natural de Gibraltar, Fr, ÀJuan Solano ,: Religioso Lego de la Provincia de los Angeles, natural de Arevalo, Fr. Diego Astorga , Religioso Lego de la misma Provincia , natural de Cadiz. o El Hermano Joscph de San Francisco , Donado: de la misma Provincia , natural de Arroyuelos eh. Portugal , tom— el Habito . en estas Misiones para Religioso del Choro , profes— , y se. puso Àpor nombre Fr. Francisco de San Joseph : despues se orden— y ."Èv1vi— muchos a–os en ellas, ... ÑÑ Eneste mismo tiempo.concedi—.la piedad del Se–or Don Carlos IL: p‡ra el mayor aumento y propagacion de estas Conversiones ocho Ornamentos , y Otras tantas Camipanas de ‡: quintal porÓ su Real, Cedula de trece de Sepriembre de mil seiscientos setenta y siete: limosna deaceyte para'alum= braral, Sant’simo Sacramento. , situandola en las Caxas de Cuman‡, la qual no se pus— en execuci—n: Concedi— tambiŽn por deiz a–os la prorrogacion de doce Òmil quinie–ros quarenta y quatro reaÈ les: por.:su Cedula de trece del mishio: mes y a–o. Libr— asimismo susMagestad de tributo 2 D Z los Indios recien convertidos por Historia de la nueva Andaluc’a. tiempo de veinte a–os, como consta desu Real Cedula dada en Madrid Žn veinte y nueve de Mayo de mil seiscientos y ochenta, Expidi— igualmente orras dos Cedulas del mismo d’a veinte y nueve.de dicho mes y a–o5 una, prorrogacion de los doce mil quinientos quarenta y Quatro reales: , y otfa concediendo la limosna. de siete mil ciento sesenta y ocho, y ambas por tiempo de diez a–os: de lo qual se conoce el incomparable zelo con que nuestros Catholicos Reyes han mirado siempre , y miran al presente, estasç postolicas Masiones, como obra tan del servicio de Dios y de su Real aceptacion. CAPITULO XIV. FUNDACION DE LOS Pueblos de. San Pablo ,' y San Jo: :seph., y nombres de sus çpostolicos Fundadores. . $. L E: Siervo fiel, que por todas partes solicita la mayor honra y gloria de Dios , quando menos piensa se vŽ Àremunerado de ran gran Se–or: con la venraja de especiales favores y gracias que 'su Divina Magestad le concede por su Misericordia. y amorosa correspondencia,, para engrandecerlo y magnificarlo en la republica de los Justos con el explendor y fama de sus prodigios. De esta. clase aclama el mundo al V, P. Fr. Mathias Ruiz Blanco, ‡ quien su notoria lirera. tu O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 54 Libro FIL Cap. XIV. tura, la voluntaria renuncia de la Cathedra con que le honr— la SanÇa Provincia de Andaluc’a su Madre , el fervoroso zelo de la Conversion de las almas , y otras muchas virtudes que le adornaban , le tenian ya afianzada en estos Pa’ses la vencracion y pœblica fama de uno de los mas cŽlebres Misioneros, con que la Religion Serafica habia enriquecido en su tiempo estas Apostolicas Misiones. Sobre todos estos dones se dign— la Divina Misericordia fa vorecerle con la gloria de ser el. primero, que ‡ esfuerzos de su predicacion consigui— la Conversion de mas de selscientas almas de aque' lla rebelde Nacion de los Palenques Carac‡res , que desde el tiempo de su levantamiento estaban Tochelados ‡ las Riveras del Rio Un‡re, y negados totalmente a las luces del Santo Evangelio; para que asi creclese hasta la admiracion el esplendor. de sus virtudes, y publicase su fama ser en los ojos de Dios lo que parecia en el mundo a los de los hombres, çpenas di— fin ‡ la fundacion del Pueblo de San Lorenzo , quando , sin dar lugar al descanso, dexando dicho Pueblo proveido de Ministro , y sin que le impidiese el curso de sus Apostolicas tarŽas la Presidencia de estas Santas Misiones que obten’a en aquel tiempo , se parti— a las Riveras de Un‡re donde estaban los Palenques,fiado solamenteen la Divina provideneia , mediante la qual esperaba la reduccion de aquellas almas , que erab el principal asun= 267 to de su corazon , y total emplŽo de sus discursos. Teniales y‡ anticipadas algunas visitas, y grangeadas las: yoluntades de los principales Capi tanes con repetidos agasajos y Paternales consejos , sin dexar dela mano la continua oracion , con que instaba en los estrados de la Divina Misericordia. DiŽse par obligado el Altisimo de finezas tan puras y repetidas sœplicas , abriendole el paso para que llegase 4 la execucion de la Conversion de los Palenques , que aficionados a la afabilidad de su trato , continuos beneficios , y buenos exemplos , se congregaron mas de quinientos , y salieron 4 vivir civilmente donde fuese desu voluntad que fundas sen el Pueblo. Hizo para este fin eleccion de un sitio apacible a las margenes de una Laguna llamada Az‡ca, donde comenzaron ‡ fabricar sus casas el:a–o de mil seiscientos setenta y ocho, con las quales di— principio a este Pueblo , invocando por su Titular y Patrono al Apostol de las gentes San Pablo, El dia de la entrada ‡ este sitio sucedi— un caso portentoso, que: se puede vŽr en la Vida del V. Ruiz. Blanco, Libro quarto de esta Historêa, : Mas de un a–o llevaban y‡ de trabajo ; y habiendo experimentado al primer Invierno una extraordinaria inundacion del Rio Unare , tuvieron por bien de trasladarlo , como lo hicieron el a–a de mil seiscientos y ochenta , al sirio en que hoy permanece, lla Ll 2 ina O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 55 268 mado Mat‡rico , nombre: :que dan los Indios ‡ una especie de paja a heno con que cobijan'sus casas. En: el corto tiempo de su: prime= ra. fundacion lleg— hasta.el nume= ro de ochocientas almas , de.las qua. lŽs se sacaron setenta familias para madrina y custodia de las que al mismo tiempo estaba poblando el Y, P. Fr, Sebastian Delgado en el Pueblo de San Juan del Guar’ve , que al siguiente a–o: se despobl—, dando cruel muerte 4 dos Religiosos , con cuya desgracia se perdieron todas las dichas familias, y se desperdigaron mas de quinien= tas almas que estaban y‡ Christianas, como dirŽ con mas individualidad en el Capitulo siguientes * La situacion y plano.de esta Pueblo es de: los mas espaciosos que hay en estas Misiones y Doctrinas; goza de muy buenos vien= tos, abundancia de pastos , tierras de labor , y delicadas aguas que le proves el immediato Rio EguŽri O Guere , ‡ cuyas orillas est‡ fundado , aunque algo distante de sus vertientes por el riesgo de sus inundaciones ; y dista cinco leguas al Sudoeste del Pueblo de San MiguŽl, Cabeza. de este Curat— o DoŽtrina de quien es agregado. Desde su primera fundacion hasta el presente se han baucizado en este Pueblo mas de tres mil y cien almas, sin otras muchas de que no consta or haberse quemado la Iglesia y en ella los Libros Baucismales. En este mismo tiempo han fallecido unas dos mil trescientas y cinquenta, tiene aŽtuales hasta seiscientas Historia de la nueva Andaluc’a.. personas Çde. todas edades, sia las muchas que est‡n fugitivas; ; y hay esperanza de que ir‡ en mucho aumento. este Pueblo por lo. sano y, propicio de y su temperamento. 5. IL, .ON igual aplicacion se exetcitaba al mismo tiempo el P, Fr. Thom‡s Guerrero , hijo de la Santa Provincia de los Angeles quien , como uno delos mas practicos Misioneros , ya se exercitaba en la Conversion de ciertas familias de Indios Cumanag—tos , que or no reducirse a la sujecion de los Pueblos: andaban dispersos por los montes con notable riesgo de la: sensible pŽrdida de sus almas. Para la sujecion de Žstas y alivio de las ansias de aquel zeloso Mtsionero , se le concedi— licencia de fundar un Pueblo con dichas famœlias, agregandoles para su madrina otras muchas de la misma Nacion , que para este fin se entresacaron de otros Pueblos , como era costumbre en la fandacion de Mision nueva, Con todas ellas di— principio a. la fundacion de este Pueblo el P. Guerrero d’a diez de Mayo de mil seiscientos setenta y nueve en una llanura alta y muy espaciosa, ‡ quien los Indios llaman Curataqu’che , que quiere decir Palo. de Chaparro, arbol que se descubri— en este sitio antes que en otras partes de los llanos de esta Provincia. El Titular y Patrono de este Pueblo es San Joseph con el. ape O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 56 bro HI: Cap. XIV. > apelarivo de Curaraqu’che; que hoy es agregado a: la DoŽtrinasde:San Bernardino de Guertecu‡r ; del qual dista unas cinco leguas al' Sueste, y sietede la Ciudad de Barcelona casi :en la misma direccion. Esta situado ‡ orillas del Rio: Ar‡gla; y goza tambien de. lindos ' ayres pastos para criar ganados, y: otras muchas conveniencias. , que le: han aumentado hasta el numeto de qui: nieritas y ochenta almas de que hoy se compone. Hanse bautizado desÓ de su fundacion hasta. el presente hasta tres mil y.novecientas.5:. y en este mismo tiempo han pasado de esta vida ‡ la eterna. dos mil ciento y cinquenta , como: consta de losLibros de asiento, que tegistŽ personalmente en Žste y lamaÈ yor parte de los. dem‡ss Pueblos, CAPITULO XV: FUNDASE EL PUEBLO DE San Juan del Guarive , y padecen glorioso Mareyrio por Christo sus Venerables Fundadores. 'Osa indubitable es, que asi como la inquietud y. hostilidades de la guerra son ran opuestas ‡ la paz y sosiego que se necesita para plantar en los corazones de los hombtes la FŽ Catholica, y demas virtudes que la acompa–an 5 asi la paz y conformidad de unos con otros es el medio mas eficaz para el cultivo espiritual de las almas, que se convierten de las tinieblas del Gentilismo a la luz 269 clara del Santo Evangelio, Y‡ dixŽ al fin del Capitulo septimo de este libro y quer apersonados. los Caziques de Çlos Palenques .y Guar’ves al llamamiento. de Don Juan Brabo de Acu–a, ofrecieron fingidamente la paz, moscrandose desde entonces humildes y domesticos con los Religiosos y' Espa–oles , y Engiendose mansos Corderos los que poco antes'se vieroncomo Tis gres, y sangrientos Lobos en su corazon , mudando sola la piel con cl. disfr‡z de su'buenttato., para executar despues mas’a sacisfaccion su depravado Òintento... En este: estado :y simulada amistad se mantubieron once a–os, esperando la: mas oportuna ocasion para la venganza de. sus pasados agravios , mientras que los PP. Misioneros aplicaban los fervores de su zelo ‡ la Conversion de otras Naciones mas d—ciles , que y‡ dexo referidas y reducidas ‡ Òabrazar muestra Santa FŽ Catholica, Lleg— pues el a–o de mil sciscientos setenta y ocho , y primero de la Prelac’a del V. P. Fr. Francisco de Aparicio , hijo de la Santa Provincia de Castilla , cuyo generoso corazon y feryoroso espiritu no cabia dentro de la esfera de las maravillas , con que la poderosa diestra del Alr’simo premiaba los continuos afanes de aquellos VV. Misioneros en la Conversion del Genul’smo; y con el deseo y ansias que tenia de verlo todo sujeto al suave yugo del Santo Evangelio y dominio de nuestro Rey Catholico, para aumento de su Corona y gloria O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 57 270 na de la FŽ, determin— hacer una entrada — expedicion Evangelica a la Nacion de los Palenques Guar’ves, que en las m—nta–as de este nombre vivian retirados , O por mejor decir morian .en aquellos montes a manos de la rabiosasa–a que tenian de ver. y‡:en sus tier ras a los que antes: pudieron ha ber desterrado con violencia, o borr‡do del todo su memor’a. ç este: mismo tiempo esta ba aquel V. Prelado poniendo por: obra los medios de su reduccion; siendo uno de ellos haberles man= dado varios mensageros a fin de: exploratles la voluntad , para que saliesen gustosos a recibir los Mi nistros del Evangelio. Daban los: Guar’ves 42 todo buenas esperanzas; que Ûs propio. de estas gŽntes dar ‡ lo que se les propone buenas aunque falaces respuestas, Fiado el zeloso Prelado en estas, que en su concepto tubo por verdades , resolvi— mandar, como lo hizo en este mismo a–o de mil seiscientos setenta y ocho, al V. P, Fr, Sebastian Delgado, hijo de la Santa Provincia de Andaluc’a , para que les predicase el Reyno de Dios , llevando en su compa–’a ‡ Fr, Juan de Villegas, Lego de la misma Provincia , con orden de quedarse ‡ vivir entre ellos en el sitio que escogiesen para fundar el Pueblo. : Di— motivo ‡ esta resolucion una guerra que los expresados Guar’ves publicaron contra los Palenques Carac‡res , que el V, P. Ruiz Blanco estaba poblando ‡ las Ri Historia de lanueva Andaluc’a. ver‡s de Un‡re, (con tan felices prinÈ cipios.como de setenta familias, de que hice mencion en el Capitulo antecedente) sin mas motivo que el estorvar su reduccion incitados del: comun encmigo , que tanto vela: por impedir el bien espiritual Çde ::las almas. Formaron para este fin cuerpo de'exetcito ; y cercaron al. amanecer la Poblaci—n de San Pablo con animo de darle fuego y; despues de quitar la vida al Padre' y ‡ todos sus Moradores. Sintieron estos el estruendo de los Guar’ves 3 y puestos en orden trabaron una sangrienta guerra , en que Çconsiguieron can milagrosa viŽtoria. ; que sin pŽrdida de un Christiano desbarataron el exercito enemigo, y aprisionaron ciento de ellos con sus Capitanes y Caudillos È Y los dem‡s salieron de fuga ‡ su rŽtiro, El V. P. Ru’z Blanco, que todo el tiempo de la batalla permaneci— en oracion Invocando el auxilio de la Divina Misericordia, despues de darle infinitas gracias por la conseguida victoria, trat— de hacer las paces con los Guar’ves, que por ultimo ofrecieron poblarse en sus tierras, dexando los ciento con sus Caudillos en el referido Pueblo de San Pablo, El Pre: lado, que no perdia ocasion conducente a la Conversion de las almas , pareciendole esta la mas oportuna , determin— mandar los mencionados Religiosos , que fueron recibidos de los Indios con simulado cari–o , viendo que se les entraba por las puertas ran ‡ poca cos O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 58 Libto IM. Cap. XV. costa el logro de su intentado hecho. NN Casi dos a–os estubieron aquellos VV. Varones encre los Guar’ves , sufriendo de ellos mil adversidades y ultrages , con que cada dia exerciraban su religiosa pacienciaz porque es tan ptoplo delas obras heroycas y: del Servicio de Dios el padecer contradicciones, como lo esen la luz traer en su seguimiento opuestas las umicblas, Con la perseverancia y sufrimien= to consiguieron los PP. que formadas las casas de los Indios , les fabricasen una corta habitacion y mediana Iglesia, con que finalizaron el Pueblo, que titularon San Juan Evangelista del Guar’ve , por estar situado en un sitio de este nombre 2: orillas de una: Quebra: da que los Indios llaman de Guayquiricudr. Alli. se. exercitaban en instruirlos en los Mysterios de nuestra Santa FŽ Catholica , con .que cogian. ran coplosos Çfrutos. que Çal a–o renidn y‡ formado un Pueblo de doscientos Vecinos, que :com= ponian quinientas almas casi todas Christianas. doo o Viendo el:demonto la. sere= nidad de espiricu y paz interior con que aquellos Apostolicos Varones iban desterrando eh los Gentiles las tinieblas" de la ignorancia eri bien de sus almas y gloria del nombre: de Dios; andubo: tan sol’cita ent: desbaratar. los medios que miraba tan eficaces para conseguirla , que no dex— piedra sin mover ; per virciendo a un mismo tiempo los corazones de los Guar’ves, para que. 271 revestidos de furor y sa–a diesen cruelmente la muerte ‡ los que llenos de caridad les procuraban la yida y salvacion eterna. Esto mismo suger’a ‡ los Principales de los Pueblos antiguos, que con todo secreto solicitaban su desolaci—n , y, hacian varias consultas para arbitrar el modo de quitar la vida a todos los Religiosos, y retiratse ‡ los montes a proseguir en sus ciegos y supersticiosos Ritos. Despachaban ‡ este. fin vatios mensageros de unos A otros Pueblos ‡ deshoras de la noche pax ra no ser sentidos; y para asegurar.mejor su intento dieron mortal veneno ‡ algunos Principales, que:eran afeŽtos: a: los Religiosos, y procuraror atraer con agasajos a: sœ: voluntadr:los animos de otros, Zelaron de sus hijos y Christianos su depravado designio , y pactaror el dia y hora: de la sangrienta execiicion À:enviando. por todos los: Pueblos una se–a , que ser’a llevar un Indio: puesto el Sombrero del Çprimer ÀP. Misionero difunto, y Çquedaron;.deacuerdo , que los deSan Juan del Guarive como tnas modernos fuesen los primeros que execurasen en sus Ministros lo pactado. , , No fueron menester muchas sugestiones para: que aquella gente obstinada diese pleno consentimien: to a tan diabolica propuesta, y mas estarido once a–os materla dispuesta , y esperando ocasion segura, en que dar cumplimiento a su deseada venganza. Hicieron para esto. prevencion de bebida , que S Û O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 59 272 el agasajo con que suclen captar la voluntad 4 los dem‡s en sus juntas; y despues de haber bebido quanto bast— para encenderlos en furor belicoso , 4 que siempre fue= ron los Palenques muy propensos, tomando la mano. uno de los PrinÇipales, en quien reynaba mas el amor de su libertad geneilica que de la Cruz de Christo y su Religion Santa , propuso a los dem‡s la execucion de su Intento en esra substancia: È, Escusado es (valerosos Gua È r’ves) proponeros. el motivo de È Esta junta que dias h‡ tenemos È PaŽtada , quando ‡ todos consÈ ta la desdicha que ya experimenÈ tamos y viendonos desterrados de È Nuestras dierras , y d estos PP, 3, Estrangeros sujetandonos ‡Rezo È Y Doctrina , que tanto. se: opone È 4 nuestros Ricos. y libertad genÈ tlica, ÁQuŽ mayor mal que verÈ Bos en sujecion y servidumbre, È quando poco h‡ eramos Se–oÈ tes de estasÓ tierras, y temidos È de las Naciones .Circunvecinas! È ÁBien os dixe :yo quando estos È PP. iban comenzando ‡ poblar È la tierra, que en breve tiempo È la habian de tener baxo: de su È DoŽtrina! Si entonces hubieraÈ mos cerrado los oidos 4 sus mansas palabras , no hubieramos. yeÈ hido a tal desgracia , en que .el È Valor y la sangre de nuestros çnÈ, tepasados ha degenerado de nues: , Tras venas 5 pero pues y‡ no te3È Memos que esperar, (hermanos È mios ) î morir. , d vivir en h3 Dertad; que menos mal es morir, Historia de la nueva Andaluc’a. È que vivir dominados de gente È EStrangera , como estarŽmos sin , Temedio , si vuestro valor no sale en seguimiento ‡ la vengany ZA. Demos principio 1 nosotros por :, estos PP, que: al mismo tiempo È har‡n lo mismo las dem‡s NaÈ, CIONES quitando 4 a los suyos las È Vidas , y asl vengarŽmos la sanÈÈ gre de nuestros padres y PparienÈ Tes, y dexarŽmos ‡ la posteriÈ dad el testimonio de nuestro va È lor, y el lurŽl de nuestras ha< È) zaias, Oyeron los circunstantes cos grande gusto el razonamiento ; y condescendiendo rodos al hecho, se aproncaron con valent’a, y aquellas ridiculas ceremonias y alevosos ashiagos , que son narivos en los Indios en tales sublevaciones y levantamientos. Fue este dia el diez y ocho.de Julio del a–o. de mil seiscientos y ochenta antes de rayar el: Alva; y pareciendoles. que esta era la horas mas oportuna, echaron un pregon en la Plaza , que decia: Maremos. d estos PP. y d todos los. dem‡s que son sus afectos y oyen su Dolirina. Hecha. esta: diligencia, acometier—n con algazara a la Iglesia , en la qual estaban los Religiosos como Corderos que en breve. habian de ser sacrificados. Precedian aquella chusma.de Indios dos Capiranejos , llamados : Mapir’tu ; y Áçmoco, que por mas atrevidos los hicieron executores de su. iniqua. sentencia. l Llegaron primeramente al Religioso Lego; y despues de haberle clavado un carcaz de flechas por las O Biblioteca Nacional de Espa–a
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pagina: 61 . Jose amos ’nmoz Bart. ano cul A„. 177% O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 62 Libro III. Cap. XV. las espaldas , le atravesaron el pecho con una morral pu–alada , y al mismo tiempo le dieron tan fiero macan‡zo , que le dividi— la cabeza en dos partes , con cuyas heridas espir— a vista de su amado compa–ero. Acometieron despues a Žste con la misma fiereza dandole dos crueles macan‡zos ; y fue caso portentoso , que con la primera quele rompi— el casco hasta las cejas., se mantubao en pie predicando ‡ los que le mataban; yÓ considerandose y‡ mortalmente herido, rog— con toda humildad ‡ los matadores , que lo dexasen morit ‡ espacio. È 1O valeroso Soldado de la Ès Milicia de Christo! ( exclama aqu’ yÈ el R. P. Ruiz Blanco) ÀquiŽn puis do comunicarte tanta fortaleza, È, Sino aquel Se–or por quien padeÈ ciste? Deseabas y rogabas mas ÈÈ Prolongada muerte , porque duÈ Yasen mas tus penas y dolores, ÈÈ Conoc’ y experimentŽ los fervoÀ tes de tu espiritu , y asl te con5 sidero en tu Martyrio constante, ÈÈ Y abrasado en deseos de padecer È Y derramar tu sangre en conÈ firmacion de tu DoŽtrina y creÈ dito de la FŽ , cuya propagacion 3, te puso en este dichoso conflicto. È Diste tu vida como buen Pastor, ÈÈ por no desamparar los inocentes È Corderillos , que con immensos È trabajos habias agregado al reÈ ba–o de la Iglesia, No te faltaÈ Ton recelos de lo que maquinaÈ È ba la ingraricud de aquellos bar È baros; mas no escusaste cl pa 3 decer cruel’sima muerte , por no 273 s desacreditar tu FŽ ni desampaÈ Tar ‡ tus Ovejas, Ò Saquearon los Infieles la pobre Iglesia , destrozaron los Orna= mentos y dem‡s cosas Sagradas, y sin sacar los .cuerpos les pegaron fuego , dexandolos dentro hasta que pas— el sacrilego incendio. DesÈ pues les echaron un dogal al cuello, y sacandolos a la rastra por la Plaza, los llevaron hasta el pie de una grande Cruz que alli haba, diciendoles con mofa y algazara : Àç vŽr como abora mos tocais las campanas , y llevais ‡ la Iglesia ‡ vir la palabra de Dios? Estas y otras cosas semejantes les decian , en que dieron. manifiestas se–ales del odio mortal Òque tenian 4 la FŽ, De alli los llevaron 4 un hoyo en que hacian el barro para las casas , y ar= rojandolos dentro, dieron fuego ‡ todas las casas , y se retiraron de fuga a lo mas oculto de aquellas Selvas, _Entregaron ‡ un Indio uno de los Sombreros de los Padres, para que llev‡ndolo al Pueblo de San Pablo sirviese de se–a, e hiciesen lo mismo con todos los dem‡s Religiosos y Pueblos; que sin duda hubieran perecido , s’ Dios por su Misericordia no hubiera solidado en los animos de algunos Indios la perseverancia en la FŽ , que sirvi— de freno para los mal inten=cionados. El primero que observ— la se–a fue el Capitan Ar‡gua de Nacion Palenque , muy Lo ‡ los Religiosos; el qual cerciorado de la traicion urdida y accion executada , di— al instante cuenta al. Mm v. O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 63 274 v.P. Ruiz Blanco, y Žste a los demas Religiosos , que apercebidos predicaron a los Indios contra las sugesciones del demonio, y alentados ‡ su resistencia con los esfuerzos de la FŽ, triunfaron de su sobervia , reduciendolos 4 mansedumbre de Corderos, y. total olvido del da–o que y‡ tenian prevenido. o Al mismo tiempo sali— del Guar’ve 4 llevar la noticia al Puer blo de Clarines un Indio Chrisriano que acompa–aba a los Padres, y se puso en camino luego que. los vi— difuntos. Quanto sentimiento y dolor caus— esta noticia a. aquellos V. Misioneros y‡ se de, xa discurrir; pero conformandose: con la Divina voluntad , se hallaron poseidos de una Santa envidia de la dichosa muerte de sus compa–eros , sintiendo en su co razon mo haberlo sido juntamente en ella. Salieron de Clarines los Religiosos , y habiendo llegado al lu gar del suplicio , hallaron los cuer. pos de los Religiosos Incorruptos, blancos , y las heridas frescas , co. mo si no hubieran pasado por los horrotes de la muerte y voracidad del fuego , que vener— aquellos cadaveres como joyas que y‡ eran preciosas en el Divino acatamiento. Tenian ambos los habitos quemados hasta la cincura , mas los cuerpos como. dixe sin lesion alguna. A la Cruz ‡ donde los arrimaron pegaron tambien fuego aplicandola una grande hoguera de le–a ; y fue providencia de Dios que despues de consumida Žsta,apa Historia de la nueva Andaluc’a. reci— la Cruz ilesa, y sin se–ales de haberla tocado ni aun el humo de la llama. Por todo lo qual dieron repetidas gracias al Altisimo, que con tan singular providencia sabe honrar ‡:sus escogidos , mandando a los Angeles que los lleven en palmas , para que. ni los estorbos del camino les ofendan , ni los cabellos de su cabeza perezcan: No causa menos admiracion otra maravilla que se experiment—; y fue que al levantar los cadaveres de la tierra arroj— el de Fr. Juan de Villegas gran porcion de sangre por la herida del pecho, ha. biendo y‡ dos dias que era difunto, Embolvieron los cadaveres con la decencia posible, y puestos en. hombros de Indios Christianos, que. para este fin llevaron consigo , los, trasladaron al Pueblo de Clarines, donde les dieron sepultura en la Capilla Mayor al lado del Evangelio, de cuyo lugar ha perecido. la memoria desde que se mud— la Iglesi‡ al sitio en que hoy per. manece , sin que fuese bastante, para encontrarlos la solicitud del R. P. Fr. Domingo Ramos , que. siendo Prelado , hizo exquisitas diligencias despues de algunos a–os,, en que y‡ estaban montuosos y demolidos con los temporales los antiguos vestigios; con que quedamos con el sentimiento de pŽrdida tan sensible, y justas quexas. que merece de la posteridad omision tan notable, Llevaron tambien consigo aquella preciosa Cruz con que sa= usfacieron los Religiosos 4 la. de yo O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 64 Libro III. Cap. XV.Ó vocion de los Fieles , reparriendola en muchas Crucecitas peque–as, con cuyo conta’to han sentido muchos remedio en sus enfermedades y dolencias, y con esta fŽ las guardan como reliquias sacadas de un precioso le–o que recibi— ‡ su pie en cruento sacrificio a los Discipu los de aquel Divino Maestro , que. di— la vida en ella por la reden cion del linage humano. Estos prodigios y otros obr— el Se–or en testimonio de que sus muertes fueron muy aceptas y preciosas en sus. Divinos Ojos. En confirmacion de esta verdad concluirŽ este Capitulo con un caso maravilloso que refiere el V.P. Ruiz Blanco en su Conversion de P’ritu fol. 89; y cs como se sigue: ON 3 La noche que los Indios es. , taban en consulta y confirmados y y‡ en su malicia,se hallaban unos È Religiosos en P’ricu sentados jun, to ‡ una Mesas y estando el tiemÀ, Po tranquilo y :sereno se levant— , de ‡cia la Poblacion del GuaÈ H’ve una nuyecita peque–a. ; y È luego que escuvoalguna. cosa su. È blevada, se:abri— con..un relamyÈ Pago: y trueno Horroroso Ày al ,, mismo Instante! apareci— : entre È los Religiosos: eb, el .plande* la 5 Mesauna estrella de nor‡ble mag= 5 Mivud , y pŽrsever— cbespacio sus È; çiciente en que todos laytpndie> , semover y notar: Deswaneki—se È la muve , quedando todos .ad, Mmirados , ycon;presunci—nes de 2 Que habia sid—r se–al dŽ alguna È grande novedad, camo sŽ: vi—. desÈ À5 pues con el suceso quedexo reÈ, Lexido, Ò 275 CAPITULO+XVL SALEN ALGUNOS :Tomœzas y Guarbves.d pedir la Fe, . y fundase.el Pueblo de S. Juan Evangelista del Tucayo, Y JEnerŽmos juicios del Alt’simoÈ, que en los aciertos de su infinica Sabidur’a nos: demuestra quan agradables son ante. sus Divinos ojos los trabajos y: meritos de sus Siervos y Varones Apostolicos; pues cori. sei tan grande la gloria que recibe de la salvacion de' las almas y ConvŽrsion de los Infie= les, cada dia nos muestra la ex periencia , que repetidas veces pospone el universal provecho. de muchos Reynos y Provincias al particular de uno œ de dos Siervos suyos , ‡ quienes permite dŽn la muerte, 0: les quira mysteriosa" mente la vida , que pudieran emplear en la: Conversion de las almas: con. mucho aumento y. extension de nuestraSanta FŽ Catholica, Tex nŽmos de'estavŽrdad: tantos testimonios Èquantos. Òsor los millares: de:MartysesÈ Eranciscanos ;. que en: todas quatro! partes : del mundo: han confesado 4: JesuChristo con: los: gritos: de si vertida sangre. ÇÀ Lo..mismordigo de otras 1n= signes Û ilustres Religiones , cuyos hijos dicron.:dichosamente l‡ vida Àlos filos:dŽl.cuechillo,: en tiempo: que, bubieta– cogido muy copiosos frutos de Conversiones de Inx fieles y Flereges , cuyo espiritual aprovechardignto pospuso la Di: Mm 2 vi O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 65 276 vina Providencia al particular de aquellos Santos Martyres, pata darles en la Gloria el premio y corona, que tenian merecidos por los afanes y trabajos de su Apostolico zelo. A este modo parece que lo orden— el Todo Poderoso con aquellos dos Venerables y dichosos Siervos suyos, permitiendo que los obstinados Guar’ves les quitasen las vidas , con que: acaso. hubieran continuado el mucho fruto, que y‡ cogian en la Conversion de aquel Gentilismo. Pero, —. porque las de aquellos Infieles no :merecian tanto bien, O porque la sangre derramada por su amor ser’a mas efic‡z que su predicacion para plan= tar en ellos la FŽ, a que habian resistido tantos a–os, permiti— , que: la vertiesen gloriosamente para pre= miar sus Santos deseos y trabajos; y facilitar con mayor brevedad: la: Conversion de aquellos Indios; y: otros muchos que voluntariamente salieron de los montes 4 ser ins= erumento de esta empresa en el modo que. ya refiero. Habia ent la Serran’a de Un‡re ciertas rancher’as de Tomœzas y algunos Guar’ves , parientes de: los agresores, que desde la: primiera sublevacion se habian retirado de suwÈconsorcio;sin ser participantes 0 complices en su levantamientos: 007,7 Luego que supieron Žstos la! muerte de los PP, :salieron dela' Serran’a movidos de Soberano im> pulso , y atravesando el Rio Unare, llegaron al Pueblo de. P’ricu, donde estaba .el V, P, Er. Eraticisy Historia de la nueva Andaluc’a. co de Aparicio , actual Prelado, con otros quatro de sus Religiosos , que tubieron mucha complacencia al vŽr aquel concurso de Infieles tan humanamente reducidos. ÇCreci— mas su alegria al oir su razonamiento, que fue pedir voluntariamente la FŽ Carholica , en la qual deseaban vivir poblados, bautizandose todos; y que para este fin venian dispuestosa llevar consigo uno de los PP. que les asistiese , y ense–ase el camino de la salvacion como Ministro del Santo Evangelio, Oy— el Prelado el razonamiento de los Indios; y viendo la resignaci—n con que se sujetaban a las Leyes de muestra Religion Christiana., les di— ‡ escoger de los cinco Religiosos el que fuese mas de su gusto , que desde luego se lo concedia para que fuese con ellos 4 dar principio a la fundacion desu Pueblo. Hicieron eleccion del referido P. Aparicio, que al instante se ofreci— y dedic— a ser su Ministro y Fundador; mas como Àlos muchos. y graves negocios: con: que le tenian ligado las obligaciones de su oficio , no Òle daban lugar ‡ emplearse en. otro Ministerio que la precisa y nece sariaasistencia de sus bien empleados subdiros , Çpara no faltara Žstos, ni dexar desconsolados ‡ los In= dios, determin— irse con ellos; 1levando:consigo al P. Fr. Juan Ramos , para que dado ‡ conocer ‡ los Indios , supliese en su'administraci—n las ausencias que eran Ándispensables al cargo de su Prelac’a, + Llegaron:4. las rancher’as de los O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 66 Libro TM. Cap. XVI. los Indios que estaban en la Quebrada de Murua 3 y habiendolos convocado ‡ todos ; que eran doscientos y veinte , y predicadoles la palabra de Dios alentandolos a la perseverancia en su primer propo sito 5 salieron ‡ h‡cer eleccion del. sitio para la fundacion del Pueblo, que se efectu— en el de Macaraœru, cabecera de una Quebrada de agua dulce llamada Chaves, una. legua distante al Oesnorueste del sitio en que hoy permanece , adon de lo trasladaron por la gran se. ca de agua que se experiment— algunos Veranos. El sitio en que hoy subsiste es a orillas de una Que, brada de agua llamada de los Es. pa–oles Tucœyo , y de los Indios. Tucœy , que en nuestro idioma. quiere decir agua de Yuca o Caz‡be , por la similitud que con Žsta tiene en su origen la dicha Quebrada , que es de color laŽteo , aca. so por alguna veta de tierra blanca, que se lo comunica en los con duŽtos de su nacimiento, Desde su primera fundacion invocaron por Parr—node este Pueblo al glorioso Evangelista San Juan, ‡ cuya honra querian fundar este Pueblo en lugar del que los Guarives demolier—n,,aseguran= do al mismo, tiempo., que en acabando. la: formacion de:sus casas; ir’an '4 traerlos y reducirlos ‡ vida: Chrisciana , y. en caso de tesisÈ tencia t—marian venganza de las erueles: muertes que: dieron 4. sus Ministros. espirituales", en. castigo de tan ingrata correspondencia. Hitzose esta diligencia, el dia. primer 277 ro de Mayo del a–o del Se–or mil seiscientos. ochenta y uno, y se dixo la primera Misa el seis de dicho mes, en que celebra la Iglesia la Fiesta del Martyrio que padeci— sin lesion el Bejamin Evangelico . ante Portam Latinam. Y en este dia.:se. celebra todos los a–os ‡ honor del mismo Santo como Patrono: y Titular de dicho Pue= blo, Concluida esta primeta diligencia, se retir— el V. Aparicio al Pueblo de P’ricu , hasta que acabada su Prelac’a y otros negocios de la Conversion y fundacion de otros Pueblos , se restiruy— al:de Tucœyo, donde vivi— hasta Òsu muerte tam estimado de los Tomœzas como merecia su teligiosa y exemplar vida , que exercit— en la ense–anza y DoŽtrina de aquellos Indios, en quienes se experimenta. la humildad y mansedumbre que produxer—n tan buenos principios, Con la zelosa apli. cacion: del P, Fr, Juan Ramos , y, espontanea voluntad.con que los Indios salieron 4.pedir la FŽ, dieron tan Žfic‡z expediente a la for= macion del Pueblo y conclusion de sus. casas, que en tiempo de quatro a–os las dieron todas acabadas , y fabricada una mediana Iglesia 4 proporcion del numero de sus Vecinos. 