Quiero mucho y deseo vivamente que en este lugar me levanten mi ermita. En ella mostraré y daré a las gentes todo mi amor, mi compasión, mi ayuda y mi defensa.
Sean bienvenidas todas las almas programadoras y sus plegarias para la Birgensita, pásenle a cotorrear, escuchen las plegarias de sus afligidos colegas, o, sin pena, lean las que ya fueron escuchadas.
¿Estás en apuros? La birgenista está también para apapachar a las almas afligidas. Y ps en última instancia te puedes encomendar a @sanjuditas.
Impreso con licencia en EL CIBERESPACIO en la imprenta de Git Hub. Año de 2017