23 2%, o 'Allicomenz— gtP, ‡ instruir los etrlos Mysterios de huestra Santa FŽ; y fue tal la, Áaplicacion que desde el principio mostraron a las cosas de nœestra Religion y aseo de la Cas‡ de Dios , que en qualquie. O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 67 278 quiera fiesta solemne andan todos (especialmente los hermanos ) con Santa emulacion y notable c—nve: niencia aventajandose unos 4 otros en ser los primeros que concurren ‡ la disposicion y ornato de las Imagenes , Altares , y dem‡s alhajas del Santo Templo, para mejor lucimiento delas haces Eclesiasticas 5 en cuyo Santo.emplŽo entran hasta los ni–os de seis y ocho a–os arriba, los quales salen Žn pœblico el Domingo de Ramos en medio de la Iglesia , y piden de rodillas que los Òadmitan: y escriban por hermanos de la hermandad de nuestra Se–ora , ‡ cuyo setvicio se dedican asi los varones como las. hembras. : Finalizado y‡ el Pueblo , y. deseosos los Tucuy‡nos de aumentar el numero de sus Vecinos, hicieron algunas. entradas a los ll‡nos de Žsta y la Provinciade Caracas , de donde sacaron un gran numero de familias , que huyendo. del yugo del Santo Evangelio se' hallaban dispersas por aquellos montes. La mayor parte de ellas se agregaron al Pueblo de San Pedro Alcantara de Chupaqu’re , por cuya desolacion se restiruyer—n unas a esta del Tucœyo , y otras al de PuruŽy , como dirŽ mas adelantŽ. ÀOtras muchas encradas han hecho estos Tucuyanos en dompafa de los PP, ÒMisionerosŽa diferentes Naciones Çde Indios:ycon los quales: fuera: un— ide l—s mas crecidos Pueblos; pero las continuas mieblas y verciŽntes de la immediata Serran’a , y las humedades Historia de la nueva Andaluc’a. de la Laguna de Un‡re hacen sul temperamento muy nocivo , con que ha experimentado mucho atraso con las muertes de unos , y re= petidas fugas de otros. : Sobre todo esto. es mas senw sible , y digno de un efic‡z remedio, el poco zelo de muchos Miniscros de Justicia, que anteponicndo sus particulares conveniencias al: bien espiritual de sus proximos, ha: cen poco O ningun escrupulo en. robar el sudor de los pobres, por aumentar el vil interŽs de sus caducos bienes con notable pŽrdida de muchas almas , que por su omision perecen 4 manos de la mise= ria y enfermedades por los montes si el beneficio de los Santos Saw cramentos , ‡ cuyos da–os pudie= ran subvenir , st tubieran mas de stÈ parte ‡ Dios ; quien tal vez les per= mite saltr con lo que descan par ra que sirvan de azote, con que castigar ( como Padre )‡ sus Fieles Ûatholicos, para dar despuesa unos y otros el premio — Çcastigo conÈ forme ‡ sus' meritos; ' Ò+. Deseoso. de arajar. tan gra= ves' da–os solicirŽ licencia del Ses –or Virrey, que era el a–o de qua+ renta y ocho , Don Sebastian de Es+ lava , la qual concedi— su Excelen= cia para mudar este Pueblo 4 me= jor parage5 y con estar: todo llano , jam‡s pude conseguir la prac= tica de obra tan necesariaÓ, quŽ y‡ pudiera estar concluida, silos ÇJueces y ProteŽtores: atendieran con mas vigilancia al cumplimieno tode las Leyes , que prohiben la continuacion. de. los. Corregidores quin O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 68 Libro TIT. Cap. XVI. quince y mas a–os , y Otras muchas transgresiones , con que por favorecerlos causan notables atrasos al Real Erario , y aumento de los Pueblos. Sin duda hablaba. cor’ estos San Luis Beltran en la Ciudad de Santa Marta , Çquando predicando un d’a, exprimi— una: tortilla de Ma’z, y saliendo sangre de ella dixo el Santo ‡sus oyentes: No es otra cosa lo. que comeis sim0 sangre. de los pobre es Indios. De que se infiere quanto ofenden al Se–or los malos tratos que se. hacen ‡. aquellos miserables , y la injusticia de los que teniendolo por obligacion no los defienden, Desde la fundacion de este Pueblo hasta el presente se han bautizado dos. mil ciento y cinquenta almas ; en este mismo tiempo han fallecido mil ochocientas y sesenta; y tiene actuales trescientas y Cinquenta personas de todas. edades. CAPITULO XVIL t REDUCESE A LA FE LA Nacion de los Guarives , y fundase. el Pueblo de S. Juan Capistrano del ParnŽy. S: el tentador y padrede la mentira (por no tomarlo en boca) fuera capaz de alegria y contento,ya se dexa discurrir quanto hubiera recibido en haber salido con la suya, quando prendi—en su red ‡ los Guar’ves, para que amotinados se ensangrentasen en aquellos Apostolicos Varones , con cuyaÓ dichosa muerte quedaron dispersos por los 279 montes, errando entre sus incultas bre–as como Ovejas perdidas, careciendo de la luz del Evangelio que tan felizmente. les habia amanecido , y sin esperanzas ( por: entonces ) en: sus Ministros de sacarlos de ellas ; , porque temerosos del castigo que justamente mere. clan , no pensaban en otra cosa; que vŽr como ocultarse en aque. las". monta–as , donde se. hiciese; mas imposible la reducciori de sus almas... çsi estuvieron quince a–os cerradas de: tal suerte las puertas: ‡ la predicaci—n , que no hallaron los PP. Misioneros en este tempo. un, resquicio por donde introdu. cirles la luz de nuestra Religion Christiana5 con que y‡ se consi> dera la ganancia que lograria en tanto numero de almas, que tenia obscecadas con las sombras de la ignorancia y errores de su Gentilidad antigua. No por Òeso desmaaba el fervoroso espiritu de aquellos Apostolicos Varones en con= tinuar las tarŽas de su zelo en ha Conversion de otras Naciones de Indios , que en dichos a–os sacaron de los montes , con que se formaron algunos Pueblos , cuya descripcion darŽ en los Capitulos si= guientes , por no cortar el hilo de la Historia; dexando en Žste coria cluida la que pertenece ‡ los sobredichos Guar’ves , que tanto tiempo se mantuvieron reveldes ‡ recibir las Leyes de nuestra Catholica Religion, No seria acaso tiempo oportuno, en que el Todo Poderoso œsa O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 69 230 usase de su Misericordia y conce dicse la gracia de su Conversion. pues permiti— que con la muerte: de los PP. se desbaratase la que llebaba tan buenos principios; 0 porque asi lo merecian sus culpas, O porque queria que suplesen sus Ministros a costa de trabajos quan to cuesta la Conversion de una: alma; pues por ella di—, y diera mil veces la vida su Unigenito Hijo. Lleg—. por fin el a–o de mil seiscientos noventa y cinco , que fue sin duda el que Dios tenia destinado. para que en Žl lograsen los zelosos Misioneros el fruto de sus deseos en la Conversion de los obstinados Guar’ves , ‡ quienes podemos llamar Gentem convulsam, (7 dilaceratam 5 y fue de esta forma : Habiendo entrado de Prelado de estas Santas Misiones el M, R. P. Fr. Francisco Tizor, hijo de la Santa Provincia de Andaluc’a, hizo junta del V. Discrerorio , en que propuso algunos puntos pertenecientes al buen govierno y adelantamiento de la Conversion; siendo uno de ellos la de los Guar’ves , sobre quienes se tomaron los medios mas proporcionados, y fueron remitirles varios mensageros de paz, que explorandoles la voluntad, les hiciesen creer quan olvidada estaba para el castigo la culpa de su sacrilego homicidio , y que solo se pretendia , que dando de mano a sus justos recelos, abrazasen gustosos la FŽ de JesuChristo , y recibiesen Ministros de su Evangelio , que fue solo el fin que trajo a los PP. Misioneros 4 lasso Historia de la nueva Andaluc’a. ledades y trabajos que ofrece la fe duccion de este Nuevo Mundo. Viendo el V. Prelado el poco efe—to que surcian estas caritativas ' diligencias , atribuyendolo a poca eficacia de los conduŽtos, se resolvi— 4 mandarles Religioso , que con la virtud de la Divina Palabra les cautivase las voluntades y reduxese al gremio de nuestra Catholica Madre Iglesia. Acompa–— ‡ este pensamiento el unanime consentimiento de todo el V. Discretorio , en especial del Y, Aparicio , quien para custodia del Religioso expuso la lealtad con que los del Tucœyo se ofrecian ‡ la entrada , resueltos 4 no venirse sin ellos , y sujerarlos 4 los Dominios de nuestro Catholico Rey, de quien se habian mostrado tan fieles Vasallos, Con esta prevencion y confianza en la Divina Misericordia se aprontaron los bastimentos necesarios para el Religioso y los Indios del Tucœyo , que gozosos con la noticia avivaban cada dia el negocio para dar el mas breve expediente desu deseado intento. Dispuestas todas las cosas, hizo eleccion el Prelado del R. P. Fr. Juan de Carmona , hijo de la Santa Provincia de Andaluc’a , en cuyas religiosas prendas y notoria literacura fiaba despues de Dios el feliz exito de aquella empresa. Sali— por fin este V. Misionero acompa–ado de los Tucuy‡nos y trasmontando la Serran’a de Un‡re y asperas Monta–as del Tucup’o, lleg6 al sitio del Guar’ve, donde esta.: ban divididos en tropas los Palen: ques. O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 70 Libro UL Cap. X ques. Hizolos congregar conamorosa mansedumbre ; 3 y juntos los mas en su presencia , les intim— el fin desu legac’a , asegurandoles de parte de Dios y su Prelado , que no era de st intento nl ministerio el executat en ellos el menor castigo; sino solo cl que, depuestos los recelos que los tra’an distraidos, saliesen gustosos ‡ vivir como Christianos baxo las Vanderas de Je suChristo, Lo mismo les persuadian los Tucuy‡nos , haciendoles saber lo bien atendidos y contentos que se hallaban en compa–ia de los Padres , de cuya religiosa piedad recibian alivio en sus desconsuelos, y un total socorro en sus necesidades. Dos meses 5 gastaron en consultas los Indios sin resolverse ‡ su reduccion por la diversidad de pareceres , que fuera muy prolixo explicar por el modo y poco fundamento con que cada uno de los Capitanes daba el suyo, y todos esperando 4 que consumidos los bastimentos se volviese el Padre ‡ las Misiones , dexandolos en el infeliz estado de su libertad , que apetecian mas , que vivir Christianos en sujecion y ageno dominio, Fundabase toda su reveldia en solas ignorancias y desvar’os de Gentiles, > Que como nieblas a la presencia del Sol se desbarataron luego que con las repetidas amonestaciones les fue rayando la luz del Santo Evangelio , sin que fuesen menester muchos : argumentos con que convencerlos , porque toda su repugnancia mas era efe’to de la yo XVIL 281 luntad que del entendimiento; pues Žste facilmente se convenciera al asenso de nuestra Ley Santa, s’ la voluntad se resolviera ‡ abrazar las dificultades de su observancia, Esta es entre otras la principal causa porque aquellas Naciones , especialmente la Car’ve, han hecho y hacen tan fiera resis. tencia ‡ sujerar su sensual apetito a las Leyes de nuestra Religion; porque como de ordinario est‡ entre estos Gentiles recibida la poltgamia y otras costumbres propias de: su ceguera y opuestas a la pureza de nuestra Santa Ley, les hace cruel’sima guerra el reducitse con sola una muger los que en: el' retiro de los montes son due–os y Se–ores absolutos de quanras: quieren. Pero una vez resueltos ‡ vida Christiana poblados algunos a–os, hablando generalmente , hacen ventaja en el Catholicismo ‡ otras muchas gentes que presumen de Christianos viejos 5 porque no se d‡ exemplar que entre los Indios se encuentren SeŽtarios , Judios, Mahomctanos , juradores , blasfcmos y otros errores y deprabadas costumbres , que tienen en muchas partes infestado el mundo, y escandalizados ‡ los verdaderamente temerosos de Dios, Vencidas pues todas las dificultades, y lo que es mas cierto, llegada y‡ (como dicen ) la hora de Dios , y satisfechos los Palenques (aunque no sin algun recelo ) de que los deseos y ruegos de su Conversion en los Padres mas eran hijos de la caridad paternal que parto Na de O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 71 232 de odio Û o de venganza , se resolvieron ‡ dar de mano 4 sus Ritos gentilicos , y salir ( como lo hicieron ) del Guar’ve en seguimiento del P.Carmona y los Indios del Tucuyo , que llenos de placer y de gozo volvieron pata las Doctrinas como suelen los vencedores con la presa cantando viŽtorias. Llegaron a la del Tucœyo , donde fueron recibidos a s—n de caxa y repique de campanas; y despues de eriburar ‡ Dios las debidas gracias , se repartieron los nuevos convertidos entre los Tucuy‡nos , llevando cada uno los que podia ‡ su casa , mientras se Abricaban otras y hacian sus labranzas, Di— noticia el P. Carmona de su llegada al R.P. Tizon , quien al oir la deseada nueva , lleno el eorazon de contento, levant— los ojos al Cielo , y di— repetidas gracias al Alt’simo por vŽr cumplido el fin de sus deseos en la Conversion de los Guar’ves , que y‡ salian de la obscura noche de sus errores y pecados ‡ recibir los Predicadores del Evangelio , que como Angeles de paz los esperaban para darles la vida de la gracia Que no conocian , como aconteci— en algunos parvulos, que para entrar en el Paraiso no les faltaba mas que el agua del Santo Bautismo; y en muchos viejos que estando y‡ ‡ las puertas de la muerte, solo aguardaban el mismo beneficio para cerrar los ojos y volar con ellos ‡ la Gloria. Hechas y‡ estas tan Santas y precisas diligencias , se trat— so Historia de la nueva Andaluc’a. bre la fundacion del Pueblo de los Guar’ves para su seguridad , que .ofrecian los del Tucœyo si se los dexaban en su Pueblo, para preservarlos de los asaltos de su inÇconstancia con la sujecion y buena custodia 5 mas considerando lo que la experiencia varias veces ha ense–ado en las repetidas muertes odios y fugas a los montes, causadas de la concurrencia de distintas Naciones , 0 de una cuyos individuos viven sujetos ‡ diversos Capitanes; y conociendo que la altivŽz de los Guar’ves no llevaba ‡ bien la subordinacion'a los de otro Pueblo , se derermin— buscar parage oporruno en que form‡sen el suyo , donde viviesen separados, y al mismo tiempo baxo del influxo y vista de los Tucuy‡nos. A este fin se eligi— la pla nicile de una mesa elevada y apa cible que dista un quarto de legua al Norueste del Pueblo del Tucœyo , desde la qual se registran ambos Pueblos, y se comunican quoridianamente sus Indios, sujetos unos y otros en lo Civil y Ecleslastico 4 un solo Corregidor y Cura Parroco. En este referido sirio fueron fundando las casas convenientes al numero de quarrocientas almas que salieron del Guar’ye : y hechas Žstas, fabricaron una para el DoŽtrinero con una cotta Capilla en que celebrar el Santo Sacrificio de la Misa , hasta que despues el a–o de noventa y nueve hicieron una capaz Iglesia , con que qued— finalizado el Pueblo, y sus Naturales arreglados ‡ las LeA yes O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 72 Libro MIL Cap. XVIL yes Civiles y Christianas costumbres, que imitaron de sus Vecinos los Tucuy‡nos, aunque con mucha diferencia y ventaja de Žstos, que siempre se han mostrado afect’simos y muy obedientes ‡ sus Miniscros , quanto aquellos tienen de ce–udos y sobervios , efeŽto de su antigua rebeldia y trabajosos principlos, Asi me lo ha mostrado la. experiencia de doce a–os que he sido Cura DoŽtrinero por el Real Patronaro de ambos Pueblos. Esr‡ situado Žste A las fronceras de la espaciosa Laguna de Un‡re, y orillas de un Riachuelo que baxa de la opuesta Serran’a ‡ quien los Indios llaman PuruŽy , de quien tom— el apelativo este Pueblo , cuyo Patrono es el glorioso San Juan Capistrano. Su temperamento es mejor que el del Tucœyo por su elevada altura , donde participa de los Nortes y Brizas del Mar que tiene ‡ la vista ; sin embargo , ambos experimentan en la salud mucho atraso , que se atribuye ‡ las humedades de dicha Laguna y cont’nuas nieblas: de la Serran’a , que causan muchas fluxiones catarrales y repetidas calenturas, a lo qual se llega la abundancia de frutas que tienen en sus labranzas , en cuyo: cultivo exceden. los dichos. Guar’ves 4 rodas las dem‡s Naciones que: pucblan estas DoŽtrinas y Apostolicas Misiones. . Tiene este Pueblo una grande y espaciosa Iglesia de tres naves , adornada de ricos Ornamen tos y preciosas alhajas, que conz . 283 segu’ poner en ella con la ayuda de los mismos Indios, que se han esmerado en este punto ‡ imiracion de los del Tucœyo y otros Pueblos , especialmente los hermanos que con singular devocion se han dedicado al asto y aumento del Culto Divino , entrando en la Hermandad de la Virgen de la Soledad , y Santo Entierro de Christo, El primero que en este Pueblo recibi— las aguas del Santo. Baucismo fue el Capitan Pirpue de mas de sesenta a–os de edad, y se le administr— de socorro in ar= ticulo morris dandole el nombre de Pedro Juan. Desde entonces hasta el presente se han bautizado hasta dos mil y doscientas almas; han pasado de esta vida 2 la eter= na mil y quarrocientas 5 y tie= ne actuales quinientas personas de todas edades, sin las muchas que se hallan fugitivas en la Costa de Caracas , donde ( por su immediacion ) se refugian con mucha fiex quencia, o : CAPITULO XVI. DEL PUEBLO DE LOS. Pozuelos. Quinta Mision de las Pro vincias de Espa–a , y otras Rear. les Providencias de la M‡a= .. gestad Catholica, 5 Y J Olviendo al orden y Chrox, nolog’a de los tiempos, que: invert’ en la fundacion de los Pue blos con la intetposicion del Pu ruŽy pot la razon que y‡ dixe, se sigue ahora hablar de lo acaecido Nn 4, en O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 73 284 en el mismo a–o de mil seiscientos ochenta y uno, en que ret’rado A la Corte el actual Govetnador de Cuman‡, que era Don Francisco Rivero Galindo por orden de su Magestad , vino de Governador interino el DoŽtor Don Juan de Padilla Guardiola , del Consejo de su Magestad , Cavallero del Orden de Calatrava , sugero de nobil’simas prendas , chrisuano zelo, y aventajadas letras. Hall— a toda esta Provincia encendida en pleytos de los Espa–oles, y alterada con el levanramiento de los Indios Guar’ves. Di— principio a su Govierno formando cuerpo de Exercito , que sac— de las tres Ciœdades Cuman‡ , Cumanac—a, y Nueva Barcelona ; y entrando con el ‡ los montes, apri sion— a los Principales Cabezas del. levantamiento 5 y despues de casugarlos conforme asu delito , puso en execucion otras providencias, con. que escarmentados los Indios y Espa–oles , se seren— toda la tierra y quedaron en tranquila paz unos. y atios. Puestas en tan buen orden las cosas:, compuso el Castillo de nuestra Se–ora de la Cabeza , que estaba algo: deteriorado y notablemente Òdesproveido, Hiz—: nuevas Cure–as ‡.toda la Artiller’a, pusole puente levadizo, allan— un cerro que le impedia la vista al Bar= rio de San Francisco5 y de alli pa s—.a la Real Fuerza de Ar‡ya , don= de finaliz— una Cisterna O Aljibe que abastece de agua ‡ los Vectnos y Soldados de aquella Forta Historia de la nueva Andaluc’a. leza, En este estado di— fin 4 su interino Govierno , restituy—se ‡ Espa–a, y con su ausencia no tubieron efe’to muchas cosas que dex— principiadas, y hubieran sido muy Importantes al bien espiritual de las Conversiones, adelantamiento de la Provincia, y comun utilidad de sus Vecinos. Una de las que dex— pra—ticadas antes de su partida ‡ la Corte fue ponerse del acuerdo con elR. P. Fr. Diego de Rivas , Comisario que era de las Misiones de P’ricu , ‡ fin de que fundando algunos Pueblosen la Serran’a que mŽdia entre Cuman‡ y Barcelona , hubiese mas pronta y. segura comunicacion , especialmente en tiempo de guerras, y mas comodidad para la conduccion de los ganados , con que proveer a la de Cumana de carne , y otros v’veres que habian de llevarse de la de Barcelona y Provincia de Caracas, A este fin form— ciertos çutos, mediante los quales despach— su Magestad una Real Cedula , ordenando la fundacion de un lugar en el Valle. de: Bord—nes, que se efectu— el a–o de mil seiscientos ochenta y siete ; como dirŽ despues. Con igual Çaplicacion exercitaba Çsu Santo zelo el R. P. Ri= vas, dando. principio a la fundacion de otro en la falda de la mis= ma Serran’a, dos leguas al Nordeste de la Ciudad de Barcelona al fren te de una Ensenada que forma el Mar de aquella Costa a barlovento del Morro como una legua distante de sus Playas. Para Funda dor O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 74 Libro IM. Cap. XVII dor de este Pueblo se hizo eleccion del P. Fr. Francisco Alvarez, hijo de la Santa Provincia de çragon, y natural de Zaragoza. Sali— este P. Misionero al Valle de Gu‡ntar y otros de la dicha Serran’a; y habiendo atraido a si las voluntades de unos Indios Tagares y Cumanag—tos que habitaban en ellos , los sac— de los montes, y di— principio con ellos a la formacion de este Pueblo , que titul— nuestra Se–ora del Amparo de los Pozuelos, cuyo apelativo tenia aquel sitio desde que lo fund— de Espa–oles Don GarcrFernandez de Zerpa, como ya dixe en el Libro antecedente. Esta denominacion tubo ot gen de unos pozuelos O mananviales de agua , de los quales subsiste hoy uno, que abastece a sus Naturales de agua algo gruesa: y con su punta de sal—bre. El terreno que hay desde su sicuacion hasta laCosta del Mar , llaman los Indios Echinicu‡r , y de Žl usan en su idiomas pero hablando con Espa–oles le llaman Pozuelo, que es el que prevaleci— desde su primera fundacion. Este Pucblo hubiera sido muy numeroso en Vecindario por las conveniencias de muy sano temperamento , abundancia de buen Pescado , y tierras de la= bor en el cercano Valle de Gu‡ntar, donde sus Naturales tienen sus buenas labranzas de Maiz , Caz‡be , Pl‡tanos , Ca–a , y otras fru1as 5 pero la mucha escasŽz de agua le hace esteril y poco apetecible; pues no hay donde puedan pas y 285 tear ganados ni bestias para la manutencion y servicio de sus Vecinos. Sin embargo , en los once primeros a–os de su fundacion lleg— a tener ciento y diez familias, que componian quinientas perso= nas , los mas Christianos y gustosamente reducidos ‡ muesrra Santa FŽ Cacholica, En este estado florecia dicho Pueblo el a–o de mil seiscientos noventa y dos, quando un tirano Pirara marchir— las esperanzas de su aumento con una impensada invasion', en la que despues de haber pasado a cuchillo À muchos de sus Naturales de ambos sexos , di— fuego a todo el Pueblo, profan— y rob— los vasos y Ornamentos Sagrados , aprision— ‡ muchos Indios ue llev— consigo, y entre ellos al P.: Misionero Fr. Lorenzo Fanlo Ximenez , de la Provincia de Aragon , sin que su venerable ancianidad y otros achaques , entre ellos una monstruosa rotura , le valiesen para que la inhumana crueldad de aquellos declarados enemigos y verdugos de la muertc le dispensasen las grav’simas molestias , crueles azotes , y Otras sacrilegas penalidades, con que exercitaron su humildad y paciŽncia mas de dos meses , trayendolo desnudo y muerto de hambre y sed por aquellos mares , hasta que lo soltaron en una de sus Playas, . ÀDe este suceso se origin— el descarriarsŽ los dem‡s Indios , que ocultos por aquellas. asperas Serra n’as resiscian volver 4 teedificar su Pueblo , temerosos de experimentar O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 75 286 tar segunda vez otra invasion semejante, Puesto el Religioso en libertad , sali— como buen Pastor al recogimiento de sus Ovejas , en cuya empresa pudo mas con la eficacia de su buen exemplo que con la persuasion de sus palabras; porque al vŽr la constancia con que despues de haber padecido rantas vejaciones y ultrages sin desampararlos en el mayor riesgo , y el amor con que solicitaba el bien espiritual de sus almas , exponiendose ‡ los mismos Inforrunios reedificando en el mismo sitio su perdido Pueblo , salieron de los montes en seguimiento de su Pastor, y comenzaron con todo esfuerzo ‡ fabricar las casas , que en breve tiempo pusieron en estado de poderse alojar el todo de sus familias, Apenas tenian el suficiente abrigo , quando les sobrevino un terrible sarampion en que murieron muchos , quedando el Pueblo tan desconcertado , que no se encontraban maridos con. mugeres, ni padres con hijos; aunque no tan desproveido de gente, que faltasen doscientas personas , con que se esperaba su conservacion y algun mediano aumento. En este estado se fueron manteniendo ; y dado fin a la f‡brica de sus casas, levantaron la Iglesia y casa del P. Misionero , y en el tiempo de ocho a–os ya se hallaba aumentado en cien personas sobre las doscientas que quedaron despues del estrago del sarampion. Lleg— el de mil setecientos y quatro, en que y‡ se consideraban libres de semejantes Historia de la nueva Andaluc’a. trabajos, y entonces les acaeci— otro no menos considerable,aunque mas feliz que el que experimentaron en la irrupcion del levantado Pirata. Surgi— en el Puerto de este Pucblo un Corsario InglŽs , y ech— una manga de gente en tierra bien proveida de armas y municiones, con animo de invadir a sus Naturales, y saquear las alhajas que hallasen de algun interŽs considerable. Los Indios que estaban 4 la vista , escarmentados de la primera hostilidad , hicieron varias emboscadas, en que aseguradas sus personas , quitaron la vida ‡ treinta Ingleses, Ž hirieron gravemente 4 otros con la corta pŽrdida de tal qual Indio, por haberse prevenido apoderandose de avenrajados parages , en que les hacian cruda guerra sin ser vistos, En este orden defendieron valerosamente sus vidas y su Paria; pero no pudieron impedir el saqueo de las alhajas de Iglesia , y fuego que pusieron en ella y todo el resto del Pueblo antes de su retirada , porque la ventajaÓ del Fusil a la fecha no les permiri— salir a defenderlo ‡ campo descubierto , con que quedaron los Indios, aunque con las vidas, en la misma desolacion que experimentaron la vez primera, El Religioso Misionero que los amaba en JesuChristo , no los desampar— un instante; antes s’ ase: gur— las mugeres y ni–os , hasta que pasada la refriega los acrajo a su desolado Pueblo en cuya fabrica volvieron ‡ trabajar de nue yo O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 76 Libro UL Cap. XVII. vo sin variar de sio. Reedificaronlo segunda vez 5 y concluida su obra, arbitraron la providencia de continua centinela y casa de guardia que mantienen siempre , Ûspecialmente en tiempo de guetras, Por haber perdido los Libros Parroquiales en el primer incendio, no se ha podido saber fixamente el numero de sus bautismos y entierros 3 pero por los que despues se formaron , y un quaderno que con exaŽta diligencia pudo el Religioso libertar del fuego , se deduce, haberse baurizado en este Pueblo desde su fundacion hasta el presente mas de mil y quatrocientas, han fallecido mil ciento y cinquenta, y tiene actuales unas trescientas personas de todas edades. Es Pucblo contribuyente al Real Erario , y agregado del de Santo Domingo de Araguira, Cabeza de Curato , Çdel que dista tres leguas al Nordeste. Asegurado y‡ el Pueblo de los Pozuelos , y vistas las conferidas providencias por los dos Superiores Comisario Apostolico , y Governador de Cuman‡ con esperanzas de buenos efeŽtos , deseando la consecucion de los fines , tomaron por medio inviar al R. P. Fr. Mathias Ruiz Blanco a la Corte de Madrid , para que como sugeto de notoria capacidad informase con individualidad ‡ su Magestad y ‡ la Religion del estado de todo , y trajese las deseadas determinaciones para el mejor adelantamiento. Sali— el R.P. Ruiz Blanco el a–o de ochenta y uno; y des: 287 pues de once meses de viage lleg— a la Corte, donde manifest— sus despachos , y present— al Rmo, P. Fr. Christoval del Viso unas Constituciones hechas por todos los vocales en el Pueblo de Caygua dia cinco de Noviembre del mismo til seiscientos ochenta y uno, Confirm—las su Rma, por sus Letras Patentes de cinco de Abril de mil seiscientos ochenta y tres, man * dando se sacasen tantos que hubiese en cada Mision y DoŽtrina para la mas pura observancia de nuestra Santa Regla, Nuestro gran Monarca Don Carlos Segundo informado por el P. Ruiz Blanco de la necesidad que habia entonces de Operarios y Ornamentos Sagrados , continuando sus acostumbradas mercedes , desach— una Real Cedula , para que a expensas de su Real Erario llevasŽ doce Ornamentos de Seda para celebrar y adornar los Altares, doce Misales , doce Rituales , y doce Copones de Plata para reservar el Sant’simo Sacramento, Otra prorrogando por otros diez a–os la limosna de doce mil quinientos quarenta y quatro reales de las Caxas de la Ciudad de Caracas, Otra libertando de tributo y encomienda a los Indios de estas Misiones. Otra , mandando al Governador de Cuman‡ se edificase un Presidio de hasta treinta Soldados Esa–oles para custodia de los Pueblos ya fundados y proteccion de los PP. Misioneros , el qual no se efc—tud. Y ultimamente concedi— su Magestad una Mision de catorce O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 77 288 ce Religiosos Sacerdores y quatro Legos , que por dos ocasiones ruvo juntos, y por haberle faltado algunos al tiempo: del embarque trajo los siguientes. el a–o de mil seiscientos ochenta y Òtres, MISION QUINTA, El M.R. P. Fr. Mathias Ruiz Blanco , Comisario , de la Proyincia de Andaluc’a. + > . El P. Fr. Francisco Martinez , Predicador de la misma Provincia. El P. Fr. Alonso Bommas , Predicador de la misma. El P.Fr. Christoval de Molina, Predicador de la misma. El P. Fr. Juan de Carmona , Sacer= dote de la misma. El P. Fr. Juan Perpi–an , ExLector de la Proyincia de Catalu –a. El P.F. Juan Cols , Predicador de la misma. El Hermano Fr. Francisco Rodriguez, Chorista de la de Andaluc’a. El Hermano Fr. Juan Thom‡s Ordo–ez , Chorista de la misma, El Hermano Fr. Juan Garrido, Religioso Lego de la misma. El Hermano Er. Francisco Atienza, Religioso Lego de la misma. El Hermano Fr. Pedro Zapata, Religioso Lego de la misma. Y el Hermano Marcos Garcia , Donado de la misma. En el siguiente a–o de mil seiscientos ochenta y quatro despach— el mismo Rmo. P. Viso una Patente dada en San Francisco de Historia de la nueva Andaluc’a. Madrid en veinte y uno de Marzo, insticuyendo al R, P. Ruiz Blanca en Chronista de estas Santas Mislones , en cuya virtud escribi— y di— a la estampa las Obras que digo en el libro quarto Cap. 7. CAPITULO XIX. DE LA FUNDACION de otros tres Lugares 3 de la sexta Mision que vino de las Provincias de Espa–a, y otras cosas memorables de aquel tiempo, ROLDANILLO. ç dixe en el Capitulo an= tecedente , que informada S. M, Catholica por unos Autos creados por el DoŽtor Don Juan de Padilla , y concluidos por su succesor Don Gaspar MathŽo de Acosta, despach— su Real Cedula refrendada de Don Antonio Ortiz de Ot‡lora, ordenando se fundase un Pueblo en el Valle de Bord—nes distante quasi tres leguas al Oeste de la Ciudad de Cumana, en atencion ‡ la urilidad que se seguia 4 sus Vecinos , y otros motivos del servicio de Dios y del Rey. Quando lleg— esta Real Orden estaba y‡ el R. P. Ruiz Blanco eleŽta en Comisario ç postolico de las Misiones de P’rita; y siendo esta Obra tan del agrado de ambas Magestades , y efcŽto de la solicitud de sus muy amigos los Se–ores Governadores , que con igual zelo protegieron tan acertada pensamiento, tom— ‡ su cargo la fundacion de es O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 78 Libro IM. Cap. XIX. este Pueblo, sin que las ocupaciones de su oficio le impidiesen atender cumplidamente ‡ uno y otro miniscerio. Capt— primeramente las voluntades de algunos Indios Infieles que habitaban en la Serran’a inmediata al Valle de Bord—nes; y agregando ‡ ellos el resto de familias necesarias de los del Pueblo de San Bernardino , di— principio a su fundacion a fines del a–o de nul selscientos ochenta y siete, invocando por su Ticular y Patrono al Serafico DoŽtor San Buenaventura con el apelativo del Roldanillo, por estar fundado ‡ las margenes de una Quebrada de este nombre entre dos peque–as Sierras , que forman el referido Valle y le ha= cen muy ameno , distante del mar tres leguas Norte ‡ Sur. El d’a nueve de Marzo del siguiente a–o de ochenta y ocho Çse. hizo el primer Bautismo, y prosigui— con tanta felicidad, que en el discurso de un a–o di— al Pueblo enteramente concluido , y preparados todos los mareriales para. una hermosa Iglesia , que fue la primera que se fam. bric— de texa en las Misiones y Doctrinas de P’ritu con la ayuda y solicitud de Fr. Juan Solano, Reli: gioso Lego de la Santa Provincia de los Angeles, narural de Areva. lo, que vivi— en este Pucblo hasta el tiempo de 'su desolacion. : Con tan buenos principios sŽ adelant— este Pueblo hasta el. nuÈ: mero de cinquenta familias., que: compondrian doscientas almas, quando le acometi— una epidemia! 289 Çde viruelas, que sepulc— en breves Çdias ‡ la mayor parte de sus Vecinos 5 los que quedaron , horrotiza= Çdos de tan impensada , y para ellos nunca experimentada mortandad, se fueron segregando unos de otros; de modo que para obviar su regre= so ‡ los montes fue preciso desarparar enteramente el Pueblo., y agregarlos al de los Pozuelos que era el mas inmediato, En el tiempo que subsisti— este Pueblo lleg— ‡ tener hasta doscientos Christianos adultos y parbulos; y en el mismo tiempo ,. que fue de veinte 3 vein= te y cinco a–os, fallecieron hasta doscientos y cinquenta , excediendo el numero de los. difimtos arde los bautizados por causa de los que se agregaron de P’riru , que Žstos es visto no deben 'te–er asiento en. los Libros Bautismales, como. lo tienen en las partidas de entierros, PUEBLO DE SAN DIEGO, Co la misma aplicacion y:zŽ. 4 lo del servicio de Dios y del Rey que el referido Don Juan de Padilla, continu— el Govierno:su succesar ÀDon Gaspar ÒMatheo' de. Acosta: que enttr—.:el : mismo: ta–o: de ochenta y ocho en esta Pr—vincia. Hall—la ÒŽste Cavallerg> im plicada en Pleyrosy disensiones que: quedaron Çdesde : el GoviŽrno: de Don Francisco Rivero:, las.voluntades de los Espa–oles muy: distor' des , los Castillos: desproveidos:de v’veres ; y los Sold‡dos desrtudos: y sumamente. –ecesitados. Luego que d’— las providencias para la: Oo di O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 79 290 direccion del Pueblo de Botd—nes, provey— la Real Fuerza de Ar‡ya de los v’veres necesarios; socorri— ‡ los Soldados hasta donde alcanz— la posibilidad ; provey— de la Artiller’a necesaria al Castillo de San Antonio, y lo fortific— con una estacada en circunferencia, que hasta hoy se conserva para su mayor estabilidad y defensa. En el de nuestra Se–ora de la Cabeza hizo un Aljive, y fabric— un AlmacŽn y Quarteles. para los. Soldados , proveyendolos juntamente de algunas Cure–as, que les hacian notable falta, * a .. Al mismo tiempo se. hallab‡n los PP. Misioneros de P’ricu en la reduccion de los Indios Tag‡res y C—res, que habitaban en las Vegas del Rio Neveri ; y des ues. de algunas entradas con Òque los Religiosos.los fueron disponiendo a recibir la FŽ, con la bendicion y orden de su Prelado , que entonces era el R. P. Fr. Francisco Martinez , les hizo la: ultima el P, Fr. Alonso Bommas, hijo de la Santa Provincia de Andaluc’a , y A esfuerzos de su afable persuasion, y virtud de la Divina palabra sa c—. dos Capit‡nes de las, dos referidas Naciones , con los quales di— principio a la fundacion. del Pueblo, de. San Diego dia primero de Mayo de mil seiscientos ochenta y ocho. Àlas margeries de una Quebrada de agua corriente que los Indios llaman Crackar, y quiete decir. arroyo de Cangrejos. ÒTres a–os permaneci—. fundado. en..aquel si uo hasta que el dia catorce de Ma Historia de la nueva Andaluc’a. yo de noventa y uno por una grave epidemia fue preciso trasladarle al sicio en que hoy subsiste , que es a orilla de una Quebrada de agua clara, que llaman Purecucu‡r , y suena arroyo en que se cr’a un bejuco purgante llamado Pur‡ca Por la vanda del Sueste al Oeste le ba–a el Rio Never! ‡ quien los Indios llaman Enipiricu‡r, cuyas aguas hacen a este parage de los mas fertiles, y fresco para todo geÈ nero de frutos; pero asi Žste como el de Araguita han padecido siempre la plaga de Murciegalos, que no dexan animal ‡ vida en todas sus comarcas, Desde el dia tres de Febrero de mil seiscientos ochenta y nueve, en que se administr— el primer Bautismo, han entrado al Chriscianismo mil ciento y setenta almas. En este tiempo han pas‡do de esta vida ‡ la eterna mas de quatrocientas , y tiene aŽtuales mas de doscientas personas de todas edades, Es Pueblo 'contribu= yente ‡ su Magestad, y uno de los dos agregados al Pueblo de Santo Domingo de Araguita Cabeza del Curato, del que dista mas de una legua al Nordeste , y tres y media al Lesueste de la Ciudad de: la nueva Barcelona. o. PUEBLO DE ARAGUITA. Uego que el R. P. Bommas concluy— el competente nu mero de casas para los Vecinos del Pueblo de San Diego, y dex— ‡ Žstos abastecidos de los necesarios frutos para su manutencion , exten O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 80 Libro II. Cap. XIX. tendi— su Apostolic— Ministerio 4 la Nacion: de los. Indios Cuacuas, que habitaban en.los Valles cerc‡nos ‡ la Serran’adel Bergantn, y otras rancher’as de. Cumanag—. tos y Palenques., que huyendo de la sujecion: de los Pueblos y‡ fundados, se habian retirado ‡ lo mas oculro de sis montes y vida gent’lica. Con unos y, Otros, que sa= c— en varias entradas , di— princi: plo ‡ la fundacion del Pueblo de Araguica ‡ fines de Abril del a–a de mil seiscientos y noventa a la vanda y orilla del Sur del Rio Nes ver’, y a la margen de una Quebrada abundante de agua muy cristalina llamada Araguita por quien tom— el nombre, y le puso pot Patrono y Titular al glorioso Santo Domingo Cabeza del Curaco, ue componen Žste y los dos re'£idos Pueblos San Diego y Pozuelos , como y‡ dexo dicho. Para madrina de los recien poblados Infieles se sacaron sels familias que componian veinte y cinco Çpersonas del Pueblo del Pilar, segun se acostumbraba en aquel tiempos y fue una providencia que se experiment— muy acertada , y por su defeGto se han visto en los presentes algunas ruinas y NOtables atrasos en los recien fundados. Repitieron el P. Bommas y otros Religiosos Misioneros sus entradas a los mismos parages , y con las familias que de ellos sacaron lleg— al numero de quatrocientas personas. De a’ fue creciendo 4 mayor numero hasta el presente , en que se experimenta casi el mismo ‡tra= 291 so que en el immediato de San Diego, acaso por la muchaferrilidad de sus frondosos Valles y abundancia de aguas , que es la causa natural , fuera de. otras que dexo dichas en otro lugar , ‡ que se atris buye en algunos Pueblos las repetidas anuales enfermedades de sus Naturales , en especial las disenterias; porque en medio de su po= breza y. desnudŽz son muy apasionados por el ba–o y toda esÇ pecie de frutas silvestres , siniex= cepcion de ocasiones y tiempo .en que les puede ser nocivo , de que resulta la? muerte de muchos parvulicos , que reciben por el pecho el vicio de los humores maternos, Dista este Pueblo tres leguas al Sueste de la nueva Barcelona, y est‡ situado ‡ la falda de un cerro muy eminente y ameno que continœa en forma de Serran’a hasta el del Bergantin y los de Cumanac—a , todas tierras de mucha fettlidad para haciendas de Cac‡o, Azucar , Caz‡be , Maiz , Platanos, y toda especie de' frutos de estos Pa’ses ; abundantes en todo genero de maderas para edificios y cosas preciosas. Desde el a–o de su fundacion hasta el presente se han bauuzado en este Pueblo hasta dos mil ciento y sesenta personas 5 en el mismo tiempo han fallecido mil y, ciento , y tiene actuales doscientas y cinquenta de todas edades, sin las muchas fugicivas que se hallan en varios parages de Žsta y la immediata Provincia de Venezuela, c—mo se dŽduce de la suma distancia que hay de dos mil ciento Oo 2 y O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 81 292 y sesenta bautizados hasta los doscientos y cinquenta actuales, excluyendo los mil. y ciento difuntos, en que'se. encuentran. ochocientos y diez fugitivos , salvo yerro de los guarismos en l—s Libros de asiento. En vista: de tan notable atraso en Žste y otros Pueblos, y :del informe y representacion que sobre ello expuso el R. P. Ruiz Blanco Áal Supremo Consejo , despach— S.:M. u–a Real Cedula: detremta de Ç Diciembre de mil seiscientos y 'novŽhta , miatidindo a su Gover"nador de la Provincia de Venezuela sŽ recogiesen los tales! Indios de las Misiones de P’ricu., y se fundase Òcon ellos un Pueblo, Ignoro los motivos de su inobservancia3 pero sŽ que no tuvo ŽfeŽto tan justo y acertado orden. Continuabase el. atraso de Žste y otros Pueblos ; y deseando su reparo la V. Comunidad de P’ricu , hizo segunda representacion el a–o de mil setecientos treinta y sels por Àmedio del R. P. Fr, Francisco del Castillo , pidiendo, que en vista de no tener efe—to el recogimiento de los fugitivos, su Magestad se dignase libertar de tributos a las Comunidades de sus respe’tivos Pueblos que pagan por ellos y los difuntos. Concedi—lo S. M. con su acostumbrada benignidad ; y habiendose presentado a su Governador y Oficiales Reales de la Ciudad de Cuman‡, alegaron CartaOrden en contrario., y ser su execucion perjudicial: 4 la Real Hacienda. : Sin embargo , deseando dichoSe–or Goyernador, que era Don Historia de la nueva Andaluc’a. GregorioÓ Espinosa ,* que nuestra principal: pretension tœbiese el de' bido efeŽto en orden: 4.la recoleccion de l—s fugitivos; puesto Çde acuerdo el a–o de mil. setecientos quatenta y quatro convel R.P, Casullo , atual Comisario. de dichas Misiones : y resolvieron se hiciese una entrada general :‡ la Provincia de Venezuela, asignando: para ella al R, P. Fr. Francisco Ledesma con el.Corregidor de su DoŽtrina, por los llanos:, y 4 m’ con Don Ant—nio de Barrios, que lo era de la de mi cargo , por la' Costa y has ciendas de dicha Provincia. Impetraronse para esto las censuras y ordenes necesarias de los Se–ores Obispo y Governador de Caracas; y estando todo prevenido y en visperas de salir ‡ una expedicion tan del servicio de Dios y del Rey, el demonio, que no duerme en im: pedir tan Santas Obras , con sus malignos ardides previno uno tan como suyo , que indisponiendo 4 los Se–ores Governadores y Prelados Eclesiasticos , se revocaron los justos expedidos ordenes , quedaronse los Indios como estaban , y el enemigo de las almas cantando victoria con grav’simo perjuicio de ambas Magestades, Ultimamente repetimos instancia 4 S, M. por medio del R. P. Fr. Francisco Nistal, que pas— a la Corte el a–o de mil setecientos cinquenta y uno, y a su pedimento provey—. S. M, tres Reales Cedulas para los Se–ores Obispo de Caracas , y Governadores de aquella y Žsta Provincia, mandando se. pu O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 82 Libro BL Cap. XIX:.> pusiese en execucion la recoleccion: de los tales Indios dispersos. Presen= t—se al Se–or Governador de :Cu. man‡ la correspondiente ‡'su—ficio; y el proveido fue, que los ÇCorre= gidores mandasen por. ellos y die. sen cuenta cada mes de ldloper‡do;: peto: no se ha: experimentado: el efŽGto en consequencia delo mandado pot S. M..y*proveido:por su: Govermador. 3.00 ca ÇAsi se Žstan y estar‡n vivien: do como fieras carn’voras sin ley ni Rey, y perjudicado .not‡blemente con sus hurtos homicidios yotras. rurales y. diabolic‡s c—stiimbres ‡ los Espa–oles, due–os de hatos y haciendas de ambas Provin: cias , mientras no se tome: el medio de' una general recluta c—n los necesarios despachos que lleven celosos Ministros de: Justicia, acompa–ados de PP. Misioneros , que como tales , y en virtud de la obediencia impuesta celen con 'pastosal cuidado el cumplimiento del Real Orden, y conduccion segur‡ de los Indios al lugar de su destino, como cosa que tanto cede en honra y gloria de Dios, bien de aquellas almas , y utilidad del Real EraKo; pues recogidos todos , O la tiayor parte , se pudieran formar algunos Pueblos , donde gozasen el pasto espiricual y Doctrina de que carecen , y contribuyesen ‡S. M. los miles pesos que en los rales pierde annualmente su Real Pacrimonio. A este paso v‡ creciendo cada dia mas y mas el da–o er otros muchos que v‡n siguiendo sus hue 293 llas, y siendo: instrumento de mas. coisiderables resultas; pues quan, do algunos de, Žstos. se agregan de otros Pueblos poro. comun: buss can: los recien fundadosinotributaz, nos Àdonde. siembran 'la ciza–a de: sus malas costumbres, con quŽ per= vierten 4 los Infeles, exi. tanto gras do.; que en este mesiŽn::que' core ro:la pluma ha sido: uno. :bastante a levantar :mas de qHatrocientos Car’ves., cast: la mirad: :Christianosj quie teniamos ..recien! poblados. 2 la Vanda del Sur. del Rio. Orin—cos remontandolos.: cier leguas de disa tancia, dondealiados cor losOlanÈ deses de las Coloni‡s de: Esqu’vo, nos dexan sin esperanza Òde. su.res= tablecimiehto , y: conrel, dolor de vŽr perdido en tna. hora..lo que se trabaj—. erlmuchos. a–oscon In= decibles afanes y. conitinuos susÈ tos de perder li vida.4 manos de tales Barbar—s , cuyo peligro amenaza ahora con mayar riesgo por la perjudicial compa–ia de $us alias dos , que sori los que lospervierten y estimœlan Àla execucion de sus sacrilegos y Çcraydores. :ÁpensamienÈ tos , como provarŽ has por extenso d fines de este libro donde trato esta mareria de proposito. Todos estos inconvenientes y otros desu naturaleza que ‡ fines del siglo pasado y‡'se consi deraban inminentes, hizo presentes al Supremo Consejo el R. P. Ruiz Blarico el a–o de mil seiscientos y noventa; y ‡ su vista provey— S. M. de una Real Cedula de vetn= te y cinco de Noviembre , confirz mando la que al mismo fin habia CxX O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 83 e 29 4 expedido eb :a–o: de ochienta y dos, en que Çordena: 4 su: Governador: de la: Ciudad de Cunian‡ la Žrec. cion. de un: Presidip, para. resguardo. de las:Misiones y sus. Ministros y contener los excesosÈ de dos hu dios Inficles>que: 'Òamenazabannotables cuinas:: Ignora* lasc‡usas: que impidieroncla : pra—tica ide tan Áus= tos ordenes: venerando: los: 1 moscrutables. Juicios. de Dios, quelas’ lo: Çdispondria. para Çque:resplandecieson..masi los : esmeros:de su Dis yina. proteccion de:las Izelosos MiŽ nistros: desu honra: gloria , que hasta. hoy::se han cohservado::en estas* pa’tegÈ, : fados" en. su. infinita misericordia, con tanto: peligro de las vidas. ,!. que: han dado: algunos por Christo :a: manos de estos ingratos y Gentiles Barbaros ,:y nos dexaron Çrubricado consu sangre el. testimonio de habet: sido fide= lisimos ÒObreros.de la Vi–a del Se–or , yconstantes Vasallos de nuestro Carholico Monarca. Els siguiente mes de Diciembre del mismo a–o.de mil selscien: tos y noventa, continuando S. M; sus acostumbradas mercedes , despach— otra Real Cedula concediendo la: limosna de veinte y nueve mul quinientos: sesenta. y ocho reales cada a–o por el tiemp— de ocho para la Çdecencia de los Mislonetos de P’ricu y asŽo del culto Divino, de sus Reales Caxas de la Ciudad de Caracas ; Çen que se conoce. haber sido estas Apostolicas Misiones uria de las joyas de su Real agrado, 2 quien ha faborectdo , como al presente lo hace, con. Historia de la nueva Anda‡luc’a. los estrieros de su/Real y Carholica: m‡gnificencia Çy 2: fin de. que en: ellas sea Dios nuestro Se–or glorificado:En. el mismo tiempo concedi— 'S. M. una Mision. de doceReligiosos ‡.pedimento:del mismo R, P. RuizBlanco.,..que los junt— de las Provincias de] Espa–a; y por. haberle: faltado algunos. al. Hempo, del embarque y:se vino el a–o ide. mil seiscientos noventa y tres con los: Àque parccene en la listas siguiente, E Me 1 S 1 O: No s z XxX TA: El Ro È. Fr. Machias Ruiz Blanco, ÒComisario. . : El P. Fr. Gregorio de la Nacividad, de la India Oriental. El P. Fr. Lucas Corrales , de la Pro Çvincia de San MiguŽl. ElP. Fr. Juan Gomez Alaniz , de la de Andaluc’a: + El P.Fr. Diego de la: Madre de Dios, de:la de San Diego de la mas esÇtrecha Observancia. El P. Fr. Antonio Melis, de: la de Mallorca. : El Hermano Fr. Diego de Tapia, Chorista de la de Andaluc’a. El Hermano Fr. Francisco Sa’z ,Religioso Lego de la de Burgos, El Hermano Fr. Francisco Pozo Blanco , Religioso Lego de la dicha de San Diego. Y el Hermano Juan Ontiveros, Donado de la de Andaluc’a. O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 84 Libro KI. CAPITULO XX. DEL PUEBLODE Chupaquire ,. y de la septima Mision que vino de Espa–a, y otras providencias regulares de aquel tiempo. ON la wenida de los referi Á. dos Misioneros y nuevo Governador , que era Don Gaspar del Hoyo y Sol—rzano, el R. P. Comœsario de P’ricu Fr. Francisco Tizon , deseando que sus amados subditos llevasen por todas partes el Santo nombre de Dios; y sabiendo que en la Serran’a que d‡ su origen ‡ los dos Rios. Chupaqu’re y Cœpira , habicaban: Indios Infieles , de Nacion Tomœzas., que se habian retirado ‡ aquellos paz rages desde la desolacion de Tarragona.,. puestode acuerdo :con el referido Govermador:, determin— hacerlŽs una entrada Apostolica, asignando para Ministro: de ella al P. LeŽtor Fr: Juan Perpi–an , hijo de la Provincia de:Cathalu–a; mientras se exercitaban otros por varios parages 'en solicitud de: Indios Infieles y fugitivos, con que seiban aumentando los sobredichos Pueblos, Sali— el P. Perpi–an' elca–o de noventa y. nueve, llevando en su compa–ia al :Capican: y. Caz’que del Pueblo del Tucœyo Thom‡s Ichœr con mucha parte. de su gente; y atravesando li Serran’a de Uchire , llegaron a las: cabeceras del de Chupaqu’re , donde dicron con la Nacion de dichas To Cap. XX. 29$ mœzas que alli tenian su asiento y labranzas , por lo muy ameno y fertil de sus tierras. Propusoles el P. el Kn de su venida; y aunque al principio re.sistieron con valentia haciendole presenres los agravios recibidos en Uch’re , y castigos executados por los Soldados de Don Juan de Urpin en sus padres y abuelos, sin embargo , la afable persuasion del P. y los ruegos del Capitan Ichœt su pariente consiguieron de uno de los Capitanes. saliese con su gente a recibir la FŽ de JesuChrisco, y fundarse enr el: Sitio , que antes de salir , acordaron fuese en el mismo Rio Chupaqu’re , por lo muy fertil de sus Vegas , que en todo tiempo del a–o. produce con abundanciaÓ qualqiiera especie de frutos, Otros Capitanes que se sentian imaslastimados , no solo resistieron poblarse , sino. que se internaron mas 4 las monra–as , donde se mantuvieron hasta: que fue Dios sesvido saliesen algunos .de ellos a fun= dar los Pueblos de Caucagua y Ma= rasma , que estan ‡.orillas de los Rios Tuy y Capaya en la Provin= cia Çde Venezuela. Por: ultimo con los que en:esta ocasion salieron di— principio el 'P. Perpi–‡n al dicho Pueblo , que llam— San Pedro Alcantara de Chupaqu’re:, dos leguas distante de la Costa del Mar en la mediana: de la Ensenada de Htguer—te entre. los dos Rios Uchire y Cœpira, + 7 : ÁPara dumentar este Pueblo enviaron los Religiosos ‡ algunos Indios del Tucœyo a los llanos en so O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 85 296 Çsolicitud: de Indios Infieles , que gustosamente quislesen salir 4 recibir la FŽ. La primera entrada hizo el Alferez Francisco Cuacuatu con otros del mismo Pueblo al Rio Mac‡yra, que entra al de Oritœco, de donde sacaron al Capitan C‡pÇchu con toda su gente. La segunda hizo el Capitan Francisco Guarint‡r con otros al sitio del Cor—zo, nombre de Palmas que hay en aquel parage, yde alli sac—.al Capiran Am—co , que estaba retirado con toda su gente desde que quit— la vida 4 los.Religtosos Misioneros del Guar’ve., como yadixe en su lugar. La tercera hizo el mismo. Guarintar con: Joseph Roque Espa–ol y muchos del Tucœyo ‡ la Quebrada MurayŽco , de donde sacaronal Capitan Poroqu‡n, de Nacion Palenque, 'y.4 çmanaœr y Curagu’ma Cumanag—tos fugitivos del Pueblo Çde, San Mas thŽo con todos sus agregados. Todos estos fueron llevados al nues vo Pueblo de Chupaquire con que lleg— ‡ aumentarse hasta el nume> ro de doscientos entre Christianos Û. Infieles: . :.: Do En este estad—.se conserv— dicho Pueblo diez y ses a–os , hasta: que visto el ningun adelantamiento y continuas enfermedades ; ori ginadas de la:mucha plaga de Mosquitos y concinua humedad de aquel frondoso Valle , lo fueron desamparando sus Narurales.;:de forma, que para obviar su fuga ‡ los mon= tes , fue preciso desolarlo entera mente, y agregar sus Vecinos a: los Pueblos del Tucuyo y. PuruŽy, Historia de la nueva Andaluc’a. que eran los mas immediatos de aquellas Santas Misiones , donde he tenido por mis Feligreses 4 todos los' refŽridos Indios. En el tiempo que subsisci— el Pueblo en Chupaqu’re se bautizaron. mas de trescientos adultos y parvulos , fallecieron unos doscientos y cinquenta, y tendria aŽtuales ciento de todas edades quando se hizo su translacion. A los dem‡s Tomœzas que siempre han: resistido 4 su Conversion determinŽ hacerles una Conquista espiritual el a–o de mil setecientos quarenta y cinco, acompa–ado de tres Religiosos de estas Santas Misiones ; y despues de obtener las licencias necesarias, y guar nicion de doce Soldados Espa–olos con su: Capitan Don Pedro de Barrios y sesenta Indios de armas para. nuestra defensa, salimos dia de San Juan B‡utista., fiados despues de la Divina: providencia: en tres. Indios Palenques , queÓ esco gi paraguas, por:sser pra—ticos de aquellos asperos montes , y tener ocœlra comunicacion con los dichos Infeles Tomi’zas, ..:. a Caminamos cinco jornadas: 4 ple con el trabajo de conducir los v’veres 4 hombro y por no dar lugara:otra cosa lo inaccesible y: fragoso:de los'cerros yy de caminar lo mas del tiempo: pisando: Òagua y vadeando Rios frigid’simos:, que: ‡ veces nos daban: al pecho , entrando en ellos muy sudados de la fatiga del camino, Llegamos por. fin ‡ tan corta distancia Žomo de una a dos leguas del parage en que habitaban los Inficles. Viendose y‡ los O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 86 Libro III. Cap. XX. los guias a la vista de ellos, confabularon entre s’; y rezelosos de experimentar el rigor de una violenta muerte de veneno , con que (segun supe despues ) les habian amenazado sl los descubrian ,. se hicieron ‡ una, negandose tan enteramente a la prosecucion del viage, (el que sin ellos nos era impracticable ) que ni el amor ni el. rigor fueron bastantes ‡ reducir su veleidosa y timida inconstancia, expuestos ( dixo uno resueltamente) ‡ dar la vida antes que conducirnos al fia de nuestra deseada em presa. A vista de tan incontrascable rebeldia nos volvimos 4 nuestras Apostolicas Misiones. con el desconsuclo de vŽr malogrado el fruÈ to de nuestra espiritual Conquista, y la perdici—n de aquellas almas Infieles, y otros muchos Christianos esclavos fugitivos de la Ciu dad deCaracas que viven entre. ellos gentilmente ; haciendo con su. perniciosa compa–ia cada d’a mas dificil su Conversion Evangelica, Volviendo a lo acaecido el a–o de. noventa y ocho ,en que hice digresion, para concluir lo perteneciente a los Tomœzas , digo: que cerciorado nuestro Rmo. Pp. Fr. An. tonio deFole de la falta de Misio neros que se experimentaba en las. Misiones por muertes de unos y. enfermedades de otros , di— sus Letras Patentes (que llev— a las Pro vincias de Andaluc’a y San Mi. guŽl Er. Francisco de Avila , Re ligioso Lego de la Santa Provincia. de Caracas , en virtud de la .con 297 cesion de su Magestad por su Real Cedula de nueve de Septiembre del mismo a–o ) concediendo su bendicion y licencia ‡ los Religiosos que voluntariamente quisiesen salir a la Conversion de los'Infieles en estas dichas Misiones. Juntaronse los Religiosos , y su Rma, di— Patente: de Comisario Prelado de ellos al P. Fra Domingo MarhŽos en doce de Diciembre del mismo a–o; y el siguiente de noventa y nueve por. el mes de Febrero saleron de Espa–a los que parecen: en la lisca siguiente, MISION SEPTIMA. El R. P. Fr. Domingo MashŽos, Comisario, o El P.Fr. Pedro de los Reyes. El P. Fr. Estevan del Aguila, El.P. Er. Domingo Ramos. : El P. Fr. Benito Cotrina. . El R. P. Fr, Juan: Moro, Lestor: Theologo. Ñ+: + El P. Fr. Juan Bravo, El P.:.Er. AndrŽsde Jesus, + : El P. Ft. Juan de: Ch‡ves. El P. Fr. Juan Barrientos... El P. Fr. Christoval Nu–ez;.: El P. Fr, Juan de Salazar: El Hermano ÒFr, Pedro ' Barrera; z Chorista, que: habiendo pasado. 4 ordenarse 4 a Caracas:,: 5e : n= corpor—. en. aquella Santa: Pro vincia, donde ley— Artes y Theo+ log’a, y muri—.con la fama de: . uno de los Jubilados de supe. sior literarura y exemplar. vida, Los: referidos Religiosos eran hi . jos. de la Santa Provincia:de San. Pp Mt O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 87 298 MiguŽl en Estremadura 5 y junto con ellos vinieron El P. Fr. Pedro Rodriguez , de la de Andaluc’a. Y Fr. Juan Prieto , Religioso Lego Òde la misma Provincia. Luego que el Rmo. Fole despach— la sobredicha Patente para el recogimiento de los Misioneros, considerando que iba y‡ creciendo su numero, y el dificil recurso que en aquellos tiempos habia en las dudas y casos ocurrentes, el siguiente dia diez del mismo mes expidi— otra para el M.R.P. Fr. Manuel de Silva , Predicador jubilado., y P. de la Santa Provincia de Caracas , instituyendole su ViceComisario General con pleni tud de potestad para visitar las Misiones y presidir sus Capitulos, acompa–ada de Real Cedula , en que sœ Magestad le ordenaba el reconocimie–to de los Pueblos , numero de Indios que los componen, los a–os que han permanecidoÓ, la solicitud que han tenido sus Mi nistros en el cuidado de su instruc= clon en nuestra Santa FŽ Carholi ca y costumbres politicas , y en la ense–anza de huŽstro. idioma Espa–ol. En vista de estas ordenes pas— el M.R. P. Silva al Pueblo de P’ri=" tu, donde lleg— dia diez y siete de Julio de noventa y nueve ; y despues de haber hecho su general Visita/con particular cuidado , y presidido el Capitulo en que fue ele—to. Comisario Apostolico el R. P. Fr. Francisco Tizon , que y‡ lo habia sido otro trienio , resticuido al Convento de Caracas, hizo ‡ Historia de la nueva Andaluc’a. su Magestad un fiel y verdadero informe en cinco de Abril de mil setecientos y uno , en el que despues de haber satisfecho al origen, formacion, y estado actual del particular de cada Pueblo, concluye su relacion con la siguiente, que rrasladŽ ‡ la letra del tanto de su original que tengo ‡ las manos, È Siendo este , Se–or, el ulÈ timo Pueblo de las Misiones , preÈ, Cisa ‡ mi cortedad ‡ reducir la È Pluma , poniendo en la Real È Comprehension de V. M. la reÈÈ Capitulacion de lo que arriba mas 3È Por extenso queda referido , que È SI mi ignorancia no v‡ deslumÈ brada , deduce , haber entrado È al gremio de la Santa Iglesia CaÈ tholica por ministerio de los po3 bres Religiosos Observantes de È Estas Misiones veinte y quarro È mil doscientas y veinte y una È almas; han pasado de esta preÈ Sente vida ‡ la eterna quince mil È Ochocientas y catorce , que han È Obtenido sepultura Eclesiastica y È todos los subsidios y SacramenÈ tos de nuestra Santa Madre IgleÑ È sla.. Asimismo se deduce , tener È los diez y siete Pueblos de sus È teducciones seis mil quatrocienÈ tos y doce Feligreses , todos en È la DoŽtrina y ense–anza de nuesÈ tra Santa FŽ , Religion CarhoÈ lica, y conocimiento del verdaÈ Jero Dios, abandonada y abjura È da la supersticiosa gentilidad en È que el demonio los tenia obsÈ Cecados, Con mas doscientos y È Quarenta y cinco Cathecumenos, È en O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 88 Libro TI. Cap. XX. È en cuya Inst’uccion se trabaja È AGualmente ; y en unos y otros È l2aplicacion de sus Ministros muy È conforme al descargo de la Real , conciencia de V. M. 59 En la instruccion de lo que È ira ‡ politica, harto se ha conÈ Seguido en que no sea tan irraÈ cional como la en que estos InÈ dios nacieron en los montes; ni È el espacio de quarenta a–os que se introdugeron los primerosocho È Religiosos arriba retecidos es muÈ Cho, atendida la indole y corr’si, ma capacidad con que el Se–or les y Teparti— el talento que ‡ su ruda È Maruraleza cupo; mas no dexa de È ser grand’simo consuelo , que en È, Medio de esta incapacidad les haÈ Ya amanecido por ministerio de È estos Religiosos la luz del Santo > Evangelio y conocimiento de la s) FŽ Catholica. Por lo que mira , a la ense–anza del idioma Espa>, fol y habilidades, de leer. escrt> > bic y contar , aseguro ‡ V. M, 7 Que en los mas Pueblos hay EsÈ Cuelas para este. efeCto 5 pero coÈ mo: la introduccion: de las lenÈ guas ha sido el Çmayor conato yÈ que entre las Naciones dominan, tes ha habido en el discurso de È la succesion del mundo , y siemÈ pre la experiencia le ha ense–aÈ do o infruŽtuoso O quasi imÈ Posible , son pocos los Pueblos È de estas Misiones en que se. ha È logrado con perfeccion este' traÈ bajo. En lo mas se entiende y È habla algo, lo suficiente para que È puedan explicarse , y los que los È COMUNICAN entenderlos; y ha si 299 È do no peque–o triunfo lograr È en ellos este medio idioma q que 5 eS propiamente ni suyo ni nues3 ELO,Ò Por el contexto de este tan fiel como sincero informe se conoce el santo zelo y religiosa aplicacion: con que los Misioneros Observantes han. propagado la FŽ de JesuChristo, y estendido los Dominios de nuestro Rey Catholico, desempe–ando la confianza que ‡ nuestro Apostolico . Instituto han fiado siempre sus Carholicas Magestades , con la fundacion de tantos Pueblos y Conversion de sus Naturales , que hoy contribuyen ‡ su Real Erario como fieles vasallos, y otros muchos que lo har‡n con el tiempo, mediante las acertadas providencias con que siempre han favorecido y favorecen sus Magestades 4 estas Apostolicas Misiones y sus Ministros Evangelicos , quie nes en correspondencia de tanto beneficio trabajan incesantemente como fieles Obreros de la Vi–a del Se–or y leales vasallos de su Magestad Catholica, CA O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 89 300 CAPITULO XXI. DE LO PERTENECIENT, E al siglo: de mil y sesecientos , de las Misiones que ban pasado de las Provincias de Espa–a , y fundacion del Pueblo de S‡n Matbeo. S: L ÒOncluido lo perteneciente C al siglo pasado de mil y seiscientos, quanto | 2 la Conversion de los Indios , fundacion de Pueblos, y providencias regularesÓ de lis Misiones de P’ritu , entramos y‡ en el siglo de mil y setecien= tos siguiendo el mismo hilo de la Historia5 en que para la continuacion y fiel tradicion desu: materia, digo : que habiendo pasado 4 aquella. Provincia de Governador Don ÀJoseph Ramirez de Arellano, y viendo la buena disposicion de los diez y siece. Pueblos que: los Religiosos tenian fundados , sin advertir que en muchos de ellos habia mucha copia de Paganos Infeles recien salidos de los. montes, a quienes por todos caminos han favorecido nuestros Carholicos Reyes y Sumos Pontifices con especiales gracias y privilegios , Para que no sean molestados ni _gravados en los primeros a–os con cargas mi pensiones de tributos que imposibiliten su reduccion 5 pensando aquel Ministro hacer algun servicio , que juzgo lo tendria en su consideracion por acertado y Historia de la nueva Andaluc’a. del Real agrado , nombr— Corre gidores Espa–oles para los Pueblos con sueldo se–alado , imponiendo al mismo tiempo ‡ los Indios la pension de contribucion que anual. mente habian de exibir al Real Erarjo. * Para el mejor establecimiento de. lo dicho form— cierras Ordenanzas , que enotro tiempo fueran muy acertadas , y entonces tan impradticables , Que para ocurrir a los considerables da–os y notables perjuicios, que de su establecimiento se seguir’an, sin duda con mucho atraso de la Conversion y propagacion dela FŽ Cacholica, seÓ vieron los Misioneros en la pre cision de acudir a la Real protec= cion, haciendo presente 4 nuestro Carholi ico Rey , que entonces era Don Felipe Quinto de dichosa memoria , los graves inconve. niŽntes que : sobre. la execuicion de aquel –uevo G—vierno ocœrrian , 2. fini de arajar log. imminentes HŽsgos que Òamenazaban: a los Ministros. Evangelicos , sœbyugando:a Y los" In dios: t‡n ‡ los principios a: la pe: sada carga de tributos y sujecion. de Corregidores,. , que porlo co: mun se esmeranen praŽticar otto: govietno distinto de aquel en que. los Misioneros a fuerza de expe: rencias los han impuesto , como. mas conforme 4 la conservacion. de unas plantas nuevas en laFŽ,: ‡ quienes se ha de cultivar con los suaves medios de la Çmansedumbre y prudente econom’a , como'por diferentes Leyes y Reales: disposiciones tienen: mandado sus O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 90 Libro IT. Cap. XXI sus. Magestades ÑC‡tholicas. Para la mejor: expedicion de estos tan graves como importantes negocios fi— la Reverenda Comunidad de P’ricu su satisfaccion en la persona del V. P. Fr. Mathias Ruiz Blanco, Comisario çpostolico dos veces de dichas Conversiones ,' con: los poderes necesarios para que pudiese pasar ‡ la Corte de Madrid , como lo hizo el a–o de mil setecientos y uno en la forma que se puede vŽr en el quarto libro, donde trato de las singulares vircades de este: Apos: tolico Varon. PuŽsto el V, Ruiz Blanco ante el Supremo Consejo de las Indias, present— un dilatado y bien concertado Memorial, en que y despues Òde referir con individualidad el descubrimiento de esta Provincia y progresos de' sus Conquistadores , di— cue–ta del'estado en que los Misioneros la"habian puesto y teriian Òel mism— a–o de mil setecientos y' uno , mediante los aciertos de l‡ Real y Carholica resolucion 3 en cuya pr‡diica se habian experimentado prodigios maravillosos, que. dab‡n testimodio de haber sido efŽgto de la Divina providencia , en cuyas manos , como dixo el EspirituSanto, est‡n los corazones de los Reyes, y en ellas tienen cif’zdos sus mas. seguros aciertos, E–i el mismo informe expuso al Supremo Consejo los medios mas Importantes para la conserva cion y aumento de las Misiones;' y en su vista y plena inteligenciaÓ concedi— su: Magestad varios pri 301 vilegios , que se pueden vŽr en el mismo citado quarto libr—, con los quales cesaron los: graves inconvenientes que amenazaban. ' Quedaron los Indios en paz, y los Misioneros con el consuelo que deseaban , y mayores alientos para la continuacion de sus Apostolicas tarŽas: Concluidas las dependencias de la Corte , se resticuy— el V. Ruiz Blanco 4 las Mistones el a–o de mil setecientos y cinco , en el qual fue ŽleŽto Çtercera vez en Prelado Comisatio Apostolico de ellas 5 y habiendo encontrado a su llegada una Real Cedula Àen que su ÒMas gestad, rogaba y encargaba al Coisiisario , Informase con toda ingenidad los" inconvenientes que podia haber en la pr‡Žtica de las Ordenanzas de' dicho Don Joscph Ra’nirez5 di— cum plimiento a a ella por in‡ho de Er. ÀJuan Gomez de Al‡niz, a quien despach— el a–o de mil setecientos y seis ‡ este fin, y Òal de traer una Mision de Reltglosos por la necesidad de Operarios que entonces habia , para aumento de la Conversion y tundacion de otros nuevos Pueblos, Puesto en la Corte de Madrid el P. Alaniz , y habiendo informado con toda legalidad alR mo. P. Fr. Lucas Alvarez de Toledo, que desde el a–o de mil setecientos y dos habia sido ele—to en Comisario General de las Provincias de las Indias Orientales , porque el Rmo. Viezma subi— al de General, despach— su Rma, varias providenclas tocantes al mas acertado govierno de las ConversionesÓ por sus O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 91 302 sus Lerras Patentes fechas en Sam Francisco de Madrid en veinte y nueve de Diciembre de mil setecientos y Mueve, en que despues de declarar estar las referidas Misiones exemptas del influxo de los RR. PP. Comisarios Generales del Perœ, las agreg— — de nuevo d su immediato govierno , con otras providencias regulares , Que omito por la variacion que en ellas ha habido con el curso y succesion de los tiempos. Al mismo tiempo con= cedi— de nuevo nuestro Catholico Rey Don Felipe Quinto la limosna de ciento y doce pesos para el sustento y vestuario de los Misioneros en la Thesoreria de Caracas, por su Real Cedula fecha en el Buen Retiro en veinte y .slete de OŽtubre de mil setecientos y. ocho, prorrogando la. misma que el de mil serecientos y dos habia concedido su Magestad Carholica al R. P. Ruiz Blanco, Concluidas estas y ot’as dependencias , se mantuvo el P. Alaniz en la Corte hasta el a–o de mil setecientos y doce , en el qual, habiendo fallecido el Rmo. P. Toledo, le succedi— en la Comisar’a General el Rmo. P. Fr. Joseph Sanz; y en este mismo a–o despach— su Magestad una Mision de ocho Religiosos , que se embarcaron en Cadiz a primero de Mayo, y llegaron ‡ las Misiones ‡ fnes de Junio del mismo a–o de mil setecientos y doce, siendo Governador Don MatrhŽo Ruiz del Mazo, y Comisario de las Misiones el R. P. Fr, Christoval de Mo Historia de la nueva Andaluc’a. lina; cuyos nombres y Provincia son los que parecen en el orden siguiente. MISION OCTAVA. El R. P. Fr. Juan Gomez de Alaniz, Comisario. El P. Fr. Diego Francisco Iba–ez. El P. Fr, Francisco de Campos, El P. Fr. Diego Camacho. El P. Fr. Diego Espinosa Naranjo. El P. Fr. Juan Paradas, El P. Fr. Blas del Castillo. El P. Fr. Francisco Gomez. El Hermano Fr. Joseph Jurado, Religioso Lego que se orden— en las Misiones, y fue uno de Òlos. buenos y zelosos Operarios que hubo en ellas, ÒTodos de la Provincia de Andaluc’a. Ñ . El Hermano Joseph Jurado, Do . mado que tom— el Habito pa .. Ya Religioso del Coro , y vive , en la Provincia de Caracas, don= de ha sido Guardian de varios . Conventos , y en su desempe . –o le hall— meritorio la Santa Provincia para la Difinicion, que: .. exerci— con igual aceptacion , y . aGtualmente es Calificador del. Santo Oficio de la Inquisicion, honra que le ha merecido al Su premo Tribunal. . Junto con los expresados Religiosos trajo el mismo P. Alaniz. una Patente, en que el Rmo, P. Fr. Joseph Sanz eligi— en Presiden= te de Capitulos , Visitador , y Juez de recursos al R, P. Fr, Christoval de Molina , revocando qualquiera orden suya O de sus ante ce O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 92 Libro II. Cap. XXI. cesores quanto ‡ esta parte , y absolviendo 4 otro qualquiera delegado antecedente , como consta del contexto de dicha Patente, que se guarda en el Archivo de las Misiones algo dilacerada de la voracidad del ComegŽn. El motvo de esta nueva providencia fue la satisfaccion que su Rma. tenia de las prendas y d—n de gowierno del R. P. Molina , y deseos de que con su madurŽz y prudencia pusiese oportuno remedio a yarias alteraciones , que en el gos vierno de las Misiones habian quedado , originadas de algunos individios de la septima Mision que vinieton de la Provincia de Sari MiguŽl, y despues de algunos tuidosos escandalos en pu’ito de goÈ vierno salieron expulsos para, vas rios destinos, y dexaror las Mtsiones con l‡ misma necesidad de Operarios en que antes estaban. :Quasi lo mismo (aunque sir las antecedentes discord’as ) sucedi— este a–o de mil setecientos y doce con los que en'esta ultima y octava llegaron de los Reynos de Espa–a; de los quales unos por eli fermos , y otros por mal avenidos al nuevo Pa’s, diferencias de ‡lt mentos , y gentes de otra cultu ra d las que en su concepto ha bian imaginado , y lo que es mas verosimmil la desigualdad de los espiritus , que en todos h— pueden ser de un mismo grado , desamparas ron las Misiories con licericia para las Provincias de la America, dexando ‡ la Conversion efi la misma necesidad de Operarios zelosos, 303 que son los que en ella se necesican , y ‡ cuya remisi—n debia preceder en los conductores el rigoroso y exacto examen de las calidades , prendas, y virtudes que las Bulas Pontificias y Reales Leyes previenen , como tali necesatias en Ministros que han de encargarse (como Maestros de la FŽ y de la DoŽtrina ) de unos Neofitos Gentiles , que de ellos las han de coplar para ir entrando en una vi. da Christiana y ajustada ‡ las Leyes Divinas , Eclesiasticas À y Politicas 5 y de cuyo defecto se experiimentan hotabil’simos atrasos en la Conversion , y grav’simos desconsuelos en los zelosos Maestros del Evangelio , que con indecibles trabajos los sacan de la Infidelidad 4 recibir la DoŽtrina de JesuChristo , expuestos a los riesgos y peligros' que resultan de su contraw vencion, 3 >s.TL TEN dl contŽxto de los dos an tecedentes paragt‡fos , y lo que a su consecucion voy ‡ referir se encuentran dos Oplestos ex tremos5: el uno fue la nimia pusilanimidad de espiritu de aquellos Mssiotieros , que.con indiscreta desconfi‡nza volvieron las espaldas al norte fixo desu vocacion y Divino benepl‡cito, y el otro la valerosa constancia de dos que quedatori de la misma Provincia de San MiguŽl, cuyos verdaderos y elevados espiritus desnudos de propia voluntad , y negados entera inen O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 93 304 mente a la direccion del di—tamen propio, se mantuvieron constantes en el cumplimiento de su vocacion , acreditando los ardores de su Apostolica caridad con los maravillosos efe—tos de su exemplar vida , y grandes progresos que hi cieron en honra y gloria de Dios y universal beneficio de las almas. El uno fue el V.P. Fr. Juan Moro , cuya Apostolica yexemplar vida escribo al fin del quarto libro; y el otro su muy amado discipulo el R. P, Fr, Domingo Ramos, varon de rara discrecion y fervoroso espiricu., que por sus relevantes prendas. exerci— en tres trienios el emplŽo de Comisario Apostolico de las Conversiones de P’ricu , donde vivi— tremra Òy. tres a–os con creditos de uno. de. los Prelados de mayor magnitud y zelo incansable. , de que aun se conserva en estas Provincias muy fresca su memoria, Dexando. Žn :este estado al v.?P. Ramos, y prosiguiendo en la narracion de las Apostolicas'empresas de su amado y V. MaŽstro el P. Moro, digo, que entre las muchas Expediciones Evangelicas que. hizo ‡ los llanosrde esta: Provincia una fue el a–o de mil setecientos y quince , en la qual sac— de la Infidelidad tremta almas, con las que di— principio al Pueblo de San Marhco, que fund— ‡ orillas de un Riachuelo llamado Oritœco, por cuyas inundaciones, que se experimentaron nocivas , lo traslad— al sitio en que hoy permanece con el mismo nombre de Historia de la nueva Andaluc’a. ÇSan MarhŽo , que se le puso‡ sŽ: plicas de Don MarhŽo Ruiz del Mazo , Governador y VicePatrono Real que era entonces de la Provincia de Cuman‡, y bencplacito del referido Padre Ramos , actual Prelado de las Conversiones de Piritu. Fundado ya aquel corto numero de familias , repiti— sus entradas a los montes , y en todas ellas logr— el feliz Žxito de sus caritacivos deseos con la reduccion de otras muchas, que de diferentes parages y Naciones sac— , hasta poner el Pueblo en el pie de doscientas y veinte familias que * componian mas de setecientas personas , las mas de Nacion Cumanag—ta, y los restantes de Nacion Palenques y Cha’mas , entre quienes prevaleci— el idioma Cumanag—ro, que hoy hablan todos con perfeccion y claridad, Su situaci—n est‡ al fin de la monta–a y principio de los llanos, distante doce leguas al Sur de la Ciudad de Barcelona ,en un sitio muy alegre ba–ado de todos. vien= tos , y cercano Àun Riachuelo lla mado Prepumpt‡r , que en nuestro Castellano suena aguada de Ca–as veradas por. las muchas Ca–as que. 4 sus orillasse crian , y en. este Pa’s llaman Ca–a agria , por: la qual le dieron a este Pueblo el nombre de Prepumprar segun la: costumbre del Pa’s. A las seis leguas al Oriente tiene al Pueblo de Santa Rosa; alas once h‡cia el Poniente al de la: Margarita 5 ‡ las cinco al Norte al de CurataquŽche; a las once al Sur al de San Joa quin. O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 94 Libro IL Cap. XXL. quin. El terreno de su jurisdiccion es arenisco de muy poca substancia , y por esto son cottas las cosechas de Maiz , que es el fruro que ordinariamente siembran sus Naturales , y alguna Yuca , que el a–o que es escaso de aguas por lo comun se les pierde. .. Las monta–as immediatas a este Pueblo son quasi inutiles para labores por razon de los muchos lodazales y anegadizos ; y la que es de algun provecho con la repetida agricultura se ha vuelto Sab‡na; por lo que viven sus Natur‡les con la pension de hacer sus labores dos y tres leguas de distancia , y experimentar algunos mucha inopia, que es la causa de irse aminorando en el numero de familias , como sucede 4 otros muchos Pueblos, que por la misma razon se retiran ‡ los hatos de los llanos y haciendas , O Valles de la Provincia de Venezuela , de donde pocos — ningunos vuelven , con notable ruina de sus almas y menoscabo del Real Erario. Por la parte del Oriente tiene como siete leguas de buen pasto para algunos hatos de ganado; por la del Poniente como quatro leguas para dos o tres hatos 3 y por la del Sur como treinta leguas hasta el Orin—co en partes buenos , y en muchas muy inferiores, como sucede en los de la Mesa de Guantpa 5 por lo que engrosan muy poco los ganados 5 mas para muluplicar son silos muy al proposito por la poca plaga, que en otros parages es muy perjudicial ‡ la nueva crian 30$ za de los animales, Las aguas de que se abastece este Pueblo son unos mananriales de muy buena agua, que juntos forman una Quebrada que aman Guarimacu‡r , y debe de cirse Guarimacucu‡r , que en nuesrro Castellano suena agua del Vijado , por unas matas O arbustos asi llamados que en ella se crian, con cuya fruta se pintan de morado los Carives , y los Cumanag—tos u–en del mismo color sus vestidos, ç distancia de medio quarto de legua tiene al dicho Riachuelo Prepumpr‡r , ‡ media legua el Rio Uris‡co , que trae su ethimolog’a de un animalito peque–o llamado Urisu, A tres leguas al Norte tiene al Rio çr‡gna, 4 quien los Carives llaman Ar‡ngua , y los Cumanag—ros Aracuy, nombres de una especie de Palmas 4 quien los Espa–oles llaman Chaguarama, y se d‡ en dicho Rio , que corre todo el a–o, y es abundante de Pescado muy delicado. Por muerte del Y. P. Moro su Fundador qued— de Ministro de este Pueblo el R. P, Fr. Pedro Cordero , de la Provincia de Andaluc’a; quien con igual zelo lo conserv— y aument— en varias Expediciones Evangelicas que ha hecho incesan= temente todo el tiempo que ha vivido en estas Santas Misiones. El a–o de mil setecientos quarenta y quarro se erigi— este Pueblo en Curaro y puso en contribucion, siendo Goverriador de esta Provin= cia Don Gregorio Espinosa de los o *. . . Monteros , y Comisario Apostoli. Qq co O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 95 306 co de las Misiones el R. P, Er. FranÇcisco del Castillo, con cuya presentacion le di— el Se–or Ordinario Sede vacante la institucion Can—nica de Cura Parroco al referido P. Cordero , que lo es actualmente; y por la Matricula que el a–o de mil setecientos cinquenta y quatro se form— de dicho Pueblo consta, tener ochocientas sesenta y siete personas de todas edades. Desde su fundacion hasta el mismo a–o de cinquenta y quatro se habian bautizado en Žl tres mil y doscientas almas, y en el mismo tiempo habian fallecido mas de dos mil; sin mas ciento y cinquenta que el mismo a–o se hallaban fugitivas en los llanos y otros Partidos de Žsta y la immediara Provincia de Caracas , segun la certificacion que para esta descripcion me di— el mismo P. Cordero. Con las repetidas entradas que el V. P. Moro y otros: Misioneros hacian ‡ los montes ten’an y‡ captada la benevolencia de muchos Indios, especialmente de la Nacion Car’ve que y‡ se iba docilizando , y muchos de ellos con los repetidos agasajos estaban en disposicion de abrazar la FŽ , y salir 4 vivir en vida Civil reducidos ‡ Pueblo y DoŽtrina Christiana; mas como para este fin se necesitaba de Operarios , por las sobtedichas razones , y por haber muerto algunos de los Misioneros antiguos, se tom— el medio de despachar ‡ la Corte de Madrid al R. P. Fr. Francisco Rodr’guez , como se hizo el a–o de mil setecientos y quin= Historia de la nueva Andaluc’a. ce; y habiendo pasado ‡ este fin, consigui— de nuestro Catholico Rey una Mision de Religiosos, que congreg— en la Ciudad de Cadiz, y al tiempo del embarque se desmayaron los mas, de suerte que precisado ‡ darse ‡ la vela se embarc— el a–o de diez y seis con solo los tres que parecen en la lista siguiente. El R. P. Fr, Francisco Rodriguez, Comisario, El P. Fr. Pedro de Torres , Predicador de la Provincia de Andaluc’a. El V, P. Fr. Francisco de las Llagas, de la misma, El V. P. Fr. AndrŽs Lopez, que despues di— la vida 4 manos de los Indios por la propagaci—n de la FŽ , como dirŽ en su lu Ar. ; Con la llegada de esta Mision tubo no poco pesar el Prelado y dem‡s Religiosos , que con la copia de Misioneros que suponian venir esperaban la cosecha de una copiosa mies en la Conversion y fundacion de algunos Pueblos; mas conformandose con los eventos de la casualidad , duplicaron las fuerzas al trabajo , y continuando las Expediciones a los montes, dieron principio ‡ la fundacion de otros lugares, como se dir‡ en el Capitulo siguiente. CA O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 96 Libro UL Cap. CAPITULO XXIL PONENSE EN contribucion las Dodlrinas de Piritm, fundase la Ciudad de Cumanac—a , y refierese la Conquista y castigos de Don Joseph Carre–o, $. L D* y seis a–os se mantuvieron los Indios de las Misiones de Piritu libres de la pen= sion de tributo en que Don Joseph Ramirez pretendia ponerlos el a–o de mil setecientos y uno, y fue hasta el de mil setecientos y diez y siete, en que Don Joseph Carre–o entr— por Governador de esta Provincia , nombrado or su Magestad para succesor de Don MathŽo Ruiz del Mazo , quŽ habia muerto enel mismo Govierno por el mes de: Septiembre de mil setecientos y' quince , governando en el intŽrin los Alcaldes Ordinarios que eran Òentonces de la Ciudad: de Cunian‡:*Inform‡do Don Joseph Carre–o Òdel lucido adelantamiento de las Misiones, y que el. buen metodo en que los PP. Misioneros habian Çcriado los Indios , instruyendolos ‡ par de la DoŽtrina en vidaÒCivil y Pol’tica, los tenia en estado de dat cumplimiento ‡ las Reales Leyes, que con las referidas circunstan= cias ordenan el conocimiento de su vasallage en la anual contribucion , prevenido con Real Ce XXI. 307 dula de su Magestad exort— al Comisario Apostolico de las Misiones a h presentacion de los Religiosos para el ministerio de Curas Doctrineros, precediendo la inscitucion y colacion Can—nica que dispone el derecho , Çquedando desde entonces los Indios matriculados, y tributarios al Real Erario de sœ Magestad. : Enterado el R. P. Comisario de la importancia del ex—rto, convoc— al V. Difinitorio' pata consultar con atenta consideracion este punto conforme'4 las Leyes municipales de la Conversion. 'Algunos de los PP. de la Junta ' disent‡n dla recepcion de los Ctiratos, pareciendoles Ç que'la residenciaÓ personalÓ, ' que por dŽtŽcho cbliga2 a los' P‡trocos 4 al aftual existe–icia de si Iglesia, ser’a rŽmora y total obstaculo que: es impldiese las en+radas'4' los miontes y Conversion Çde 1o$'Infieles;' Mas enterados*del orden Òde su Magestad , y de que el ministerio ÑPart—quial de los Indios, en que Ánada inireresan' Tos Misioner—s', no Žs imped’a, la: ÒÀCtual Conversion de los' Infieles quando el Prelad— los destihase , dexando Vicario 'apto quŽ substicuyese por ellos, c‡mo su Magestad tenia concedido por varias Cedulas que sŽ guardan en el Archivo de las Misiones , condescendieron todos al Real orden, haciendo en la misma Junta la nomina de los que habian de ser prese–tados a la:colaci—n de las DoŽtrinas en esta forma: Para la Capiral de P’ricu y Qq 2 Cla O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 97 308 Clarines su agregado el R. P, Fr, Lucas Corrales : para la de San MiguŽl y sus Çregados Pueblos del Guere el R. P. Fr. Christoval de Molina 3 para ha del Pilar y Caygua el R. P. Fr. Diego Francisco Iba–ez; para la de San Bernardino y Curataqu’che el R. P. Fr, Juan Gomez de Alaniz ; para la de Araguira y sus agregados el R. P. Fr, Diego: Çde Tapia 5 5.y para la del Tucœyo y "PuruŽy el R. P..Fr. Francisco Martinez, . Hecha la, nomina de los. referidos sugetos , se presentaron ante: dl Se–or Ordinario; y precediendo, el examen y aprobacion de la Sinodo, y. la eleccion que por Reales Leyes y Bulas Pontificias. hace de Álos. presentados el Se–or VicePatrono Real y Tecibieron. la, colaci—n. yÁ Can—nica, institucipn, de mano; del Se–or ÁVicario General Superintendente por estar entonces vacante la silla Episcopal,: En. esta forma: se Áham governado. hasta. el presente aquellas pe , dependientes. £n quanto .a.la, jurisdiccion y oficio Patroquial Çdel Ilmo. Se–or Obispo de PuertoRico , y en lo regular de los Parrocos de .Ruestro' Cotnisario Apostolico È Que nos visita dos veces cada trienio por Leymunicipal, en la misma forma que lo hacen los M. RR, PP. Provinciales de nuestras respe—tivas Provinclas, ‡ cuya similitud se han governado desde el principio aquellas Apostolicas Misiones. Ñ: ; Para el Govierno Civil y Politico provey— el Governador de Corregidores Espa–oles, que hacen Historia de la nueva Andaluc’a. el oficio de Justicia Mayor y Capitan ‡ guerra, cobran los tributos de los Indios, y disponen en lo temporal y economico enconcurso de los Alcaldes Ordinarios Indios , que se eligen por votos de los que acaban el dia de San Silvestre , como se acostumbra hacer en las Ciudades de Espa–oles. Pata lo Militar se nombran tambien los oficios de Sargentos Mayores, Capitanes, Alfereces, y Sargentos un Procurador para las necesidades de los Pueblos , un Alcalde de la Santa Hermandad , y Regidores, todos con sus. yaras y bastones correspondientes ‡ la calidad de sus empleos. Del mismo modo y en el mismo tiempo se matricularon y entraron en contribucion algunos Pueblos de las Misiones de Sanz t‡ Mar’a , que ya estaban en est‡do de poderlo hacer ; con la diferencia de que Çpor haber resistido losRR, PP. Capuchinos a la colacion de los Cur‡ros , hicieron dexacion de ellos, y.entrar—n en posesion: los Se–ores. ClŽrigos, 0—, .. Asise mantuvieron hasta essos tiempos , em. que informado S..M: del nozable arraso quŽ padez Çcian. aquellas Misiones por la ausencl‡ Çde los Misioneros . sus Fundador res ,,Teducidas y‡ Žstos. a entrar en l‡, administracion de las DoŽtrinas, fue servido de' despachar su Real Cedula, ordenando, que los sobre? dichos Curatos volviesen’‡ los expresados PP. Capuchinos ; entranÇdo estos en ellos quando p—r muerte 0 dexacion voluntaria de los SeÈ Mores Clerigos fhesen vacando las Doc O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 98 Libro HI. Cap. XXIL: Dodtrinas. En virtud de esta Real Orden han ido entrando en ellas los PP. Capuchinos conforme han ido vacando5 de modo que al presente solo dos est‡n bajo la administracion de dichos Se–ores Clerigos, por cuya muerte O renuncia quedar‡n con los dem‡s ‡ la administracion de los referidos Misioneros que los fundaron, y aman a aquellos pobres Indios como ‡ hijos , que con sus afanes y riesgos de la vida engendraron en JesuChristo Ž instruyeron en nuestra Santa FŽ y sana Doœtrina, $. FUNDACION DE LA Ciudad de Cumanacoa. TON el mismo a–o de mil sete _y4 cientos diez. y siete habian arribado al sitio de Antica, gerc‡y no a l‡s bocas del Rio Guarapiche , unos Franceses con intencion de poblarse en aquel parage , que consideraban de grande utilidad para sus comercios, y particulares intereses, Determin—. Don. Joseph Carre–o Çdesalojarlos de aquel sitios y poniendose de :acuerdo. con el Governador de la Margarita, desta= caron para este fin 4 un N, Arias con otros muchos , y orden de que no volviesen para arr‡s sin dexar al sitio de Antica libre de los Franceses , que sin las correspondientes licencias se habian introducido en los limites de aquella Provincia, Di— el Capitan Arias en tero cumplimiento al orden de su. 309 Governador; y a su vuelta pens— quedarse con otros en cel sitio de Cumanac—a , favorecidos de un Lucas Perez que tenia su posesion ‡ orillas de un Rio de su nombre, que entra en el de Cuman‡ ‡ corca distancia del Pueblo de San Fernando. : _ Agregaronseles un Juan Pereira , el Capitan MiguŽl de Figueroa y su hermiano , Gaspar Cayello , Bernardo NatŽra , y Juan Bravo de Abila, todos con intentos de proseguir la proyeŽtada fundacion de Cumanac—a. Pusieron su primer asiento en el Valle de Turimiqu’ri , donde est‡ hoy el Pueblo de.San Lorenzo; y hechas. sus buenas haciendas de Cacao con el auxilio y ayuda que les daban los Encomenderos . proveyendoles de Indios para la labor de sus tierras, fabricaron sus casas a orillas del Rio Cumanac—a , poco distante de la, horqueta que forma el Rio de Cumana con el 'de Aric‡gua diez leguas al SurSueste de aquella Capital. Fabricado:el. competente numero de Casaspara el titulo de Ciudad ,.sc le impuso el de San Baltasar de las Arias por su primer Fundador, y hoy es conocida por el nombre de Cumanac—a , que ticne el Valle en que est‡ fundada, Con el agregado de estos Vecinos y otros que despues con= currieron de Cuman‡ y la Margarita , se fue aquella Ciudad adelantando , hasta ponerse en el pie de cien Vecinos que hoy tiene , y compondran el numero de selscientas personas , administradas en lo es O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 99 310 espiricual por un Cura Parroco y Vicario de aquellos partidos 3 y en lo Civil y Pol’tico por un Teniente : Justicia Mayor , dos Alcaldes , ReÇgidores , y dem‡s emplŽos de una Ciudad bien ordenada. Los frutos que comunmente ' cultivan sus Vecinos, son: Tabaco , de que cogen muy buenas cosechas , y Çpor su buena calidad es el masesttmado de esta Provincia, donde lo .comercian con los habitadores de ella ,'asi en las Ciudades como en los llanos de tierr‡ adentro , reckbiendo en paga plata, ropas , caballos, mulas, y ganado bacuno.Para el cultivo de sus haciendas les proveen de agricultores , que alli llaman peones , los Pueblos cercanos de RR. PP. Capuchinos de Santa Maria 5 cuya providencia coneribuye mucho al adelanta miento :espiricual: y temporal de esra.Ciudad y la de:Cari‡co.' ' Cultivan tambien el fruto del Cacao y Ca–a dulce , de que tienen buenos trapiches , y en ellos benefician Miel ,:ÇAzucar , Papelones , Aguardiente. y otros Los comestibles , como Caz‡be , Platanos y Ma’z, que les d‡n ‡ sus Vecin—s en pan quotidiano, Los primeros a–os padecieron algunos .trabajos y enfermedades , causadas de las inundaciones de un brazo del Rio Cumanac—a , que los puso en terminos de mudar de sitio; pero habiendose desplomado un pedazo de cerro que cubri— la boca y conduŽto de aquellas aguas , ces— enteramente el peligro que amenazaba su destruccion , y quedaron Historia de la nueva Andaluc’a. libres de la pension que algunos a–os los ponia en estado de comunicarse nadando sobre balsas por las calles. Los Indios de sus cercanias llebando 4 mal la vecindad de los Espa–oles , por vivir en su libertad y brutales costum bres , se valieron de los medios de la violencia , haciendoles algunas hostilidades y vejaciones con que pensaban desalojarlos enteramente de aquellas tierras. Hizo Don Francisco Blanco una Conquista al sitio de Arco. cuar— Carpe con cinquenta hombres de Cumanac—a , en la qual trajo entre otros Indios algunos que pertenecian en el monte ‡ la Capitania de un Indio llamado el Herrero , con los quales dieron principio al Pueblo de San FranÇisco , que fund— el P.. Fr. Gui llermo, Capuchino de la Provincia de Aragon. Resentido el Herrero de la Reduccion de los Indios, conwoc— Àotros cabezuelas Cimaguara y Tuapocan 3 y cayendo: tuiÁmultuosamente al hato de Don Francisco Blanco , dieron fuego 4 las. casas , le mataron once' personas , y lo mismo :hicieron Çcon los Pueblos de San Francisco y' San Felix , alegando ser todas tierras suyas , y otros atrevimientos hijos de la altivŽz y. gentlica conspiraÈ cion, o $. UL O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 100 Libro 1. Cap. XXIL. $. HL CONQUISTA DE DON Joseph Carre–o, Abido este tan pernicioso ÛsS trago por el Governador de la Provincia Don Joseph Carre–o, y conociendo pedia el mas pronto y oportuno remedio , antes que la osad’a de los Indios tomase mayores incrementos, hizo alistar unos piquetes de Soldados de Cuman‡, Barcelona, Cumanac—a , Cari‡co, su Golfo , se–alando por Cabo de los de Cuman‡ al Capitan Don MiguŽl de Arrioja , de los de Barcelona 4 Don MiguŽl de Cifontes , de los de Cumanac—a y Cari‡co 4 Don Antonio Salazar , y al Maese de Campo Don Alvaro Nu–ez. Emprendieron el viage por el mes de Diciembre del a–o de mil setecientos diez y ocho , comandados del mismo Govetnador Don Joseph Carre–o , y fueron al Rio Am‡na donde estaban los Indios Tuapocan , y Matur’n de Nacion Carives , que con los dem‡s de sus Capitanias tenian puesto en. cuidado ‡ los habitadores de aquel Pa’s con sus continuos robos, muertes, y otras insolencias , que executaban en las haciendas de los Espa–oles y otros dependientes de sus Casas, y aun en sus imisimas personas, Llegaron al sitio de Maturin, (que mŽdia entre los Rios Am‡na y Guarap’che ) donde el Indio de su nombre sali— al encuentro 311 al Capitan Arrioja 3 y puesto en tono de baralla , se mantuvo peleando ‡ bala y flecha contra los Espa–oles hasta morir de un balazo, con que le quit— la vida uno de ellos, Con la muerte dŽ este Indio se dieron los dem‡s 4 la fuga, excepto un compa–ero suyo lla mado Achacapr‡ca , a quien , despues de vencido , aprision— el Cas pitan Arrioja , y lo llev— 4 su Governador para que hiciese con Žl lo que en el caso pedia la Justicia. Lo mismo hicieron los dem‡s Capitanes con los Indios Iguamaima de Nacion Chaima , y Tua —can , ‡ quienes incontinenti mand— el Governador dar la muerte, poniendo a Iguataima en una horca, y 4 Tuap—can en una estaca , despues de haber recibido el Santo Bautismo que pidi— , y en Žl el nombre de Felipe. Achacapr‡ca fue llevado al Pueblo de San Felix , donde lo hizo pasar por las armas , quedando con el sentimiento de no ha= ber podido aprisionar al Indio Herrero , que viendo a sus compa–eros en mal estado, se refugi— a las monta–as del Rio Tique , donde se mantuvo oculto hasta que despues lo sac— y reduxo al Christianismo el R. P. Fr. Geronymo de Muros , que lo llev— al Pueblo de San Felix, donde muri— Christiano, y con su gente se di— principio al Pueblo de Caicara que fund— el R.P. Fr. Antonio de Blesa, El Indio Cunagu‡ra se refugi— ‡ las Vegas del Rio Never’ , donde se mantuvo hasta la vuelta del Se O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 101 312 Se–or Carre–o , que fue el siguiente a–o de mil setecientos diez y, Ánueve , en el que sali— con toda su gente y ofreci— poblarse, pidiendo al mismo Governador licencia para ello, y juntamente perdon de su delito. : La experiencia que Don Joseph Carre–o tenia de la astuta sagacidad de los Indios, y la consideracion de que quedando sin castigo pod’a reperr sus vellacadas, nole permitia asentir 4 la peticion de este Indio; y asi atendiendo 4 su voluntaria presentacion, le perdon— la muerte que merecia, inviandolo al Castillo de Araya donde muri— de su muerte natural, y ‡ su gente la destin— al nuevo Pueblo de San Felix, donde se mantuvieron pacificos y al mismo tiempo escarmentados. De esta Conquista. result— alguna enmienda en los Car’ves, que huyendo de los Espa–oles se fueron retrando al Orin—co , en cuyas cercan’as los han reducido y poblado en varios lugares los PP. Observantes de P’ritu , que padecen mucho con ellos por la falta de escolta con que contener sus repetidos arrevimientos , sujetarlos À DoŽtrina Christiana, y ense–arlos 4 vivir en temor de Dios y racional crianza, Historia de la nueva Andaluc’a. CAPITULO XXIIL TRATA DE LA FUNDACION y mudanza del Pueblo de Panapor‡r y Margarita, Separanse de los Palena ques los Indios Carives , y fundan= se con ellos los Pueblos de Santa Ana , y Santa Barbara. Erirados los Carives de Am‡s na a. los sitios de Mœcuras, el Cari, y otros parages cercanos a las Riveras del Rio Orin—co , terricorio concedido a los PP. Misioneros Observantes de P’ricu; y vierido Žstos , que la ocasion era la mas oporcuna para encrarles 4 tratar de su reduccion ‡ la FŽ , pensaron hacer algunas Expediciones Evangelicas , comenzando desde el Pueblo mas abanzado 4 su cercan’a , que era entonces el de San Lorenzo de GuŽre. Administraba este Pueblo el R, P. Fr. Joseph Jurado , Religioso: de mucha agilidad y espiritu, ‡ quien concedi— el Prelado estas salidas , acompa–ado de otros Religiosos y personas que dirŽ adelante. Prevenido este zeloso Misionero de las acostumbradas providencias , hizo la primera entrada al sirio de Mœcuras, llamado de los Indios TapurequŽn , llevando en su compa–ia al P. Don Nicol‡s Garcia, al. Hermano Donado Sebastian Cuervo, y para su custodia al Capitan Don Francisco de Campos , hombre inteligente en los idiomas , y a Bernardino Duerto , Vecino de la nueva Barcelona , con otros su ge" O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 102 Libro IL. Cap. XXIHL getos de los llanos , y algunos Indios antiguos de su referido Pueblo de San Lorenzo. Llegaron a las Mœcuras con tan feliz efe—to , que lograron sin da–o de sus personas traer veinte y tres familias de Indios Carfves, cuya Cabeza era el Capiran Taveroa , los quales fueron llevados al mismo Pueblo de San Lorenzo, donde los conserv— el P. Jurado mientras se hacia eleccion del sitio mas conveniente para dar principio a los Pueblos de esta Nacion con orden del Prelado y Discretos de aquellas Misiones , que atentos ‡ las circunstancias del tiempo resolvieron fuese ‡ gusto de los Indios el se–alar parage donde se esrableciesen , siendo al proposito para las sementeras de sus frutos y otras corporales conveniencias, de que como Naturales y practcos tienen raro conocimiento. Hicieron para esto eleccion del sitio de Panapor‡r, nombre que d‡n ‡ un Riachuelo que entra en la Quebrada de Azacacœar, en cuya union hace un circulo. que dibuja la figura de una oreja humana, por cuya similivud le dieron este nombre que quiere decie boca de orejas ,. A orillas de este Riachuelo — Quebrada de buen agua hicieron .sus primeras labores , casas, Iglesia, y habitacion para el P. Jurado , que desde luego pas— a vivir con ellos, y celebr— la primera Misa en la Iglesia nueva el dia doce de Abril de mil setecientos vete y dos, habiendolos congregado en aquel sitio por el mes 313 ., e de Septiembre del a–o anteceden= te mil setecientos :veinte y u–o, en cuyo intermedio :se celebraba en un Tugurio de paja que. pa= ra este fin habia fabricado ‡ su llegada. Establecido Òya: .el Pueblo con la advocacion de San Buenaventura de Panapot‡r , y deseoso el P. Jurado de adelantar su Vecindario, hizo segunda entra= da al sitio de Guayœpa, cercano ala Quebrada del Terrible , acompa–ado del M. R. P. Fr. Domingo Ramos, Don Nicol‡s Garcia , y el Hermano Cuervo; y en esta ocasion trajo siete familias, tamibien Car’ves , que se agregaron al mismo Pueblo , ayudandoles los dem‡s Vecinos ‡ la fabrica de sus casas y labor de sus primeras sementeras , que:es el medio deaseÈ gurar mejor los Indios que se traen de parages remotos adonde. no h‡= llan mas que tierra inculta y genÈ, tes desconocidas. . No contento com esto , sd li— terceravez con los.mismos con* pa–eros al sitio de Curlarap‡ru, donde reduxo al Capitan .Ch‡ma, de Nacion Car’ve , con quarenta far milias que le. estaban sujetas, y al Capitan Pedro Curupœmo, Chrisciano fugitivo de Nacion Palen. que, que tenia consigo Çtrece fa= milias de su: misma Nacion , y to= dos salieron gustosos al Pueblo de Panapot‡r , donde se establecieroh en el mismo orden que las antecederires, En esta ocasion tubo noricia el P. Jurado , que en las morta–as del ÒTucusipano y Mision de Iguana habia copia de Indios PaÈ Ro len O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 103 314 lenques , que habiendo sido reducidos al Pueblo de San Pablo , habian apostatado y refugiadose ‡ aquellos parages; y no pudiendo ir en su solicitud sin asegurar primero Áaquella mies que habia cogido en Curiarap‡ru, puso todo su cuidado en fabricar un comperente numero de casas , y correspondientes labranzas para su mantenimiento. Hecha esta prevencion nes cesaria , dispuso otra salida al Rio C‡ri, de donde sac— algunas familias de Indios Car’ves , que vivian gentilmente por aquellos montes. Llev—los 4 Panapot‡r 5 y dexandolos y‡ en buena disposicion y DoŽtrina, emprendi— la quinta Expedicion a la Mision de lguana y cerros del 'Tucusip‡no , de donde consigui— reducir todas las familias fugitivas , y otras muchas que andaban por aquellos Pa’ses huyendo de la Doctrina y sujecion Christiana. Si fueron grandes los trabajos que elP. Jurado padeci— en reducir y tr‡er de tan distantes parages estas almas que descaba guiar por el camino del Cielo , mayores fueron las afliccio Ònes y desconsuelos que sufri— e– conservarlas y cathequizarlas , sin perdonar quantos medios y modos consideraba necesarios par‡: 5u manutencion y espiricual aprovechamiento. Como eran dos opuestas Naciones , cada dia habia entre ellos disensiones y tumulcuosos levantamientos , que pusieron al P. Jurado en riesgos de perder la vi Historia de la nueva Andaluc’a. da por pacificarlos ; y no fueron pocas las ocasiones en que se conspiraron ‡ darle muerte, por quedar en libertad para volverse al vŽmito de la Infidelidad, y ceguedad de sus gentilicas costumbres. El a–o de mil setecientos treinta y uno dieron fuego a todo el Pueblo; en cuyo incendio se duplicaron al P. los pesares, y aumentaron los trabajos para poner ‡ sus Indios en su antiguo restablecimiento. Por esto , y porque el sitio de Panapot‡r no sali— el mas ‡ proposito para la conservacion de los Indios, determin— el P. con gusto de ellos mismos mejorar de terreno, escogiendo para la nueva fundacion el sitio de la Matgarlta ‡ orillas del Rio GuŽre , donde hoy permanece, l Pero la consideracion de que la oposicion de las Naciones Palenque y Carive haria interminables sus hostilidades , resistiendo los unos la sujecion ‡ los otros , oblig— al P. Jurado al arbitrio de separarlos , comolo hizo, dexando a los Palenques en el nuevo Pueblo de la Margarita con el mismo Titular de San Buenaventura , y trasladando los Carives a los sitios de An‡co y Ar‡gua , donde ‡ distancia de una legua corta. se di— principio c—n ellos a los Pueblos de Santa Ana y Santa Barbara, ocho leguas distantes del referido sirio de Panapor‡r. En este Pueblo quedaron algun tiempo los Palenques acomodados en las pocas casas que habia , mientras fabricaron las competentes en el sitio de la Mar O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 104 Libro IM Cap. XXIIL Margarita, adonde se mudaron por el mes de Diciembre de mil setecientos treinta y ocho, En este tiempo se llev— Dios para s’ al P. Jurado, quedando la administracion de estos' Iridios al Çcuidado del.R. P. Fr. Francisco Ledesma , que los tubo ‡ su cargo junto con los de San MiguŽl y tres Pueblos del GuŽre hasta el a–o de Çquarenta y dos, en que llegamos 2 las Misiones , y hallamos solo el .numero de diez Misioneros para la administracion de veinte y quatro Pueblos que habia fundados. Tanta suele ser en aquellos Pa’ses la escasŽz de Ministros para la mucha y copiosa mies que hay en ellos. A nuestra llegada se hizo cargo de este Pueblo el M.R.P. Fr, Mathias Garcia, ExComisario çpostolico; y con las repetidas entradas que hizo ‡ los montes yendo a las mas personalmente , y inviando ‡ otros en su nombre, consigui— adelanrarlo hasta ponerlo en el numero de trescientas almas que tiene al presente , sin otras muchas que se han huido al Ortn—co y otros parages de los llanos, con cuya fuga se ha experimentado algun atraso. Antes de salir de este Pueblo hizo el R. P. Fr. Mathias una decente Iglesia , y casa de bastante capacidad para el P. Misionero; y dexandolo en este estado, pas— al de San Francisco a la fabrica de otra, por estar la que habia algo deteriorada, La situacion del de la Margarita est‡ en buen terreno distante tres leguas del de San Lo 315 renzo ; goza de muy buenas aguas, y abundantes pastos para toda especie de ganados , tierras de labor muy fertiles para Maiz, Caz‡be, Pl‡tanos ,'Arroz , Baratas , „‡mes, Frejoles , y otras qualesquiera especie de menestras. En sus cercan’as tienen los Vecinos dela nueva Barcelona algunas Vegas y trapiches de Ca–a, en que benefician la Miel, piloncillos de Azucar', Aguardiente, y otros frutos arriba dichos, Desde su primera fundacion hasta el presente se han bautizado! en este Pueblo cerca de mil almas; y en este tiempo han pasado a la eterna quacrocientas , excluyendo las fugirivas que dŽxo referidas, Sm PUEBLOS DE SANTA çna , y Santa Barbara, Nrerados los Indios Car’ves del pensamiento y buenos _ deseos del R. P. Jurado en soli citar su pacificaci—n y mejor establecimiento con la separacion de los Palenques ‡ muevo parage, donde viviesen con mas comodidad, y governasen cada uno sus poitos o subditos independiente de otra Cabeza 0 Capiran de la misma Nacion, ‡ quien con mucha dificultad se sujetan, pidieron al P. Jurado la separacion entre s’ , ofreciendo cada uno aumentar su Partido trayendo nueva gente de los montes , hasta ponerse con el competente numero de familias , que segun experjencia se consideran neRra ce O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 105 316 cesarias para la formacion de un Pueblo, que pueda comodamente mantener su Ministro , Casa, Iglesia , y dem‡s menesteres , con que regularmente se. fundan en aquel Pa’s las nuevas Conversiones. En esta consideracion , y en la de que: las circunstancias del tiempo pedia acomodarse al gusta de unos Indios sumamente veleidosos y naturalmente inconstantes, condescendi— el P. a su peticion, haciendo eleccion de los sitios de An‡co, donde se di— principio con los unos al Pueblo de. Santa Ana, y con los otros al de Santa Barbara, ‡ orillas del Rio Ar‡gua que corre por entre los dos È dexando en cada uno sus respe—tivos Caplanes que lo governasen en lo economico al estilo que pradtican en las dem‡s Misiones. Esto fue por los a–os de mil setecientos treinta y quatro, en que por l falta de PP. Misioneros estubieron ambos Pueblos ‡ la administracion y cuidado del R, P. Fr. Fernando MathŽos , que los mantubo y aument— con algunas entradas que hizo ‡ los montes acompa–ado de Don Juan Antonio de Campos, Espa–ol , Capitan Poblador que fue de aquellos Pueblos hasta el a–o de quarenta y dos, en que, llegada nuestra Mision , se puso en el de Santa Ana al P. Fr. Francisco Nistal, y qued— el de Santa Barbara ‡ cargo del referido P. MathŽos. Aunque el sitio de çn‡co tenia buenas tierras de labor, es Historia de la nueva Andaluc’a. taba en un baxo cercano ‡ una Laguna , que se experiment— nociva ‡ sus Naturales 3 por cuya causa fue preciso permitirles el transito 4 la Mesa de Guan’pa junto a la Quebrada Orocop’che , donde se mudaron el a–o de mil setecientos y cinquenta; y habiendo entrado por Ministro el P. Fr, Gerardo Espinosa de los Monteros, hizo una buena Iglesia, y lo perfeccion— en el orden y forma que hoy se conserva , con mas de doscientas almas , las mas y‡ Christianas5 y se espera su permanencia por la sanidad del temperamento , buenas tierras de labor, abundancia de pastos, y dem‡s conveniencias necesarias para la conservacion de un Pueblo. Antes de la partida de An‡co hizo fuga a la otra parte del OrinŽco el Sargento Mayor Cascante (que poco antes habia recibido el Santo Bautismo , y se llam— Marcos ) llevando consigo sesenta almas , mu Òchas de ellas Chriscianas , ‡ la In fidelidad de los montes , donde muri— ; y aun permanecen en ellos muchos de los que le acompa–aTON. Este mismo atraso ha padecido el de Santa Barbara ‡ causa de las inundaciones del Rio Ar‡gua que les perdia las sementeras, y lo que es mas, el espiritu ambularivo de los Car’ves , que los trae en continuo movimiento , y sin constante estabilidad en Pueblo alguno. Muchos de ellos se han avecindado en otros Pueblos de estas y las Misiones de Guay‡ na, O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 106 Libro IM. Cap. XXIIL na, otros andan por los montes, dando todos ellos bastante en que merecer ‡ los Misioneros , que por falta de escolta se hallan desnudos de fuerzas materiales con que sujerarlos primeramente 4 ser hombres , para disponerlos ‡ la instruccion y Cathecismo de las verdades y suaves Leyes del Santo Evangelio. El a–o de cinquenta y tres, en que el M.R, P. Fr, Alonso Hinistrosa me mand— recoger los materiales para esta obra, me administr— un apunte, por donde consta , que el Pueblo de Santa çna tenia ciento treinta y ocho personas , sobre las que ignoro quantas se habran aumentado en el sitio de Orocop’che, El de Santa Barbara tenia ciento y setenta; y creerŽ , que estŽ hoy algo arrasado por la segregacion de sus familias y sus inevitables fugas. Desde su fundacion hasta el presente se han bautizada en ambos Pueblos mas de quinientas almas , y tendran la quinta parte de Infieles adultos, que con los Divinos auxilios se reducen al Baurismo ‡ la ultima enfermedad quando y‡ consideran cercana la muerte. 317 CAPITULO XXIV. VIENELADECIMA Mision de Religiosos de las Provincias de Espa–a, y fundanse los Pueblos de San Joaquin y Santa Rosa de Oc—pi, $. L Oco aprovecha enterrar los primeros sarmientos de una vi–a, si no se continœa su culeivo con la perseverancia y aplicacion de aquellos Operarios , que sin perdonar trabajos sufren gustosos los calores del Estio *y escarchas del Invierno , hasta perfecclonar su semenrera con la deseada cosecha de los fruros. YA dixe al fin del Capitulo diez y nueve el gran pesar que tubo el Comisario Apostolico y dem‡s MisioÈ neros de las Conversiones de P’ricu con la llegada de los tres solos Religiosos que pasaron de Espa–a , en tiempo que a lo menos se necesitaban diez O doce para la reduccion de los Car’ves y conservacion de los Pueblos que con ellos y los Palenques se esperaban fundar , en adelantamiento de la Iglesia y propagacion del Santo Evangelio en esta Provincia. Sin embargo de esto se di— principio y se vi— efeŽtuado el Pueblo de Panapotar que dŽxo referido; y viendo el R. P. Comisario y el V. Difinitorio , que sin la providencia de nuevos Misioneros se hacia imposible la Con ver O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 107 318 version de los Infieles, y aun la conservacion de los reducidos, ansiosos de los aumentos del reba–o de JesuChristo , y Òlastimados* de ver la copiosa mies de tantas almas , que por falta de Operarios vivian en las sombras de la ciega gentilidad .con manifiesto riesgo de su perdici—n , hicieron Junta discrerorial par‡ arbitrar los medios mas conducentes d la consecucion de aquella. empresa. Entte otros puntos que en aquella Junta se ventilaron, y resolvieron acordes los PP. que la componian, uno fue dar individual noricia al Rio. P. Comisario General , que entonces era Fr. Joseph Sanz, y lo mismo al Supremo Consejo de las Indias de la multitud de Indios Car’ves , que dispersos por los llanos de esta Provincia , vivian en varias rancher’as tan contentos en su propia desdicha , como ciegos 4 la luzde la FŽ y conocimiento Çdel Dios verdadero , que con sus teperidas 1 invasiones tenian atemorizada la tierra, robando , matando, y siendo de no poco obstaculo a los Misioneros, que recelosos de sus inhumanas crueldades, no tenian valor para salir 2 los montes sin la correspondiente escolta de Soldados Espa–oles y algunos Indios antiguos , que ha sido el comun estilo de aquellas Misiones. El segundo punto fue, hacer presente la necesidad de Misioneros para proseguir en la Conversion de dichos Car’ves, quienes con la Conquista del Se–or Carre–o y Historia de la nueva Andaluc’a. las entradas del P. Jurado se cons sideraban en' buena sazon , y materia algo dispuesta para recibir la Fe > Y reducirse con mas facilidad a vivir en Pueblo en vida Christiana recibidas las aguas del Santo Bautismo. Para la conduccion de estos papeles , e informe de. los puntos que aquellas Santas Misiones hacian presentes a la Religion Y. ‡la Corte, se hizo segunda eleccion del R. P. Fr. Francisco Rodriguez , para que como practico en el manejo de los antecedentes negocios informase con puntualidad , y conduxese los Religiosos con mejor fortuna que en la vez pasada, Admid— gustoso el orden de la obediencia; lo uno , porque no era perezoso para viages de esta naturaleza , y lo otro, para resarcir en esta segunda ocaslon el crediro de su persona , queen el juicio de su pundonor habia pordido en la primera, Lleg— a a la Corte de Madrid con feliz viage ; hizo presente .su comision; y vista por el Supremo Consejo la necesidad de Operarios, expidi— su Magestad su Real Cedula, concediendo el numero de los Misioneros que pedia , costeados a expensas de su Real Erario. Recibi— al mismo tiempo del Rmo. P. Comisario General sus Letras Patentes para las opio de Andaluc’a y San MiguŽl, donde se le alistaron losÓ que Se dia , y los congreg— en el Puerto de Cadiz hasta . tener ocasion de Navio en que fuesen conducidos. Tambien en esta ocasion desmaya ron O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 108 Libro III. Cap. XXIV. ron algunos al tiempo del embarques por lo qual, y por no rener y‡ tiempo para reponer otros que le habian pedido , se di— a la vela mediado Agosto del a–o de mil setecientos veinte y tres, y lleg— al Puerto de P’ricu el dia quatro de OŽtubre con los Religio sos siguientes : MISION DECIMç. EL R. P. Fr. Francisco Rodriguez, Comisario. . El P. Fr. Nicolas de Rada, de la Provincia de San MiguŽl, El P. Fr. Joseph de Vega, de la Provincia de Andaluc’a. El P. Fr. Salvador Romero , Reco= leto de la misma, o ElP. Fr. Juan de Dios, de la mis ma. , El P. Fr. Francisco Rodriguez Ledesma , de la misma. . . El P. Fr. AndrŽs Infante, de la .mis ma. l El P. Fr. Francisco del Castillo , d la misma. o El P, Fr. Fernando Ximenez, Recoleto de la misma. El P. Fr. Pedro Cordero, de la mis ma. El P. Fr. Fernando Matheos ,Recolero de la misma, l Lleb— juntamente dos Hermanos Donados, que fueron Juan de la Paz, y Antonio Castrello, para la asistencia de dichos Religiosos , que llegaron a las Conversiones siendo segunda vez Comisario Apostolico el M. R. P. E. Do mingo Ramos, (De los dichos Mi 319 sioneros viven a£tualmente los tres ultimos trabajando. en el Apostolico Ministerio , como hasta ahora la han hecho, con Santo zelo de la honra de Dios , y credito de su verdadera vocacion ) Recibidos los Religiosos por el P. Ramos , dispuso que Llesen al Pueblo de Araguita a instruirse en el idioma de los Indios, se–alandoles por LeŽtor de Lengua al R. P. Fr. Diego de Tapia , que era el masabil en su inteligencia , y en este exercicio se mantubieron hasta que la necesidad de Operarios oblig— al Prelado ‡ segregarlos , dandole a cada uno su correspondiente destino. $. IL PUEBLO DE S.jO AQUIN de Pariri. E primero que. se provey— fue el sicio de Par’ri , donde el V.P. Fr. Juan Moro habia congregado scis familias de Carf Òves Infieles, que estaban en unas Chozuelas al cuidado de su amado Discipulo el P. Don Nicolas Garcia. Asign—se por Fundador de este Pueblo al P. Fr. Fernando Ximenez , que sobre aquel corro prin= cipio prosigui— su fundacion , haciendo varias entradas ‡ una y otra vanda del Rio Orin—co , hasta ponerlo en el numero de ciento y cinquenta familias , que componian seiscientas personas, El primer Capitan Fundador fue un Indio Car’ve llamado Guararima, ‡ quien bautiz— el P. Ximenez el si O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 109 320 siguiente a–o' de mil setecientos veinte y quacro. Una de las espirituales Conquistas que hizo este zeloso Misionero , fue el a–o de a treinta y dos , acompa–ado del P, Fr. Pedro Cordero , y Fr. Bernardino Camacho, ‡ las. Riveras del Rio Tique , de donde sac— al Capitan Yacabai con ciento y quarenta de su Nacion, todos fugitivos del Rio Aqu’te , y complices de la inhumana sacrilega muerte ue en Žl dieron al llmo. Se–or Obispo Don Nicolas Gervasio de Labrid, de que hablarŽ en su respe—tivo lugar. A poco tiempo de reducido el Capitan Yacabai le llam— Dios con la ultima enfermedad; y habiendole carhequizado el P. Ximenez , y persuadido a recibir el Santo Baurismo, lo admiti— gustoso y muri— Christiano , renunciando de satan‡s y de sus diabolicos enga–os. De la muerte de este Capitan result— no poco atraso.d aquella nueva fundacion, sospechando un hermano suyo haber muerto por la recepcion del Baurismo , que es uno de los ardides con que la astucia del demonio enga–a 4 la mayor parte de aquellos Infieles. Llebado de este deprabado pensamiento se pas— ‡ los montes del Orin—co , de donde sac— cien Indios de armas con intencion de quitar la vida al P. Ximenez, y llevarse consigo 4 quantos habia reducido del Tique, que por la muerte de su hermano pretendia tenetlos baxo de su dominio. No fue esto tan oculto , que dexase Historia de la nueva Andaluc’a. Çde saberlo un Indio: Christiano del Pueblo de Santa Ana , llamado Guarim‡ra , el qual di— aviso ‡.su Sargento Mayor Cascante , asegurandole dexar a los agresores en la Mesa de Guanipa haciendo distribucion entre. sus compa–eros de las alhajas y ropas que servian en el culto Divino y. adorno de l Iglesia. Luego que Cascante supo la resolucion de los montaraces, parti— con.toda su gente a la defensa del P. Ximenez ; quien al mismo tiempo tuvo el aviso por otro Indio de su Pueblo , y habia acudido por auxilio al de Santa Rosa de Oc—pi y Villa de Ar‡gua, de donde vino alguna gente y cinquenta Indios de Nacion Ch‡yma, todos a defender al P. Ximenez de la invasion y muerte que le tenian maquinada los que en la Mesa de Guan’pa esperaban para su exeeucion hora oportuna. Pero coma Dios tenia guardado al P. Ximenez para sujecion de aquella Nacion revelde , lo libr— maravillosamente de su sacrilega osadia , dis= poniendo , ‡ mi entender , aquella detencion , para que concurriendo los que voluntarios salieron 4 la defensa , se contubiesen los. Infieles retrocediendo , como lo hicieron , aunque con la lastima de llevarse consigo las ciento y. quarenta personas que habian salido del Tique, y sacaron a fuerza de amenazas que lesinviaban de noche con espias ocultas, Este fue uno de los mayores atrasos que padeci— este Pue blo, O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 110 Libro IM. Cap. XXIV. blo , con otros muchos que le sucedieron por la inconstante veletdad de aquel vicioso gent’o , ageno de toda razon para el conocimiento de los Mysterios de nuesera Santa FŽ, tan libre y desobediente a lo racional , que qualquiera sujecion ‡ sus viciosas coscumbres que en ellos se han hecho y‡ naturaleza , les causa indecible repugnancia , hasta romper y arbitrar modos de quitar la vida 4 los que llenos de caridad buscan la salud eterna de sus almas. A estos atrasos se lleg— el de dos incendios que padeci— en diferentes tiempos , causados de la voracidad del fuego que en tiempo de Verano prenden de intento en los Pajonales % Sab‡nas , para que quemada la paja vieja salga cl Invierno con mas vigor y fomento la nueva , de que se suscentan los muchos ganados que pastean por aquellos llanos, En estos incendios , que reduxeron ‡ ceniza la mayor parte del Pueblo , tœbo: mucho que trabajar el P. Ximenez para: reducir aquel gent’o ‡ su reedificacion ; por cuyos trabajos y su natural inconstancia se segregaron muchos de ellos, avecindandose unos en otros Pueblos. que se hicieron de nuevo , y otros vagueando por los montes en diferentes parages, sin tener en alguno de Òellos asiento ni domicilio propio. Sin embargo de todas estas quiebras consigui— el P. Ximenez fabricar una bucma Iglesia de cres Naves con una bien alhajada Sacristia y casa pa 321 ra habitaci—n del P, Misionero, . Est‡ siruado el Pueblo en una dilatada campi–a a orillas de una aguada œ cabeza de morichal , ‡ quien los Indios llaman Par’ri por una especie de arbusto asi nombrado que abunda en aquel sitio, pero los Espa–oles . llaman Vi jao , y es muy parecido ‡ las hojas del Pl‡tano; y por esta razon sele di— a este Pueblo el sobre nombre de Par’ri , despues del principal que tiene por su Titular y Patrono San Joaquin, a quien se le consagr— al tiempo de su fundacion. Desde entonces hasta el presente ha bautizado el P. Ximenez mul y doscientas almas; y por la lista que el'R. P. Comisario me di— el a–o de cinquenta y tres consta , tener existentes trescientas y noventa de todas edades , y entre ellas algunas Infieles. El sitio de este Pueblo es muy salu. dable , muy abundante de pastos, aguas delgadas , y providencia de morichales en que siembran los Indios todo el. a–o sus fruros de Pl‡tanos , Caz‡be , Baratas , Y otras especies de raices comestibles. $. TIL PUEBLO DE SANTA ROSA de Oc—pi, : L mismo tiempo que el P, Ximenez fue destinado pa= ra la fundacion de San Joaquin, se hizo eleccion del P. Fr. Joseph de Vega para dar principio a la de Santa Rosa de Oc—pi con un Ss : cot= O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 111 322 corto numero de familias de Nacion Ch‡ymas , que el V. P. Moro habia afabilizado , y puesto en disposicion de recibir Miniscro del Santo Evangelio luego que las Misiones se proveyesen del comperente numero de Misioneros, Instruldo y‡ el P. Vega quanto le fue posible ‡ su edad de mas de quarenta a–os , pas— el a–o de mil setecientos veinte y quarro al sitio de Oc—pi, seis leguas distante al Oriente del Pueblo de San MathŽoÈ, a fin de congregar aqueJas familias dispersas de Indios Ch‡ymas Infieles, que habian resistido a poblarse quando los RR. PP. Capuchinos de Aragon comenzaron a reducirlos ‡ la FŽ ,sacandolos de la Sierra del Bergantin, Es el R. P. Vega dŽ una sinceridad 'columbina, prenda que estiman mucho los Indios en los Religiosos que* los administran 5 y asi le fue menos laborioso el juntarlos ‡ dar principio ‡ la formacion del Pueblo por el amor que y‡ le habian cobrado, estimulados del concepto de su natural sencillŽz, con que se consigue muchas veces de ellos lo que no pueden alcanzar los esmeros del zelo y religiosa circunspeccion. EstableÇidos ya los primeros Vecinos , y hecha una peque–a Iglesia y casa ara el P. Misionero , invi— el P. ÇVegaal Hermano Joseph de Leon a los llanos de Caic‡ra , Riveras del Rio Guarap’che , de donde sac— algunas familias de Indios Ch‡ymas que se agregaron ‡ este nuevo Pue' blo, Despues entraron algunos Gua Historia de la nueva Andaluc’a. raœnos que salieron. voluntarios, atraidos de las noticias que a favor del P. Vega les daban los poblados. En este pie se conserv— hasta el a–o de treinta y dos, en que el R. P. Fr. Mathias Garcia acompa–ado de los PP, Fr. Fernando Ximenez , Fr. AndrŽs Calero, y Fr. Bernardino Camacho, hizo una entrada ‡ la Laguna del M‡mo , de donde sac— veinte familias de Guaraœnos, con que se puso el Pueblo de Santa Rosa en competente numero de Vecinos, y con el curso del tiempo han llegado ‡ ciento y cinquenta famillas que componian seiscientas y cinco personas , los mas de Nacion Chayma, y los restantes Guaraœnos , C—res , y Cu‡cas; y en este estado le considero al preSnte. La vista y orden de este Pueblo es de lo mejor que hay en las Misiones. Su situacion est‡ en terreno sano alegre y despejado 4 corta distancia del Rio Oc—pi, de quien tom— este.sobrenombre, A * distancia de una legua tiene unos altos farallones, de donde se originan muchas vertientes de aguas erisralinas que fertilizan aquellos vistosos campos con espesos y dilatados Palmares de:moriche , en quienes siembran sus Naturales tow do el a–o. las especies de frutos * que produce aquel Pa’s..Por todos quarro vientos tiene abundantes pastos para ganado bacuno y caballar , de que hay en sus cercan’as muchos y crecidos hatos, Al quarto de legua tiene al Rio Ca O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 112 Libro TI. Cap. XXIV. CapravŽra , y 4 la media legua al R’o Prepont‡r, en quien: entran los dos antecedentes ;'y todos traen su origen Òde ' las dichas barrancas y encumbrados farallones. Fun d—se estŽ Pueblo siendo C—misario de las Misiones el R. P. Fr. Diego Francisco Iba–ez , y Governadot de la Provincia Don Ju‡n de la Tornera : hoy est‡ administra> do por el P. Fr. Benito de Puen, Que entr— A suplir la ausen cla , del P. Vega, reritado Žste en: terarente por su edad abanzada: Sus Vecinos son de Òsingulai aplicacion ‡ las cosas: del Culto Divino y celebridad de las funi ciones Eclesiasticas , en que los imuso el P. Vega, celebraridolas cori la: solemnidad que puede. hacer el imas zeloso Ministro e‡i aquellos Pa’sŽs tan desiertos, Por esto:le han sido siempre tan obedierites , que solo les faltaba ofrecerle incienso por la buena conduŽta que tubo eh su Instruccion , acomodandose en lo posible ‡ la mansedumbre de sus genios y rustica cortedad de sus talentos. Su lucido adelantamiento d‡ motivo 4 pensar, que no dilarar‡ mucho en ponetse en Doctrina colada , y sus Naturales en la contribucion anual de los dos pesos que su Magestad tienc asignados ‡ los Pueblos de las dem‡s DoŽtrimas de tierra adentro, a distincion de los de la Marina, que pagan ‡ dos y medio. Desde su fundacion hasta el presente se han bautizado en este Pueblo dos mil almas ; han pasado mas de mil ‡ la eternidad , y tic 323 ne actuales mas de seiscientas ba= xo de campana y sujeras a Doctrina y vida Chrisciana, CAPITULO XXV. PASA LAUNDECIMA Mision de las Provincias de Espa–a, renuncian los Misioneros las DoŽtri3" yÓ fundase la Villa de nuestra Se–ora de BelŽn de Ardgua. N los siete a–os que cotrie= ron desde el de veinte y tres en que lleg— la antecedente Mision de las Provincias de Espa–a, faltaron algunos. de los Religlosos antiguos , adem‡s de otros Òque por: sus muchos a–os y los repetidos trabajos de la Conversion estaban: imposibilitados 4 su con: tinuacion , > Y Por tanto eran acreedores al necesario descanso que de justicia pedia su edad abanzada; por esto , y porque la antecedente Mision lleg— escasa en el numero de sugetos que se consideraban precisos para la asistencia de los Pueblos fundados , fire necesario discribuirlos entre ellos, quedando las Misiones con la urgencia de inviar por otros , con quienes se pudiese adelantar un tanto la Conversion de los Infieles. Hizose para ello, como es costumbre , Junta del Y. Difinitorio , y en ella se nombr— por Comisario al mismo R. P. Rodriguez , para que pasase tercera vez ‡ la Corte de Madrid ‡ negociar los despachos y llevar los Religiosos, como Ss 2 su O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 113 324 sugeto pra—tico , y que como buen obediente estaba siempre pronto a emprender estos viages , los que aunque peligrosos eran para su espiricu un recreo , por ceder en honra y gloria de Dios y propagacion de. nuestra Santa Fe. Pas— a la Corte el a–o de mil seteci—ntos y treinta; y por: el. mes de Junio del Òsiguiente de: treinta y uno volvi— Çcon los ocho: Religiosos de la lista Çsiguiente, MISION UNDECIMA. E R. P. Fr, Francisco Rodriguez Comisario, * . El P. Fr. Antonio Navarro, Çde l . Provincia de Burgos. >. El P. Fr. Mathias Garcia, de la: de los Angeles. El P. Fr. Lorenzo Algaba. ., de h MISMA. 0 a El P. Fr. Alonso: Rubio , de la misma. El P. Fr. Alonso JaŽn, de la misma. o El P. Fr. AndrŽs Calero, de la de Andalucia. El P. Fr. Gregorio Garcia, de la misma, El P, Fr. Bernardino Camacho Bedoya , de la misma. En esta Mision le sucedi— al R. P. Rodriguez lo que en las antecedentes , fallandole algunos Religiosos que se ocultaron en Ca diz al tiempo del embarque', co mo sucede muchas veces quando en la solicitud de los Religiosos no se procede con la debida diligen cla , que en punto de tanta 1m A me Historia de la fueva Andaluc’a. portancia previenen las Bulas Pon= tificias y nuestros generales Estatutos , con grav’simo detrimento de la Conversion de las Almas, ‡ cuyo Ministerio pudieran ir en su lugar otros, que coh verdadera vocaci—n tr‡bajarian . gloriosamente en la propagacion de la FŽ con mucho crediro de muestro Apostolico Instituto.Ó De los ocho Religiosos mencionados ‡ poco tiempo se volvieron tres , faltos de espiritu; a otro Òse le di— Patente para una Provincia de la America 5 otro muri— 4 pocoÓ tiempo 3 Ácon que solo quedaron, tres, que, fueron el ÒR, P. Fr. Mathi‡s Garcia, quien h‡ sid— dos. crientos Contisarlo Aposrolico ; Fr. Alonso Rubio, y Fr. Bernardino Camacho, que han trabajado como quien se empe–a en suplirlla falta de sus. comipa–eros, que puesta la Òmano en el arado rindieron las fuerzas de su vocaci—n ‡la flaqueza de su espiritu. Sin embargo de ser tan corto el numero de los Religiosos, que apenas habia los suficientes para la administracion de los Pueblos, con todo eso , deseoso cada uno de po ner por obra el Santo emplŽo desu principal destino, hacian sus entradas a los montes , reduciendo de sus incultas Selvas los Indios que podian al gremio de la Iglesla y Cathecismo de la DoŽtrina Christiana , y arbicrando cada dia nuevos medios para adelantar la Conversion y fundacion de nuevos Pueblos , que se pensaban formalizar con la atrevida y belicosa Nacion de los Car’ves. Hallabase en O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 114 ÒLibro IL. Cap. XXV. entofices de ComisarioÓ Apostolico el R.P.Fr. Christoval de: Molina, que 3 fines de Diciembre de.mil setecientos treinta y uno! habia entrado en el Oficio en el Capitalo que el M. R.'P. Fr. Manuel de Tovat , Padre de la Provincia de Caracas , presidi— en aquellas Mi siones: por coiision que ' para esi te fin:y el de hacer la Visita de ellas le deleg— N.:Rmo. P. Fr. Domingo Losada , Comisario General de. hs Indias Occidentales, . . Junt— el. RP. Molina al v. Difinitorio : hizo presentes las Bulas Apostol: icas:. despachadas sobre las Misiones y Doctrinas de los Regulares , en especial la del SSmo. P. Gregorio XIIL. vive vocisoraculo, en que su Santidad declar—Ó que ‡ lo" menos hubiese dos Religiosos DoŽtrineros : Ne solus inter Seculares spiriualium hostium conflictam spectes, Salomone dicente: ve soli , quia cum ceciderir non. est qui Òsubleber eum. En vista de ellas propuso el Difinitorio , que respecto ‡ ser comunmente tan corto el numero de Operarios , que las mas veces se ve’an precisados muchos de ellos al pesado trabajo: de administrar ‡ un tiempo dos 9 mas Pueblos numerosos y "no poco distantes, Òle parecia conveniente se hiciese una espontanea renuncia de los quince Pueblos antiguos ante el Supremo Consejo de las Indias, suplicando al Rey N. S. se dignase admirirla proyeyendo de Curas Clerigos , para que desembarazados los Misioneros del cargo y personal asistencia de ellos, pu 32$' diesen extender sus celosos dese—s 4 la Conversion de otras Nacio= nes, con quienes se futdases otros de nuevo, Ho ; ' Amtes dŽ encrar.en la Junta se: habia conferido este punto en tre los mismos PP. del Difinitorio, como: loÓ previenen, las Ámunicipales para elomayor acierto 5 y cos mo estoÒef‡ lo que todos deseas ban, condescendieron gustosos 4, k. renunda: , comptometiendose en la dexacion de las expresadas DoŽtrinas; y ofreciendose cada una aser el primero en la deseada fun: dacio– de das que esperaban poblar con la abundante mies que en las Fronteras del Orin—co tenian ‡ la vista, Hizose la expresada renuncia. que se. invi— por duplicado; la. una en .derechura al Supremo Consejo de las Indias , y la otra alRmo. P.' Comisario General Fr. Domingo Losada , que en vista de ella inform— A a S, M. de los desÈ consœelos que padecian los Misio= neros, poca atendidos de los Se–ores GovŽrnadores , y pidi— al mismo tiempo nueyo territorio ‡ la Vanda del Sur del Rio Orin—= co donde propagar la FŽ de JesuChristo , por tener y‡ poblado el que hasta all’ les fue concedido, Ley—se la renuncia en el Supremo Consejo y el Informe que con ella present— el Rmo, Losada; y en su consideracion despach— S. M, una Real Cedula de veinte y ocho de Febrero de mil serecientos treinta y quatro , rogando y encargando al Ilmo. Se–or Obispo, y mandando al Governador y Ca pr O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 115 326 pitan General de aquella Provincia, que cada uno por doÓ que ‡ Su Tribunal. toca atendigse y fabos reciese al Prelado de las Misiones À—n el. fhayor: cuidado , corrigiendo y: scastigandoÓ los excesos to= metidos ef perjuicio. Çde los Misi—3 neros y y que ‡ estos auxillasen em todoÓ ; y Òdiesenilo: necesario para su'alimerto y pasadia, Por: lo. res= pei 2 lasÓ DoŽtrinasÓ resuelve S. M. y ma–ida:que los: ÁReligiosos –o las desamparen ton ningun pretexto" ; y que es de su Real voluntad' las mantengan y CONSeIven, c—nio hasta entonces lo han Çcho , con otras expresiones: de su Cacholico zelo y Real m‡gnificencia Àque 'sŽ pueden ver en la inisma Cedula, que se guarda orl= ginal e– el Archivo : de aquellas Santas Misiones. " Para el cumplimiento de ' esta Real Orden y disposicion Ç de su Magestad , despach— el' mismo Rino.P. Losada una Patente de doce de Marzo del mismoa–o, mandando por Santa Obediencia , en virtud del Esp’ricu Santo , y cot’ pena de Excomunion mayor lata sententiz ipso fallo incurrenda , que ninguno de los Religiosos DoŽtineros renuncie , dŽxe, desampare, ni falte ‡ la DoŽtrina de su cargo como hasta alli lo han hecho; y con las mismas penas mand— al Prelado de las Misiones no diese licencia , ni permitiese: salir de ellss ‡ ningun Religioso , sino que fuese para negocio Je pertencciente a las Misiones , y por tiempo y licencia limitada, A con Historia de la nueva. Andaluc’a. tinuacion. de este mandato significa su. Rma, quedar sumamente consolado por el desinterŽs y desapego de los Misioneros ‡ las Doctrinas , por lo mucho que trabajaron . 'poblando el territorio concedido ,. y. por los deseos de extender! susÓ 'Apostolicas tarŽas con la dexacion de las DoŽtrinas. : Y prosigue diciendoÓ: que desea. dar Çcumplimiento ‡ 4 su sie plicas : Ápero que en aquel tiempo no era justo ni conveniente 5' pues Mi el ertar ni el Conservar es de utilidad : alguna, nisu obligacion permitia desamparar aquellas muevas plantas en la FŽ por adquirir otras , hasta que. aquellas tubiesen suficientes Ž idoneos Ministros , que las pudieran conservar y mantener en la FŽ y educacion Chrisciana. Por loÓ perteneciente al territorio concluy— su Rma. en la misma Parente , encargando mucho A los Misioneros , nose Introduxesen en los terminos se–alados 4 otras Comunidades , por evitar los disturbios que suelen originarse de la Santa emulacion en la Conversion de las almas; y que para el cum plimiento de sus deseos avisasen ‡ su Rma. de los parages h‡cia donde pudiesen exercer su ministerio, a fin de informar ‡ su Magestad y hacer sobre ello la sœplica, que se efectu—, y en virtud de Real Despacho se hizo la division de los terminos en el modo que dixe en el Capirulo segundo del libro primeto. Resignados y2 nuestros Mis sioneros en la retencion de las Doc O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 116 Libro II. Cap. XXV. DoŽtrinas conforme a la voluntad del Rey y de la Religion, y no desmayando en los intentos de continuar sus entradas a las rancheras de los Car’ves , siendo en este ministerio necesaria la correspondiente escolta en la custodia de sus personas , tubieron por conveniente poner por obra la fundacion de. la Villa de Ar‡gua, congregando muchas familias de gente Parda, que vivian dispersas por los llanos del Camarœco, hombres muy al proposito para acompa–arlos en los trabajos que ofrecen los dilatados y asperos caminos , que necesariamente se acoscumbran andar de veinte, treinta y mas dias, para lograr algun cotto numero de almas , con la contngencia de volverse muchas veces, como acontece, sin ellas. Con la caritativa persuasion de varios Religiosos se fueron congregando algunas de las principales familias, con que se di— principio 2 esta Villa, 4 quien desde luego se.idticul— nuestra Se–ora de BelŽn de Ar‡gua, precediendo las correspondientes licencias para su formacion, que se efectu— en una apacible lla nura que mŽdia entre el Camarœco y el Rio Ar‡gua , de quien tom— su segundo nombre. , Desde el principio fueron sus Vecinos administrados en lo esptaicual por los Misioneros de Piritu, hasta que adelantado su Vecindario les provey— el Se–or Obispo de Cura Clerigo , como se halla al presente, siendo al mis mo tiempo Vicario de aquellos Pas 327 tidos en distancia de quatro leguas a todos vientos, Enlo Civil y Poêitico est‡ governada por un Theniente , dos Alcaldes , Regidores, y dem‡s Oficios de Justicia. Goza esta Villa de buenas conveniencias, asi de tierras de labor que cultivan sus Vecinos en las Riveras de los Rios Ar‡gua y GuŽre donde tienen sus Vegas y fertiles Valles ,, como de dilatadas campi–as O Sab‡nas de buen pasto para criar ganado de Bacas, Mulas, y Caballos, con que han adelantado sus caudales; y los que no los tienen son de mucha utilidad para la conduccion y transporte de los ganados y harrias con que ganan los pobres para pasar la vida. Quando los Misioneros de P’ricu hacen entradas ‡ los montes, les han ayudado sus Vecinos a todos los trabajos y faginas , alistandose los primeros para todo trabajo , y las mas veces voluntarios, Del mismo modo los han auxiliado. concurriendo al menor aviso quando han tenido algun recelo de invasiones de Indios , hasta dexarlos libres de ellos en tranquilidad y consuelo. Su Vecindario se. compone de doscientas famili‡s que har‡n el mumero de selscientas personas. El a–o de mil setecientos cinquenta y Òdos prediquŽ Mision en' esta Villa, y en+ concrŽ en sus Vecinos una gente humilde y muy devota , que por sus buenos servicios es acreedora al beneficio de la correspondenclas CA O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 117 328 CAPITULO XXVL ESTRAGOS DE LOS CARIVES en el Rio Orindco , fundacion y dessruccion del Pueblo del M‡mo , y muerte cruel que dieron al V, P. Fray Andres Lopez se Ministro, | OS copiosos espiricuales fru tos de Conversion de Infieles que en las Apostolicas Misiones de P’ricu se han cogido hasta el presente, y la numerosa mulœtud de Pueblos que con ellos y la gracia de Dios se han fundado, y se conservan en vida Civil y Chrisciana , son y ser‡n pœblicos pregoneros del religioso zelo Û 1nfarigables ansias, con que sus EvanÒgelicos Operarios han procurado los aumentos del reba–o de JesuChristo , sin perdonar trabajos y conocidos peligros , que en sus peregrinaciones ofrecen la fragosidad del Pa’s , la aspereza de los caminos , las incomodidades del tiempo, y la carest’a de todo lo necesario , especialmente en los principios, En esta gloriosa ocupacion se han exercitado sus Misioneros con fervorosa caridad y sarisfaccion de su honroso titulo , reduciendo Infieles de su Barbarismo al conocimiento del verdadero Dios, obediencia de la Iglesia , y sujecion ‡ nuestro Catholico Monarca , mediante la luz del Santo Evangelio y quoridiana instruccion en los Divinos Mysterios y buenas costumbres , con que , exponien Historia de la nueva Andaluc’a. do ‡ todo trance la salud y la vida , aseguran el fruto de la Divina palabra, Y s’ los primeros Obreros de aquella Santa Heredad del Se–or salieron gananciosos con la cosecha de aquellas plantas que radicaron en el Jardin de: la Iglesia en la Conversion de las Naciones de P’ricus, Cumanag—ros , y Palenques , no menos afortunados hemos salido los del presente tiem= po, logrando la sazonada mies de quince Pueblos, que desde el a–o de veinte y tres se han fundado, sujetando a vida racional la incorÈ regible y belicosa Nacion de los Car’ves, que como fieras de los campos vivian sin obediencia ni razon , ni mas Leyes que las de su apetito y brutal Paganismo. Mucho cost— a los antiguos Misioneros rescatar aquellas Naciones de la tirana opresion del demonio, que ofendido de los primeros frutos , procur— por varios caminos deshacer lo comenzado hasta sa= car por trofeo de su invidia la inocente sangre de los que d manos de los Palenques la derramaron gustosos por la salvacion de sus almas. Con todo eso no ha sido de menor valor la que en los presentes tiempos han vertido ‡ manos de la inhumana Nacion de los Car’ves los zelosos Ministros del Santo Evangelio , que ansiosos de su Conversion desempe–aron la deuda de su obligacion en desarraigar la ciza–a que el enemigo comun habia sembrado entre ellos, ‡ fin de desterrar de sus tierras A los O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 118 Libro IT. Cap. los que llenos de caridad y zelo de la honra de Dios solicitaban por todos medios bautizarlos , cathequizarlos, y ponerlos en vida Christiana , donde libres de su tiran’a consiguiesen la salvacion y vida eterna, Y porque esto no quede en solo el relumbron de las palabras, entremos ‡ la realidad de las obras; con cuyo hecho quedar‡n aquellas confirmadas , y justificada la providencia del Se–or en sus criaturas, cuidando ( como amoroso Bienhechot ) de su reparo , conservacion, y aumento , con las voces de sus Ministros , sudores , y sangre de sus Martyres , como se vera en lo que sucedi— en esta Provincia por los a–os de treinta y tres y treiata y cinco en los casos que voy a referir para honra y gloria de Dios , exemplo de la posteridad, y estimulo de los Evangelicos Obreros que se hallasen movidos de Divina inspiracion a emprender el ministerio de la Conversion de barbaros Infieles, que como faltos de humor y jugo de la FŽ huyen 6 resisten 4 los Ministros Evangelcos , que con perfeŽta caridad les buscan su remedio, El a–o de mil setecientos treinta y tres, tiempo en que la Nacion Car’ve estaba e– el mayor auge de su altivŽz y sobervia, se empe–— en desterrar , O dar inhumana muerte ‡ los Apostolicos Misioneros de las Riveras de Ortn—co , como lo intent— y puso por obra el Capitan Taricœra ( y lo mismo su succesor Mayurac‡ri) in XXVL 329 vadiendo a las Misiones que los RR. PP. Jesuitas iban: comenzando con muy buenos incrementos; y destruyendo el Pueblo de nuestra Se–ora de los Angeles , intentaron hacer lo mismo con el de San Joseph de Otom‡cos; y ultimamente lo consiguieron en el de: San _MiguŽl de Vichada , matando ‡ muchos de sus recien conver tidos y llevandose otros cautivos con no menos peligro de los RR. PP. Jesuitas, que en Žstos y en el Pueblo de la Concepcion de Uy‡pi hubieran muerto ‡ sus manos, si , usando de la prudencia , no se hubieran puesto en salvo , precisados ‡ desamparar y mudar ‡ otro parage aquellos Pueblos , por no dar la vida 2 manos de aquellos fieros y amotinados enemigos. : En este mismo a–o se halla. ba en las Riveras del Rio Aqu’re, cercano 2 la boca grande de Orin—co el Timo, Se–or Don. Nicol‡s Gervasio de Labrid , Can—nigo que: fue de la Iglesia: Cathedral de Leon. de Francia; el qual con otros tres Can—nigos de la misma Iglesia puestos ‡ los pies del SSmo. P. BenediŽto XIIL pidieron los destinase a uerras de Infieles , en cuya Conversion deseaban emplear los d’as de su vida, resignados a darla por Dios en aumento de la FŽ Catholica , y confirmacion de sus Sa> grados Mysrerios. Su Beatitud en vista de este tan voluntario como provechoso sacrificio , movido del poderoso influxo del Espiritu Santo, como lo dice en su çposta= Tr li O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 119 330 lica Bula , que se: guarda en Santo ThomŽ de la Guay‡na , los con. sagr— en Obispos para las quatro partes del mundo , destinando al Se–or Labrid a la: Occidental de la America, donde tiene su situacion el caudaloso Rio 'Orin—co. Embarc—se para su destino este Angel de Dios; y habiendo llegado a la Isla Trinidad , se hosped— en casa del Governador mientras le yenian las Bulas y pase de su Magestad Catholica para exercer sin inconveniente los encargos de su Apostolica legac’a. No sŽ st recibi— su Ilma. estos despachos que esperaba 5 pero s’ , que compelido del fervor de su zeloso espirimil sah— de la Trinidad, y entrandose por la boca grande. de: Orin—co, lleg— al Rio Aqu’re , en cuyas margenes vivian los Capitanes "TucapabŽra , y. Ariauca .con toda su gente de Nacion Car’ve. Caus—les grande novedad la vista de aquel Santo Principe, que como.Angel de paz yenia ‡ entablarla en sus corazones 3 y parŽciendo ‡ su Ima. por las noticias que y‡ llevaba, que el medio. de atraerlos ‡ :su benevolencia era engolosinarlos con. el agasajo y d‡divas de algunas fopas , cuentas, cuchillos, espejos, y' otros utensilios de que' su Ilma, iba bien proveido, comenz— desde luego a reparcirles , y ellos a recibir con demonstraciones de cari–o y se–ales de agradecidos. Con este ale—uvo y la suaÈ vidad de su trato consigui— de los Car’ves , que se reduxesen ‡ vivir en Pueblo , que formaron con Historia de la nueva Andaluc’a. venidos, al parecer ,‡ ley y ‡ ras zon, y con alguna aunque fingida aficion 4 la Doctrina Evangelica, que su llma. procuraba explicarles por alusiones y confusas noticias de terminos, aprendidos de mal formadas se–as, con que en el modo posible exalaba los alientos de su zeloso espiritu , y los deseos de su corazon cerca de la salvacion de aquellas almas, Pocos dias le dur— ‡ su Ilma, la residencia en aquellos asperos montes; y fue mientras los astutos Car’ves conocieron que y‡ se habian acabado las ropas y bujer’as con que frequentemente los regalaba; porque como gente bruta y agena de todo racional agradecimiento, no tienen ' mas respeto que el interŽs y la codicia , m—biles de . sus fingidas promesas de recibir el Santo Bautismo y reducitse 4 ser Christianos, 0 Entonces llenos de furor y de sa–a ,:‡ sugestiones del demonio y deseos de su amada libercad: cayeron' como rabiosos canes:‡ la habitacion del Ilmo. Se–or Labrid;. y despues dedar cruŽl Û inhumana, muerte. al Capellan y dem‡s familiares de su Se–oria Ilma.,, aco= metieron a aquel Santo Principe, que puesto de rodillas con un San= to Crucifixo en las manos espera. ba a los ingraros tiranos , que sin piedad ni conmiseracion ensangrentaron las suyas en su inocente vida , quitandosela tumulruosamente al golpe de las Mac‡nas, que fueron el instrumento de tan sacrilego como lastimoso homicidio. Ro O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 120 Mo 177% osŽ Ramos ue . a . Bart. 237. cul. O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 121 O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 122 Libro HI. Cap. XXVI. Robaron los Ornamentos y vasos sagrados 5 despedazaron el Divino: Crucifixo; À y no hallando mas alhajas en que emplear su insaciable codicia , se retiraron con algazara, dexando aquellos benditos Cuerpos para pasto de las Aves y fieras carn’voras de los Cam apos, Lleg— la noticia de esta desracia ‡ la Guay‡na en tiempo que se hallaba de Cura Parroco el Y. P. Fr. Benito de Moya , actual Prefec1o de las Santas Misiones de RR, PP. Capuchinos Cathalanes 5 y aprontando' un Bagel con h cotrespondiente Escolta , pas— al conocimiento de aquella. fatal desgracia, que hall— y tegistr— en los terminos que Žl mismo me comunic— y dŽxo referidos. Llebaron los Cadaveres a la Ciudad de San Joseph de Oru–a , en cuya Parroquial se les di— sepultura , colocando al del Se–or Obispo al lado del Evangelio , y los de sus Familiares al de la Eptstola , donde descansan en paz para ererna memoria. ç su vuelta se llev— consigo el V. P. Moya la Ara en que su Jima, celebraba 5 y es dadiva que le hizo ‡ su partida de Roma el SS, P. Benedi—to XIIL; y la. coloc— en el Altar Mayor de la Iglesia de San Antonio de Caron’ , Mision que habia fundado , en la qual he celebrado mas de treinta Misas. Un dia la registre con cuidado , y w’ ser de piedra alabastro con un hoyo en medio de figura quadrilonga , en que tuvo algunas Sagradas Reliquias; y en las quarro margenes del canto tiene gravada :esta 331 inscripcion : BenediŽtas XTIL Ordin nis Predicarorum consecravir bocAl. tare die V, Augusti MDC XXVL La noricia de este fatal. sus ceso, y el deseo de que aquellas infelices almas , acreedoras 4 un exemplar castigo , no pereciesen en su infidelidad careciendo de las Aguas del Santo Bautismo , desÈ perr— el animo de algunos de nues tros Misioneros de P’ricu 4 emprender su Conversiori‡ la Vanda del Sur del Rio Orin—co, pareciendoles ocasion oportuna Çpara atraetlos ‡ la FŽ con el aliciente del perÈ don , segun tenian ya: experimenÈ rado en la Conversion de los .Pa+ lenques , que ‡ poco tiempo de haber quitado la vida 2 sus: Ministros Fundadores del Guar’ve salieron a poblar el PuruŽy , donde permanecen cn vida Christiana y tributariosa nuestro Carholico Monarca. Hubo sobre : esta Expedicion nalgunas competencias en n quanÈ to a 11 los Misioneros solos , 9 escoltados con gente Espa–ola para. la defensa de sus perso–as 5 mas.con la consideracion de: que Hevando compa–’a: de Soldados se pondrian los Car’ves en fuga a :2 dondeÓ hiciesen'su. Conversion mas ; dificultosa 5È determinaron los Misioneros pasar:solos al Orin—co , cada uno con un Indio que. le asistiese; cos mo es pra—tica eu aquellas Misiones. A Fi—se esta Evangelica Expedir cion al.R: P. Fr. Francisco delas Llagas , Religioso Çde. mucha .prar cion , observantisimo de nuestra Santa Regla.,:y tan celoso. del bicn Tta de O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 123 332 de las almas, que por estar desembarazado para este ministerio, hizo renuncia de la Prelacia que obtenia en dichas Santas Mislones el a–o de mil setecientos y treinta, Habida la licencia del R. P. Comisario Er. Christoyal de Molina , hizo eleccion de los compa–eros, que fueron el R.P. Fr. Mathias Garcia, y los PP. Fr. Francisco Ledesma, Fr. Lorenzo Algaba , y Fr, Bernardino Camacho. Dispuestos estos Evangelicos Obreros , y provei= dos de las cosas que conocian ser de estimacion en los Indios , principiaron la empresa del Orin—co pasandose desde luego ‡ la Vanda del Sur y sitio de Tiramœto , que dista como dos leguas del Ca–o de Uya‡pi, en que los RR. PP, Joseph Gumilla y Bernardo Rorella tubieron el Pueblo de la Concepcion de Uy‡pi, (y desampararon enteramente huyendo de las invasiones de los Car’ves) por parecer aquel terreno el mas ferul y ‡ proposito para formar y conservar PoÈ 'blaciones de Indios, A la falda de estos Cerros hicieron nuestros Misioneros Una casillaÒde paja en que se alojaron, fiados mas en el socorro. Divino ue en toda humana providencia, y librando el corporal sustento en las promesas de nuestro Salvador Jesus ‡ los suyos, y 4 N.P.S. Francisco : que Dios cuidar‡ del sustento de los que desnudos de toda humana solicitud , y vestidos de caridad y amor del proximo , se .empleasen en la Apostolica Predicacion del Reyno de Dios, ganan Historia de la nueva Andaluc’a. do almas para el Cielo, Luego que los Car’ves supieron de la llegada de los Misioneros 4 Tirarm’to, inviaron , como. acostumbran , varias espias de Indios raimados y al, gunos fugitivos de los Pueblos, que disfrazados ‡ su estilo vivian entre ellos para interpretes y guias de sus Çdeprabados intentos , con orden de rastrear el fin de aquella venida, y ver si los Padres llevaban con que regalarlos , para acudir 4 su obsequio con las fingidas pramesas de salir ‡ recibir la FŽ y aguas del Santo Bautismo. Nueve meses se mantuvicron los Misioneros en aquel sirio, agasajandolos con lo que ‡ este fin llevaban prevenido : y mientras les dur— esta golosina iban y venian los Car’ves con largas promesas de. reducirse , que nunca se efeŽtuaron, porque no tenian otro motivo que el interŽs y la codicia de aquellas bagatelas de cuentas, cuchillos y otras piezas de hierro , de que necesitan mucho para el corte Çde maderas y labor de las uerras. Este fin mas que el de la salud de sus almas oblig— 4 aquella ruin gente ‡ consentir tanto tiem po ‡ los Padres en Tiramœto; donde acabados los pocos viveres que llebaron , se mantenian ‡ expensas de algun animal de monte quando renian la fortuna de cazarlo, sufriendo aquella desolacion y penuria con la esperanza de coger la mies, que al parecer de sus deseos, se les entraba por las puertas, Al fin de los nueve meses, quarido los Cat’ves conocieron no Ó te O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 124 Libro ML Cap. XXVI tenian los Religiosos con que continuar el cebo de su golosina , les embiaron dos mensageros con un cordoncillo de tres mudos , que es para ellos el numero de los dias que se–alan por plazo de sus intentos , y orden de que explicasen ‡ los Misioneros su enigma; diciendo , que en el termino de tres dias se puslesen en camino para las Misiones 3 porque en defeŽto, pasarian ‡ quitarles la vida, y se llevarian el casco de las cabezas para vasija de sus bebidas, y la parte mas recatada para tocar sus tamboriles en las fiestas, que se reducen en el monte 4 una solemne embriaguŽz. Oido este ran insolente anuncio por el V. P, Llagas, y con los graves fundamentos de su experiencia para creer que executarian los Car’ves lo que aquellos mensageros decian , puso los Religiosos en camino , y su Parernidad llevado del consejo del Evangelio se parti— d las Misiones de RR.PP. Jesuitas, donde consult— con el P. Joseph Gumilla los deseos de rerirarse ‡ la Provincia de Santa FŽ 4 pasar sus d’as en el retuto de una Celda , en vista de la Çrenuncia de los Car’ves , y las cortas providencias que daban sobre su Conversion los Ministros de aquella Provincia , tan encargados en este punto por nuestros Monarcas Catholicos, Como lo dixo lo execut— ; y los dem‡s Religiosos se retiraron a las Misiones ‡ pensar nuevos medios como executar su ministerio, en descargo de su obligacion y pro+ 333 vecho de las almas que el Rey y la Religion les tenian encomendadas, Puestos en las Misiones los Religiosos , di— cuenta el P. Comisario al Governador Don Carlos de Sucre, exhortandole al remedio de la insolencia de los Car’ves , y ‡ la execucion de los medios correspondientes a. su reduccion; sien douno de ellos cerrar la puerta al trato de los Olandeses de Esquivo, cuyo perjudicial comercio era el mas declarado enemigo que petberria ‡ los Car’ves para no consentir ‡ los Misioneros en las Riveras .del Rio Orin—co.'Deseoso el Governador de atajar tan considerables da–os, como fiel Vasallo, y buen Soldado que habia sido de los Exercitos de su Magestad, dis Çpuso viage para la Ciudad de Santa 'ThomŽ de la Guay‡na el mismo Òa–o de mil setecientos treinta y quatro , con intentos de poner en estado de defensa el Castillo de San Francisco de Asis , como lo execur— , asistiendo personalmented la fabrica y provisiones de su fortificacion. * Para la mayor comunicacion de esta Ciudad con la Provincia .de Barcelona le pareci— convenien te se formase un Pueblo de Indios a orillas de la Laguna del M‡mo, donde hiciesen mansion y se pro veyesen de viveres los que transitasen ‡ aquella Ciudad de las Misiones de P’ricu , quedando al cargo de sus Misioneros la ad Çministraci—n de este Pueblo, co mo situado dentro de la jurisdiccion que para sus fundaciones les ha O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 125 334 habia sido: se–alada. Para el logro de su Christiano pensamiento hizo eleccion de un Moreno llamado ; > mos . E. o. Juan MiguŽl, ‡ quien di— tirulo de Capitan Poblador, y orden de Çque pasase con sus hijos ‡ los Ca–os del Orin—co , y llevase consigo algunosCapiranes de la Nacion Guaraœna que vivian en ellos, y consideraba ser al proposito para la 1nrentada fimdacion del M‡mo. Hi zolo asi5 y puestos los Indios en la presencia del Governador , los arrajo ‡ su benevolencia y resoluÑ cion de poblarse con la suavidad Çde buen Christiano y severidad de Superior. Entreg—los al Capitan Juan Miguel con orden de que los llebase al referido sitio del M‡mo, Çdonde se incorporaron con. ottos de Òsu Nacion, que andaban dispersos en algunas Rancher’as de aquellos parages. Puestos los Indios enel si–o del M‡mo , distante como Çmedia legua de la Laguna de quien tom‡ el nombre , di— aviso al R/P, ÀComisario de P’ritu , suplicando destinase Misioneros ‡ la fundacion Çde aquel Pueblo, que por muchos titulos se consideraba necesario, Como esto era lo que aquel Y. Prelado y sus Religiosos deseaban, luego se ofrecieron gustosos , atropellando por las graves dificultades que ofrecia a la humana prudencia la resolucion de los Car’ves ‡ quicar la vida ‡ quanos Misloneros se situasen en las cercanias de Orin—co. Destin—se por Fundador de este Pueblo al R.P.Er. Francisco Ledesma, y por su compa–e= Historia de la nueva Andaluc’a. ro al R..P. Fr. Francisco del CastiÈ llo, ambos de la Provincia de Andaluc’a. Pusieronse en camino fiados en las promesas de JesuChristo y proteccion de. Marja Sant’sima de los Remedios, ‡ quien titularon Patrona de aquel Pueblo por especial Çdevocion 4 esta Se–ora, ue lo es de nuestro Convento deCadiz , de donde salieron des: rinados para aquellas Santas Misiones. Llegaron al sitio del M‡mo el d’a veinte y quarro de. Marzo del a–o de mul setecientos treinta y cinco; y al siguiente dia despues de haber celebrado el Sacrificio de la Misa sobre un Altar de ca–as que para este fin hicieron en una casilla de Palo y Palmas , enarbolaron el Estandarte de la Cruz con gugro y asistencia de losIndios,.que aÈ imiracion de los Religiosos y su Capitan Juan MiguŽl la fueron adorando con profunda reverencia, Bendixeron el pedazo de tierra que pareci— conveniente para edificar la nueva Iglesia y dar sepultura ‡ los Christianos difuntos, y comen zaron la fundacion del Pueblo con notable regocijo de los Gua raœnos , Nacion muy docil: y poco perezosa en sus trabajos... Hallabase al mismo tiempo en el Pueblo de Curataquiche el V, P. Fr. AndrŽs Lopez ansiosisimo de exercitarse en el Cathecismo de Indios Infieles , que no pudo conseguir por la impericia en el. idioma de aquellas Gentes , ycon el exercicio de tener contra el methodo de su inocente sinceridad la O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 126 Libro IL Cap. XXVI. la impiedad de un hermano suyo, ue por varios modos solicitaba: del Prelado se lo quitase de su cercan’a , con el disfr‡z de concederle la conversion de los Infieles, porque tanto anhelaba su corazon abrasado en llamas de la mas perfe—ta caridad. Consigui—lo finalmente del Prelado, que ‡ sus repetidas instancias le invi— licencia para que pasase ‡ la nueva fundacion del M‡mo en compa–ia de los dos Misioneros , que para el mismo fin estaban en ella destinados, No es explicable el consuelo que tubo aquel V. Siervo de Dios quando recibi— la orden del Prelado, que cumpli— sin detencion poniendose en camino para la fundacion del M‡mo , donde sin emulacion ni embidia ayud— a sus compa–eros a la instruccion de aquellos parbulos en los Sagrados Mysterios de la DoŽtrina Christciana. Asi se mantuvieron en Santa compa–ia hasta los primeros dias del mes de Septiembre :, 'en que convocada la Reverenda Comunidad al trienal Capitulo , salieron para Žl los dos PP. Ledesma y Castillo , quedando el V. Fr. AndrŽs en su nueva fundacion , desde donde escribi— al Y. Difnitorio , suplicando le tubiesen por escusado por las muchas aguas y distancia de setenta leguas que hay desde el Mamo a la DoŽtrina del Pilar, donde se celebr— aquel Capitulo: que desde all’ daba la obediencia al Comisario Apostolico Can—nicamente cle—to , por no dar 335 lugar sus achaques a tan dilatado camino , como consta de la Carta que original se guarda en el Archivo de aquellas Misiones, Estos Feron los motivos que expuso al pœblico el Siervo de Dios Fr. AndrŽs ; pero los que sabemos las circunstancias de aquel tiempo, los anhelos de su corazon por la Conversion de los Infieles, y deseos de dar la vida por Christo en confirmacion de su DoŽtrina , hallamos graves fundamentos para creer que fue efecto de aquella oculta providencia del Se–or , que guia al Justo por los caminos redtos de su salvacion , hasta premiar su inocencia con la posesion del Reyno de Dios , colocandolo entre los Bienaventurados que terminan los trabajos de la mortal vida con la fruicion de la Gloria. Fue el caso, que antes de partirse los compa–eros para la:celebracion del Capitulo , les lleg— una: Carra del Y. P. Fr. Benito de Moya , Prefe’to de las Misiones de Guay‡na , previniendoles la noticia de que los Indios Car’ves estaban en agtual consulta, y disponiendo armamento para Inva= dir aquella nueva fundacion , y dar muerte 4 los Misioneros Û Indios asi de PP. Observantes como de Capuchinos; y asi que les sirviese de aviso para precaverse de aquel peligro; porque la noticia era cierta , como lo fue: en efeGto. Salieron los PP. Ledesma y Castillo a la celebracion del Capitulo en tiempo que los Car’ves tenian y‡ prevenidas treinta Pir‡guas O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 127 y 336 guas y quarrocientos hombres de armas, que en el Rio C‡ura estaban en visperas de marchar ‡ la execucion de su intentada maLcia, El anuncio de esta fatal desgracia , que el V. Lopez miraba muy de cerca con los ojos del alma, le puso muevos grillos ‡ la indiferencia para no desamparar aquel reba–o, que con la ausencia de sus Pastores se descarriar’a huyendo de los sangrientos enemtgos , que acaso podr’a contener estando ‡ la vista. Consideraba al mismo tiempo , que el buen Pastor debe exponer su vida por la guarda de sus Ovejas , ‡ distincion del Mercenario , que huye de la voracidad de los Lobos porque no le pertenece el cuidar de ellas 5 y "a vista de este exemplar Evange lico quiso primero anteponer la asistencia y cuidado de aquellas almas 2 la vida temporal de su cuerpo , y expuso Žsta por JesuChris> to al rigor de las balas , flechas , y mac‡nas , que al fin le consiguieron la palma del eterno premio, con que el gran Padre Celestial remunera a los Justos que mueren en el Se–or , dandoles en la Gloria el descanso eterno de los pasados trabajos. Lleg— el dia diez y ocho de Septiembre del mismo a–o de mil setecientos treinta y cinco , en que por ser Domingo, se habian congregado al amanecer todos los Indios en la Iglesia, donde estaba acabando el Santo Sacrificio de la Misa el Y. Lopez , quando oy— Historia de la nueva Andaluc’a. un‡ voz del Capitan Juan MiguŽl que le decia: P. pongase V, P. en salvo que estamos cercados de enemigos , y salgo con mis hijos 4 defendernos de ellos, Sali—se pron tamente con sus hijos y los recien conversos, que aun eran los mas Infieles; y tomando las armas, se mantuvieron peleando un buen ra to, recibiendo notable da–o de los Carives y algunos estrangeros, que con la ventaja de las armas de fuego hacian en los Guaraœnos un formidable. estrago. Murieron los quatro hijos varones y dos hem bras del Capitan Juan MiguŽl, su muger , y la mayor parte de los Indios poblados, y Žl sali— con dos balazos que le obligaron ‡ retirar= se muy mal herido, . Desnudo el V. Lopez de los Ornamentos Sagrados y revestido de amor de Dios y de sus pro= ximos , tam‡ el Santo Crucifixo del Alrar y se present— 2 los enemigos , rogandoles en alta voz por la, paz, yque sia Žl buscaban, all le tenian para blanco de sus iras, con tal que perdanason las vidas ‡ aquellos inocentes , pues na tenian mas culpa que haberse alistado gustosos baxa de las VandeÈ ras de JesuChristo, Diciendo estas y otras amorosas palabras, recibi— un balazo en una pierna que le derrib— en tierra; y cayendo de tropel aquella inexorable canalla, le quebrantaron la cabeza y boca con pesadas mac‡nas , que dun solo golpe quitan al hombre mas robusto la vida. Echaronle al cuello un rejo d soga de cuero de Ma O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 128 > | Bars Verd. JedpMi77 y os Remos inv? O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 129 O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 130 Libro HL. Cap. Manatê, con que le llevaron arrastrando hasta llegar ‡ un arbol que alli llaman Chaparro , del qual le colgaron desnudo en carnes ,'le cortaron los brazos por los codos, y le aplicaron al pie œna grande hoguera de fuego con que intentaron quemar aquel bendito cuerpo , encendido mucho antes en llamas de amor Divino. . Pegaron fueg— al Pueblo y a la Iglesia Çdespues de haber robado los Vasos Òy Ornamentos Sa+ grados que. se llevaron consigo, dividiendolo todo en Çpedazos para zarcillos , narigueras , y vande: rillas que sirviesen de divisas con que manifestar ‡ otras ÁNaciones los despojos de su osadia y trofeos de su iniquidad. De all’ marchaÈ ron porel Orin—co.corr intentos de hacer lo mismo en el Pueblo de Caron’ con el v. P. Fr. Benito de Moya segun tenian paŽtado en el Rio C‡ura 5 pero habiendo tenido aviso por un Indio Pariag—to que escap— de sus manos , quando llegaron al Puerto alistaron los Pedreros de que estaban prevenidos; y viendo los Carives frustradasÓ sus esperanzas y a los de Caroni puestos en arma , retrocedieron al Rio C‡ura , donde se fortificaron y mantuvieron algunos a–os fiados en el manejo de armas de fuego, ue para su defensa y ofensa de los pobladores les habian introducido los Olandeses de Esquivo. De lo dicho en este Capitulo que es puramente la verdad del hecho, se infiere no fue bien informado el R. P. Casaniz pues ,, Veinte Indios :: XXVI 337 enÓ su Historia del Nuevo Reyno de Granada cap. 44. dice: ,, que È quando saltaron los Carives al È M‡mo estaba fuera del Pueblo È el aforcunado P. Fr. AndrŽs LoÈÈ Pez con un corto numero de y mas adelante: È Que el ruido que incvitablemen3È Te CAUSAN estas turbaciones , aviÈ5— ‡ la Colonia de la ConcepÈ clon de Uy‡pi È PerteneciŽnte È tambien a la misma Mision de È Religiosos Observantes, para que È valiendose del beneficio del tiemÈ po, se escondiesen entre bre–as; Èy asi quando llegaron las Cart= È ves solo pudieron cebar su ra * È D’a contra las desalquiladas caÒy Sas quando sucedi— la destruccion del porque , como he dicho, M‡mo estaban los PP. Misioneros de P’ritu en la celebracion de su Capitulo , que fue el veinte y uno del mismo mŽs de Septiem= bre en el Pueblo del Pilar mas de setenta leguas distante del sitio de Uy‡pl. A Žste. llama el dicho P. Casani Colonia de la Concepcion de PP. Observantes, no habiendo Žstos estado en ella; pues este Pueblo fue fundacion de los PP. Joseph Gumilla y Bernardo Rorella, como lo dice el mismo P. Casani en elcap. 43. fol. 304. pot estas palabras : ,, Emprendieron È pues el viage en la Primavera È del a–o de mil setecientos treinpla y dos ‡ la Nacion de los 5È Gualquiris arriba de Caura ; y È aqu’ hallando la materia bien È dispuesta , formaron un Pucblo Vv , Con O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 131 ucx Y. Ò+ mo Cabeza y principal de 338 Ç3, con el titulo de la Concepcion; È y Žsta se hizo Plaza de armas È y aqu’ se form— Presidio y se : y quedaron los Soldados con el P. Òy Bernardo Rotella; y el P. Jo È seph (Gumilla) prosigui— visitan :3È do la campa–a. Y mas adelante en el mismo Capitulo : ,, No È pudo el P. Joseph proseguir mas 3, Adelante , ni convemia , ni se po È, dia dexar el sitio de la ConcepÈ Clon , en que habia quedado cotoÈ dos, Ò Ast el mismo P. Casant, con Çotras clausulas convincentes ‡ creer que la Colonia o Pueblo de la Concepcion fue fundacion del R. P. Gumilla ; el qual con su: compa–ero el P. Rotella usando de su racional prudencia , desampararon aquel sitio huyendo de la invasion de los Car’ves; y aunque despues, como ya dixe, estubieron los PP. Observantes en el sitio de Tiramœto dos leguas distante de Uy‡pi , ni fundaron Pueblo ni Colonia sino una pobre casilla, en que se mantuvieron nueve meses expuestos ‡ todo riesgo y evidente peligro de dar la vida a manos de los Car’ves; y por no haberse reducido fueron obligados los PP. À retirarse ‡ sus Mislones , siguiendo el precepto de JesuChristo intimado ‡ sus Apostoles , y confirmado con sus obras: Ez quicumque non receperint vos; exeumes de Civitate illa , etiam pulverem pedam vestrorum excutice in tesimonium supra illos, Y esto no es esconderse en las bre–as , ni Historia de la nueva Andaluc’a. desamparar Colonia comenzada. Volviendo pues a la destruc cion del M‡mo, digo: que retiados los Car’ves con la presa de Jos brazos del. Y, P. Lop:z que llevaron para memoria de su crueldad, el Capitan Juan MiguŽl, aunque mal herido , tom— el camino para la Guay‡na , donde ‡ la sazon estaba Don Carlos de Sucre, Governador de aquella Provincia, Sinti— mucho este Cavallero la no+ ticia de tan faral desgracia; y sin perder tiempo hizo aprontar una Escolta de Soldados , cuyo Cabo fue Don Felix Sardo de Almazan, ‡ quien orden— pasase al conoci miento del estrago y dar sepultura ‡ los cuerpos muettos, Tres dias dilar— Juan MiguŽl en llegar ‡ la Guay‡na , y otros tres los Soldados hasta el sitio del M‡mo , donde encontr— el lamentable especa taculo del cadaver del Y. P. Lopez colgado por el pescuezo , pero con la maravilla de incortupcion, blanco, y sin la inchazon y horror que naturalmente debia causar en aquella postura , y en Pa’s tan calido donde apenas se conserva la carne muerta veinte horas sin corrupcion no estando bien salada. Dieronle sepultura al pie del arbol, donde se conserv— basta. el siguiente a–o de treinta y seis, en que el R. P. Fr. Salvador Romero , Comisario Apostolico , in= vi— al P. Ledesma al recogimiento de aquel cadaver, que llev— en una Arca de Cedro, en que se guardan sus huesos desunidos al la O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 132 Libro TH. Cap. XXVI. lado del Evangelio en la Capilla Mayor: de la Iglesia del Pueblo de San Miguel , una de las Doctrinas de las Misi—nes' de P’tisu. Los dem‡s cuerpos estaban y‡ corrompidos y. Àdevorados de Tigres y orros animales y aves carn’voras, de que hay mucho por aquellas monta–as. A todos dieron los. Espa–oles. sepultura; y antes de volverse. a la Guay‡na escribi— el mismo Don Felix una Carta al P. Ledesma , refiriendo como testigo de vista el estado en que hall— al destruido Pueblo del M‡mo, y lo mismo el Capitan Juan Miguel, y el Sargento Alonso Gutierrez , quien fue el que cort— el larigo de Manar’ de que estaba pendiente nuestro Y. P. difunto. Asi premi— el Se–or los desecos de aquel Apostolico Varon, que tanto habia anhelado por la Conversion de los Infieles , cuya salvacion le derubo hasta morir con ellos inflamado en los ardores de aquella perfcŽta caridad , que ni teme ‡ la muerte, nia la tribulaci—n, nia la anguscia, mid la hambre , ni ‡ la persecucion , n‡ la espada. Sacrific— su vida y su alma como buen discipulo de Christo y verdadero hijo de la Serafi ca Religion , que con la sangre : de sus venas compr— la redencion de aquellas almas , viŽtimas de la Id—larra Gentilidad , en cuyo inhumano estrago se vi— cumplido ‡ la letra lo que con mejor espirca escribi— de nuestra Religion el V. Joaquin Abad en esta mysterlosa profecia : Gens Idolarra , cu= 339 jus lingua ignorabitur, que de fini bus terre venier, missa 4 Deo in adjutorium promissionis , mt (7 ipsa agnoscar Dominum Patrem Omnipotentem , C* Filum ejus. Unicum Dominum. nostrum Fesum Christum, dd Fidem Catholicam converterur. Fa turum. est enim, us Ordo Minorum viriliter. se opponat contra mortis çna gelum, contra eum predicando, Plures, magna multitudo de filiis ejusdem Ora dinis martyrio ad Dominum transibunt;. CU sicut diŽtum est per David Proferam : Posuerunt mortalia servoÈ rum tuorum escas: volatilibus Celi, carnes Sanctorum tuorum bessiis tera 1%. ; ÁCAPITULO XXVI PASA LA DUODECIMA Mision: de :las Provincias de Espaha 5. fundase un Convento en la Nue va Barcelona , y los Pue blos de Chamariapa, y Pariagu‡n, $. 1 Elebrado el Capitulo en la Doctrina del Pilar , donde sali— can—nicamente ele—to. Comisario Apostolico el R. P. Fr. Salvador Romero , entr— el nuevo Discretorio a la consulta de algunos puntos pertenecientes a la Conversion 3 siendo uno de ellos dar cuenta ‡ nuestro Rey y ‡ la Religion de los estragos de los Car’ves , y pedir una Mision de Religiosos , por no haber en aquel ciŽmpo mas que doce Misioneros Vva pa O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 133 340 para la administracion de velnte Pueblos que tenian fundados. Para Žste y. otros negocios , que dirŽ despues , se hizo eleccion del R. P..Fr. Francisco del Castillo, ‡ quien se di— Patente de Comisario delegado , y una instruccion de los puntos que habia de representar, con lo que se puso en camino y lleg— a la Corte. de Madrid el siguiente a–o de treinta y sels, siendo Comisario General deÒIndias el Rmo. P. Fr. Domingo Losada. Present— 4 su Rma. lis Letras de su. Comision 3 y con su benepla= cito pidi— al Supremo ConsejoÓ la Mision de diez Religiosos , que Žn virtud de los informes le fue concedida por. Cedula. de.su Magestad de diez y siete de Febrero de mil serecientos treinta ÒY siete. Estando el R. Castillo en la solicirud de sus Òencargos, lleg— un informe de las Misiones de P’ritu y Governador de Cumana, dando noticia de la destruccion del Pueblo del M‡mo, y separacion de los Car’ves de Panapor‡r a los Pueblos de Santa Ana y Santa Barbara ; y en consideracion de esto present— su Rma. un Memorial, alegando la inopia de Ministros Evangelicos , y la copiosa mies de veinte Pueblos que estaban al c‡rgo de solos diez Religiosos uriles para el trabajo; por lo qual se hacla preciso el aumento de la nueva Mision para dar principio a la fundacion del Rio Orin—co, con otras razones , que vistas por el Supremo Consejo, se dign— su Magestad atender , adelantando has Historia de la nueva Andalucta. ta el numero: de quarenta Religlosos Sacerdotes y quatio Legos.Ó : o Obtenidas las licencias necesartas de parte del Supremo Consejo , despach— el Rmo, Losada sus Letras Patentes , asignando al P, Castillo las Provincias de Santiago, Andaluc’a, Granada, y San Miguel, para el recogimiento de los"Religiosos que espontaneamente sededicasen al Apostolico ministerio de aquellas Santas Misiones. Junt‡monos los quarenta Religiosos el a–o de mil serecientos treinta y nueve en el Convento y Puerto de Ca; diz , esperando ocasion de flota 5 Navio marchante 3 y habiendose publicado guerra contra la Nacion Inglesa el a–o de mil setecientos y quarenta , nos oblig— a: detenernos hasta el siguiente de quarenta y uno, en que nos embarcamos por el mes de Diciembre, excepto algunos , que arrepentidos fallaron al' tiempo del embarque. A los siete dias de navega= cion nosentr—un temporal desecho, que nos puso en puntos de naufragar , y por lo natural hubieramos perecido , a no haber estado cerca de tierra , que fue la de Islas Canarias, donde arribamos ‡ los once dias de aquella temipestuosa borrasca , siendo mayor el peligro del Navio La Olandia, que por viejo se quebrant— de tal manera , que no eran bastantes las fuerzas de quatrocientos hombres con cinco bombas y muchas Cacimbas para agotar la mucha agua que le entraba por los costados y ta O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 134 Libro IM. Cap. XXVIL tablas quebradas 2 los incesantes golpes de repetidas olas, En CaÇnara Òestubimos siete meses rŽcibiendo especial’simos favores del Ilmo. Se–or Obispo y de todas las Reverendas Comunidades , donde encontramos sugetos de excelentes prendas de nobleza , virtudes , y ciencia de todas Letras. El mes de ÒJulio lleg— por nosotros un Navio OlandŽs, que nos conduxo con felicidad a la Isla de PuertoRico, de donde salimos en un Bergantin para nuestras Misiones , y arribamos ‡ la nueva Barcelona dia primero de Septiembre de mil setecientos quarenta y dos los. Religlosos que parecen en la lista siguiente. MISION DUODECIMA. El R. P. Fr. Francisco del Castilo, Comisario. El P. Fr. Joseph de Pazos , de la Santa Provincia de Santiago. El P. Fr. Alonso Hinistrosa , de la misma, El P. Fr. Antonio Carrillo , de la misma, El P. Fr. Martin Cuchillo , de la misa–a. El P. Fr. Thom‡s Diaz , de la misma. El P. Fr. Lucas Magari–os , de la misma, El P. Er. Juan Ferreiro , de la misma. El P. Fr. Carlos Fari–a , de la misma. El P. Fr. Francisco Nistal Ya–ez, de la misma, 341 El P. Fr, Manuel Novallas , de la misma. ElÓP. Fr. Francisco Constenla , de la misma, . El P. Fr. Geronymo Martin Ruano, de la misma, El P, Fr. Julian Garcia , de la misma, El P. Fr. Pedro Cordero , de la de Andaluc’a. El P. Fr. Pedro Diaz Gallardo , de la misma. o El P. Fr. BartholomŽ del Corral, de la de Granada. El P. Fr. Francisco Carrero , de la misma. El P. Fr. Christoval Martinez , de la misma. El P. Fr, Francisco çntonio Ximenez Borrego , de la misma, El P, Fr. Antonio Caulin, de la misma. El P. Fr, Juan Belazquez , de la misma, El P. Fr. Francisco Moyano , de la misma, El P. Fr. Christoval Lendinez, de la misma. El P. Fr. Benito de Puentes , de la misma, El P, Fr. AndrŽs Galisteo , de la misma, El P. Fr. Francisco Serra , de la de San Miguel. El P. Fr. Domingo Carretero , de la mistna. El P. Fr. Joseph de Soto, de la misma, Adem‡s de los dichos, que todos eran Predicadores y Sacerdotes, y algunos Choristas , destin— tambien su Magestad quatro Re O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 135 342 Religiosos Legos para la asistencia de los Sacerdotes 3 y fueron Fr. Alonso Calvo.,, que despues se orden— de Presbytero, y. Fc. Francisco . Prada , de la Provincia de Santiago 5 Fr. Geronymo de Villanueva , Fr. Pedro. Rodriguez , y Fr. Juan de la Asuncion , de la de Andaluc’a ;de los quales no ha quedado en las Misiones mas que el ultimo; porque los quatro antecedentes al exemplo de ochoa de los Sacerdotes se fueron de las Misiones , unos para sus Provincias , otros para las de la America, por mejorar de temperamento y recuperar la salud , que tenian quebrantada en aquel Pa’s poco acomodado para los de complexion delicada , y menos para los que imaginaren gozar en Žl de sosiego y temporal conveniencia, Por esto se aument— el crabajo a los que quedamos con la obligacion de conservar los veinte y quatro Pueblos que hallamos , y fundar otros de nuevo, ayudandonos unos ‡ otros en el Apostolico ministerio , y todos resignados y conformes en la soledad, pobreza , y diferentes alimentos de los que nos ofrece la mesa del Se–or en nuestras respeŽtivas Provincias. Para la decencia del Culto Divino en los Pueblos nuevos nos concedi— nuestro Rey Don Felipe V. (que de Dios goce ) ocho Ornamentos compleros , que se compon’a cada uno de Capa , Casulla , Dalmaricas y dem‡s adyacentes de Damasco blanco y carmes’, con sus Albas y Amitos 3 Ca Historia de la nueva Andaluc’a. lices , Copones , Vinageras y Crismeras con sus platillos todo de plaÈ ra : ocho Campanas , Òocho hierros de Hostias, Diez Aras de alabastro , ocho Misales, ocho Rituales, Campanillas , y algunos Breviarios, y quatro cajones de libros para el uso de los Misioneros, . Para nuestro sustento y vestuario nos concedi— su Magestad por otros diez a–os la limosna de ciento y doce pesos en las Caxas de Caracas, donde al tiempo de la provision recibe el Sindico de aquella Ciudad lo que el Real Erario puede dar; y comunmente es en las especies que el R, P. Comisario pide, y el P. Procurador lleva al Sindico de la Nueva Barcelona , donde se nos reparte sin distincion lo que basta para nuestro abrigo y corporal sustento , y siempre en especies necesarias; lo mismo se hace con la limosna que su Magestad Catholica tiene asignada para los DoŽtrineros en las Reales Caxas de la Ciudad de Cuman‡ , donde es real y efe‡tiva la anual exhibicion , que est‡ asignada al Ramo de tributos correspondiente ‡ las DoŽtrinas de P’ricu. Atendiendo su Magestad con igual piedad al alivio de los pobres Indios , despach— al mismo tiempo su Real Cedula eximiendo de la anual contribucion ‡ los que en cada trienio murieren , î se ausentaten ‡ parages remotos, por los quales contribu’a el comun de sus respeŽtivos Pueblos hasta la siguiente Matricula en que quedaban exen tos; O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 136 Libro HT. Cap. XXVIL tos; mas A esta orden no se di— entonces cumplimiento , alegando el Governador y Oficiales. Reales la posibilidad de los Indios sujetos al arbitrio de los Corregidores; de cuya providencia se origina: mayor atraso al Real Erario y penoso gravamen a los Indios , con no me–os cargo de conciencia en los que con voz del Rey trahen ‡ aquellos miserables en continuo trabajo , de que resultan muchas fugas a parages de otra Provincia donde no contribuyen A a la Real Hacienda, y viven: sin'sujecion Ley ni Doc trina, 5. IM FUNDACION DEL HOSPICIO de la Nueva Barcelona. OR parte de la Religion se di— al R.P, Castillo ƒscultad y comision para la fundacion de un Hospicio en la Ciudad de la Nueva Barcelona ( que el a–o de mil setecientos y dos concedi— S. M, al R. P. Fr, Mathias Ruiz Blanco con el fin de elevarlo 4 Convento, en que hubiese Enfermeria para la curacion y descanso de los Misioneros enfermos ) por Parente que le confiri— N. Rmo. P. Fr. Juan Bermejo , hecha en San Antonio de Sevilla a–o de mil setecientos treinta y nueve, siendo Ministro General, y por especial Decreto de S. M. Comisario General de Indias por ausencia del Rmo, P. EF. Domingo Losada , que despues volvi— a la posesion de su empleo, Para dar 343 cumplimiento ‡ a esta comision jun= t— el P. Castillo una limosna de ga nado; y habiendo sido eleto en Comisario Apostolico el a–o de mil setecientos quarenta y quatro, di— principio ‡ la fundacion, levan Òtando una Capilla con su Sacristia y dos Celdas, su Altar y Reta blo en que se coloc— una Imagen Çde Maria Sant’sima de la Concep cion su Ticular y Patrona. Asi se mantuvo hasta el a–o de cinquenta y tres en queN.Rmo. P, Fr. Marhias de Velasco, Comisario General de Indias lo puso ‡ mi cuidado , y praŽtiquŽ hasta dexarlo en el quarto Chustro , quando el a–o de cinquenta y cinco fui destinado ‡ la Real Expedicion que nuestro Rey Carholico invi— a la demarcacion de los Limites pertenecientes ‡ las dos Coronas de Espa–a y Portugal. En el tiempo de su fundacion ha. tenido aquel Convento varias contradicciones por. los Se–ores del Estado Eclesiastico 5 pero al fin venciendo la verdad y el beneficio del universal rovecho de los Fieles , en especial la Venerable Orden Tercera de Penitencia ha llegado ‡ termi nos de estabilidad con funciones pœblicas, en que acreditan los Vecinos de aquella Ciudad su cordial devocion ‡ la Concepcion de Maria Santisima, y a N. S.P. S, Francisco, de quien son todos especial’simos devotos y muy bienhechores de aquel Santo Convento. Para el recibimiento de los expresados Misioneros se junt— el V. Discretorio; y despues de pro vecr O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 137 344. veer los Pueblos mas remotos donde habia mayor necesidad de Ministros de los que estabamos mas adelantados en la inteligencia del idioma êndico , se diseibuyeron los dem‡s de dos en dos baxo.de la direccion de los Misioneros, antlguos , donde se mantubieron algunos meses hasta instrulrse en el merhodo y govierno de los Indios, administracion de los Santos Sacra; mentos y dem‡s cargos del ministerio , circunstancias necesarias en los que de muevo entran ‡ la administracion ense–anza y conversion de aquel nuevo Gent’o. Desde all’ salieron algunos en compa–ia de los Padres antiguos a. las ' entradas que hicieron a los montes en busca de Indios Infieles, con que se aumentaron algunos Pueblos, y se instruyeron suficienteÈ mente los nuevos para la fundacion de otros que se fueron adelantando en el orden y modo que dirŽ en estos dos Capitulos, 5 TV. PUEBLO DE N. SE„ORA de Chamariapa. l—se principio a la fundacion de este Pueblo el a–o de mil setecientos y quarenta por. el R. P. Fr. Fernando Ximenez con algunas familias que salicron del Pueblo de San Joaquin , ‡ causa de una muerte que el uno de ellos habia dado ‡ uno de los Regido res de este Pueblo,ambos y‡ Chris. canos , por lo que desde enton= Historia de la nueva Andaluc’a, ces quedaron amotinados ; y recelosos de que los parientes tomasen: venganza de aquella muerte, que acaso la haria en una de sus solemnes embriagueces , se retira ron a las cabezeras del Rio Ar‡gua al sitio de Camariapa ; ‡ quien: los Espa–oles a–adiendo una h, llaman Chamariapa; y trae la erimologia de una especie de arbol que se d‡ en aquel parage , a quien los Espa–oles llaman MurŽbe, y los Indios Car’yes Camariapas En este sitio , distante tres leguas de San Joaquin , ofrecieron los Indios fundar el de su Nacion, crayenÈ do para su aumento gente de las orillas de Orin—co. Propusieron su pensamiento al P. Ximenez; y considerando Žste que no condescendiendo ‡ su pretension serja inevitable la fuga a la Genulidad, asinti— gustoso‡ su pr—puesta; y juntas algunas familias que y‡ tenian levantadas susÒ caÈ sas , di— principio con ellas 4 la fabrica de una mediana Iglesia y, casa para el Religioso Misionero, del qual se proveeria luego que llegase nuestra Mision , que esperaban de las Provincias de Espa–a, EfcŽtu—se asi por el V. Discretorio, asignando para su primer Ministro al P. Fr. Geronimo Martin Ruano,. quien a su llegada entabl— el orden de la DoŽtrina Christiana , eligi— Oficiales de Justicia , y con su buena aplicacion al idioma Car’ve, y algunas entradas que hizo 4 los montes , adelant— el Pueblo hasta: ponerle en el ple de doscientas y cinquenta personas , de que cons Ta‡ O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 138 Libro TIL. Cap. XXVIL taba ela–o de cinquenta y dos por la lista que me di— el Prelado ‡ la vuelta de su Visita. En estos diez a–os se habian bautizado ciento y cinquenta almas, y estaban las dem‡s en el Cathecismo de la Doctrina Chrisriana , como se acostumbra en los adultos que se disponen para recibir en tiempo oportuno las aguas del Santo Bautismo: La situacion de este Pueblo es de las mas sanas y alegres que hay en aquellas Misiones; goza de buenas y delgadas aguas , abundantes tierras de 2. campi–a , en que pastean sus ganados muchos Vecinos de la Nueya Barcelona, quienes con el beneficio de este Pueblo han fundado sus hatos en las cercantas de aquel sitio a quien llaman la Candelaria hasta entrar en los llanos de la cercana Mesa de Guan’pa, $. V. PUEBLO DEL SANTISIMO Christo de Pariagu‡n, Srando el R.P. Ximenez entendiendo en la fundacion del Pueblo de Chamari‡pa el a–o de mil setecientos quarenta y uno, le sali— un Indio del monte, llamado P‡ubia, que deseaba ser Christiano , y fundar un Pueblo con familias de Indios que ofrecia tract de las cercan’as de Orin—co, Vali—sc para esta propuesta de otra Indio Palenque , Christiano fagitivo de mucho tiempo , llamado Pariagua , alias RerŽleo , que le 345 sirviese de padrino , por ser in= teligente en los idiomas, especialmente en el Castellano , de que consideraba necesitar para el trato de los Espa–oles, que ordinariamente concurren los dias festivos al Sacrificio de la Misa y dem‡s funciones de los Pueblos cercanos ‡ la situacion de sus haciendas y hatos de ganado. Recibi—los el P. Ximenez con su narural afabilidad, cathequiz— lo mas breve que pudo al Infiel P‡ubia , y le administr— el Santo Bautismo , en que pidi— por nombre Juan del Rosario, y condescendi— gustoso ‡ la practica execucion de sus Christianos pensamientos, Para la fundacion de este Pueblo se hizo eleccion de una espaciosa Mesa que hay junto al otigen O c‡bezeras del Ri— Un‡re, como tres leguas distante al Poniente de la Villa del Pao, de quien hablarŽ en el siguiente Capitulo. Con el consentimiento y proteccion del P, Ximenez se acam aron en el referido sitio , haciendo Cabeza el Indio RerŽlco O Pariagua 5 y fabricadas dos casas en que se alojaron aquellas dos famiÈ lias , pasaron ‡ las Lagunas de An‡che, Eonceras de Orin—co, de donÈ . de trajeron treinta personas de Ca r’ves y Palenques que vivian en ellas, las mas Infieles, y algunos Christianos fugitivos de los Pueblos antiguos. Alli se mantuvieron hasta priniciplos del a–o de quarenca y quatro, en que sali— de Comuisari—: Apostolico el R.P. Fr. Francisco del Castillo; y habiendo pa XX sA O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 139 346 sado ‡ su Visita el Se–or Governador y ViceParrono Real Don Gregorio Espinosa , se trat— por su Se–oria y el V, Discretorio de la fundacion de este Pueblo, y eligieron por su primer Ministro al R. P, Fr, Alonso Hinistrosa , encargandole al mismo tiempola nueva fundacion del Pao , sobre que tambien se trat— en aquella Junta ‡ representacion del R. P, Fr, Mathias Garcia, Ex Comisario Apostolico , quien di—.los primeros pa= sos para la formacion de esta Villa, como tan necesaria al auxilio y socorro de los Misioneros , y Pueblos que se iban fundando cercanos a lasRiveras del Rio Orin—co, Con esta'comision y las correspondientes facultades pas— el R, Hinistrosa al sitio de Pariagu‡n, donde lleg— diadiez y seis de Junio de mil setecientos quarenta y quatro ; hall‡ el principio de quarenta personas alojadas en aquellas dos casas , y su Paternidad se acomod— en otraÓ tambien de. paja que los mismos Indios hicieron para su vivienda , y luego pusa por obra una Capilla de lo mismo , en que celebr— la primera Misa el d’a veinte y uno de dicho mes y a–o. Para el Govierno economica de aquel Pueblo entreg— el baston de Capitan al refeÈ ido Indio Pariagua, de quien tom— el sobrenombre este Pueblo a–adida una n por mas asonante a los Espa–oles, que comurimente adulteran las voces del Indio quando las traducen en nuestro Castellano, Historia de la nueva Andaluc’a. Con la religiosa eficacia: y christiano zelo del R, Hinistrosa se fue adelantando aquel Pueblo, asi en lo marerial de sus calles y casas como en lo formal de su Vecindario, que atraido de su buen porte y parernal amor que mostraba en el socorro de sus necesidades, fueron voluntariamente viniendo , unos de las orillas de Orin—co , otros de los fugitivos que ya se consideraban apostaras de la DoŽtcina y Christiana sujecion de los Pueblos , hasta ponerlo en el ple de doscientas y treinta almas, que tenia el a–o de cinquenra quando el mismo R. Hinistrosa me di— la lista de su Vecindario , recien ele—to en Comisario de aquellas San tas Misiones, Luego que se aumenÈ taron hasta treinta y seis hombres de armas , fabricaron par‡ su Mis nistro Evangelica una capaz aun= que pobre vivienda con sus cor respondientes oficinas , y ‡ su continuacion una bella Iglesia de tres Naves, en que se conoce la espontanea voluntad de los Indios y su amor al R. Hinistrosa , con que suplieron lo que en su corto numero habia de falta de fuerzas y sobra de natural desidia. ' En ella se venera por Titular y Patrono la Imagen de un Sant’simo Christo crucificado colocado en su Retablo 5 y en los Altares Colarerales las de Maria Sant’sima de la Concepcion y San Antonio de Padua , que el zelo del R. Hinistrosa. solicit— 4 expensas de su devota aplicacion , ahorrando de su sustento lo que con si A O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 140 + Libro IH.Cap. XXVH.:. sideraba necesario para el adorno y decencia desu Santo ÒTemplo. Los Car’ves del Orin—co llevando, 4. mal la fundacion de estos Pueblos con que los PP. Misioneros iban grangeando terreno y privandolos de su. licenciosa brutal vida , intentaron invadir en tres ocasiones y dar fuego al de Pariagu‡n 3 pero fue Dios servido, que , sabido por los Misioneros, cubiesen tiempo de acudir al auxilio de los Vecinos de Ar‡gua, con cuyo socorro se contubicron en la execucion: de su intentada malicia. De estas sublevaciones , hijas de la natural inconstancia de los Indios, result— la fuga. de algunos de los de este Pueblo, temerosos de experimentar el lamentable efetto de las:comrinuas amenazas con que ftequentemerite amedrentan a los recien poblados los monrarazes Infieles , siendo .rŽmora de su Conversion a la FŽ, y causando duplicados. trabajos a los PP. Misioneros , que zelosos de su reduccion se vŽn en la' precision de andar tr‡s ellos multiplicando Pueblos en sitios y parages remotos , donde viven con la penuria y desconsuelos que solo sabe quien ha estado en ellos, Desde el dia de su fundacion hasta el presente se han bautizado en este lugar doscientas almas; han fallecido noventa; y no sŽ el numero de las que actualmente est‡n a s—n de campana y quotidiana DoŽtrina, La situacion de este Pueblo es muy sana, de buena vista, aguas muy saludables, 347 mŽtras muy fŽrtiles para:toda especie de frutos de la .tierra , de abundantes pasros para todo genero. de ganados, de que hay muchos. hatos en su circunferencia, Componese. su Vecindario de Indios Palenques y Carives , adelantados y‡ en la inteligencia de nuestro idioma Castellano con la fre= quente comunicacion que tienen con los Espa–oles de la cercana fundacion del Pao. CAPITULO XXVII, TRATA DE LA NUEVA . fundacion del Pao, y Pueblos deÓ dos Dolores de Quiam‡re, y Sana Cruz de Cachipo, D: en el Capitulo a–tecŽs . dente ,:que en Çla * Junta Discrerorial 4 que concurri— el Sei –or VicePatrono Real. y :Gover= nador de aquella Provincia de Cur man‡ , se trar—.con maduro acuerÈ do sobre la fundacion de. una Villa 9 Ciudad: de Espa–oles entre los Pueblos de Car’ves que se iban fundando a las cercan’as del Rio Ori+ n—co., para subvenir con .el auxili— de sus Vecinos al socorro de l—s: Misioneros , que cada, dia se hallaban con esp’as y bien fundas dos recelos , asi de la destruccion que les amenazaba el mortal odio de , los Infieles, tomo dealguna conspiracionÓ o. levantamiento de los recien convertidos ;: estimulados de aquellos. Di— .motivo a la consulta de este punto una repres Xx 2 se– O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 141 348 | sentacion que el R. P. Fr. Marht‡s Garcia hizo sobre Žl, exponiendo como tan pr‡ctico Misionero las utilidades que se seguian al servi cio de ambas Magestades y estabilidad de las Misiones , que desde sus primeros pasos guardaron este mecodo y buena armonia con los Vecinos de la Nueva Barcelona y Villa de Ar‡gua, ‡ cuya semejanza deseaba la fundacion de Žsta , para la qual tenia y‡implorada la voluntad de algunos Esp‡–oles que vivian dispersos por aquellos llanos. Entre estos hac’a cabeza un N. Espinosa , que ofrecia dar cumplimiento 4 su propuesta , obligandose con los suyos al auxilio de los Religiosos , acompa–andoles en sus aflicciones y espirituales Conquistas , que acostumbran hacer ‡ la .cierra de los. Infieles. No hubo dificultad en aquel Cavallero para asentir a tan arreglada peticion ; yasi condescendiendo gustoso ‡ la nueva fundacion del Pao, despach— sus ordenes y correspondientes providencias , concediendo libremente 2 sus Pobladores el uso de las tierras que para sus Ganados y Haciendas juzgasen necesarias , y la posesion. perpetua del sitio que habian elegido para: la formacion de su nueva Villa, En virtud de estos Despachos comenzaron ‡ congregarse ‡ principios del a–o de mil setecientos quarenta y quatro; haciendo sus casas y labranzas , hasta que habiendo suficiente numero de Vecinos , levantaron una Iglesia que Historia de la nueva Andaluc’a. se dedic— a la Concepcion:de Maria Sant’sima , ayudados del zelo y religiosa eficacia del R.P. Hinistrosa , ‡ quien, como dixe , se encarg— por el V. Difinitorio la administraci—n y pasto espiritual de estos Vecinos , que por tantos ti tulos se consideraban de mucha uulidad y provecho para el aumento y conservacion de los cŽrcanos recien fundados Pueblos. Mas como el de Pariagu‡n estaba tan remoto para el consuelo espirirual de su Ministro , pidi— el R. Hinistrosa (y se le concedi— ) al P. Fr. Christoval Lendinez , de la Santa Provincia de Granada , para Coadjutor de sus trabajos, y alivio en los espirituales desconsuelos que se padecen en aquellos tan peligrosos como desamparados desiertos. Encargados estos Padres Misioneros de Žsta y la fundacion de Pariagu‡n , trabajaron con igual aplicacion y fraternal concordia ayudando a los Indios de su Pueblo al trabajo corporal, y suplicndo con los arbitrios de una celosa industria lo que les falr‡ba de medios para la construccion de sus fabricas, Privaronse por algun tiem: po del preciso y decente alimento para corresponder a los Oficiales con el justo precio de sus trabajos, ayudandoles ‡ labrar maderos, puertas, mesas y ventanas , que hicicron con sus propias manos ; hasta dar Çentero cumplimiento en una y orra parte d las confianzas de su encargo y satisfaccion de su Apostolico Ministerio, Al exem plo de estos fieles Operarios se alenta ron O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 142 Libro II. Cap. XXVII ron tanto los Vecinos del Pao en su nueva fundacion, que en pocos a–os lleg— 4 contar el nume:ro de cien Ennilas con el corres+ pondiente de casas y calles bien ordenadas. : E Hicieron una capaz Iglesia, y casa de habitacion para el Religioso Cura que los adunnistra, y est‡ hoy en disposicion que no tle= ne que embidiar ‡ qualquiera de las ordinarias Ciudades que hayen esta Provincia. Para la buena admuniscracion de Justicia tiene: un Theniente Governador , Vecino de la Ciudad de Cuman‡ 5 y est‡n sus Vecinos con las esperanzas de que su Magestad les honte con el Titulo de Ciudad , en que puea dan elegir Alcaldes Ordinarios; Res gidores , y dem‡s Empleos Civiles, como se pra—tica Žn. las otras Clas dades y Villas de Žsta y las adya= centes Provincias. Desde el: prin cipio de su fundacion. han estado sus Vecinos prontosal cumplimiento de su oferta , escoltando a dos PP. Misioneros en las entradas :que hacen ‡ los montes del Orin—co, y auxiliandolos en las. invasiones y belicosos alborotos con que'freÈ quentemente les inqu’etan en sus levantamientos y solemnes embriagueces. oa or: Su Magestad Carholica atentdiendo .con santo zelo al alivio de estos Vecinos , sus fieles Vasallos, y al trabajo que por su bien es 349 piritual hemos tenido los Misioneros , se dign— concedernos licencia para fundar un Hospicio en esta Villa.,:y que ella sea del gremio de las Mistones, con el cargo de la administracion espiritual , segun constaÒde la Real Cedula que A representacion del R, P, Fr, Francisco: Nistal expidi— su MageŽstad en Aranjuez en veinte y ocho de Mayo. de mil setecientos cinquene ta y dos. () Est‡ situado este lugar en una espaciosa llanura que mŽdia entre el Rio Pao de quien tom— el nombre , y el Rio Catœche que lo circunda por la vanda del Leste , ambos de buenas aguas y fertiles Vegas , eri que los Vecinos tienen sus haciendas y tra piches:de Ca–a, Maiz , Caz‡be, Pl‡tanos À Tabaco:,: y dem‡s fru= tos Çdel: Pa’s , con que pasar decente’iente la vida. Goza de dilaradas: campi–as , de buenos pas= tos.en que apacieritari sus ganados la mayor parte de sus Vecinos; y, creerŽ , que sea con el tiempo una de las: buenas: Ciudades que tenga aquella Provincia , especialmente s’se adelanta , como esperamos, la furidacion del Orin—co poblandolo Espa–oles, con quienes puedan los Vecinos del Pao comerciar licicamente , dando salida y expen= dio. ‡ sus frutos. $. H. Ò(*) Los RR. PD, Misioneros Observantes hicieron dexacion y entrega de este , ROA >. Curaro ‡ los Se–ores Ordinario , y VicePatrono Real, que proveyeron Cuta Clerigo , : y. exerce: la jurisdiccion Eclesiastica como Vicario for‡neo de aquel Partido. O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 143 350 $. IL FUNDACION DEL PUEBLO de Quiam‡re, Uesta y‡ en buen estado la fundacion del Pao y Pueblo de Pariagu‡n con no poca emulacion de los dem‡s Misioneros, que ansiosos de exercitar su ministerio anhelaba cada uno a la fundacion de otro con que dar ‡ nuestra Madre la Iglesia las. primicias de su Apostolico emplŽo:, logr— el P. Fr, Lucas Magart–os por me 3 dio de su Maestro de lengua y mio el P, Fr. Pedro Cordero la benevolencia de unos. Indios de San MathŽo , pra’ticos en las entradas al monte , que,‡ instancias de:estos Ph. Misioneros: sofrecierongularlos 4 cierras raticher’as de Carlves que habitaban ocho dias de camino a la vanda del Sur Çdel Rio Orin—co, Sobre este. medio, Çque es el de la mayor importancia en lo humano para: conseguir los Misionetos el fin. de: sus espirituales Conquistas , trataron los expresados Religiosos Çde 'emprerider lo que se les proporcionaba , conintentos de fundar' otro nuevo Pueblo en el sitio.de: Quiam‡re quatro leguas distante. del de San MathŽo , donde se consideraba petmanente por la cercan’a. de los antiguos y conveniencias de su buen terteno. Emprendieron pues su viage con las licencias necesarias el a–o. de mil setecientos quarenta y Historia de la nueva Andaluc’a. seis 5 y despues de, haber pasado el Rio OrinŽco,, con muchos trabajos y peligros de perecer, en un reducido Bagelillo, en que apenas se pudieron pasar las personas y: una corta porcion de bastimentos, tomaron la marcha ‡ ple por aquellos asperos caminos , en que dilataron ocho dias hasta llegar ‡ la ideada rancher’a de los referidos Car’ves, Todo lo dieron por bien empleado al verse con la cosecha de cinquenta y ocho almas Infieles; con que volvieron llenos de Ó regocijo y gustosos en padecer nue vos desconsuelos con la falta de v’veres , precisados ‡ mantenerse ocho dias con. solo un pu–ado de arima de Maiz cada veinte y quaeto horas. Llegaron de vuelca al sitio. de Quiam‡re , donde dieron principio: a la fundacion de este Pueblo , situado a las orillas del Rio Aragua , segundo de este nombre:, quedando desde entonces el P. Magari–os por su Fundador y primer Ministro , que .con toda eficacia ha procurado su mayof adelantamiento. Para el aumento de su Ve: cindario hizo otra entrada el siguiente a–o a las orillas del Rio Arut , donde:no consigui— mas frus to que el merito de su trabajo, por haberscle acobardado los Indios que le Áacompa–aban , recelo. sos.de morir ‡ manos de los Infieles , que consideraban ser de mayor numero y superiores fuerzas. Repiti— tercera entrada el a–— de quarenta y ocho al OrinŽco, de donde volvi— con mas de cin. quen O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 144 Libro TIL Cap. XXVII. quenta almas que agreg— ‡ su nuevo Pueblo ; y el siguiente de qua renta y. nueve, le aiment—..orras Çquarenta y seis que reduxo a: la Christiandad de losque vivian rancheados en la Mesa de Guan’pa. Proveidos todos estos del competente numeroÓ de .casas y buenas labranzas , que esel modo de conservarlos , emprendi—. otra salida a las Riveras del Rio C‡ri , de donde volvi— con 'cinquenta de la misma Nacion con que puso su nuevo Pueblo en el numero. de doscientas. y quarra personas 3 y sin duda se hubieran aumentado, a, no haber experimentado aquel Pucblo la desgracia de im total incendio , pegado al proposito or un Indio mas amante de su libertad que de vivir baxo de cam> pana en razon y justicia, Reedific—se con nueva afan, aunque con el desconsuelo de la pŽrdida de algunos Indios , que huyendo del trabajo hicieron fuga al Orin—co , donde viven con nombre de Infieles siendo Christianos fugitivos , que con su hol. gazaneria y malos resabios imposibil’can mas la. reduccion de los otros, Desde el dia de su fundacion hasta el a–o de cinquenta y tres se habian bautizado trescientas almas; y en el mismo tiempo habian fallecido ciento 5 y por la lista que me di— el Prelado el mismo a–o de cinquenta y dos consta , que' tenia agtuales ciento y setenta personas , parte de Car’ves , algunos Chaimas y Cumanag—tos , y un corto numero de Na 351 cion S‡libas y los mas de ellos y‡ Christianos, y como la tercera parte de Infieles, La Patrona y Titular de este Pueblo es la Virgen Sanr’sima de los Dolores. con el sobrenombre de Quiam‡re , nombre Çcorrompido de la voz Piam‡re , con que qued— aquel sitio por un Capitanejo, as’ llamado, que posey— aquellas tierras en tiempo anriguo. Goza a todos. quatro vientos de muy fŽrtiles monta–as, donÈ de se pueden sembrar toda especie de frutos Àcon la confianza de que por su amena frondosidad no se experimenta a–o alguno. escasŽz Çde cosechasy $. 11, a 4 PUEBLO DE SANTA CRUZ de Cachipo, " Y Allandose de 'Prelad— de las Misiones y DoŽtrinas de P’ricu el a–o de mul setecientos qua= renta y nueve cl M, R, P, Fr. Ma thias Garcia , Padre mas antiguo de ellas , en quien cay— el Govierno y Sellos por renuncia que en la Congregacion intermedia hizo el R, P. Fr, Fernando Matheos 3 siendo agtual Comisario Apostolico , y no pudiendo sufrir vŽr la ocupacion de sus subditos en el exercicio de la Conversion y aumento de Pueblos que dexo referidos , sin ser su Paternidad el primera, como tan acostumbrado ‡ las laboriosas entradas ‡ los montes y tierras de Infieles , sin que las ocupaciones de sy Oficio , que son muchas , fuesen bas O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 145 352 basrantes 4 contener el deseo de sœ corazon , se dispuso para hacer una a has Lagunas de An‡che , que est‡n a la Vanda del Norte del Rio Orin—co en frente de la boca del Rio PuruŽy , donde sab’a estaba un Capitan con t—dos sus agregades deNacion CarivŽs. Entre los sugetos que en esta Expedicion le acompa–aron, fue un Joseph Camejo Àde la Provincia de Caracas, d quien busc— para este fin por pr‡Žtico de aquellos parages de An‡che, donde habia tenido alguna comimnicacion con los expresados Car’ves.: Emprendieron la jornada de doce dias de camtno hasta uno de los hatos del Rio Su‡ta , donde se vi— cl R. Fr. Ma .thias en la precision de quedarse por lo' penoso de los caminos y gravoso de sus accidentes; pero confiado en los esfuerzos de la Divina Providencia, invi— ‡ Joscp! h Camejo con otros , que ‡ su llegada fueron bien recibidos de los Indios, Trar—les de su Conversion en los * modos acostumbrados ; y sabiendo que el R. Fr. Mathias era el Pastor que los buscaba, salieron, aunque con repugnancia de algunos , En seguimiento y de su Capitan, a quien procur— asegurar en primer lugar el: referido Camejo, Llegaron de vuelta a la presencia del R. Fr. Mathias , que llŽno de regocijo y placer los agasaj— y trat— con tan parernalos expresiones, que desde all’ le siguieron gustosos ‡ la fundacion del nuevo Pucblo que pretendia edificar con ellos, Historia de la nueva Andaluc’a. Pregunt—les sobre el siti— de su fundacion ; Òy con gusto de todos se hiizo eleccion de una. llanura que imŽdia. entre el Rio Cach’po y la Villa del P‡o , donde se acam paron: dando : Çdeide luego principio ‡ la formacion de sus casas y labranzas , que "hicieron con brevedad y la ayuda de otros Indios Christianos que Òel mismo P. Fr, Mathias lleb— para alivio de sus trabajos. Coloc— la Santa Cruz en una Òreducida Capilla erigiendola por Patrona Ticular de aquel nuevo Pueblo, ‡ quien se di— el sobrenombre de 'Cachipo , que tiene aquel parage por la cercan’a de su Rio. Hizo: despues. una buena casa. para el Religioso Misionero el P. Fr. Benito de Puentes, que se encarg— gustoso de su administracion prosecucion y DoŽtrina, Quando pasŽ por este Pueblo el a–o de mil setecientos cinquenta y quatro estaba en el pie de ciento y veinte almas , la mitad y‡ Christianas , y sacando maderas para fabricar su Iglesia , que considero acabada, Goza este Pueblo de buenas cierras de labor , aguas saludas bles , y pastos para toda especie de Ganados , deque hay en sus cercan’as muchos hatos, y algunos trapiches y Vegas de Ca–a dulce de los Vecinos de la Villa del Pao. No tengo mas noticias de este nuevo Pueblo. CA | O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 146 Libro IM. Cap. XXIX. CAPITULO XXIX. DASE: PRINCIPIO A LAS nuevas : Conversiones de la Encarnacion del Orin‡co por los PP. Observames de P’risa , y fundan en Žl una Casa Fuerte, y el Pueblo de San Antonio de Guazaip‡ro, N tiempo que la incontrasE table Nacion de los Car’ves campeaba mas ufana y tan bruralmente sobervia como inexorable ‡ los catitativos ruegos que ansiosos de su reduccion ‡ la FŽ les daban los Ministros del Evangelio , entonces era quando los RR. PP, Observantes de P’ricu ponian' todo su cuidado y zeloso esmero en atraerlos al suave yugo de l‡ Ley sant’sima de Dios, hasta sujetarlos 4 vida Civil y Christiana , para entrar despues sin embarazo 4 la Conversion de otras muchas Naciones d—ciles y humildes , que acobardadas de sus repetidos asaltos y continua persecucion , viven como fieras silvestres en las mas ocultas Selvas y remotos parages que mŽdian entre el caudaloso Orin—co y el famoso Rio de las AmaZONAS. Diez a–os estubo aquella V. Comunidad tomando medidas , y arbirrando los medios mas propotcionados para establecernos a la vanda del Sur del mismo Orin—co, donde ‡ menor distancia y con menos costos y fatigas pudiesemos praŽticar las entradas ‡ los mon 353 tes, hasta vŽr conseguido el fin de nuestros christianos y caritativosÒ intentos. Para este fin estubimos destinados el a–o de mil setecientos quarenta y tres elR.P. Fr. Alonso Hinistrosa , el R. P. Fr. Christoval Martinez, y yo , instruyendonos seis meses antes en la inteligencia de la. lengua Cariva, y disponiendonos para empresa tan ardua como quienes ibamos ‡ peli ros de dar la vida ‡ manos de aquel Barbarismo , acostumbrado yaa quicarla sacrilegamente 4 otros Ministros del Evangelio , que con el mismo riesgo solicitaron su salvacion y vida eterna, Tom—se esta determinacion en a–o tan esteril, que no se encontraba en nuestros Pueblos aun con quŽ hacer una corta providencia de 'ari–a de Maiz con que alimentarnos en aquellos parages, mientras conseguiamos la reduccion de los Carives. Por esto, y el manifiesto peligro de 1£ indefens sos , hubo algunas contradicciones; que atendidas por el R. P. Comr sario Apostolico , le hicieron mudar de diŽtamen y darnos otro destino , mientras el tiempo y la solicirud proporcionaba ocasion en que sin estos inconvenientes se lograse el fin de nuestros deseos, Llegamos al a–o de mil setecien= tos y cinquenta 5 y habiendonos convocado en Žl al Capitulo que presidi— cl M. R, P. Fr. Marhco Velez, despues de hacer la Visita de las Misiones por Comision extraordinaria de huestro Rmo. P. Comisario General Fr. Mathias de Ve Yy las O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 147 354 lasco, se t’at— con. la mas atenta consideracion de la nueva Conversion del Orin—co , pidiendo ‡ toda aquella V. Comunidad , expusiese cada.uno los medios y modos que le pareciesen mas conducentes ‡ su consecucion. Todos convenimos, en que se pidiesen a nuestro Rey Catholico nuevos Operarios , pot estar todos los que habia, ocupados en la conservacionÓ y DoŽtrina de lo fundado ; que se pidiese igualmente a su Magestad alguna Escolta de gente armada que nos sirviese de custodia , como la que al mismo fin se habia concedido ‡ los RR. PP. Jesuitas de Orin—co y Capuchinos Cathalanes de la Guay‡na 5 que se escribiese a los RR. PP. Prefe—tos de estas dos Misiones, pidiendoles su parecer e informe sobre este punto , como tan necesario ‡ la fundacion que se deseaba hacer en el expresado Ortn—co. Conseguidos los pareceres de estos VV. Prelados 4 pedimento del R. P. Fr. Alonso Hinistrosa que sali— de Comisario can—nicamente ele—to en el precitado Capitulo, encomend— la solicitud de estos negocios al R. P. Fr. Francisco Nistal ; quien con las licencias necesarias y el informe de Don Diego Tab‡res , Governador y VicePatrono Real de esta Provincia, se puso en camino para la Corte de Madrid el a–o de mil serecientos ciuquenta y uno. Hallabase y‡ en ella este P, Misionero ‡ principios del a–o de mil setecientos cinquenta y dos, Historia de la nueva Andaluc’a. quando el expresado Governador recibi— una Real Cedula , en que su Magestad le pedia informe sobre el "adelantamiento — atraso de nuestras Conversiones , y si correspondia el fruto de ellas y trabajo de los Misioneros al estipendio con que su. Magestad socorre nuestras necesidades en aquellos desiertos, Mas como aquel Cavallero tenia presente el estado de la Conversion ; el deseo de los Misioneros en pasar ‡ la vanda del Sur del Orin—co 3 y que el mayor obstaculo que detenia nuestros intentos, era la falta de Escolta que nos defendiese de la insolente Nacion de los Car’ves , que como Lobos carniceros nos amenazaban con la muerte sin esperanzas de su reduccion , se puso de acuerdo con nuestro Comisario ; y atendiendo con su natural prudencia y chtistiano zelo al servicio de ambas Magestades , y a las bien fundadas razones que nos asistian para reflexionar con madurŽz en punto de tanta importancia , presumiendo racionalmentc que ser’a del agrado de su Magestad , nos ofreci— auxiliar con la Escolta de diez Soldados , si nos resolviamos a establecernos y dar principio con ellos ‡ la deseada Conversion de las Naciones de la vanda del Sur del Orin—co. Como esto era lo que la necesidad pedia y aquella Comunidad esperaba , luego entr— en el partido el R. P. Comisario , desrinando para esta empresa ‡ los PP, Misioneros Fr. Fernando Ximenez y O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 148 Libro IL. Cap. XXIX. y Fr. Pedro Cordero, por mas anuiguos en la Conversion , y mas instruidos en el idioma de aquellos Indios; y para que el cuidado de lascosas temporales no los distraxese del principal encargo de la Conversion , se eligi— en Presidente y Proveedor de lo necesario al P, Fr. Antoni— Carrillo, aviando a los tres con la providencia de v’veres que administraron los dem‡s Religiosos , privandose algunos hasta de lo que tenian para su cotporal sustento , todo con la bendicion y licencia del Prelado. Di—seles tambien veinte:y cinco Soldados de las Villas del Pao y Aragua que les habian de acompa–ar , y cien Indios de los Pueblos de P’ritu , Clarines , y el GuŽre parala fabrica de las casas en que se habian de alojar y establecer los Misioneros y diez Sol.dados que habian de quedar para su custodia , cuyo Cabo fue Don Christoval Perez , Natural de la Nueva Barcelona, Despach—se al mismo tiempo al P. Fr. Pedro Diaz Gallardo a la Ciudad de Guay‡na con Cartas para su Comandante , y R. P. Prefe’to de aquellas Misiones , suplicandoles, proveyesen de una embarcacion para pasar nuestra gente ‡ la orilla opuesta , y orden de que estubiese con ella el d’a de la Encarnacion en el Puerto de la Pe–a , que est‡' frente de los Rios PuruŽy y C‡ura, donde se consideraba la. mayor parte de Indios 333 dreros que habia en el Pueblo de P’ricu emprendieron su Expedicion los PP, Fr. Antonio Carrillo y Fr. Fernando Ximenez el dia quince de Marzo del mismo a–o de Çmil setecientos cinquenta y dos, y llegaron al Puerto de la Pe–a (en Orin—co ) el veinte y nueve de Çdicho mes, Acamparonse en aquel parage mientras llegaba el P. Diaz con la embarcacion de Guay‡na; y habiendo visto un BagŽl que iba Rio :abaxo , y mucha copia de Candeladas ‡ la orilla opuesta del Orin—co, fue tal el miedo que con Çcibieron , que todos desampararon el sitio , retrocediendo para sus ca sas , y dexarido a los Religiosos solos con qu‡tro de los Espa–oles, que se mantuvieron constantes hasta dar: (s1 seofrecia.) la vida con ellos. E . : Cow Žl aviso de este suceso requiri— 'el R. P. Comisario 4 sus respe—tivosÈ Jueces, para que los impeliesen:al cumplimiento de lo mandado ;'È aunque sin: fruto ; porque acobardados Espa–oles e In Çdios de lamultitud de Car’ves que suponian armados de guerra en la orilla opuesta del Orinoco , unos resistieron 2 cara descubierta, otros se ocultaron por los montes , y solo los de Aragua se resolvieron a proseguir la marcha , pero con la condicion que el R.P. Fr. Mathias Garcia habia de ir con ellos, Di—sele parte de esta propuesta 5"y como para tales empresas nunca conoci— su animo la. menor pere de l Nacion Car’va, Son estas za, al instante se dispuso a salir revenciones , y la de quatro Pe prevenc con los diez Soldados" de Ar‡gua, Yy2 y O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 149 356 y cinquenta Indios que llev‡ consigo de los Pueblos del GuŽre, dandole cuenta al Prelado de su resolucion, que llev— ‡ bien, y le di— las gracias con interior sentimiento de no poder ir personal. mente por hallarse en la asistencia del Ilmo. Se–or Obispo , que habia pasado 4 la Visita Pastoral de nuestras Doctrinas. Mientras el R. Fr. Mathias dispon’a su viage sali— el P. Cordero del Pueblo de San MathŽa con el Caba de Escolta y los diez Soldados , veinte Indios de San MathŽo y treinta cargas de bastimentosque apront‡ y ley— consiga del mismo Pueblo de su moradas Lleg— el dia diez de Abril al Puerto de la Pe–a, donde hall— a los dos Religiosos y al P. Diaz , que y‡ habia arribado con una Lancha, y Pir‡gua, y algunos Soldados que para el dicho fin inviaba.el Comandante de la Guay‡na: , costeado todo por Don Vicente Franco, Sindico de las Mislones de P’ritu en aquella Ciudad, En el tiempo que all estubieron acampados pasaron los Religiosos con algunos Soldados en tres ocasiones a registrar los sitios del Rio PuruŽy en bus ca del que se hallase competente para poblarse , y dar principio desde alli a la Conversion de los Carives, Despues de muchos dias en que andubieron talanda montes y anegadizos , Ro encontrando sitio al proposito , pasaron al Ria C‡uÇra, donde hicieron la misma diligencia; y viendo que todo aquel Historia de la nueva Andaluc’a. terreno se anegaba en las crecientes de Žste y el Rio OrinŽco , se volvieron al Real con intentos de mudar de sitio , tomando Rio abaxo hasta hallar el parage que para el fin de la fundacion se encontrase mas proporcionado. Mas vien Çdo los Religiosos que la orden del Prelado era poblarse en las cercan’as del PuruŽy , donde se consideraba la mayor copia de Indios, resolvieron pasar al cerro de su nombre , que poco antes habia estado poblada de Car’ves. Embarcaron los bastimentos; y viendo los Soldados de la Escolta e Indios de San MathŽa que la resolucion era efe’tiva , amotinados todos , se dieron a la fuga , dexando solos À4 los Religiosos con quarro Soldados y su Caba Don Christoval Perez, A las. dos leguas retrocedieron , considerando la mal que habian hecho, ‡ persuasiones de un Soldado que para ello se vali— de una chrisciana invencion , con que consigui— restituirlos 4 ocupar. su UESTO. Lleg‡ el dia primero de Mayo, y en Žl el R. Fr. Mathias con la gente de Aragua y los Indios del GuŽre; y viendo a todos en disposicion de volverse , reprehendi— su cobard’a y falta de zelo; y al mismo tiempo hizo embarcar los v’veres , diciendo como otro Mathatias; Qui haber zelum legis exea? pose me; y diciendo y haciendo, se embarc— en la Pir‡gua y a su exemplo los dem‡s , tomaron Rio abaxo hasta encontrar sitio aparente donde dar cumplimien to O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 150 Libro III. Cap. XXIX. toa su obligacion y orden del Prelado que los desrinaba, çrribaron al sitio de Muit‡cu , nombre que d‡n Àun Riachuelo que desagua en Orin—co a la falda de los cerros Araguac‡is, donde se coloc— la Santa Cruz en la Meseta de un cerro muy: alegre , que dista un uro de fusil del mismo Rio Otk n—co ‡ su vanda del Sur, y alli hizo fabricar una Casa cercada en circunferencia con una estacada doble , donde se pusieron los Pedreros para defender (en caso de invasion ) a los Religiosos. Hizose otra Casa y estaca= da ‡ corta distancia del Rio para custodia de las embarcaciones 5 y el dia trece de Mayo, concluida esta maniobra , se celebr— la primera Misa , dedicando aquella Casa Fuerte y primera fundacion del Orin—co a la Encarnacion del Divino Verbo.con el sobrenombre de Muir‡cu por el dicho Rio immediato , que da de beber con su buena agua al Religioso Misionero y Soldados que se conservan en aquel sirio para auxilio y socorro de los Pueblos que en esta nueva Conversion se fueren fundando. Dexando esto en este estado, se restituy— el R, Fr. Mathias ‡ las Misiones con la gente de Ar‡gua y los Indios del GuŽre , quedando en Muit‡cu los dem‡s Religiosos con los diez Soldados de Escolta , cinquenta Indios del Pueblo de Clarines , y algunos Infieles que antes de acabar las Casas habian salido gusto sos con ofertas de poblarse y traer, CIONES, 357 otros del monte, como lo cum plieron. Luego que se establecieron los Religiosos hizo el P. Cordero algunas visitas a los del monte , que estaban ocho leguas de camino en el sitio de Guazaiparo, solicitando .con amorosos agasajos su Conversion , aunque por entonces no consigui— mas que las ofertas y buenas palabras que de ordinario d‡n a los PP. Misioneros, quienes por todos medios procuran la. salvacion. de sus. almas. Salian los Infieles repetidas veces ‡ la Casa Fuerte ; tunas , dando palabra de poblarse ; otras , observando con atenta curiosidad las armas y municiones , amedrentando ‡ los que alli escaban con la resolucion de algunos Capitanes que estaban juntando gente para venir sobre ellos; cuyas noticias se continuaron por mas de un a–o, obligando ‡ los Religiosos y Soldados ‡ estar de d’a y noche en continua vigilancia , recelosos de experimentar al.guna de sus acoscumbradas trai En este tiempo enfermaron los Religiosos Cordero , y Ximenez 5 y habiendose pasado a las Misiones antiguas , se destin— al P. Fr. AndrŽs Galisteo , que sin el menor recelo de las amenazas de los Indios, fiado en Dios y resignado en la obediencia , pas— con el Cabo de Escolta y quatro Soldados al sitio de Aru, donde lo sali— 4 recibir el Capitan Uracaguare con cinquenta Indios , que ‡ su insinyacion ofrecieron poblarse, O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 151 358 se , y expusieron todos sus patbulos para que les administrase el Santo Bautismo , como lo execut—, colocando antes la Santa Cruz, aunque cor el infeliz Žxito de huirse codos pasado un mes, por consejo de los Infieles. del Rio Par‡gua, que siempte resistieron 4 nuestra fundacion del Orin—co. De all’ pas— al sitio de Guazaiparo , donde hizo la misma diligencia, y se restituy—. 4 Muir‡cu con la esperanza de ver Òcontinuada Òaquella obra con la Òvenida de los Religiosos, de que fue encargado el P. Nisral a las Provincias de Espa–a. ÑÑ Di— noticia al: Prelado de lo executado en esta entrada , y de como dos Capitanes Car’ves habian salido del monte , ofreciendo recibir la Fe y Religiosos que los doctrinasen, resignados a vivir christias namente en el sitio de su habitacion , donde desde luego darian principio ‡ la formacion de su Pueblo. Lleg— esta noticia en ocasion que el P. Fr, FranciscoAntonio Ximenez Borrego habia hecho varias sœplicas porque le destinase a la Conversion de los Infieles en que descaba emplear los dias de su vida, como unico fin de la verdadera vocacion que le sac— de la quietud y retiro de su Santa Provincia de Granada. Y aunque entonces habia grande inopia de Misioneros para la administracion de los Pueblos antiguos, considerando lo mucho que el P. Borrego podia adelantar aquella Conversion con su natural mansedumbre y buenos tas lentos , condescendi— muy gusto= Historia de la nueva Andaluc’a. so ‡ sus deseos, destinandole por Ministro. Fundador de los Pueblos de Guazaip‡ro y Tur‡pa , donde vivia con sus Indios el Capitan Abaru‡na, l po. Puso el P. Borrego en execu cion el orden del Prelado; lleg— al Pueblo de Guazaip‡ro donde estaba de: Capitan el. Indio Mara Çdup‡ne, y deSargento Mayor Agua cam—n , Infieles. All’ con 'el consorcio: de los Car’ves se instruy— brevemente en su idioma , entabl— la quotidiana Dodtrina , adelant— la fundacion , y adquiri— entre los Indios Çtan buen nombre con su celosa aplicacion y christiana modest’a , como se deduce de lo que dirŽ en el siguiente Capitulo. De Guazaip‡ro pas— al sitio de Tur‡pa, donde le sali— a recibir el Capitan Abaru‡na,.a quien reduxo con todos los suyos ‡ fundarse, dando desde luego principio ‡ la formacion de su Pueblo , que se dedic— a la Gloriosa Santa Clara; entabl— tambien la DoŽtrina , y, dur— poco tiempo; porque habiendo concurrido el dicho Abaru‡na al Pueblo: de Guazaip‡ro , en una embriaguez hiri— al Capitan Maradup‡ne 3 y receloso de que Žste con los suyos le quitase la. vida, sali— de fuga con toda su gente para el Rio Caron’, donde se mantubo: algun tiempo inexorable al llamamiento de los Misioneros, que rogandole con la paz y amistad de Maradup‡ne , han procurado resticuirle 4 su iniciada fundacion; que tengo por dificultoso segun sus costumbres , muentras el hert do O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 152 do no quede sarisfecho.. A El de San Antonio de Gua= zaiparo. y la Casa Fuerte de Muix t‡cu se han conservado con indecibles trabajos; unas veces por la veleidad de los Indios , otras por la inconstancia de los Soldados , mal contentos con la penuria y El lca de v’veres , sin que. haya sido bastante el exemplo de los Misioneros , que por la conserba cion de aquellas nuevas plantas se sujetaron algun tiempo a man tenerse de un poco de tasajo sa= lado de uno y dos meses; y en muchas' ocasiones llegaron ‡ tanta necesidad , que ‡ no haberles socorrido la eficacia y mucha catidad del R. P. Fr, Marhias Garcia, hubieran desamparado enteramente lo que tanto cost— para po nerse en aquel estado. En vatias. ocasiones ha hecho su Paternidad viage , llevando socorro de v’veres ropas y herramientas con que agasajar y contentar ‡ los Indios y Sol dados , de que yo soy ocular testigo 5 y en todas ha conseguido su amoroso genio pacificar 4 unos y Otros , dexandolos suficientemente proveidos, y a todos contentos. En este estado estaba la Cortversion del Orin—co quando el a–o de mil setecientos cinquenta y tres –os convoc— 4 Capitulo el R. P, Hinistrosa , cumplido loablemente su trienal Govierno, Elegimos canonicamente en Comisario çpostolico al dicho R. Fr, Mathias con mucho regocijo de los Indios de Orin—co, que en el experimentaban un verdadero Padre y celoso Libro IH. Cap. XXIX. 359 Pastor ,.. que sin a perdonar trabajo ni incomiodidades del tiempo, Lo buscaba .por todos modos su esplricual adelantamiento . y corporal socorro. Asi sucedi— el a–o siguiente de cinquenta y quatro , eh que para aliviar a los Misioneros de la continuada "necesidad en que los tenian la larga. distancia y falta de: lo necesario para s’ y socorro de los pobres Indios , hizo pasar ala Vanda del Sur del Orin—co dosclientas Reses de Ganado Bacuno, que su antecesor habia puesro en la orilla opuesta para el mismo intento. Hizoles juntamente. varias remesas de Ma’z y otros alimentos, con que procur— mantener aquella nueva fundacion mientras venia la Mision que se esperaba, para proveerla de Ministros que adelantasensu Conversion con nuevos Incrementos, CAPITULO XXX, LLEGA EL PADRE NISTAL con veinte Religiosos de las Provincias de Espa–a , y fundanse cinco Lgares en las cercanias y Vanda del Norte del Rio Orindco, $. L L dia veinte de Enero del siguiente a–o de mil sete cientos cinquenta y cinco estan do yo en la fundacion del Con vento de la Nueva Barcelona , me lleg— de improviso la noricia, que el R.P. Nistal estaba en el Rio NeA . vyerl desembarcando los veinte Re le O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 153 360 ligiosos que nuestro Catholico y Justo Rey Don Fernando VI. y la Serafica Religion le habian concedido para ayuda de los que estabamos en las Misiones de P’ritu, y adelantamiento de las que en su ausencia habiamos comenzado en la nueva Conversion del Orim—co. Sal’ sin. detencion a recibirlos; y entonando ‡ coros la Letania de Maria Sant’sima , nos encaminamos a la Iglesia de dicho Convento, donde despues de dadas las debidas gracias por el fel’z arribo de aquellos nuevos Operarios, estu bieron descansando ocho dias mien. tras. nuescro Reverendo Prelado convoc— al Pueblo de Piritu y al V. Difinitorio para darles destino, distribuyendolos en el modo que dirŽ despues.Pasamos ‡ P’ricu, donde Çllamado el R. Nistal con sus veinte Religiosos, hizo la entrega de ellos y de las Reales Cedulas de S. M, , cuyos nombres y contenidos son en la forma siguiente: MISION TERCIA DECIMA. El R. P. Fr. Francisco Nistal Ya–ez, Comisario. El P. Fr. Ignacio Gil de Parga, de la Santa Provincia de Santiago. El P. Fr. Joseph de Foz y Caso , de la misma. El P. Fr, Juan Antonio Conde , de la misma. El P. Fr. Gregorio Vidal, de la misma. El P. Fr, Juan Antonio Garcia , de la misma, El P.Fr, Ignacio Iglesias,de la misma. Historia de la nueva Andaluc’a. El P. Fr. Alonso Granda, de la misi mas Et P. Fr. Pasqual Villarmea, de la Òmisma. À El P.Fr. Pedro Losada, de la mismas El P.Fr. Carlos Fernandez, de la mis ma. 7 El P. Fr. Joseph Freire , de la mis= ma. El P. Fr. Joseph Rodriguez, de la misma. El P, Fr. Joseph Benito Ra–a, de la misma, El P.Fr. Vicente Pacios , de la misma. El P. Fr, FranciscoCuervo y ValdŽs, de la misma. El P. Fr. Juan Ferreiro , de la mis. ma. El P. Fr, Francisco Gouvea , de la misma. El P. Fr. Fernando Barrera , de la de la Concepcion. . El P. Fr. Bernardo Rivero ,.de la misma. El P. Fr. Manuel Grijalva , de la de Burgos, Todos Sacerdotes y Predicadores; de los quales ‡ poco tiempo de haber llegado fallaron tres , el uno se volvi— por enfermo , y los dos disgustados de la novedad del Pa’s que suele poner en afliccion a los mas robustos espiritus. Entreg— al mismo tiempo el R. Nistal las Reales Cedulas que a su peticion se dign— despachar su Magestad Catholica : la una rubricada del Se–or MarquŽs de la Ensenada , mandando al Governador de Cuman‡ que de la guarnicion del Castillo de Ar‡ya destaque O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 154 Libro II. Cap. XXX. que el numero de Soldados que le parezca conveniente , para que los Car’ves no'se atrevan 4 insulcar las Misiones antiguas , y nuevas que se han de fundar, fecha en Madrid a catorce de Julio de mil setecientos cinquenta y dos. Hizose presentacion de esta Real Orden 4 Don MathŽo Gual, Governador que era de la Provincia el mismo a–o de cinquenta y quatro, que no di— el menor cumplimiento; y de esto se ha segu’do algun atraso , y ningun adelantamiento de los Pueblos que se esperaban fundar ‡ la vanda del Sur del Orin—co , por no tener los Misioneros la correspondiente guar nicion con que entrar d la terra de los Inficles, y sujetar los recien poblados en los insultos y bruta les excesos con que causan ‡ los Misioneros repetidos sustos y grayes desconsuelos, Otra, fecha en Aranjuez d veinte y ocho de Mayo de mil setecientos cinquenta y dos, en que nos concede su Magestad que en la nueva poblacion del Pao podamos fundar un Hospicio , con lo dem‡s que dexo dicho en el Capitulo veinte y ocho. Otra , fecha en el Buen Reriro a tres de Febrero de mil setecientos cinquenta y tres, en que manda su Magestad que los Corregidores no saquen del comun de los Indios lo que contra las Leyes cobraban de los depositos de Comunidad por los muertos y fugitivos , ni carguen 4 los Indios presentes por lo que los ausentes quedaron debiendo , at 361 reglandose en esto 4 las Cerrificaciones que dieren los PP. Doctrineros para su rebaja , y ordenando , que dichos Indios paguen solamente tributo desde la edad de diez y ocho a–os hasta los cinquenta , conforme 4 las Reales Leyes, derogando en esta parte la Ordenanza que los cargaba con esta pension hasta los sesenta, Otras tres para los Se–ores Obispo de Caracas , y Governadores de aquella y esta Provincia , providenciando la recoleccion de los Indios de estas Misiones que se hallan dispersos en las haciendas y llanos de aquella Provincia , sobre lo que me remito a lo dicho en el Capirulo diez y nueve de este libro, a–adiendo aqui los grandes deseos que el Tlmo, Se–or Obispo de Caracas me manifest— de que esto tenga su debido efcŽto , ‡ que concurrir‡ su Ilma. con todas las providencias de su Pastoral Oficio y Santo zelo. Trajo tambien el R, Nistal cinco Ornamentos completos , li mosna de nuestro Catholico Rey (que Dios guarde ) y se componia cada uno de Capa , Dalmaticas , Casulla y dem‡s adminiculos, todo de Damasco blanco y carmes’; Caliz , Vinageras con su pla= œllo, Cop—n , y Crismeras todo de Plata; un Misal y un Ritual Romano , una Campana de quintal, y un hierto de hacer Hostias para el servicio de los cinco nuevos Pueblos en que est‡n actual. mente sirviendo para decencia del Divino Culto y administracion de Zz los O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 155 362 los Santos Sacramentos. EfeGtuada la entrega de todo lo dicho al Y. Discretorio , pasamos ‡ la distribucion de los Religiosos , proveyendo en primer lugar cinco de los Pueblos antiguos que carecian de Ministro Ecleslastico , y estaban baxo de la administracion del que residia en el Pueblo mas cercano. Los dem‡s se inviaron al Pueblo de San MathŽo baxo la direccion y ense–anza del R. P. Fr, Pedro Cordero , LeŽtor de lengua, que se ofreci— espontaneamente d imstruirlos en las reglas del idioma, con que pudiesen desempe–ar su ministerio en la administracion de los Sacramentos y predicacion del Santo Evangelio. Seis meses estubieron en este exercicio reducidos ‡ la incomodidad de dos Celdas , y los mas con mucha impaciencia por salir ‡ su principal destino en que los pusiese la obediencia , O les previniese su fortuna. Dos meses llevaban y‡ de estudio por el mes de Abril quando el R. P. Fr. Machias sabiendo la escasŽz de v’veres que habia en Muir‡cu , hizo la provision de cinquenta y cinco cargas las mas de arina de Maiz , y remici— al Orin—co para sustento de los Religiosos , Indios , y Soldados que custodiaban aquel siclo. Con la llegada de este tan necesario socorro se levant— una cenrella del Inferno , disparada de una boca de fuego, que sin prevenir los da–os de su loquacidad se dex— decit ‡ los Car’ves , que aquella provision era para hacer una general Historia de la nueva Andaluc’a. Conquista y degollarlos ‡ todos, Ya puede considerar el pradenre, que efeŽto causaria este infeliz anuncio en unos Indios belicosos, ‡ quienes solo el sue–o de una vieja basta para desalojarlos de un Pueblo ‡ parages muy remotOSa En materia de amenazas no entiende el Indio de chanzas; con que alterada su vidriosa delicadŽz, levant— entre ellos tal polvareda, que se pusieron poco menos que en arma entre temor y resolucion de esperar los fines de aquella inadvertida y necia chanzoneta. Lleg— esta faral noticia ‡ oidos del Prelado; y sin la menor detencion se puso en camino para Muit‡cu , bien prevenido de herramientas , ropas, y otros trastecillos , con que reedi fic— la Casa Fuerte , hizo una bue na labranza , regalo a los Indios principales , y trabaj— infatigablemente hasta conseguir la serenidad de todos, que hall— belicosamente alterados. Indag— el origen de aquella novedad ; y deseoso de atajar otra de su tama–o, y conser var en paz ‡ los Soldados Û Indios, usando de su autoridad , y del parecer (que para obrar en la materia lo que por bien tubiese) le dimos los PP. Discretos , provey— distinto Presidente de aquella nueva Conversion en la persona del P. Fr. Pedro Diaz Gallardo , que estaba en ella bien querido de los Indios y medianamente instruido en su idioma , por Patente sellada que le confiri— el dia diez y ocho de Abril del mismo a–o O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 156 Libro HI. Cap. XXX, a–o de mil setecientos cinquenta y quarro. y 5. IL. PUEBLOS DE MUCURAS y Anapiriri, Erenada y‡ enteramente aquella turbacion bulliciosa con la presencia y paternal agrado del R.P. Fr. Mathias, que por varios modos les hizo vŽr y creer lo contrario , antes de apartarse de aquel lugar mand— llamar ‡ algunos de los principales Caz’ques 0 Capitanes de la Nacion Car’ve , que luego vinieron ‡ su presencia , con el fin de explorarles la voluntad y atraerlos al gremio de la: Iglesia. Entre Žstos fue uno el Capitan Cairum‡ca, Infiel que vivia en las Mœcuras , y de tanta superioridad, que todos los Car’ves le veneraban como ‡ su Rey y Se–or Soberano. Trat—le de su Conversion; y no solo consigui— el reducirlo a poblarse y admitir Religioso Misionero , como dos a–os antes lo habia prometido al R.P, Fr. Fernando MathŽos , sino que le di— palabra de 11 al origen: del Rio Caron’ a traer consigo a su amigo Abaru‡na , que desde la herida de Maradup‡ne se habia auyentado ‡ aquel parage. Resuelto y2‡ cumplir su palabra se retir— Cairum‡ca, quando lo llam— Dios cor la ultima enfermedad , de que muri— sin el beneficio del Santo Bautismo , aunque con el consuelo de haber pra 363 metido el ser Christiano. Mucho sinti— el R, Er. Mathias la muerte de este gran Indio3 mas sabiendo tenia un hijo de treinta y cinco ‡ quarenta a–os, llamado Caipu‡na, le hizo traer con todos los suyos, que luego se pusieron en camino para el Fuerte de Muit‡cu. Hizo primero el R. Fr. Mathias experiencia de su talento para ocupar el lugar de su padre, y de la voluntad de los suyos en obedecerle 3 y viendo que Žl se estimaba como tal Capitan , y los Indios le reconocian por su Se–or y Superior , le di— su Paternidad el baston , y le: sac— del Se–or Governador Despacho formal , imponiendole en sus obligaciones , y animandolo a la fundacion de su Pueblo , adonde les prometi— ir luego que saliese del Fuerte de Muit‡cu. * Admiti— Caipu‡na el baston: y emplŽo de Capitan , y ofreci— dar principio ‡ la fundacion; pero puso por condicion que le habian de dar por Misionero Fundador al P. Fr. Francisco Antonio Borrego , pot el conocimiento que tenian de su religiosa modestia, afable trato , y bastante inteligencla de su natural idioma , prendas que le grangearon un cordial * amor, que Tara vez se experien ta en los Carives; y a–adi— diciendo: Padre no me faltes ‡ esta palabra , que como :% la cumplas , yo ive personalmente , y traerŽ reducidoÓ al Capitan Abaruana , sin embargo de estar y‡ en lo mismo un sobrino suyo llamado Uracagu‡re ‡rue* Lz 2 gos O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 157 364 , gos y finezas del mismo R. P. Fr, Mathias. Despidi—se Žste de Muir‡cu para la rancher’a de Mœcuras , donde en concurrencia de su nuevo Capitan Caipu‡na y los dem‡s que alli estaban, se hizo eleccion del sitio en que hoy se conserva, y se di— principio ‡ la formacion del Pueblo a corta distancia de la Quebrada TapurequŽn y Rio de Mœcuras , que juntos desaguan en el Rio Pao como dos leguas distan: te, y diez al Norte del Rio Orin—co. Provey—les de algunas herramientas , cuchillos, y otros menesteres para el corte de las maderas; y dexandolos en el aŽtual exercicio de sus fabricas , se despidi— de ellos el R, Fr, Mathias, reiterandoles la palabra de inviarles por Fundador al P. Borrego, sobre quien repitieron la sœplica con nueva instancia, De alli pas— al Rio Arapiriri quatro leguas al Norueste del siuo de Mœcuras, donde hall— al Capiran Am‡na , tambien de Naci—n Car’ve , que con licencia del R. P. Fr, Fernando Ximenez sali— de San Joaquin el a–o de mil setecientos quarenta y nueve con intentos de fundar en aquel sitio un Pueblo, a que di— principio con treinta familias que sac— de los Rios C‡ura y Caron’ a la vanda del Sur del Rio Orin—co, Hall—los constantes en su promesa , finalizada una buena Casa que el a–o antecedente habian fa bricado a persuasion del P. Fr. Benito de Puentes , colocada por Žste: Historia de la nueva Andaluc’a. la Santa. Cruz , y 4 los Indios con esperanzas de Religioso que los doŽtrinase en el mismo modo que en los antiguos Pueblos se practica. Con este motivo, y el de que y‡ era tiempo de hacer distribucion de los trece Religiosos que en el Pueblo de San Mathto anslaban por la asignacion de sus destinos , poniendo el Prelado este negocio en manos de Dios , determin— con acuerdo del Discretorio echar las suertes, para que cada uno cumpliese con la que Dios le preparase, La del Pueblo de Mœcuras cay— sobre el P, Fr. Juan Antonio Conde y otro compa–ero. La de Atapir’ri sobre Fr, Alonso Granda y otro; y lo mismo en las de Orin—co , donde se destinaron quatro para Abaru‡na, Uracagu‡re , y Quiriquiripas , que tambien habian dado palabra de poblarse al R, Fr, Mathias, aunque despues no la cumplieron por su natural inconstancia y radical amor ‡ la araganer’a y vida genœlica, : De los otros cinco tres se reservaron en parages donde estubiesen mas cercanos ‡ la Conversion , y dos para la recoleccion de los Indios dispersos , Que en virtud de la Cedula de su Magestad se hubiera pra—ticado , si el Governador de Cuman‡ no hubiera: tomado la contraria providencia que antecedentemente dexo referida, Para el cumplimiento de la palabra que el R. Fr, Marhias habia dado al Capitan Caipu‡na, mand— llamar al P. Borrego que es O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 158 Libro III, Cap. XXX. estaba en Guazaip‡ro , Pucblo el mas remoto de la Vanda del Sur del Orin—co , en determinacion de restiruirse 4 su Santa Provincia por algunos achaques que padecia , y tener cumplido el tiempo de su ministerio. Vali—se de m’ el Prelado para disuadirle de este pensamiento ; y como eta de tan bella indole , apenas le recordŽ la cuenta que daria a Dios , sl apartando la mano del arado desperdiciaba aquella mies que sin pro= curarla se le yenia ‡ las manos, me respondi— estas formales pala= bras; , Hermano mio, el fin que , me llev— al Orin—co fue emplear È mis dias en servicio de Dios y, conversion de las almas; y pues È el emplearme en estas es elec ; cion suya y desde luego me. reÈ Signo gustoso en el orden de la È santa obediencia hasta poner es, taobra en el mejor estado que È pueda con la ayuda de Dios y , su madre SantisimaÈ * En vista de esta espontanea, resolucion le despach— el R, P. Comisario Titulo de Presidente , DireGtor y Maestro del idioma Carl= ve de los quatro Religiosos asigna= dos 4 los Pueblos de Mucuras y çtas plriti, y i estos el orden de que en todo estubiesen baxo de su direccion y magisterio , con que se esperaba mucho adelantamiento en aquellos Pueblos por el cordial amor que le tenian sus Indios, Con este despacho sali— el P, Borrego acompa–ado del P, Conde hasta el Pueblo de San MathŽo , donde recibiendo 4 los otros tres Compa= 36$ –eros , tomaron el camino para sus nuevas fundaciones , atenidos Nx N a un pedazo de Cazabe 0 algunas ra’ces que les daban los Indios, Llegaron al Pueblo de Atapiriri por el mes de Agosto de cinquenta y quatro; y el d’a de la Asuncion de nuestra Se–ora se celebr— la primera Misa invocando a esta Divina Reyna por Titular y Patrona de aquel Pueblo , en que qued— por primer Ministro el P. Fr. Alonso Granda , y elP, Borrego de su DireŽtor y Maestro de lengua. Esta situado este Pueblo a orkllas de un Riachuelo llamado Arapir’ri (de quien tom— el nombre) que desagua en el Rio Pao, doce le guas al Lessueste de la Villa del Pao, y catorce ad la Vanda del Norte del Rio Orin—co, Goza de una buena vista en tierra alta, y al proposito para todo fruto de la tierra, Tendr‡ doscientas almas , todas de Naz cion Car’ves , la mitad de ellos Infieles, y los otros Christianos. Recibidos estos Padres Misioneros , y puesta y‡ en buen orden la quotidiana DoŽtrina que el P. Borrego les explicaba, paso Žste conelP. Conde al Pueblo de Mœcuras , quatro leguas distante , mediado el mes de Septiembre del mismo a–o de mil setecientos cinquenta y qua= tro, Recibi—los con singular agasa= jo su muy apasionado Cajpu‡na: y con asistencia de los Indios se coloc— la Santa Cruz, se bendixo el sitio en que se habia de fabricar la Iglesia, y alojaron ‡ los Padres en la casa del Sargento Mayor, que para esto se desposcy— de ella con O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 159 366 con espontanea voluntad. Dedic—se este Pueblo al Santificado Precursor San Juan Bautœsta con el sobrenombre de Mœcuras por unos cerrajones que forma el Riachuelo de su nombre ‡ la manera de mogotes O cantaras, ‡ quienes llaman los Indios Mœcuras, El a–o pasado de cinquenta y cinco quando fui a hacer la Visita de estos Pueblos por Comision del R, P. Comisario Apostolico, tenia trescientas almas Infieles, bautizados los Parbulos, y todos en el Cathecismo de la DoŽtrina Christiana. Este Pueblo hubiera tenido buenos incrementos , si desde el principio se hubiese provehido , como S. M. nos concedi—, de una Escolta para contener los insultos y tropelias de los Indios; mas por su defe—to, y la ausencia del Padre Borrego que llevŽ en mi compa–ia ‡ otro destino , se originaron algunos disgustos entre el Religioso y los Indios , cuya tosca descortesia necesita de mucha paciencia para irla desbastando con los hierros de la morrificacion sufrimiento y DoŽtrina. 5. UL PUEBLOS DE SAN LUIS y Santa Clara de Aribi y la Candelaria, AL contentos algunos de los recien llegados Misio neros en la Vanda del Sur del Orkn—co. con la desesperada reduccion de los Indios, a que el R.P. Fre Historia de la nueva Andaluc’a. Mathias deseoso de la Conversion los habia destinado , procuraron la recoleccion de muchos que por los llanos y cercanias de Orin—co vivian , unos rancheados en los montes , otros acomodados en los hatos , y todos fugitivos de losPueblos fundados , careciendo del pasto espiritual, y muriendo por aquellos desiertos sin el beneficio del Santo Bautismo y dem‡s Sacramentos, El primero que con este intenco se apart— del Fuerte de Muit‡cu , fue el P. Fr. Manuel Grijalva, ‡ quien, sabido el fin de su venida, le concedi— el Prelado' Licencia para que aplicado a tan Santa obra, congregase los que pudiese reducir a la formacion del Pueblo que deseaba. Juntos los primeros Pobladores , que los mas son Cumanag—tos , los conduxo ‡ una llanura elevada que dista media legua del Rio Arib’, ‡ quien los Indios llaman Arim’–a, siete leguas al Sur del Pueblo de Pariagu‡n — cabeceras de Un‡re. All’ se coloc— la Santa Cruz y celebr— la Misa el P. Grijalva en una de las Dominicas despues de Pasqua del a–o de mil setecientos cinquenta y cinco, Hecho el competente numero de casas para las correspondientes familias, y alojado el Religioso separadamente, levantaron una peque–a Iglesia, donde concurren al Sacrificio de la Misa los due–os de aquellos hatos cercanos, que por la mucha distancia carecian lo mas del a–o de este beneficio. Con el concurso de Žstos y el religioso porte del O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 160 Libro III. Cap. XXX. P. Grijalva se fueron agregando orros muchos Indios que andaban dispersos , y hoy est‡n sujeros en la Doctrina de este Pueblo , que se dedic— al Glorioso San Luis con el apelativo de Arib’ por el Rio de este nombre que corre por la vanda del Sur hasta desaguar en el Rio Pao, media legua distante del Pueblo de Santa Clara. Hoy lo considero de ciento y cinquenta almas 5 y ser‡ muy conveniente la conservacion de Žste y los dos que le siguen para mansion y escala de los que frequentemente transitan ‡ las Conversiones de Orln—co. El de Santa Clara de Arib’ tubo principio con Indios Carives ue congreg— el Capitan TupŽpo, fugitivo del Pueblo de San Joaquin , y algunos Cumanag—ros del Pueblo de San MathŽo que andaban dispersos por aquellos llanos y cercanias de Orin—co. Dedic—se ‡ su fundacion el P. Fr. Joseph Freire, compa–ero del P.Granda en la suerte del Pueblo de Atapiriri, por el mesde OŽtubre del a–o de mil setecientos cinquenta y cinco. Est‡ situado en una espaciosa llanura que dista media legua de la union de este Rio con el Rio Pao. Hoy tiene cerca de doscientas almas , buenas y dilatadas campi–as en que pastean muchos ganados de los hatos circunvecinos , cuyos due–os y criados concurren los dias festivos al Sacrificio de la Misa. Sus casas y calles muy bien formadas , una ca sa decente y capaz para el P. Mi 367 sionero 5 y est‡n aŽtualmente en disposicion de edificar su Iglesia correspondiente al numero de su Vecindario. Dista ocho leguas al Lesueste del Pueblo de San Luis, y diez al Norte del Rio Orin—co por el Meridiano de la vuelra del Torno. De la conveniencia de sus buenas tierras y concurso de gente Espa–ola se espera tendr‡ mucho adelantamiento. 7 El de San Pedro Regalado de la Candelaria est‡ fundado en: el sitio de este nombre siete leguas al Oesudoeste del Pueblo de San Luis, y doce 9 catorce al Poniente del de Santa Clara de Ari b’. Componese de Indios Palenques y Cumanag—tos fugitivos que comenz— ‡ agregar el P. Fr. Bernardo Rivero , y di— con ellos principio ‡ este Pueblo, que dedic— al Glorioso San Pedro Regalado en las cabeceras del Rio Cabrur’ca, que desagua en Orin—co al entrar (aguas arriba) por la vuelca del Torno como una legua distante del Fuerte de Muit‡cu. Prosigui— en su fundacion el P. Fr. Ignacio Iglesias 5 y tiene tambien mucho concurso de Espa–oles , que habitan en los hatos y cercan’as del Rio Su‡ta , para quienes es de mucha utilidad por el beneficio de la Misa , que no pueden o’r en otros Pueblos por la mucha distancia. Tendr‡ ciento y cinque–ita almas todas Christianas , que sin esta fundacion andarian como Ovejas sin Pastor por aquellos llartos y hatos de la immediata Provincia Òde Caracas, CA O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 161 368 CAPITULO XXXL PROSIGUEN LAS NUEVAS Conversiones de Orin—co , y perjuicios que reciben de la Nacion Olandesa; concluye con un Epilogo de lo dicho en la tercera parte de esta Ebistoria, (O ya la relacion de todos los lugares que la Reverenda Comunidad de P’ricu ha reducido al conocimiento de Dios por todo el terreno que mŽdia entre la Mar del Norte y el Rio Orin—co , pasemos a la vanda del Sur y Casa Fuerte , para concluir en este Capitulo lo perteneciente ‡ las nuevas Conversiones de la Encarnacion de Muit‡cu, ‡ que d’ principio en el Capitulo veinte y nueve , arreglado a la Chronolog’a de su tiempo. Llegado el mes de Abril del mismo a–o de mil setecientos cinquenta y cinco , en que el R. P. Borrego dexaba en buen estado los Pueblos de Arapiriri y Mœcurtas , entablada la quotidiana DofŽtrina, y a los PP. Misioneros instruidos en el govierno de los Indios, y con la inteligencia del idioma que pudo alcanzar su apltcacion , determin— emprender una espiritual Conquista con deseos de reducir al Capitan UraparŽne y otros que viven en las orillas del Rio Par‡gua , distante mas de quarenta leguas al Sur del Orin—co por el Meridiano de su angostura. Propuso su pensamiento al R. P. Comisario Fr. Mathias; y ob Historia de la nueva Andaluc’a. tenida su bendicion y licencia, y la del Se–or Governador , que para este fin le mand— aprontar ocho Soldados del Pao y algunos de la Escolta de Muir‡cu , se comenz— a aviar para salir ‡ su Expedicion 4 principio de Junio del mismo a–o. En este mismo tiempo se hallaba el R. Fr. Mathias en el exercicio de su Visita; y siendole imposible dar entero cumplimiento a ella por estar y‡ entabladas las lluvias , y otros negocios de la Conversion que pedian Çsu personal asistencia , me cometi— como Difinidor que era de las Misiones, la de los Pueblos de las cercan’as de Orin—co , ordenandome disuas diese al P. Borrego de su Expedicion ‡ la Par‡gua , y que emplease su Apostolico zelo en los Indios Car’ves que residian a orillas del R’o Tapaqu’re , que mŽdia entre Muir‡cu y la angostura , don= de consideraba mayor necesidad y esperanzas de conseguir el fruto que en la Expedicion de la Par‡gua ve’a dificultoso , y pedia tiempo mas oportuno. Concluida la Visita del Orin—co emprendi— el P. Borrego su Expedicion ‡ Tapaqu’re acompa–ado del P. Granda y Fr. Pedro Losada , que era el Ministro destinado para aquel parage si los Indios se reducian 4 la fundacion y Doctrina de aquel Pueblo. Pas— tambien con su Escolta el Capitan Don Joseph Jurado, hombre de la mayor inteligencia en el idioma Car’ve, y muy temido de los Indios por su valor y Espa–ol esfuerzo. Lle O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 162 Libro TIL Cap. XXXL ÒLlegaron 4 Tapaqu’re , donde los recibi— el Capitan Ariman‡ca , Infiel , de mas de sesenta a–os de edad 5 y habiendo convocado a toda su gente les hizo el P. Borrego una fervorosa exortacion, proponiendoles el Reyno de Dios y el importante negocio de su salvacion que le movia a hacerles aquella visita , con orden de su Prelado de dexarles al P. Losada por su Fundador y Ministro Eclesiastico, si detestando los errores de la Infidelidad se reducian de su espontanea voluntad ‡ vivir civilmente en Pueblo Christiano. Aceptaron los Indios la propuesta , poniendo por condicion que no fuese cierta una fatal noticia que les habia dado un Adriano , OlandŽs, de que los PP. Misioneros los buscabamos para despues de poblados todos los Carives , pegarles fuego dentro de las Iglesias , congregados ‡ ellas con el pretexto de olr Misa; todo dirigido ‡ impedir la entrada de los Misioneros , que con la fundacion de los Pueblos les es torbamos la libertad de sus comercios ilicitos , la extraccion de los inuchos Esclavos que roban ‡ Dios y ‡ nuestro Rey Catholico, y la desaforada vida que traen entre aquellos miserables Indios ,he= chos Lobos carnicŽros del :reba–o de JesuChrisro. Finalmente disuadidos los In dios de aquel ran fatal como diabolico pensamiento , pidieron la espera de quatro meses para hacer una labranza, y casa para cl P. Losada , que desde luego se ofte 369 ci— a ser su Fundador y Ministro, y advoc— por Patrono y Titular de aquel Pueblo al Glorioso Apostol Santiago. Cumplieron los Indios su promesa 5 hicieron casa y labranza; y llegado el tiempo de dar el P. Losada cumplimiento 4 la obediencia, entr— en el temor de la larga distancia , falta de v’veres y Escolta para la defensa de su persona , y otros motivos, que en su consideracion ser’an fuertes , y en la de los que estaban a la vis. ta eran de poco fundamento , pa= ra omitir el cumplimiento de la obediencia y execucion de su çpostolico empleo. Por esto , y por la falta de Ministros que y‡ estaban ocupados en otros nuevos Pueblos , est‡ aun aquel sitio careciendo de este espiritual beneficio , hasta que Dios provea de nuevos Operaros , que con mejor resolucion se alienten ‡ la fundacion de Žste y otros, que esperamos de su.infinica bondad y siempre sabia providencia, El de San Francisco Solano, dicho comunmente el Platan‡r, tubo principio de una rancher’a de sesenta Indios Car’ves que tenia agregados el Capitan Joseph Bol’var a orillas de la Quebrada Catcaraparu , media legua distante al Sur del Fuerte de Muir‡cu en el extremo Oriental de los Araguac‡is , donde fue conquistado treinta a–os antes por el P. Fr, Joseph Jurado que lo llev— al Pueblo de Panapor‡r, y deall’ al de Santa Barbara , de donde apostat— volviendose 4 su Gentilidad y reAza fe O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 163 370 ferido parage. En este lo hallŽ el mismo a–o de cinquenta y cinco, en que entendiendo en mi comevida Visita , constandome de la voluntad del R. Comisario , y descando que antes de mi partida quedase este Pueblo iniciado , hablŽ al Capitan Bol’var sobre su fundacion , 4 que condescendi— gustoso , y elegimos para ella una alta y espaciosa llanura , ‡ quien los Indios llaman lt‡cua por una cordillera de piedras de este nombre que la circunda, Mudaron desde luego sus ranchos; y puestos ya en aquel lugar , pasamos el dia cinco de Julio los PP. Fr. Pedro Gallardo , Fr. Francisco Antonio Borrego , Fr. Francisco Cuervo , y yO, llevando en nuestra compa–ia al Capitan Don Dionisio Grim—n y sus Soldados , que fueron muy gustosos ‡ la colocacion de la Santa Cruz , y 4 hacer unas salvas en honra de San Francisco Solano, 4 quien con. especial gusto de los Indios eleg’ por Titular y Patrono de aquel nuevo Pueblo. Cargamos los Religiosos dos toscos maderos de que hicimos la Santa Cruz , que bendixe y llevamos en procesion cantando el Vexila Regis prodeunt hasta el s’tio en que fue colocada y adorada de Rehigiosos À Indios , y Soldados. Htcieron Žstos sus salvas viŽtoreando al Estandarte de la FŽ y al Santo Apostol del Perœ San Francisco Solano 3 y habiendoles se–alado y bendito el lugar en que habian de fabricar una pobre Capilla de maderos y cubierta de Palma, vol Historia de la nueva Andaluc’a. vimos el dia veinte y quatro de Julio Fiesta del mismo Santo Patrono, cuya Misa celebrŽ cantada, y en ella les prediquŽ las obligaciones del Christiano , dexaridoles por su primer Ministro Ecleslastico al P. Fr. Francisco Cuervo , con quien quedaron muy gustosos por su conocida Religiosidad y otras prendas que a mi insinuacion aten di— el R. P. Er. Mathias para conferirle el Titulo de Presidente de aquellas nuevas Conversiones en lugar del P. Gallardo , quien con el P. Borrego sali— este mismo a–o en mi compa–’a para la Real Expedicion que nuestro Rey Carholico destin— a estos parages cerca de la linea divisoria de los territonos correspondientes a las dos Coronas de Espa–a y Portugal. El siguiente a–o de mil setecientos cinquenta y siete por el mes de Abril estando yo en la CasaFuerte de Muir‡cu de vuelta de .la Real Expedicion , apareci— en ella el Capitan Anapay‡ca , de Nacion Gualquiri y que venia de los montes de Uy‡pi con ocho de los suyos al llamamiento que para tratar de su Conversion le hizo el Capitan Don Joseph Jurado, que lo era aGtual de nuestra Escolta de Orin—co. Ofreci—se gustoso ‡ recibir Ministro , y pidi— desde luego que fuesen ‡ la eleccion del sitio en que deseaba fundar el Pueblo ; y en efeŽto fue el dicho Don Joseph Jurado con el P. Cuervo al referido sitio de Uy‡pi, donde colocaron la Santa Cruz; y dexando dos Soldados para la direccion de las O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 164 Libro IE. Cap. XXXI : Àlas casas , se volvieron el P. Cuervo y el Capitan Jurado , hasta que el Prelado. proveyese de Religtoso que con Santo zelo y deseo de la "Conversion promoviese aquella fundacion nueva , que hasta hoy est‡ del mismo modo por falta de "Misioneros, de que hay mayor necesidad en los Pueblos fundados, 5. IL L inicio de esta mueva fundacion , la estabilidad de los PP. Misioneros en las Riveras de Orin—co, y otras providencias que en este tiempo se tomaban para su mayor Òconservacion y aumens to , di— mucho en que vacilar 4 la belicosa Nacion de los Cat’ves, cuyo levantisco y. novelero genio ba de menester poco para mancomunarse ‡ la fuga , hostilidades, y sublevaciones. Cruzabanse los Correos de unas 4 otras Misiones, hacian observaciones y preguntas, tenian grandes fiestas y solemnes embriagueces , sin rastrear los que alli estabamos el morivo de aquellas novedades, Esperaban ‡ que la Casa Fuerte escubtese en la mayor soledad; y el dia ocho de Mayo quando solo habia en ella dos Soldados y yo, la familia del Capitan , y dos Indias de servicio, me dieron la infel’z noticia de que todos los Indios de la vanda del Sur, muchos de las del Norte y‡ poblados habian hecho fuga a los montes de la Par‡gua y Casa de UraparŽne , donde se proveyeron de v’veres para seguir su derrota 371 al Rio Par’me m‡s de ciento y cinquenta leguas distante, Para asegurar mejor su descarrlada conducta ,:me quitaron con enga–o un Bagelillo en que, pasando el Orin—co , pudiera dar aviso 4 quienes fuesen en su seguimiento, Con estro creci— mas NUEStra CONgOXa, y entramos ef el cuidado de queÒaquella astuta providencia cra para volver de noche a dar fuego (como acostumbran ) ‡ todo lo poblado, y qui: tarnos la vida. En esta confusion de pensamientos estaba nuestra continua vigilancia, quando uno de los huidos volvi— (al parecer) arre= pentido , y nos dixo, que el fin de su derrota era huir de los Mix sioneros y Soldados 4 sugestiones de dos Olandeses:, que en las Ri vetas del Rio C‡ura les proveyeron de armas y municiones , y les persuadicion 4 la fuga; Žstos se fueron con ellos hechos Caudillos de aquellas miserables almas, que trocaban la felicidad del Christianismo por su antigua Gentilidad, en que tan enga–ados los tiene la astucia del demonio. Hicieronse varias diligencias por atraerlos ‡ los Pueblos ; y segun me escribi— el Cavallero Don Joseph Iturriaga ‡ la Ciudad de Caracas , por el mes de Febrero del siguiente a–o de cinquenta y ocho, todos los mas habian y‡ vuelto 4 sus Pueblos y estaban limpiando sus labranzas, que al tiempo de la fuga dexaron enteramente abandonadas. Al llamamiento de este celoso Cavallero sali— de los mon Aaa 2 tes O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 165 372 tes el cŽlebre Abaru‡na, a quien regal— y agasaj— ,como hizo con otros muchos por reducirlos de la Infidelidad al Gremio de la Iglesia y obediencia de nuestro Carholico Monarca. No sŽ despues el fin que habr‡ tenido esta Conversion tan deseada 5 pero sisŽ , que el mayor y mas poderoso obstaculo que tienen los Carlves para resistir ‡ los Misioneros Û impedir la Conversion de innumerables Indios que hay en aquel terreno , es el perniciosisimo consorcio de los Olandeses de Esquivo , Demerari , Betv’z, y Surin‡ma , que frequentemente transitan pot el Orin—co sin otro fin que el interŽs de losEsclavos que rob‡n ‡ nuestro Rey Catholico para aumento de sus tem= porales ganancias. : Entraron: estos desventurados Protestantes en aquellas Costas del mar del Norte:; y conociendo que en estos. Pa’ses tan despoblados podia tener abundante pasto su universal codicia , tomaron posesion del Rio Esquivo , y aproptandose ‡ s’ la tierra agena, fabricaron en Žl y en los que se le siguen algunas Colonias, Pueblos, y crecidas haciendas , desde donde han minado toda la tierra con las repetidas 1ntroduciones de iliciros comercios, que tanto perjudican‡ las Reales Leyes y Dominios de nuestro Rey Carholico. Para conseguir este comercio y efectivo logro de sus intereses escipularon la paz con los Car’ves , sin cuya ayuda les era imposible el penetrar la tierra y hacer tan notables da–os ‡ nuestio Historia de la nueva Andaluc’a. Rey y sus Vasallos los Espa–oles, unicos y verdaderos Se–ores de ella, Agasajabanlos .( como hacen hoy) con mul baratijas de espejos, cuchillos, y otras herramientas de que necesitan para sus labranzas 5 y despues de grangearles: la voluntad, y muchos de ellos carnalmente mezclados con los Indios , teniendolos ya por suyos , les fueron instruyendo en el uso de las armas de fuego, administrandoles polvora y. balas con que los animaron 4 hacer guerra ofensiva a otras Naciones , de quienes apresan un sih numero de Esclavos que venden 4 los dichos Olandeses para el cultivo de la tierra y mayor adelantamiento de sus Colonias. En este alevoso yperjudicial traco se han cebado. tanto los Car’ves , y ha crecido tanto su insolencia , que con ser por naruraleza cobardes, ruines, y 4 todas luces traidores , se han. "hecho ran due–os de las dem‡s Naciones Àquan= to formidables para .ellos y aœn para las demas gentes de estos Pa’ses. Esta continuacion de guer= ras ., extraccion de Esclavos que ellos llaman P—iros, y alevosas muertes que para su consecuci—n execatan , es una de las lastimas que lloramos los Misioneros con lagrimas de sangre, al ver la mucha que esta Nacion derrama por aquella tierra , donde clama como la de AbŽl por justa venganza. Lo ordinario es juntarse todos los a–os los Car’ves del monte y algunos de los nuevamente poblados , que por falta de fuerzas esc‡n igual men O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 166 , mente insolentes, salen a'las Naclones confinanxtes :, y acometiendoles de noche , maran violentamente a todos los ancianos. y. par= bulitos , y se traen consigo. todos los muchachos y jovenes de, ambos sexos que pueden venir por.su. ple y tomar por su mano:el aliPMENTO, Da ot A los varones venden. por. Esclavos ‡ los: Olandeses de Esqu’vo.; donde sor condenados: ‡.perpetua esclavicœd. de. ala y cuerpo, viviendo Òy muriendo sin' la, luz de la FŽ tan: cieg—s como: sus amos. A las hembras aplican para el servicio de. sus personas y pasto de sus desenfrenadas sensualidades , robandoles la mejor joya del alma, y el precioso.tesoro de la pureza con la irresistible: violen, cia que les hace el furor de su arrebatada pasion y absoluto poder. Para la extraccion de estos P—ltos O Esclavos entran comunmente los Olandeses por el Orin—co en tiempo de Verano ; hacen asiento en las Riveras del Rio C‡ura œ otros de sus cercanias , don= de van recibiendo los que les traen los Car’ves , hasta que las crecientes del Rio y sus dilatadas inundaciones les ofrecen paso franco, sin ser vistos, para sus Colonias, de donde vuelven el siguiente a–o con sus efeŽtos comerciables ‡ repeur ellos, y por su mandado los Indios , sus irrupciones , en que segun el c—mputo de hombres pra—ticos sacan cada a–o doscicntos Esclavos, y dexan como quatrocientos Inhumanamente muertos, Libro III:Cap. XXXL 1 373 + Estas _ hostilidades. reperidas, por mas de.quarenta a–os tienen tan asolada la: tierra; y e retiradas. las dem‡s Naciones , que y‡ nos. hallamos sin, medi—s.aliomodos de, adelantar. los: Pœeblos nuŽvamente. fundados: de. Car’ves ,:1g con muy. leves esperanzas de fundar mas con, otras. Naciones::, Mientras nO Se, ponga una. ::ple£pera sujecior; 4, aquellos para;! .poder:internarnos, con: la correspondiente: defensa; 2, la, Conversi—nÓ. de :Žstos,: que: se, hallan, muy distantes y con natu, ral. renuencia 2 venic. donde los. Car’ves sus crueles enemigos. Y par, ta que se vea que esto no Žs Exa feracion , sino solo un rasgo de los: muchos afanes que nos causa a los Misiorieros el lamentable consorcio de los; Dlandeses. y Car’ves, lea el curioso: el Tomo XVI. de Cartas edificantŽs , donde. hallar‡ desde el titulo XX. hasta el XXV. la siguiente. noticia , que pongo ‡ la letra para, confirmacion de lo dicho > Y ciencia de los que no tubieren a la mano tan apreciable Obra. Po, È No es mi animo ( dice el ÈR. P. Diego Davin ) d‡r' una desÈ Ctipcion de los grandes trabajos È Y peligros de las Misiones situaÈ das cerca del Orin—co; me conÈ È tentarŽ pues con dar una ligera È idŽa de sus crucles enemigos È los Car’ves, que sin cesar infesy, tan esce gran Rio. Habitan siemÈ pre de asiento algunos extranÈ goros en las tierras de los CarfÈ ves; les dirigen en lo malo que È Van haciendo; y si no se pone re O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 167 374 ys Teparo "con tiempo, ser‡ muy È deplorable el da–o que se segut: ,, Y2 d esta Christiandad, Poseen los È Olandeses algunas Colonias en la È; misma imimediacion ; y son EsÈ quivo, Berbiz, y Surinama, GuarÈ dan una estrecha amistad y union Àcon los Carives5 y es muy de: temer que .pot su: medio inten= yy ren formar ana Colonia en el mis À mo' OrinŽco, Ministran 4 los 5 Car’ves! armas' de fuego y muniÈ, ciones y otros pertrechos de Guer* ÀTa , para que mas osadamente puedan aterrar ad las Naciones y vecinas , y llevarlas consigo 4 , sus tierras , como lo han hecho ÀÈA cuadrillas. Introducen los OlanÈÈ deses sus errores, y aconsejan a È los Car’ves que perturben los ant, mos de los Christianos , persuaÀ diendoles que es falso el Santo Ày Evangelio que les predican los ÈÈ Misloneros : que se aparten de Àwellos y .vivan mas Lbremente À, en el Geneil’smo: y que es muy sy estrecha la Ley que les ense–an y los Padres. Viendo el animo consyÈ tante de los recien convertidos, yÈ determinan asolar ‡ fuego y sanÈ gte todas las Misiones situadas È sobre el dicho Rio , como lo han , mostrado varias experiencias en , estos ulcimos a–os. Suben Rio À, arriba los Car’ves casi siempre caÈ Pitancados de algunos extrange À, Tos, y los ecos de sus fieras ame. ,, nazas en los o’dos de los Indios. , Inconstantes sobran para desha, cer las reducciones. Son ran graÀy ves los da–os que hacen los CaÁÈ Fives protegidos de sus huespedes, Historia de la nueva Andaluc’a. 3È que el: referirlos llen‡ra muchos È pliegos. Muchas Naciones Žst‡n 5, Teriradas en los montes por mieÈ do de ellos : los juntan los Misio= 3È heros con mucho sudor y trabaÈ jo, y los Car’ves, lobos carnice= 3, Tos comedores de carne humana, È î matan a los reducidos, — los esÈ pantan :: Es implacable el odio È Que tienert los Car’ves a todas esÈ tas Misiones; y viendo nuestra È Tesistencia, siembran mucha cizas È –a, y no dexan de darnos muÈ Chos asalros, Las Misiones de los È RR. PP. de Cuman‡ padecen los È, mismos trabajos , y muchas de È,È sus Presidencias han sido quemaÈÈ das en diferentes tiempos. laten= È taron convertir ‡ los Car’ves, ens È traron en su Pa’s con Escolta y, È sin ella; pero n— han podido Amansar con agasajos y suavidad È los fieros Car’ves , los quales È Viendolos sin Escolta en la priÈ mera entrada los quisieron maÈ tar, y lo hubieran executado s’ È Mo hubieran ‡ tiempo salido de , Sus tierras. No padecen menos È Persecuciones las Misiones de los È RR. PP. Capuchinos de Guay‡na È) Por su Immediacion a los Carf= È Ves. Les quemaron los Ingleses los È Pueblos en mil setecientos y quaÈ Fenta; y porimfluxo de los Car’À vesse rebelaron los Indios Gua= È Y‡nos , y estubieron ‡ pique de y perder en un dia los trabajos 3 Apostolicos de muchos a–os.Ò Hasta aqu’ los RR. PP. Jesuitas. Se advierte que el contenido de la citada Carta se escribi— por los a–os de treinta y cinco ‡ quaren O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 168 Libro II. Cap. XXXL renta , quando estabamos los PP, Observantes enel principio de nuestra Conversion de los Car’ves , que con l gracia de Dios y el continuado cultivo hemos conseguido reducir ‡ doce Pueblos que con ellos tenemos y‡ fundados; y fuera mas fel’z nuestra empresa , sl, sujetando enteramente 4 esta Nacion , Ž impidiendo el consorcio de sus perturbadores Olandeses , logramos , como se espera de la gran bondad de Dios , internarnos ‡ las muchas y d—ciles Naciones , que libres de hostilidades , se reducir‡n facilmente 4 nuestra Santa FŽ Catholica; se rescatar‡n del perpetuo cautiverio ‡ que van condenados de por vida a las Colontas j 375 r‡ de este modo comunicable toda esta tierra; y entonces los introducidos Olandeses î tomar‡n otra derrota , O se contendr‡n A lo menos en los limites de lo que tienen usurpado , sin tanto perjuicio de ambas Magestades , y con mayor extension de nuestra Monarqu’a , pata quien la tenia Dios guardada , y le hizo entrega de ella por medio de su Vicario universal Cabeza de la Catholica Apostolica Romana Iglesia, (*) EPILOGO EN QUE COMPENDIOSA mente se refiere lo que dexo dicho en este tercero Libro perteneciente d las Apostolicas Misiones y DoŽtri n‡s de los PP, Obser vantes de Pirisn, E lo referido en este Libro tercero se deduce por bue na cuenta , que en el tiempo de cien estrangeras; quedar‡n en los Dominios de nuestro Rey ( que Dios guarde ) y tributarios con el tiempo a su Real Corona 5 poblar‡n' el dilatado terreno que mŽdia enwe Orin—co y Amazonas; se ha= PS o a pa (* ) Habiendo cesado la Comision de Limires, y hallandose el Gefe de Esquadra Don Joseph leurriaga con el emplŽo de Comandante General de nuevas fundaciones del Orin—co y R’o Negro, el a–o de mil setecientos. sesenta y dos erigi— el Rey en Govierno separado la Provincia de Guay‡na, y nombr— por Comandante de ella al CoronŽl Don Joaquin Moreno , ordenandole' la transmigracion de la Ciudad de Santo ThomŽ ‡ la angostura de Orin—co , con otras cosas concernientes al mejor establecimiento de aquella nueva planta. Pero no habiendose presentado este Oficial hasta el a–o de mil setecientos sesenta y quatro , y suscitandose luego entre ƒl y Don Joseph Icorriaga varias competencias y disgustos , hizo Moreno voluntaria demision de su emplŽo, y pas— el CoronŽl Don Manuel Centurion el a–o de mil setecientos sesenta y seis de orden de S. M. ‡ encargarse del mando de uno y otro. Y habiendo trabajado sin oposicion algunos a–os , se han fundado en aquellos desiertos ocho Pueblos de Espa–oles, y quarenta y quatro de Indios, con mucho aumento en la Agricultura y cria de ganados: se ha abierto la navegacion y el Comercio directo : se ha puesto aquel Pa’s en opulen.cia y en el mejor estado de. defensa posible: y se han reducido mas de nueve mil Indios ‡ nuestra Santa FŽ. Aun las Misiones de los RR. PP. Dominicos de Barinas han tenido considerable incremento por los auxilios que les ha dado este Cavallero. Y finalmente , lo que no es menos digno de consideracion, se les ha cortado ‡ los Olandeses y Estrangeros la entrada en Orin—co y dem‡s R’os confluentes, O Biblioteca Nacional de Espa–a
pagina: 169 376 cien a–os que han corrido desde el de mil seiscientos cinquenta y seis , en que se di— principio a la Conversion de los Indios en las 'Apostolicas Misiones de P’ritu , solo han venido de las Provincias de Espa–a ciento y treinta y ocho Religiosos del Coro , unicos Fundadores de ella , y algunos Laicos para su asistencia. De Žstos debemos excluir los veinte y ocho; unos por haber muerto recien llegados, y otros , que son los mas, por haberse vuelto enfermos 0 desconsolados por la novedad del Pa’s, variedad de su clima , y diferentes alimentos 3 con que sale por legitima conseqœencia , que con ciento y diez Misioneros se han fundado y conservado en DoŽtrina los treinta Lugares que al presente existen , sin hacer mencion de otros nueve , que por algunas epidemias Ž invasiones de los In fieles fueron enteramente destrul= dos.. Que los diez y seis mas antguos reconocen su vasallage 4d nuestro Rey Catholico con la con Historia de la nueva Andaluc’a. tribucion de quatro mil y quinientos pesos, poco mas o menos , que exhiben anualmente ‡ su Real Erario, y mas de doscientos al ProteŽtor que por su Magestad les es nombrado : que en el referido tiempo , segun consta de los Libros de Asiento , han recibido las aguas del Sacrosanto Bautismo mas de cinquenta y ocho mil almas , sin hacer mencion de las muchas , que por olvido , incendios de Libros , y otras casualidades no se encuentra su determinado numero, ni tampoco de las much’È simas que andan dispersas y fugitivas por los llanos y Costa de la Provincia de Caracas: y finalmen= te , que en los referidos treinta Pue. blos hay existentes cerca de doce mil personas baxo de campana y obediencia de sus respeŽtivos Ministros , que gustosamente las doŽtrinan , y viven con las esperanzas de reducir otras muchas para aumento de nuestra Santa FŽ, y extension de los Dominios de su Magestad Catholica ( que Dios guarde, ) LI. O Biblioteca Nacional de Espa–a
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